Después
de tantos años de nazismo, comunismo y catolicismo en esteroides a los polacos les ha dado por la caridad y la comedia. Cuestión
de relajarse. O más bien por la tragicomedia: para que los demás se rían con lo
que ellos lloran. Y con “los demás” pienso en primer lugar el equipo de
Senegal. ¿Un senegalés dispara un balonazo que difícilmente hubiera entrado? Pues
ahí estará un defensa polaco para desviar el balón, confundir a su portero y
colarla por el palo contrario al que esperaba. ¿Los polacos creen tener el
empate al alcance de la mano? Pues los defensas se equivocan al pasarle al portero, chocan
entre sí, y le regalan el balón al delantero contrario para que lo lleve hasta
la meta polaca. El tanto polaco al minuto 85 llega demasiado tarde como para
cambiar las cosas. Y los senegaleses claro, agradecidísimos por este desinteresado
acto de solidaridad polaca.
1 comentario:
Pecando de "politically incorrect"... me imagino que conoces de la fama que gozaban los polacos en los EE.UU. del siglo pasado y de los "Polish jokes" (how many Polacks does it take to change a light bulb?). Saludos
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