viernes, 31 de diciembre de 2021

Literatura y circunstancia

 


Hace unas semanas fui invitado a una charla en el Instituto Cervantes de Milán. Ellos allá y yo acá, frente a la pantalla de la computadora, claro. Se trataba de un taller sobre el cuento latinoamericano, cada semana un invitado de un país distinto. Lo típico, supongo, yo que nunca he representado a mi país ni al parchís.


La profesora, inteligente y amable iba conduciendo la charla con elegancia entre un público también disperso por medio mundo. La conversación comenzó por las técnicas narrativas del cuento, de cómo encontrar la materia que los nutre donde quiera que aparezcan, cómo darles forma luego.

También hablé del momento en que comprendí que debía resignarme a ser escritor, más allá de que no supiera hacer ninguna otra cosa. Les conté que tuve esa epifanía a comienzos del Período Especial, desaparecidas todas las publicaciones en las que habitualmente aparecían mis textos humorísticos. Fue entonces -cortada de momento toda conexión con los lectores- que comprendí que no me sería fácil dejar de escribir. A partir de entonces escribiría, como quien dice, a la nada. Fue a esa altura de la charla que usé la abusada metáfora del náufrago que echa la botella al mar (en aquella conversación usé metáforas tan o más manoseadas que el mensaje en la botella). En algún momento alguien mencionó el peso del humor en mis cuentos (habían leído tres de ellos) y les agradecí que los hicieran notar pues el humor no suele trasladarse bien de un tiempo a otro, de una cultura a otra, de una complicidad a otra. Viaja mal el humor dentro de una botella.

En algún momento una señora sacó, como era de esperar, el asunto de Cuba y la política. No me sorprendió que lo hiciera. Algo me sorprendió la forma en que lo hizo. O más bien la palabra que usó. “Cuña”. Dijo notar que en mis cuentos me ocupaba de meter “cuñas políticas”. Traduje para mis adentros “cuña” por “puyas”, “indirectas”. Como en cuestiones políticas nadie me ha acusado de ser indirecto me dispuse a responder.

No soy como Padura quien a su vez quiere ser como Paul Auster. Según el de Mantilla a Paul Auster en las entrevistas solo le preguntan de literatura. Yo, en cambio, entro al trapo político apenas lo agitan ante mis ojos. Por eso me desconcertó que me acusaran de hacer insinuaciones políticas. Cierto que la literatura que escriben muchos cubanos se puede ver como una larga y sofisticada insinuación de que en Cuba existe una tiranía pero ese no es mi caso. Desde mis cuentos más viejos (hablábamos entre otros, de “Letras en las paredes”, cuento que escribí en el verano de 1993) empiezo por establecer el hecho de que en Cuba hay una dictadura – si es que Cuba es el contexto del cuento- para de ahí pasar a otra cosa.

Era esa mi manera de acceder a lo literario en aquellos tiempos: empezar por lo que otros evitaban -o ponían como verdad última de sus textos- para ir más allá. Porque lo literario -así lo entiendo- es rebasar lo obvio pero en aquel entonces no era capaz de escribir como si lo obvio no existiera. Ignorar la obviedad de la tiranía me parecía cobarde y deshonesto. Y, sin embargo, limitarme a denunciar unas circunstancias que, por opresivas que fueran, tenían una fecha de caducidad más cercana que la que uno deseaba para sus escritos, me resultaba de una torpeza imperdonable. Cómo asomarse a las novelas de Dostoievski solo para averiguar las condiciones de vida en la Rusia zarista de la segunda mitad del siglo XIX.

Así que en los noventa cubanos cuando escribía un cuento a menudo empezaba aplacando la ansiedad de mis lectores más inmediatos por escuchar ciertas cosas y la mía por decirlas para entonces pasar a otros asuntos. Asuntos que me permitiría establecer comunicación incluso con lectores totalmente ajenos a mis circunstancias. No sé si fue entonces o algo después que otro de los asistentes a la charla me preguntó por qué no había explicado mejor las circunstancias de la época en el propio cuento. Le contesté con una media verdad: que no era periodista, que son los que se encargan de explicar tales circunstancias. O los historiadores. No le dije, en aras de economizar el tiempo de la charla, que también hago las veces de periodista o de historiador y me dedico a explicar ciertos detalles temporales, pero esa no es la tarea de un cuentista. Si dije que compartía la idea de la literatura como diálogo entre desconocidos. En ese diálogo a los escritores les toca la tarea de crear un lenguaje para que pueda ser entendido por cualquiera que se asome a sus libros. Sin embargo, no puede crear ese lenguaje sin verter en él la parte de la existencia que le ha tocado, ya sea de manera más o menos fidedigna, o más o menos simulada.

Aproveché entonces que la charla tenía su origen en Italia para comentar que cuando de niño leía a Boccaccio no lo hacía porque me interesara su parecer sobre la iglesia católica, su corrupción o sus hipocresías. No. Aunque tales opiniones políticas son obvias en un libro como el Decamerón este no me hubiera atraído como lector si se hubiera limitado a ellas, más de seis siglos después, aunque también es cierto que la rebeldía esencial de su mirada se alimentaba tuvo mucho que ver con la manera en que Boccaccio percibió sus circunstancias.

No obstante, hubo algo que quedó sin decir. Y no me refiero a la continua obligación que tienen los cubanos de explicar circunstancias que ya llevan demasiado tiempo en este planeta. “Porque como todos saben, en Cuba hace más de sesenta años hay una tiranía” dije, jugando a que decía obviedades. Y es que en algo puedo concordar con mi compatriota Padura. Yo también preferiría no usar la oportunidad de comunicarme con lectores tan ajenos a mi realidad para explicársela. ¡Para eso deberían estar los periódicos! No deberíamos ser él o yo, gente que se espera que busque una relación más íntima y duradera con los lectores, quienes nos ocupáramos de la vulgaridad de decir que lo que existe en Cuba es una tiranía.

Sucede -y eso sí recuerdo que lo dije-, que las circunstancias políticas son uno de los componentes más superficiales que conforman la vida de un ser humano, a quien lo definen de modo más profundo e intransferible contingencias más particulares y ambiguas. Incluso en el totalitarismo, por mucho que este persista en modelar la vida de cada individuo a su imagen y semejanza. Pero al menos en mi caso evitar esa circunstancia, por superficial que sea, lo consideraría no solo una falla ética sino también estética. Porque si otros se pueden permitir olvidar nuestra humanidad -esto es, que somos seres sensibles y conscientes al igual que el resto que los humanos y tan poco dados a disfrutar la opresión como ellos si estuvieran en nuestro caso- para nosotros esa no es una opción. Ni como personas ni como escritores. O si no pregúntense por qué Boccaccio o Dante, Homero, Shakespeare o Cervantes siguen siendo nuestros contemporáneos. Si ni siquiera podemos imaginar a Dios creando a los hombres de la nada, ¿en qué cabeza cabe que podemos crear algo obviando nuestra existencia?       

miércoles, 29 de diciembre de 2021

2021: un año sin igual (excepto por el anterior y el que sigue)

Si alguien se había quedado dormido en el 2020 ahí tiene el 2021, que es una copia del año anterior, pero con el orden cambiado: si el 2020 empezó como comedia de equivocaciones para culminar en película de horror el 2021 empezó con el horror y cuando ya la gente empezaba a relajarse la pandemia ha vuelto a coger impulso, como Glenn Close saliendo de la bañadera en Atracción fatal. Cuba, como suele suceder, quiso ser distinta: si en el 2020 el planeta probó al unísono la cubanísima carencia de libertad y de papel sanitario, en el 2021 los cubanos experimentaron, a falta de papel sanitario, con la libertad. (Téngase en cuenta que para escribir este resumen he tenido que pasar por la dura prueba de ver dos videos de Sandro Castro y hasta escuchar una canción completa de Buena Fe. No espero que la Patria me contemple orgullosa, pero que al menos tal esfuerzo me sirva de atenuante en su juicio de estas páginas). 

Espero que todos tengan un feliz 2022, pero antes repasemos el 2021. Va y les sirve de consuelo para el año que viene. O de entrenamiento. (Agradezco a Lauzán y Omar Santana que no me demanden por usar sus dibujos para ilustrar este resumen).

Enero



—El año empieza en Washington DC, caliente, con cientos de americanos reeditando la toma del Palacio de Invierno de la vieja Revolución de Octubre. Pero estos yumas no lo hacen para instaurar la dictadura del proletariado sino para salvar la democracia, dicen, algo que recuerda el método azteca de tratamiento de cardiopatías. En esta versión, el papel del Palacio de Invierno lo desempeña el Capitolio de Washington y el del crucero Aurora, Donald Trump, en el caso de que el Aurora hubiera tirado un cañonazo para luego arrepentirse y decir que lo habían malentendido. Ese 6 de enero va a ser el día más feliz de la prensa oficialista en Cuba en todo el año con declaraciones como “¡Aquí no ocurren esas cosas!”, “Miren lo que pasa en la mal llamada democracia” o “Gracias a la Revolución, nuestro Capitolio es más grande que el de ellos”.  

—Comienza la llamada “Tarea Ordenamiento”, dirigida a sanear la economía cubana con la erradicación del CUC, ese rezago del pasado, y la actuación en solitario del CUP que, como la vida en la canción de Pablo Milanés, no vale nada. La ventaja de que ahora una cerveza cueste lo que antes era el sueldo promedio estará por verse. Pero no nos adelantemos.  

—Marino Murillo, el llamado “zar de las reformas económicas”, al referirse al encarecimiento de la vida de los ancianos, declara que “no todo puede ser responsabilidad del Estado cubano […] tiene que haber también una responsabilidad de la familia” y señala significativamente en dirección norte. Añade que, para atender a ciertos ancianos con necesidades especiales, existe una institución que desde hace tiempo los acoge en su seno: el Buró Político del PCC.

—Es detenido un activista en Camagüey por repartir frases de José Martí. La detención se considera parte de la Tarea Ordenamiento: busca eliminar la circulación de frases que escribió Martí en moneda libremente convertible y promover las pensadas en moneda nacional como “nuestro vino es agrio, pero hay que espantárselo”.

—La televisión cubana anuncia su proyecto de crear una serie de dibujos animados que recree las travesuras del niño Fidel Castro. Los televidentes se preguntan si entre las travesuras se incluirán esconderles los mandados a los vecinos o el fusilamiento de mascotas.

—Un grupo de artistas se reúne a protestar frente al Ministerio de Cultura y Alpidio Alonso, ministro en funciones, en un alarde de campechanía y disposición al diálogo, le tumba el teléfono de un manotazo a una artista. Fuentes al servicio del imperialismo acusan de inmediato al ministro de usurpar funciones al MININT y a ETECSA al reprimir y al mismo tiempo cortar las comunicaciones.

—Silvio Rodríguez, antiguo cantautor y actual portavoz del Ministerio de la Muela Bizca (MINMUEBIZ) declara que no ha podido ver el video del manotazo del ministro de cultura porque en los sitios donde está le “piden que admita los cookies”. Y que él no puede admitir cookies porque desde la vez que le robaron las africanas tiene trauma con las golosinas.

Febrero

—Se anuncia la construcción del Centro Fidel Castro, destinado a conmemorar la vida del niño travieso que les escondía la comida a los vecinos. El centro se ubica en una casona que, ya adulto, el travieso Fidel les confiscó a sus anteriores propietarios para luego dejar que se descompusiera por varias décadas. Ahora, en cuya reparación se emplea todo el cemento que le queda al país tras la construcción de nuevos hoteles.

—El imperialismo echa mano al arma más cruel y despiadada que pueda concebirse en su viejo empeño de derrocar la Revolución: el reguetón. Los laboratorios de la CIA han sintetizado un compuesto que convierte la heroica frase “Patria o Muerte” en la diabólica “Patria y vida”. El video que ilustra la canción está protagonizado por los pectorales de Yotuel, los cantantes de Gente de Zona sin gafas, el abdomen de Yotuel, el rapeo de Maykel Osorbo y el Funky, una lágrima corriendo por el rostro de Yotuel y la traducción de la letra al lenguaje de signos que hace Descemer Bueno. De más está decir que el éxito de la canción es instantáneo, incluido el público sordomudo.

—En la esperada contraofensiva de la Revolución contra el engendro de la CIA conocido como “Patria y vida” los periodistas con carnet de la UPEC insisten en resaltar las ventajas de la muerte, algo que inexplicablemente no encuentra mucho eco en la población, encandilada por el atractivo superficial de la palabra “vida”.

—Los periodistas de la UPEC denuncian las exploraciones científicas del vehículo espacial Perseverance buscando señales de vida en Marte como un burdo intento de la NASA por exaltar una canción que a nadie le importa.

—Ante las críticas de la artista contestataria Tania Bruguera al ministro de cultura Alpidio Alonso el viceministro Fernando Rojas la acusa de querer ser ministra de cultura. Luego se aclara que se trata de una terapia motivacional que utiliza el viceministro y eterno aspirante al cargo de ministro para sus próximos encuentros pugilísticos con los artistas.

Marzo

—Sandro Castro, nieto del fundador de la Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, aparece en un video manejando un Mercedes Benz y diciendo con acento de reguetonero boricua “Papi […] tú sabes que nosotros somos sencillos, pero de vez en cuando hay que sacar estos jugueticos que tenemos en casa […] esto es cosa gorda, mi gente”. La indignación que estalla en las redes es unánime. Incluso miembros de su propia familia le critican en público que salga en Mercedes y le recuerdan que, aunque su abuelo siempre salía de paseo en cuatro Mercedes blindados a la vez, nunca trascendió ningún video a las redes.

—Luego del video del Mercedes, Sandro Castro aparece en las redes, disculpándose “con todo el que me malinterpretó” y explicando que era una broma, que el Mercedes era prestado y que es “una persona sencilla y así me considero”. Aclara que entiende que su video se vea como una falta de respeto a la población de la isla que no es propiedad de él solo, sino de toda su familia.

—Se desata una epidemia de canciones que, sin mencionarla directamente, están destinadas a destruir la influencia dañina de “Patria y vida”. La primera de todas, “Patria o muerte por la vida”, marca la pauta, con la guayabera arrugada de Raúl Torres en sustitución de los pectorales de Yotuel y los chillidos de Annie Garcés en lugar de la mímica de Descemer. La desafinación de Raúl Torres, en cambio, no tiene equivalente. Sin embargo, el punto culminante de la canción ocurre cuando la Garcés declama, con chirrido de tiza arrastrándose por la pizarra, que a la Revolución le quedan “62 mil milenios”, algo que le quita el aliento incluso a los partidarios de la Revolución que pensaban que esta era ecológica y biodegradable. 


—Y hablando de epidemias, las autoridades de Salud Pública en Cuba encuentran una forma infalible de reducir el número de fallecidos por Covid: inscribirlos en los certificados de defunción como muertos por neumonía partiendo del principio de que en estos tiempos si no mueres de Covid es como si no hubieras muerto.

—Tabacaleros de San Antonio de los Baños protestan porque llevan cuatro meses sin cobrar sus salarios en moneda libremente convertible que sumados todos equivalen más o menos al Mercedes de Sandro. El gobierno no se muestra especialmente preocupado porque, después de todo, San Antonio es un pueblito de mierda.

—El periodista Humberto López, más conocido como “El Goebbels del NTV”, recibe el Premio de la Dignidad.

—La Academia Cubana de la Lengua sustituye la definición de “dignidad” por el conocido emoji del mojoncito.

Abril

—El payaso “Desparpajo” es detenido en el barrio de San Isidro cuando asistía a una fiesta infantil organizada por el artista contestatario Luis Manuel Otero Alcántara. Al payaso, además de ponerle una multa, la policía le cambia el nombre por el de “Desacato”.

—El periódico Granma  —publicación líder del género de ciencia ficción— anuncia que Cuba es el segundo país con más bajo índice de pobreza multidimensional lo que hace concluir a la población que no es que su pobreza sea poca, sino que es más bien plana.

—Luego de seis décadas de prohibición se despenaliza la carne de res. No obstante, las disposiciones legales para que los campesinos la vendan son tantas que las posibilidades de que un bistec aterrice en el plato de un cubano común son tan escasas como las de que un meteorito lo haga en su patio.

—Intentan detener al cantante Maykel Osorbo en San Isidro pero, con la ayuda de los vecinos, este consigue escapar con las esposas de la policía colgando de una muñeca. Durante la celebración subsiguiente en plena calle se hace popular el simpático sobrenombre del presidente de la república: Díazcanelsingao. 

—Es designado como nuevo secretario del Partido Comunista de Cuba, el presidente del consejo de Estado Miguel Díazcanelsingao.

—La Academia Cubana de la Lengua aprueba el vocablo “singao” como cubanismo, pero antes que puedan redactar la definición sus miembros son detenidos.

—Luego de que la policía allane su casa y destruya sus obras, el artista contestatario Luis Manuel Otero Alcántara entra en huelga de hambre y sed.

Mayo

—Tras ocho días de huelga de hambre y sed, fuerzas conjuntas del MININT y el MINSAP penetran en casa de Luis Manuel Otero Alcántara y se lo llevan con rumbo desconocido.

—El artista reaparece en el hospital Calixto García. En los siguientes días el gobierno se empeña en demostrar: a) que la huelga de hambre y sed de Luis Manuel Otero Alcántara es falsa; b) que es necesario mantenerlo ingresado para velar por su estado de salud que por otra parte es impecable.  

—Luego de días de especulación sobre el destino y la salud del artista comienza a circular un video suyo en el hospital. Allí aparece junto al médico que lo atiende quien declara que “estamos luchando por la recuperación del paciente”. El artista, por su parte, dice estar bien atendido y se despide con sus habituales “estamos conectados” y “Patria y vida”. Las Brigadas de Análisis Instantáneo (BAI) colapsan las redes cuestionando si el gesto del artista arreglando el cuello de la bata del médico indica que se ha pasado al Lado Oscuro o si simplemente se trata de un robot fanático de los pectorales de Yotuel.

—Una disidente sorprende a Humberto López, recientemente premiado con el Premio de la Dignidad, saliendo del apartamento de su amante. Humbertico, cuando comprende que no se trata de una admiradora, le aplica la técnica “Alpidio Alonso” de derribo de teléfonos.

—El gobierno descubre que los árboles en La Habana fueron plantados por los cantantes de “Patria y vida” y en la ofensiva contra estos no deja ninguno en pie.

—Designan a La Habana como “La Capital del Sol”, porque, según explican sus habitantes, lo que es sombra, no hay.

—Humberto López amenaza en el noticiero con la extradición a los que protesten contra el régimen desde el extranjero. “Pero no para mandarlos a prisión. Vamos a dejarlos en la calle sin dólares para que vean lo que es bueno. Y sin arbolito donde coger sombra”.

—“Cuba aspira al título mundial de carrera en marcha atrás” anuncia On Cuba, el Granma con vistas a la calle, al referirse a las nuevas marcas del atleta Wilfredo Díaz. Expertos sugieren que la isla lance su candidatura al campeonato mundial en marcha atrás por naciones. Allí podrá ganar fácilmente ahora que ha alcanzado los niveles productivos de 1791.

—Ante la insistencia del MINSAP de ofrecerle cama y atención gratis al artista Otero Alcántara en el hospital Calixto García un grupo de artistas pide retirar sus obras del Museo Nacional de Bellas Artes. Las autoridades del museo responden a la petición de los artistas invocando el artículo 77 inciso C del código civil que reza “mariquita, mariquita, lo que se da no se quita”.  

—En un partido del preolímpico de béisbol entre Cuba y Venezuela celebrado en Miami, los televidentes en la isla tienen la oportunidad de presenciar el lamentable espectáculo de que detrás del home se exhiban carteles diciendo exactamente lo que ellos piensan del presidente del país, el popular Díazcanelsingao.

Junio

—A Luis Manuel Otero Alcántara, supuesto huelguista de hambre, unos supuestos doctores le dan supuesta alta de supuesto hospital.

—El país está produciendo cuatro prototipos de vacunas diferentes contra el Covid, todo un triunfo de la ciencia tercermundista, pero ni una sola pastilla de aspirina. O de jabón.

—Para que Estados Unidos lo saque de la lista de los que promueven el terrorismo, el gobierno cubano secuestra al dólar y lo toma de rehén, suspendiendo el depósito, canje o pago en dólares en efectivo. “Si no me dejan hacer lo que me dé la gana le prendo candela al bosque” dice Marino Murillo, el califa de la economía cubana.

—Presionada para que se pronuncie sobre la situación de los derechos humanos en Cuba la Latin American Studies Association (LASA) hace pública su más firme condena contra el embargo norteamericano.

—El Parlamento Europeo condena las violaciones de los derechos humanos en Cuba para así de paso servirle de tutorial a LASA.

—Estrenando nueva oferta turística, las autoridades cubanas conducen directamente al artista Hamlet Lavastida desde el aeropuerto, a donde acababa de llegar desde Polonia, hasta uno de los más exclusivos centros vacacionales del país, la famosa Villa Marista.

Julio

—Una mañana de domingo, los vecinos de la villa de San Antonio de los Baños salen a manifestarse contra el gobierno. En cuestión de horas cubanos en todo el país se manifiestan con un fervor como no se había visto desde la revuelta de los vegueros en 1723, más o menos. O como cualquier país latinoamericano cuando le suben el pasaje cinco centavos. En este caso, los manifestantes gritan “Libertad”, “Patria y vida”, “Abajo la dictadura” pero, contradictoriamente, también corean el nombre de su presidente “Díazcanelsingao”. Este, haciendo honor a su nombre, declara: “La orden de combate está dada”. La jornada termina con al menos un muerto y más de mil detenidos.

El 11 de julio y los siguientes días:

—Se hacen virales decenas de videos en los que miles de manifestantes protestan por todo el país, vuelcan un par de patrullas y son atacados por la policía a bastonazos y disparos.

—ETECSA corta la conexión a internet dizque por reparaciones, aunque en realidad lo hace para que la policía pueda hacer su trabajo sin el miedo escénico que le producen las cámaras de los teléfonos.

—Abel Prieto hace llamados a evitar la confusión. Dice que el problema no es el gobierno sino el embargo, la CIA y el calor que dan las mascarillas. Que lo que los cubanos tienen no es hambre sino sed. Que los que protestaron son “revolucionarios confundidos” o mercenarios. Porque, eso sí, los mercenarios siempre tienen las cosas claras, nunca se confunden.

—Nadie parece hacerle caso a Prieto, excepto la prensa extranjera que achaca las protestas al embargo y al Covid.

—Corren rumores insistentes de que Camagüey ha sido tomado por los manifestantes.

—Mientras artistas de la talla de Adalberto Álvarez, Chucho Valdés, Leo Brower, Los Van Van, Cimafunk y Pablo Milanés condenan la violencia desatada contra el pueblo, el portavoz del MINMUEBIZ, Silvio Rodríguez declara, textualmente, que no le “ha tocado ver un solo video que muestre el momento en que una manifestación pacífica es agredida por la policía”.


—El presidente de la Asociación Nacional de Ciegos y Débiles Visuales (ANCI) le concede a Silvio Rodríguez la condición de ciego honorario por su solidaridad con los miembros de la asociación. “La actitud de Silvio puede ayudar a entender a las personas videntes lo duro que es para los invidentes solo poder escuchar el audio de los videos en que le caen a palos al pueblo”.

—Black Lives Matter, organización que combate la violencia policial contra los afroamericanos en Estados Unidos, reacciona frente a la violencia policial contra los cubanos en la isla emitiendo una firme condena contra el embargo y enviando a la policía cubana un contenedor de tonfas.

—Se difunde un fluido diálogo entre Ramiro Valdés y los vecinos de Palma Soriano en que estos le gritan “¡Asesino!”, “¡Libertad!”, “¡Nos están matando de hambre!”. El fundador de la Seguridad del Estado, emocionado, no encuentra palabras con qué responderles.

—ETECSA, a cambio de la conexión que quitó el 11 de julio, regala un giga y pico de datos a sus clientes para que los puedan rellenar con gaticos y fotos de la playa.

—Abel Prieto afirma que en Cuba que no hay presos, mientras Silvio pide amnistía para presos que no existen.

—Una extraña epidemia se ensaña con oficiales “de alto rango” del ejército: en tres semanas mueren nueve generales y en los dos meses siguientes morirán ocho más. Se insiste en que murieron por causas naturales, pero ni la batalla de Stalingrado fue tan mortífera para los generales alemanes como el verano del 2021 para los generales cubanos.

Agosto

—Díazcanelsingao recorre La Güinera semanas después que este barrio fuera uno de los epicentros de las protestas del 11 de julio. En su visita se hace acompañar de una santera a la que consultó para ver cuándo iba a poder despojarse de su tercer apellido pero los orishas prefieren ponerse a hablar de los juegos olímpicos que acaban de empezar.

—Para traer un poco de alegría a los hogares cubanos luego de las tensiones de julio, el Estado se encarga de repartir carne rusa enlatada con fecha de vencimiento del 2017. Mientras mercenarios pagados por la CIA se quejan por considerar que se trata de un producto no apto para el consumo humano, otros hacen notar que se trata de un homenaje al centenario de la Revolución de Octubre.

—Gracias a que el luchador Mijaín López alcanza su cuarta medalla en los Juegos Olímpicos de Tokio muchos rompen el voto de silencio que mantenían en las redes desde el 11 de julio para aclamar al campeón y, a continuación, acusar a otros compatriotas de politizar el deporte. Así, hasta que en conversación con Díazcanelsingao, el luchador es forzado a decir “Patria o muerte, venceremos” y los puristas del deporte retoman su voto de silencio. Se espera que vuelvan a hablar en el 2024, con motivo de los juegos olímpicos de París.

—El shogún de la economía cubana, Marino Murillo, envía a sus compatriotas por twitter este amoroso mensaje: “El amor vencerá al odio. La verdad y la obra de la Revolución vencerán a la mentira mercenaria y anexionista”.

—De regreso triunfal a su provincia un boxeador es premiado con malanga, huevo, aceite y calabaza, para resaltar la espiritualidad amateur sobre el materialismo del deporte profesional. El boxeador da las gracias y declara que se siente como si fuera Elegguá. Que nada más le faltaron la miel y la manteca de corojo.

—En un pequeño pase a nuestra redacción internacional los talibanes toman control completo sobre Afganistán. Varios afganos prefieren morir volando colgados de un avión que quedarse a esperar a los talibanes. Eso para no hablar de las afganas. No obstante, los talibanes “prometen respetar los derechos de las mujeres, pero ‘dentro de la ley islámica’” que es como respetar la libertad de expresión en Cuba, pero dentro de los decretos 349 y 370.

—Hablando de decretos: en Cuba se aprueba el decreto 35 que consiste en prohibir la realidad. O compartirla por teléfono si esta de alguna manera afecta “la seguridad colectiva”, “el bienestar general”, “la moralidad pública”, “el respeto al orden público” o “la credibilidad del Granma”.

—Censurada una escena de la telenovela brasileña “Mujeres ambiciosas” que se transmite por la TV nacional donde dos personajes hablan de democracia. En lugar de la escena mutilada aparece otra en la que Murillo y Díaz Canel se declaran su amor y Alpidio les tumba el teléfono.

—El boxeador profesional cubano Yordenis Ugás le gana al campeón Manny Pacquiao con el lema “Patria y vida” impreso en el short. Los puristas del deporte abandonan su voto de silencio para manifestar su rechazo de que se mezcle el deporte con la vida.

—Desaparece el Instituto Cubano de Radio y Televisión para dar paso al Instituto de Información y Comunicación Social que es la manera en que el Estado reconoce que ya nadie ve televisión y que de algún modo tendrá que controlar las redes sociales.

—Cuba proclama el bolero patrimonio nacional junto con la guayabera, la tonfa y los actos de repudio.

Septiembre

—No es chiste: Según la fiscalía “Díaz Canel Singao” no es “una consigna política, pero sí ofensiva a la dignidad de las personas”. Es la manera que encuentra la fiscalía de dejar caer que Díazcanelsingao es una persona.

—Pese al reguero de vacunas producidas en Cuba, pese a la prestidigitación con las estadísticas, el aumento de las muertes por Covid es monstruoso. La pandemia ha pasado de ser asunto de hospitales y médicos a manejarse con fosas comunes y bulldozers. De ser responsabilidad del MINSAP a serlo del MICONS.

—Tras año y medio de interrupción de las actividades escolares, al regresar a clases, los estudiantes deben completar una planilla donde se les pregunta sobre su “integración revolucionaria”, “prácticas religiosas y “la participación en las actividades de las organizaciones de masas”. También se les interroga sobre si tienen acceso a internet, si ven la mesa redonda y si participaron en las protestas del 11 de julio. Y, de paso, si responden con honestidad, la encuesta sirve para medirles el coeficiente de inteligencia.

—El artista Luis Manuel Otero Alcántara, en prisión desde el 11 de julio, ha sido elegido entre las personalidades más influyentes del año según la revista Time. A Díazcanelsingao le sube la presión.

—En la cumbre de la CELAC el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, le recita una estrofa de “Patria y vida” a Díazcanelsingao y este responde diciendo que el uruguayo tiene “muy mal gusto musical”. Que, para cantante de verdad, Raúl “Guayaberaestrujá” Torres.

—Finalmente, el artista Hamlet Lavastida concluye sus vacaciones en el resort Villa Marista y es conducido directamente al aeropuerto donde lo espera su novia, la poeta y activista Katherine Bisquet, de donde parten con rumbo a Polonia, despedidos con el conocido lema “Cuba te espera”.

Octubre

—En vísperas del Campeonato Mundial sub-23 de béisbol en México el mánager cubano, Eriel Sánchez, explica la no inclusión de ciertos jugadores diciendo que lo importante no es solo “cuánto bateó, para cuánto lanzó, o para cuánto fildeó, hay otros aspectos como la disciplina, el patriotismo” y la poca disposición a quedarse en el extranjero.

—Tras su llegada a México el pitcher Luis Danys Morales abandona el equipo. Al ser entrevistado, lamenta perderse las ofrendas de malanga y aceite que lo esperaban al regreso.

—En un nuevo aporte a la economía socialista, cifras oficiales revelan que el Estado cubano ha gastado en lo que va de año 0.8% del presupuesto en salud y 45% en hoteles y turismo. “Socialismo hotelero” lo llaman.

—Dando una nueva muestra de disciplina y patriotismo se quedan otros cinco peloteros en México. “Pensábamos regresar a Cuba, pero nos sentimos comprometidos a romper el récord anterior de deserciones que era de cinco” declaró uno de ellos.

—El grupo Archipiélago notifica a las autoridades cubanas que el día 20 de noviembre se realizará en La Habana una manifestación pacífica contra la violencia, a favor del respeto de los derechos humanos y por la liberación de los presos políticos. “Y por la apertura de nuevos horizontes” añade crípticamente su líder, el dramaturgo Yunior García Aguilera.

—El récord mundial de deserciones implantado por el equipo de béisbol sub-23 en territorio mexicano se fija en doce jugadores de 24 posibles para un altísimo promedio de 500. El equipo debe discutir la medalla de bronce contra Colombia con el mánager Eriel Sánchez como cátcher, uno de los masajistas en primera y, como pitcher abridor, el cargabates. Como era de temer, Cuba pierde: “Nunca antes se había hecho tanto con tan poco” declara triunfal la prensa oficialista.   

—La comisión nacional de béisbol anuncia que el Estadio Latinoamericano, el más importante del país, será administrado por “formas de gestión no estatal” que es su manera de decir que pasará a ser propiedad de alguien de apellido Castro. De la gestión de los peloteros se encargará directamente el MININT.

—Ante las dificultades económicas y sanitarias por las que atraviesa el país se decide que el tradicional acto de conmemoración de la desaparición de Camilo Cienfuegos arrojando flores al mar se sustituirá por la colocación de flores dentro de una palangana. Los historiadores consultados explican que quizás este homenaje sea más realista. “No descartamos que en vez de caer al mar en un avión a Camilo lo hayan ahogado en una palangana”, comentan.

Noviembre

—El NTV destapa al Dr. Carlos Leonardo Vázquez como el agente “Fernando” de la Seguridad del Estado. Este intenta demostrar que el dramaturgo Yunior García, líder de Archipiélago, es en realidad un robot creado por la CIA para destruir el socialismo hotelero cubano y comerse a los pioneritos que depositan flores en la palangana donde murió Camilo.

—Gobierno declara “Día Nacional de la Defensa” el 20 de noviembre, fecha en la que Archipiélago había convocado su protesta lo que obliga a este último a adelantar su convocatoria para el 15 y así no interponerse en el camino de los tanques.

—Marino Murillo, faraón de la economía cubana, es nombrado presidente de la empresa tabacalera cubana Tabacuba.

—La artista cubana Tania Bruguera recibe el Premio Velázquez de Artes Plásticas de España (el equivalente al Cervantes en Literatura) demostrando el pésimo gusto del MINCULT español que se dedica a premiar artistas en vez de tumbarles el teléfono.

—Muere el poeta Raúl Rivero.

—En la Bolsa de valores de La Habana la cebolla alcanza los 125 pesos por libra, moneda nacional.

—El eurodiputado Manu Pineda por el partido español Izquierda Unida, de visita a Cuba, llama “lamebotas” a los organizadores del 15N mientras alaba el excelente sabor de la suela de los botines de Díazcanelsingao.

—A medida que se acerca el 15 de noviembre aumenta la tensión en las calles cubanas y el acoso y persecución a los miembros de Archipiélago, pero Yunior García insiste en que la marcha va.

—Yunior insiste en que la marcha va, pero que él va a pasear con una flor el día antes, el 14.

—No dejan salir a Yunior de su casa.

—El 15 de noviembre amanece con el país tomado militarmente y los pocos que se atreven a salir a la calle vestidos de blanco son detenidos. De Yunior no se sabe nada.

—Por fin la Seguridad deja salir a Yunior de su casa y este no para hasta la aduana del aeropuerto de Barajas, Madrid.

—La Academia Cubana de la Lengua define “embarque” como “sinónimo de Yunior”. Ejemplo: “Trump le hizo un Yunior a los asaltantes del Capitolio”.

—En una maniobra de distracción de la “Operación Yunior”, la CIA le entrega el Grammy latino de Mejor Canción Urbana y el de Mejor Canción del Año a “Patria y vida” compartido con los pectorales de Yotuel. Mientras a Díazcanelsingao le vuelve a subir la presión, las Brigadas de Análisis Instantáneo (BAI) se dedican a destripar el discurso de aceptación del Grammy de Beatriz Luengo, una de las compositoras del tema. Esto obliga a su esposo, Yotuel, a volver a sacar sus pectorales con lo que las BAI se retractan. Mientras tanto, Maykel Osorbo, otro de los autores de la canción, sigue preso con cientos de cubanos.

—Se cumple el quinto aniversario de la fecha en que el Comandante en Jefe les proporcionó la alegría más grande y definitiva a sus compatriotas.

Diciembre

—Israel Rojas, del dúo Buena Fe, llama “anormales” a los que no van a sus conciertos, a los que dicen que hubo poco público, a los que van y no lo atienden y a los que lo atienden y no lo entienden. O entienden algo distinto a lo que quiso decir. Al parecer, los únicos que no caen en la categoría de “anormales” son el propio Israel, los pocos que lo entienden y los que nos importa un carajo lo que cante o deje de cantar.

—Se revela que uno de los efectos colaterales del 11J fue estimular la producción de petróleo en Venezuela que desde entonces ha duplicado sus envíos a Cuba.

—En uno de los mayores actos de prestidigitación de los últimos tiempos desaparece la carne de puerco en todo el territorio nacional.

—La afamada revista Rolling Stones ubica a la canción “Patria y vida” entre las 50 mejores canciones del año en todo el mundo, demostrando tener el mismo pésimo gusto musical que el presidente de Uruguay y los Grammys.


—El trovador Fernando Bécquer es acusado por cinco mujeres de abusar de ellas usando como pretexto las prácticas religiosas afrocubanas. Salen a defenderlo colegas como Ray “Luchatuyuca” Fernández, Raúl “Guayaberaestrujá” Torres y otros todavía más inaudibles. En cambio, la oficialista Federación de Mujeres Cubanas declara “Claro que sí, nosotros apoyamos a las… no faltaba más, por supuesto… nada nos es ajeno… revolucionariamente…”.

—Deniegan el permiso de residencia en Estados Unidos al exjugador de béisbol Víctor Mesa. La causa de la denegación fue que este confirmó en la televisión de Miami que era “comunista y chivatón”, un cupo que al parecer el departamento de inmigración norteamericano ya ha cumplido con creces.

—Justicia poética: ante la falta de papel para publicar nuevas “libretas” racionan las cartillas de racionamiento.

—Como una muestra más de la inflación que azota al país, el dúo Buena Fe anuncia cena-concierto de Navidad por 2000 pesos por pareja, en moneda nacional. O sea, el equivalente a 16 libras de cebollas. Se le advierte al público que esté especialmente atento a las canciones porque, de no entenderlas serán tachados de… bueno, ya ustedes saben.

—El cura brasileño Frei Betto, autor del libro Fidel y la nutrición, es designado asesor del Gobierno cubano del programa de “Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional” por ser el depositario de las recetas del Comandante en Jefe para preparar langostas. Como tal escribe en el Granma: “En Cuba no hay hambre. ¡Pero los cubanos tienen mucho apetito! El Gobierno gasta más de 2000 millones de dólares al año para importar alimentos”. Esto equivale a 15 dólares con 15 centavos por habitante al mes. Y si tenemos en cuenta las necesidades siempre crecientes de los turistas y de la familia Castro se concluye que, en cuestiones nutricionales, los cubanos son fieles seguidores de Mahatma Gandhi.

En la clausura del Octavo Periodo de Sesiones de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República Miguel Díazcanelsingao declara: “Ya soplan aires de fiesta y es justo y necesario que celebremos haber vencido un año tremendo”. 

—La Academia Cubana de la Lengua anuncia que para definir los términos “victoria” y “Frei Betto” ha decidido usar el emoji del mojoncito doble.

Los posts más leídos del año

Tómenlo como una manera de autopromoción y reciclaje: para mi la tradición de anunciar los diez posts más leídos del año es un homenaje a sus lectores, sobre todo a aquellos que inexplicablemente se han mantenido fieles a este blog por tantos años, algunos de ellos incluso dejando constancia de sus lecturas con sus comentarios. A todos muchas gracias y mis mejores deseos en este año que se aproxima.



 1.- No se culpe a la Revolución de nada

2.- Bienveni@s todes y todxs

3.- Emilio Ichikawa, una despedida

4.- La trampa de la ideología

5.- Experimentando con la libertad

6.- La revolución y los árboles

7.- Un domingo esclarecedor

8.- ¿De qué color es Luis Manuel?

9.- Resumen del 2020: el año más cubano de todos

10.- La encrucijada de Diego Rivera

viernes, 24 de diciembre de 2021

Enrico Mario Santí: retrato del crítico como héroe*

 

De niño me imagino a Enrico Mario Santí vestido de cowboy**. En parte porque no había héroe más socorrido en una época en que todavía estaban de moda el valor y la entereza. En parte porque me ayudará a prefigurar los cimientos de su condición de crítico. De niño también fue exiliado de la flamante Revolución cubana, aunque hablar de exilios a los doce años parecería exagerado. De lo que estoy seguro es que no habrá salido de Cuba con su traje de cowboy. En parte porque a los doce años a uno la ropa de cowboy empieza a quedarle ridícula. En parte porque un disfraz de cowboy no tenía nada que hacer en un aeropuerto. No. A un sitio tan solemne como era un aeropuerto en 1962 se va de traje y corbata. Sobre todo, el aeropuerto de La Habana de octubre aquel año, sección “salidas internacionales” justo antes de que Cuba y los Estados Unidos se enredaran en un amago de apocalipsis atómico.

De traje y corbata fue como conocí a Santí, muchísimo tiempo después, en noviembre de 1996 en la Casa de América de Madrid durante un homenaje a nuestro común admirado Guillermo Cabrera Infante. Él como presentador estrella, yo como parte del público. Pero para que lo encontrara allí en lo que debió ser aquella noche el centro del exilio intelectual cubano debieron ocurrir muchas cosas. Y no solo lo digo por mí, que no es poco explicar cómo alguien que de niño en La Habana se disfrazaba de soldadito verde olivo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias llega a un homenaje a Cabrera Infante en Madrid. Hablo de Enrico Mario Santí, cuyo recorrido fue incluso menos predecible que el mío. Impredecible debió ser pasar de falso cowboy a elegir como destino vital el estudio y la enseñanza de literatura, una profesión que en los Estados Unidos puede tener mucho de rural, pero definitivamente muy poco de agropecuaria. Impredecible que el hijo de exiliados, y exiliado precoz él mismo, se especializara en la obra de Pablo Neruda, profeta de la Revolución cubana. O que, en 1979, Santí estuviera en el Palacio de la Revolución de La Habana en una reunión de jóvenes cubanoamericanos con el Líder Máximo de la Revolución que había hecho inhabitable aquella isla para sus padres. (En aquel concilio se habló de una nueva era. La era en que la Revolución, ya madura y establecida, podía establecer un diálogo constructivo con al menos una parte de la emigración. No sería difícil a aquella edad y en aquel tiempo creer cosas. Tener fe en superar los malentendidos que habían enemistado mortalmente a la generación de los padres de Santí con los que eran entonces mis héroes.)

Y sin embargo a Santí le bastó mirar más allá o más acá de las escuelas y las vaquerías que le mostraban como el rostro perfecto de la Revolución para descubrir su esencia falsa y macabra. Lo descubrió en las almas de sus parientes, descascaradas por el miedo. O en las ruinas domésticas de un país devastado por el voluntarismo y el desprecio de la realidad. Esos detalles, los mismos que el resto de sus compañeros de viaje ignoraban para entregarse mejor a la fe recién descubierta, le bastaron a Santí no solo para desencantarse, sino para actuar en consecuencia. En su caso, ser consecuente consistió en aplicarse a la obra de escritores desencantados de la utopía: desde Octavio Paz a Guillermo Cabrera Infante y Reinaldo Arenas. O exponerse a la discreta pero persistente condena al ostracismo por parte de sus colegas, incómodos ante tanta franqueza: una cosa es reconocer íntimamente la miserable realidad de aquellas utopías, incluso en sus momentos más deslumbrantes, y otra muy distinta es consagrar la vida a su desmontaje público.

Por eso me lo imagino de niño vestido de cowboy. Porque Enrico Mario Santí ha hecho de la crítica literaria no solo una opción estética sino también ética. Incluso si ello lo lleva a marchar en dirección contraria de la mayoría de los colegas y de las modas que asolan su gremio. A quedarse solo ante el peligro. El peligro de la incomprensión o el menosprecio, quiero decir. Solo, como un llanero solitario o un samurái errante, esos paradigmas del héroe terco y abandonado a sus propias fuerzas. Se requiere mucho valor para arriesgar el beneplácito del gremio con tal de conservar lo que Santí llama, no sin cierto orgullo, su “sentido crítico”. Sentido que le ha permitido lidiar con los desafíos que le proponen algunos de los escritores más importantes de la lengua, sin que el pulso le tiemble frente a los vaivenes de los intereses de turno. De ahí que, incluso ejerciendo oficios tan apacibles como los de profesor y crítico literario, yo insista en ver a Santí como héroe, heroicidad que practica con una convicción que no se aprende en ningún libro. O si se aprende en los libros sería en medio del deslumbramiento que solo producen ciertas lecturas infantiles. Mucho hay de infantil en mostrar tal alegría y entusiasmo en el ejercicio de la crítica literaria cuando el resto de los adultos parecen dominados por el oportunismo y el miedo.

Esa es la razón por la que imagino a Santí como un niño disfrazado de cowboy. Por eso y porque supongo que sería muy difícil encontrar un disfraz de samurái en Santiago de Cuba a mediados del siglo pasado. Y en un reino construido de atrezo y especulaciones como es el literario nunca deberíamos renunciar a ser, al menos, verosímiles.

*Este texto es parte del libro Vereda tropical. Homenaje a Enrico Mario Santí, editado para la Editorial Casa Vacía por Jorge Brioso y Sandra Rossi Brito. 

**Debo hacer constar que al escribir el artículo desconocía la foto que lo encabeza. No fue hasta que le envié el texto a Santí que este me envió la imagen que ahora lo acompaña.