Fue, como podía
esperarse, un partido entretenido. Un par de equipos descaradamente ofensivos.
Y a Perú le iba la eliminación que es como decir la vida. Y en efecto, fue un
partido entretenido, sobre todo en el primer tiempo con llegadas de ambas
partes, un gol francés (de Mbappé quien se convierte en el francés más joven en
anotar en un mundial) y un montón de disparos a puerta peruanos. Recordaba –y esta
es una referencia estrictamente para tembas amantes del boxeo- a aquellas
peleas entre el canadiense Shawn O’Sullivan y el cubano Armandito Martínez
sacándose el bofe cada segundo del combate gracias al espíritu combativo de ambos… y a su
falta de pegada. Se descuidaban la defensa para atacarse más y mejor. Algo así
pasó con Perú cuyos delanteros convertían las elegantes jugadas de sus armadores
en bellos disparos por encima del arco. Y es una lástima porque ya desde ahora
echaremos en falta a uno de los equipos que con más elegancia se va al ataque. (Y
con menos eficacia).
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