lunes, 5 de noviembre de 2018

Inmigrante vs inmigrante: una taxonomía básica


Cada persona es un mundo, cierto, pero mundos no tan distintos unos de otros que no puedan ser catalogados en grupos afines. Tenemos el caso de la especie de los inmigrantes que entre tantos criterios con que se puede clasificar está el de su comportamiento hacia otros inmigrantes. Adelanto aquí una propuesta mínima de clasificación.


-Los nativistas: es una de las subespecies más consistentes. Piensan que el ecosistema local debe ser protegido de toda especie foránea, so pena de convertirse en plaga, como los conejos en Australia. Nacer en otro sitio te convierte en criminal en potencia. Si el pasaporte de un nativista declara que es nativo de Bogotá o Camajuaní seguramente se trata de un error que subsanará en cuanto encuentre tiempo.


-Los excepcionales: admiten que son inmigrantes pero al mismo tiempo consideran que son los únicos dignos de ser admitidos en su país de adopción. El resto son un atajo de impresentables que si el gobierno hubiera mantenido a distancia no estaríamos como estamos. 


-Los puntuales: Más flexible que la especie anterior son los que piensan que el proceso de admisión debió cerrarse justo a partir del momento en que lo admitieron a él. Ni un minuto más tarde. Después de que su madre lo trajo al mundo todo lo que ha producido esta humanidad en materia de inmigrantes es pura decadencia.


-Los puntuales generosos: no piensan que la admisión de inmigrantes debió cerrarse con él aunque sí con el último de sus familiares inmediatos. Algunos poseen la generosidad suficiente como para admitir hasta su suegra.


-Los patriotas: versiones contemporáneas de Moisés consideran que su pueblo es el elegido por Dios para emigrar a otras tierras. El resto de los pueblos debe quedarse estoicamente en el pedazo de tierra que Dios le asignó por el resto de sus vidas.


-Los generosos abstractos: piensan que toda la humidad tiene derecho a entrar en el país siempre que se la mantenga a saludable distancia del barrio residencial en el que viven junto a un 98% de blancos y 2% de albinos.


-Los generosos concretos: su idea del paraíso es un ghetto donde los nativos solo entren a arreglar el carro que se les acaba de romper en la esquina y hablando en un idioma que no se entiende.


-Los puristas migratorios: piensan que el país a donde han llegado debe ocuparse de la seguridad social del resto de la humanidad y a los nativos se les debe expulsar en masa por intolerantes. El único problema con esta especie es que no se ha podido encontrar ni un solo ejemplar vivo. Se sospecha que en realidad que se trata de una especie de nativos altamente mimética dedicada a controlar completamente el hábitat en que se encuentra.

1 comentario:

Miguel Iturralde dijo...

Acabo de regresar de un viaje por Israel y Jordania y allá si se acabó el querer con la nomenclatura sobre inmigración. Dos mil años de constante fluir de inmigrantes y/o invasores. Ahora son los etíopes y rusos en Israel, y lo de los rusos es tan marcado que si prendías el televisor y querías ponerle los "close caption" a la película, las dos alternativas son hebreo o ruso. Saludos.