Cada
persona es un mundo, cierto, pero mundos no tan distintos unos de otros que no
puedan ser catalogados en grupos afines. Tenemos el caso de la especie de los
inmigrantes que entre tantos criterios con que se puede clasificar está el de
su comportamiento hacia otros inmigrantes. Adelanto aquí una propuesta mínima
de clasificación.
-Los
nativistas: es una de las subespecies más consistentes. Piensan que el
ecosistema local debe ser protegido de toda especie foránea, so pena de
convertirse en plaga, como los conejos en Australia. Nacer en otro sitio te
convierte en criminal en potencia. Si el pasaporte de un nativista declara que
es nativo de Bogotá o Camajuaní seguramente se trata de un error que subsanará
en cuanto encuentre tiempo.
-Los
excepcionales: admiten que son inmigrantes pero al mismo tiempo consideran que
son los únicos dignos de ser admitidos en su país de adopción. El resto son un
atajo de impresentables que si el gobierno hubiera mantenido a distancia no
estaríamos como estamos.
-Los
puntuales: Más flexible que la especie anterior son los que piensan que el proceso
de admisión debió cerrarse justo a partir del momento en que lo admitieron a
él. Ni un minuto más tarde. Después de que su madre lo trajo al mundo todo lo
que ha producido esta humanidad en materia de inmigrantes es pura decadencia.
-Los
puntuales generosos: no piensan que la admisión de inmigrantes debió cerrarse
con él aunque sí con el último de sus familiares inmediatos. Algunos poseen la
generosidad suficiente como para admitir hasta su suegra.
-Los
patriotas: versiones contemporáneas de Moisés consideran que su pueblo es el
elegido por Dios para emigrar a otras tierras. El resto de los pueblos debe
quedarse estoicamente en el pedazo de tierra que Dios le asignó por el resto de
sus vidas.
-Los generosos
abstractos: piensan que toda la humidad tiene derecho a entrar en el país
siempre que se la mantenga a saludable distancia del barrio residencial en el
que viven junto a un 98% de blancos y 2% de albinos.
-Los
generosos concretos: su idea del paraíso es un ghetto donde los nativos solo
entren a arreglar el carro que se les acaba de romper en la esquina y hablando
en un idioma que no se entiende.
-Los
puristas migratorios: piensan que el país a donde han llegado debe ocuparse de
la seguridad social del resto de la humanidad y a los nativos se les debe
expulsar en masa por intolerantes. El único problema con esta especie es que no
se ha podido encontrar ni un solo ejemplar vivo. Se sospecha que en realidad
que se trata de una especie de nativos altamente mimética dedicada a controlar
completamente el hábitat en que se encuentra.
1 comentario:
Acabo de regresar de un viaje por Israel y Jordania y allá si se acabó el querer con la nomenclatura sobre inmigración. Dos mil años de constante fluir de inmigrantes y/o invasores. Ahora son los etíopes y rusos en Israel, y lo de los rusos es tan marcado que si prendías el televisor y querías ponerle los "close caption" a la película, las dos alternativas son hebreo o ruso. Saludos.
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