El Nuevo Herald me
pregunta por mi libro favorito escrito en español y publicado este año y respondo:
"Mi libro
favorito de este año son tres. Dos de ellos rellenos con relatos formidables:
ambos con un animal en el título, ambos de un humor brutal. En todo lo demás
son bastante distintos. Por un lado "Mi novia preferida fue un bulldog
francés" (Alfaguara) de Legna Rodríguez Iglesias, un libro que es como
esos amigos que conociste en una pelea, justo mientras te rompía la nariz:
nunca te vas a olvidar de él. Por otro está "El año del cerdo"
(Alexandria Library) de Francisco García González cuyos cuentos son la mejor
descripción que he encontrado del apocalipsis en cámara lenta que es la
náufraga isla de Cuba: desde los últimos cincuenta años hasta los próximos
quinientos. Y faltaría "Estudios del malestar" (Anagrama) del
filósofo español José Luis Pardo, un análisis brillante del ascenso del
populismo en los últimos cien años, no solo como opción política sino también
artística, si es que vale apuntar la diferencia"
Dejé de mencionar,
sin embargo, otros libros que por una razón u otra me han impactado este año.
Uno es la novela “La casa y la isla” de Ronaldo Menéndez donde el escritor
ajusta cuentas con su pasado cubano: con sus recuerdos escolares, juveniles, su
pertenencia al grupo El Establo y la diaria miseria que distribuye a partes
iguales hambre y miedo: todo eso repartido en personajes y escenarios creíbles
y queribles.
De “Adiós mi Habana”
ya he hablado aquí y poco me queda por añadir.
Por lo demás este ha
sido mi año Abreu. Imperdonable que haya tardado tanto en llegar a ellos pero
eso no disminuye la recompensa de leerlos. De Juan leí “A la sombra del mar”
(1998) “Debajo de la mesa” (2016) y la novela “Accidente” (2004). Todos son
buenos pero recomiendo especialmente los dos primeros, estremecedores
ejercicios de memoria. “A la sombra del mar” es una suerte de diario que un muy
joven Abreu llevaba en los días en que su amigo Reinaldo Arenas se escondía de
la persecución policial en la jungla falsa del Parque Lenin a donde Abreu le
llevaba alimentos y otros recursos para que sobreviviera. Desde el fondo del
llamado Quinquenio Gris ese libro rescata a la literatura cubana de la vergüenza
de ser ella misma. “Debajo de la mesa” son las memorias del escritor desde su
infancia mataperra en el reparto Poey hasta su salida de Cuba a través del
éxodo del Mariel. Un libro imprescindible para entender unas cuantas cosas.
De su hermano José
Abreu Felippe recomiendo enfáticamente “Dile adiós a la virgen” (2003). Detrás de
ese título no especialmente atractivo se esconde una de las mejores novelas
cubanas sobre la segunda mitad del siglo XX. La anécdota es sencilla: relata la
vida del protagonista después de que toda su familia ha conseguido escapar a
través del éxodo del Mariel. El submundo de los parias de la Revolución que
para sobrevivir y ejercer una libertad reducida a la mínima expresión deben
desdoblarse en traficantes de champú para perros, tahúres de casinos
clandestinos, empresarios porno, yoguis o bisexuales voraces (la novela es a la
bisexualidad cubana lo que las de Arenas son a la homosexualidad). A diferencia
de otros libros similares la novela sigue al protagonista en su fuga a España y
luego de largos años atrapado en ese exilio intermedio lo acompaña a los
Estados Unidos y su difícil adaptación allí. Pero es en esos años cubanos que
van apenas de 1980 a 1983 cuando vemos emerger como maravilla esta epopeya de
la miseria, el miedo y la libertad.
Ah, y me quedaría
mencionar “Para matar a Robin Hood” (2017) una reunión de las crónicas de cine
de Néstor Díaz de Villegas libro portentoso y sólido como si se hubiera escrito
de un tirón y no como entregas dispersas a través de años. Pero de ese libro me
gustaría hablar en detalle más adelante.
2 comentarios:
Espero tu reseña de "Para matar a Robin Hood"; de acuerdo con tu apreciación del mismo. NDDV explora con sus crónicas cuanto recoveco fílmico encuentra y lo desmenuza más allá de lo que el espectador (mi caso) vio en la sala de cine. Saludos
felices navidades, feliz anio nuevo y muchas gracias por ti.
leerte me alivia el alma
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