miércoles, 23 de septiembre de 2009

Un comentario demasiado largo

Abajo el mensaje que me manda César Reynel Aguilera en respuesta a este comentario de otro lector que tambien aprecio mucho, Miguel Iturralde:
"Con tu permiso César,

Me parece que en esencia lo que escribe Infortunato está muy claro. Todos votamos con los pies. Seguimos cabalmente lo que decía Guillermo Cabrera Infante, "poner la mayor distancia posible entre el tirano y uno" (citaba a alguien que ahora no recuerdo). Ahí está Yoani que salió y regresó, ¿cuántos estamos dispuestos a seguir sus pasos?

No creo que se trate de guapería. Cada cuál actúa de acuerdo a las circunstancias, dejándose llevar por su conciencia, y de su instinto de supervivencia.

Quizás hubiese sido suficiente que al menos uno de los artistas cubanos hubiese dado ese paso, por muy pequeñito que fuese.

Saludos,

Miguel Iturralde (MI)
(vaya, para que no pecar de anónimo)"


La respuesta de Aguilera:

Bro,

mi respuesta para Miguel Iturralde se extendió demasiado y no cabe en los comments. Mira a ver si quieres postearla. Puedes hacerle todos los cambios que estimes.

Abrazo

C.

Aquí va:

Miguel,

Aplaudo tu decisión de firmar con tu nombre; ese es el inicio elemental de cualquier diálogo civilizado y es, también, un acto de respeto para con tus posibles interlocutores y para contigo mismo. Es raro encontrar un anónimo cubano que no muestre, desde la primera oración, su renuncia —castrista, tonta, y cobarde, valgan las redundancias— a conversar civilizadamente.

En cuanto a lo que dices, creo que estás en un error y me atrevo, humildemente, a intentar demostrártelo. El hecho de que hayamos puesto distancia entre La Bestia y nosotros no cancela, para nada, nuestro derecho a esperar que algunos lleven sus acciones, contra el castrismo, un poco más allá de las tibias alusiones. Los únicos requisitos que deben existir, para que esa espera nuestra no sea injusta, son: el carácter público de la persona que declara o actúa, y una adecuada correlación de fuerzas entre esa persona y la gigantesca maquinaria represiva de los hermanos Castro.

A manera de ejemplo, si tu posición fuera válida, las peleas de boxeo se disfrutarían en silencio. En cuanto un aficionado gritara: ¡dale por la caja del pan!, los boxeadores podrían detener las acciones y pasar a explicarle a ese espectador que desde aquel día, en el que él decidió no subirse en un ring, rindió sus derechos a esperar resultados o pedir acciones de los aguerridos atletas. Como bien tú sabes la realidad es otra y una de las razones es que los boxeadores, a ser figuras públicas, han decidido ceder a los demás el derecho a juzgarlos (de otra forma se enfrentarían lejos de las multitudes). La otras razón es que un prerrequisito importante de la mayoría de la peleas de boxeo (a menos que sean de Teófilo Stevenson en un torneo “Batalla de Carabobo”) es la igualdad de calidades y posibilidades entre los contendientes, de forma tal que cuando un espectador exija o grite, en un sentido o en otro, lo haga sin sentir que está enviando a alguien a la muerte, o a la incapacidad.

Así las cosas, Juanes es una figura pública que decidió meterse en una pelea a sabiendas de que eso generaría una gran cantidad de opiniones. Al mismo tiempo, la correlación de fuerzas entre Juanes y la maquinaria represiva del castrismo no lo deja, a él, como a la totalidad de los cubanos, completamente indefenso. Todo lo contrario, si algo disfrutó —o pudo haber disfrutado— Juanes en ese concierto es el hecho, negado a todos los cubanos durante cinco décadas (incluidos los artistas), de ser intocable. A lo mejor esa es una de las razones por la que Silvio Rodríguez no pudo resistir la tentación de cantar “Ojalá”.

Lo peor que pudo haberle pasado a Juanes, por pedir libertad para los presos políticos, o los mismos derechos para todos los cubanos, donde quiera que vivan, es que le cortaran el audio, le gritaran cuatro consignas, le cancelaran el protocolo y lo montaran a empujones en un avión de vuelta a Miami o Madrid; nada del otro mundo.

Creo que es eso nos da todo el derecho a pedir menos tibiezas. Los que lo niegan, sobre todo desde el anonimato, no hacen más que hacerle el juego a una de esas verdades circulares que tanto adora el castrismo: Si no te dejas encarcelar, eres un cobarde, y si eres un valiente, entonces te pudres en mis prisiones. El resultado de la valentía es, ya sabemos, asumir de antemano que el castrismo siempre está llamado a ganar.

La forma más absurda de esa verdad circular es la que usa el ejemplo de Yoani y otros miembros de la naciente sociedad civil cubana, como prueba de la “cobardía” y el “no derecho” de los que desde afuera han hecho posible —con su trabajo, denuncias, apoyos, protecciones, ideas, contactos, etc.— que por primera vez en Cuba no ya los opositores, los ciudadanos en general (como Pánfilo, por ejemplo), puedan sentir, por primera vez en cinco décadas, que no están indefensos ante el poder, que hay un ejército de “cobardes” listos a cuidar de su valientes y, lo que es más importante aún, a denunciar las cobardías del régimen y lograr que el mundo las vea.

Si he usado la palabra cobarde entre comillas no es por restarle fuerza al concepto que encierra. Nada hay de malo en ser un cobarde cuando se tiene conciencia de serlo, de hecho, creo que la valentía verdadera empieza por el reconocimiento del miedo y su poder paralizante. La razón por la que uso esas comillas es otra. Y es que el castrismo ha insistido siempre en una definición física, corpórea y sanguinolenta del coraje. Y lo ha hecho para demérito de otra dimensión de ese concepto que es, a mi entender, mucho más importante para el buen funcionamiento de cualquier sociedad. Me refiero a la valentía existencial.

Muchos necesitan pensar que esos “cobardes”, que piden y apoyan desde afuera, no pagan ningún precio por sus acciones, cuando en realidad son personas que reciben, y llevan sobre sus hombros, una enorme carga de incertidumbres, insultos, incomprensiones, ataques a sus familias, celos, burlas, traiciones, y todo el espectro de actos y palabras que el ser humano ha creado para quebrar el espíritu de sus semejantes. A pesar de eso, no sólo no se quiebran, sino que no cejan, y salen todos los días de dios a luchar por un país que quizás nunca llegue a reconocerlos como ciudadanos plenos, por unos valientes que llegado el momento podrán caer en la tentación de llamarlos cobardes para no agradecer, por un futuro que comparado con la inmediatez de las cuentas a pagar, los requerimientos de los hijos, y el desespero de trabajar en sus obras, puede parecer, es, un porvenir tan incierto que roza el absurdo, un sueño tan lejano que se paga con dolor.

Aquí termino, tengo que irme a trabajar. Sólo una última cosita: NO es verdad que luchar desde afuera conduzca a nada, la Historia está llena de ejemplos de luchadores que hicieron mucho más estando fuera de sus países que lo que pudieron hacer cuando estuvieron cerca. Esa es otra de las estrategias desmoralizadoras del castrismo. Es importante no caer en ella. Discúlpame la extensión de mi respuesta.

Te saluda

César Reynel Aguilera

28 comentarios:

luisc dijo...

impecable, césar...

Anónimo dijo...

Con el permiso, no creo que Yoani haya regresado a Cuba por valiente. Se necesita mucha valentia para vivir aqui afuera. Conozco gente que ha salido, incluso de mi familia, y se han arratonado a la semana, y han regresado a Cuba con el rabo entre las piernas. No digo que sea el caso de Yoani, pero en Europa no es facil quedarse. Hay gente que se siente desprotegida cuando pone un pie fuera de Cuba.

Guamañanga dijo...

A mi me sigue pareciendo una paja mecánica, mental y manual eso de los de adentro y los de afuera, que si te fuiste perdiste o si te quedaste te enlodaste.

Todos lo saben, si dejaran entrar y salir como muchos quisieran otro gallo cantaría, esto no es más que otro motivo para la mutua algarabía.

¡Abajo la Paja!
Saludos

Lauzán

Rubén dijo...

Sí, Enrisco y Cesar...
Rubén, el Anónimo.

Abel dijo...

La comparación con los boxeadores es demoledora. Sobran los ejemplos de cuanta ayuda podemos brindar los que estamos fuera de Cuba. Lo mas triste es ver como aun fuera muchos cubanos siguen padeciendo el miedo a dar la cara. Y esa es la pregunta que me hice hace un tiempo cuando decidi firmar con mi nombre. Porque no hacerlo? Les temo? Que me pudiera pasar? Ya ese miedo se acabó.
Abel Morales

Pi dijo...

El ejemplo del boxeo es engañoso. Si queremos ganar la pelea tenemos que tirarnos al ring. No esperar que alguien lo haga por nosotros.
Y si no lo hacemos, por lo menos deberiamos tratar de ser menos arrogantes, sin querer dictar pautas a cada momento.
Juanes y la Tañón tendieron un puente. Ahora le toca a otros utilizarlo de manera inteligente. A fin de cuentas las peleas también se ganan por puntos.

Anónimo dijo...

Bien César. Fíjate que coincido en la mayoría de lo que escribes, y aunque no es mi propósito envolverme en un debate, sí deseo aclarar unos puntos.

Es muy cierto que Juanes es una figura pública y también válido que muchos esperaban alguna expresión más contundente de su parte. No me parece que justamente tenía que ser así. Él presentaba un espectáculo artístico, y bueno, también puede ser válido que en su concepción del mismo, el mero hecho de poder realizarlo era de por sí un logro. En un principio no veía nada bueno relativo a este concierto, pero dándole tiempo al tiempo, no nos sorprendamos si brotan ramificaciones positivas del mismo. ¿Qué es lo peor que el concierto dejara patente? ¿Que un puñado de artistas izquierdistas le dieran respiración boca a boca al régimen y el público acudiera en masa?

En mi comentario digo que, y recuerda que estamos hablando de opiniones, hubiera sido ideal que cualquier expresión emanara de un artista cubano, no del público ni de Juanes, aunque lo último hubiera sido grandioso. Por ejemplo, "apoyando las expresiones de Juanes, libertad para todos los presos políticos, dondequiera que estén". ¿No te parece que los mecanismos garantes a Juanes le aplicarían también a dicho artista? Si después es marginado o aislado profesionalmente, ¿no quedaría el sistema en evidencia?

Una pequeña digresión, Ano. 11:24, el exilio no es fácil en ninguna parte. Tocante a Yoani, vamos, desconozco por qué verdaderamente regresó a Cuba. Sí puedo dar fe que sus artículos estimulan el pensamiento crítico. Resido en Puerto Rico y me he topado con más de dos viejos amigos boricuas que la leen con regularidad. Estoy hablando de personas que en los idílicos años 70 y 80 comulgaban con aquéllo. Hoy no. Ahora de ahí a que ella sea el espíritu personificado de Juana de Arco...

Por último, dije que votamos con los pies al marcharnos, pero NO dije que por ello había que dejar de luchar. Muchos de ustedes, en vuestra función de artistas y escritores, lo hacen de una manera más visible, otros hacemos lo que podemos aunque no tan claramente. Sí estoy convencido de algo y es que, en términos muy generales, estamos solos en esta odisea. No valen Juanes ni madre de los tomates si los cubanos no trabajamos juntos.

Saludos,

Miguel Iturralde

Anónimo dijo...

La realidad supera a Juanes de los Tomates. Como en cualquier pueblo, en el cubano hay de todo: los comprometidos, los oportunistas, los indolentes, los mercenarios. No somos ni mejores ni peores. Cada quien hace lo que a bien tiene y metaboliza su miedo con las enzimas que logre reunir de su experiencia vital. No se trata de hacer el muro de los puros, luchadores, canonizables. Cada quien en lo suyo. Por otra parte, el que se mete en una pelea, aunque sea a separar a los contendientes, no está vacunado contra algún trompón regado. Juanes se metió, Dios sabe sus reales intenciones, y ha recibido (continuará recibiendo) cocotazo de lado y lado. Entres marido y mujer (si es que vale la metáfora), nadie se debe meter...

Nivaldo Machín de la Noval

Anónimo dijo...

Vean lo que le pasó a Ceriani por tirarse de pecho a defender "nuestra causa"

Anónimo dijo...

QUÉ LE PASÓ? NADA... ESTÁ LLEGANDO A MIAMI, CORRE A RECIBIRLO!

Anónimo dijo...

que clase de come pinga es Cesar R. Aguilera.

Manuel A. Gonzales

Pi dijo...

Hay que tener un alto grado de desconecte con la realidad cubana para pensar que la sola mención a los presos políticos en el concierto habria bastado para cambiar la mentalidad de esos jóvenes rumberos.
Cómo si estos fuesen a responder aplaudiendo y gritando Abajo Fidel. A lo rumano, tabaco y ron , bonche en casa e’guano..
Se necesita menos acción para las gradas y los medios, más trabajo en las sombras. Más comunicación, reconocimiento y respeto mutuo.
No es suficiente el grito aislado de un artista para cambiar las cosas, pero el susurro de muchos poetas, músicos y locos sí podría hacer la diferencia. Y todos podemos contribuir en alguna medida. Aunque algunos prefieren aislarse.
Buenas noches tengan todos.
Salvador Pi

Alejandro dijo...

Mala parábola la del boxeo, porque para ser exacta en este caso del concierto, tendría que decir que los opositores estaban gritando desden antes de la pelea que estaba amañada, que sólo iba a servir para darle publicidad al amañador y hasta que el boxeador era cómplice del amañamiento porque quiere pelear tibiamente por puntos y no por knockout.

Los dos requisitos también son absurdos: para ser figura pública, vaya a Cuba y conviértase en opositor, públicamente, en la boca del león. Eso es lo que hizo Yoani. El segundo también lo desmiente la historia, que está llena de peleas de león a a mono amarrado. Si vamos a esperar a otro león que nos saque las castanãs del fuego, seguiremos otros cincuenta años.

Yo estoy de acuerdo con Infortunato: voté con el ticket de avión. Como no levanté la voz en Cuba, no me voy a inventar historia de disidente desde afuera ni criticar a quienes están dentro (posición muy personal que no tiene que seguir nadie) ni acusarlos de carneros ni pedirle peras al olmo o discursos al cantante. No hay que ser guapo, pero tampoco hay que olvidar que el que empuja no se da golpes.

Omar dijo...

Cesar, que travieso eres. Que tramposo e historietero. Asi que como un combate de boxeo, no? Para defender tu inalienable derecho a tomar posicion con respecto al asunto Cubano, a tu asunto, no tenias que tirarlo todo a la mierda de esta manera.
Tomar posicion: cierra los brazos, cubrete es rostro, flexionate un poco, aguanta,...el jab ahora, dale!

Enrisco dijo...

cesar: hay quienes posan de anticastristas pero todo su empeño se lo gastan en socavar cualquier iniciatica o critica contra el sistema. con esos no vale la pena razonar. en el fondo de su corazon aquello le hace "tilin" y ya se sabe que el corazon tiene razones que la razon no entiende.
mi critica era mas modesta que la tuya. no pretendia que nada de lo que se dijera en aquel escenario fuera a tener un efecto en el publico. apenas señalaba la incoherencia de mencionar a los secuestrados colombianos con nombre y apellidos y luego hacer una alusion vaga a los que estan presos en otras partes del mundo. a muchos les puede haber parecido suficiente pero aplicandole las propias medidas de Juanes esa ambiguedad es inconsistente con su deseo de hacer un concierto Por la Paz (y no un concierto a secas), precisamente en Cuba.
Por lo demas, visto el concierto desde un punto de vista mas pragmatico parece que al gobierno no le cayo nada bien a juzgar por el silencio con que lo ha acogido la prensa oficial luego de las reseñas oficiales de rigor. si se lee entre lineas las menciones de Pedro de la Hoz y y del Señor de los Chandals ven el concierto como una provocacion "a la que el pueblo respondio con su acostumbrado heroismo". y el problema es que a esta gente es muy dificil complacerla. a Benicio del Toro (cuya simpatia por el castrismo estan fuera de toda duda)lo han recibido dos veces con bombo y platillo pero a pesar que dono 20 copias de su "Che" todavia no la han estrenado en los circuitos comerciales. en general se puede decir que la realidad y el mundo exterior es para ellos altamente inconveniente.

J.Campos dijo...

¿Por qué le "caen" arriba a César?

A mí lo del boxeo me recuerda un momento (bastante cerca, por cierto) cuando Miami entero se queria comer a Jimmy Carter por ir a Cuba.

Resultó que Fidel, en su infinita prepotencia, lo dejó hablar en vivo por televisión desde el Aula Magna... Y ESE DÍA TÓ EL PUEBLO DE CUBA SUPO QUE HABÍA UNA INICIATIVA CIVIL PARA CAMBIAR LA CONSTITUCIÓN, cosa que, de ninguna otra manera se hubiera sabido. Me cuenta un amigo que la gente en Cuba no lo podía creer.

Pero lo peor fué la clase de dolor de cabeza que eso le costó al cagandante y su gente: Que si Asamblea Nacional, que si eternidad del Socialismo en la Constitución...

Y todo porque alguien (Carter) supo aprovechar lo que en palabras de César, sería un ¿"momento boxístico"?

Por otra parte, es verdá que el que tiene boca no manda a soplar, pero... ¿y qué pasa con el embullo?
¿Cuántos Víctor Mesa se reúnen en la "esquina caliente" del Parque Central, ó juegan la mejor pelota del mundo desde las gradas detrás del home (malla por medio)?

Ernesto dijo...

Bravo, César.

(No voy a entrar en detalles, pero si no fuera por muchos que "votamos con los pies", Yoani estaría ahora mismo bastante magullada --y no es una metáfora precisamente).

Alejandro dijo...

J. Campos: precisamente, Carter no fue a pelear por knockout y lo denigraron a diestra y siniestra. Embullo es una cosa y abucheo es otra.

No es cuestión de tratar de quitar el derecho a opinar y tampoco no rconocer el trabajo que se hace desde afuera de los que votamos con los pies. Hay muchas cosas con las que estoy de acuerdo con Cesar en su comentario. Sí me parece que hay una línea donde se pasa de la opinión a la oposición que sí es "socavar", peor si es rígidamente y peor si la riposta habitual son sospechas de tilines.

Anónimo dijo...

Enrique trajo a colación algo que me parece es muy importante, y es el caso de Benicio del Toro.

Después que del Toro y Soderbergh se esmeraron por obtener la "aprobación oficial", el filme no ha estado accesible al público cubano. Igualmente habrá ocurrido con los organizadores del concierto de marras. Se habrán cansado de poner el trasero (viste Cacique, nos estamos refinando) y sabe Dios cuánta mierda habrán tenido que aguantar de las autoridades. Para después joder aún más, el reflexionista en jefe no se digna dedicarle sus sabios comentarios.

Estas cosas equivalen a los momentos "priceless" del anuncio de la tarjeta de crédito. Nos pasamos, "solos", machacando y nadie presta atención. Por eso es bueno que vayan y prueben, y que se den contra el seto. Y aclaro, no creo que Benicio y los demás que nos ocupan sean malas personas. Pienso que se dejan arrastrar por la ignorancia y un idealismo desenfocado.

Saludos,

Miguel Iturralde

Anónimo dijo...

Miguel,
Una cosa es que algo “tenga que ser justamente así” y otra que tengamos el derecho, o no, a esperar que ese algo suceda. Son dos niveles distintos de esta conversación. El derecho a “esperar”, en el caso particular de Juanes, por ser una figura pública y por ser intocable, me parece perfectamente válido, estemos donde estemos. En el otro aspecto, lo más probables es que tú tengas toda la razón, hay consideraciones de índole artística, compromisos protocolares, promesas pactadas, etc., que convierten lo ocurrido en un hecho casi inevitable.
Mira, una vez me contaron sobre un programa de radio en EEUU que hablaba de la leyenda del niño que metió el dedito en el hueco para evitar que el dique cediera, y así salvó a la ciudad. Uno de los oyentes, era holandés y decidió llamar al programa para decir lo que, en su parecer, era le explicación de esa leyenda. En Holanda, explicó ese señor, hay un dicho que reza más o menos así: En una situación extrema, actúa normal, eso es ya una proeza.
Y si te fijas bien lo que Enrisco pidió fue que Juanes actuara normal, que a la hora de hablar de Paz en Cuba lo hiciera refiriéndose a la realidad del país donde estaba y no a otra. Por desgracia eso no sucedió. Pero la culpa de eso no la tiene sólo Juanes, la tradición de no actuar de una forma relajada y normal está muy extendida en Cuba, y en eso que llaman la América Latina.
Si te fijas en los comentarios de este post enseguida descubrirás como hay cubanos que cuando se quedan sin argumentos, deciden proyectar en su interlocutor las apetencias dietéticas de sus padres (son hijos del tumulto) y abuelos.
Mi abuelo, por ejemplo, creció en Méjico y le encantaba el guacamole. Imagínate que en medio de esta conversación yo te hubiera espetado: “qué clase de come guacamoles eres Miguel” ¿Te das cuenta de cuánto falta por avanzar en Cuba? ¿Te das cuenta del trabajo que tiene el exilio educando a un país que lleva medio siglo hundido en la barbarie y en la mala educación? Negarle ese derecho al exilio, porque se fue, podría tener consecuencias devastadoras para Cuba, podría convertir su historia en un simple intercambio de plomos, y de represiones sexuales convertidas en apetencias culinarias.
Saludos
César Reynel Aguilera

Enrisco dijo...

Cesar, Miguel gracias por comentar en este blog. gracias por la inteligencia y la mesura.

Infortunato Liborio del Campo dijo...

Muy demagógico el ejemplo de los boxeadores. El boxeador está en el ring para boxear, se prepara para ello, entrena para ello y le pagan por ello y no se encuentra en desventaja con su rival. El público que pagó las entradas y que seguro apostó dinero por uno de los contrincantes quizás tenga el derecho de exigirle al boxeador más acción o más energía para derrotar a su rival. El boxeador no representa en el ring más que sus propios intereses, ya sea la paga que le dan o la gloria de ser campeón o ambas.

Otra cosa bien distinta es subir en el ring a un chofer de guagua, para que le caiga a pescozones a un boxeador que te agitó la mujer y al cual no tuviste la valentía de enfrentar. O peor aún un chofer de guagua que espontáneamente se brindó a interceder por ti ante el boxeador y que luego que se ha subido al ring para hablar con el boxeador, el tarrú lo jalée para que le pegue a la bestia humana que tiene delante. Eso no es otra cosa que una villanía.

Infortunato Liborio del Campo dijo...

Luchar desde afuera es lo que hizo Martí, organizar un partido, preparar una guerra, reunir a una tropa, montarse en un barco y morir a tiros en la manigua. O lo que hizo Fidel y sus seguidores, irse a México, preparar una expedición, montarse en el Granma con 82 hombres e ir a caerse a tiros con Batista que tenía 40 mil. (Lástima que no lo mataran) Lo otro son mariconerías de Capitán Araña.

Ningún cubano tenía derecho a pedirle a Juanes un enfrentamiento directo con la dictadura. Él lo hizo a su manera. Dio un concierto invitó a un millón de gente y dejó a los dictadores fuera. ¿Qué más quieren?

Los que están allá comiéndose un cable incluyendo muchos presos políticos estuvieron de acuerdo y llenaron la Plaza sin apellidos.

Infortunato Liborio del Campo dijo...

Yoani regresó a Cuba porque no podía reunir a su familia. Eso lo ha dicho ella en su blog y en entrevistas y no es la única que ha regresado. Cómo dice el primer anónimo "Hay gente que se siente desprotegida cuando pone un pie fuera de Cuba." En realidad lo están, especialmente los que no han viajado a los EEUU donde los protege la ley de ajuste. En Europa hay que mamársela y eso lo sabe Enrique por propia experiencia. No es lo mismo Madrid que Filadelfia aunque allá se hable en yanqui.

Infortunato Liborio del Campo dijo...

El Castrismo es una máquina represiva está preparada para aniquilar cualquier enfrentamiento, sólo tiene un defecto, no está preparada para un no enfrentamiento, para un soslayo, para una finta, para una resistencia no violenta. Eso hace posible la existencia de artistas que en la marginalidad pero sin un enfrentamiento frontal son capaces de transmitir un mensaje mucho más corrosivo que el que puede transmitir Juanes con su Camisa Negra, como Carlos Varela o Frank Delgado, los grupos humorísticos, desde Pagola la Paga hasta Punto y Coma y las nuevas generaciones de raperos como El Aldeano y Silvito (el hijo).

¿Qué les hace pensar a ustedes que el pueblo cubano no hace nada para quitarse la dictadura de encima? Si eso fuera así, la economía cubana estuviera boyante y Raúl Castro no tuviera casi que suplicarle a la gente que trabaje. Ya lo dijo el propio Fidel Castro en su famoso discurso de la Universidad si aquello se cae es porque los de allá lo están dejando caer. Lo que el método de lucha es otro, no es el del enfrentamiento frontal, más bien el de la puñalada trapera.

L Λ v Z λ η dijo...

wow!

Libertad de expresión, de adentro pa fuera y de afuera pa dentro. Libertad de metesaca y sacamete.

¡Abajo la muela!
Saludos

Joel Rojas dijo...

Bien por Cesar. Cuando el Papa fue a Cuba muchos tenian la seguridad de que cambiarian las cosas, yo no, sabia que la dictadura puede abrir sus propios huecos gelatinosos que despues va cerrando. Tengo una idea de lo que es el "pueblo" que es muy simple, el pueblo soy yo. Esto no tiene que ver con una idea egocentrica sino que es asi, el individuo es "La humanidad", cada uno de nosotros lo es, es el resto de ella. Desde esta perspectiva no llego a entender como "las estrellas" hacen un concierto por la Paz y situan su solidaridad con lo lejano. Es facil ser solidarios con lo que esta lejos, con la masa que esta alla , lejos, que no tiene forma definida, es la via de los ideales y de los que quieren "cambiar el mundo", via falsa que entiende el cambio personal como algo publico que compulsa a acarrear a los demas detras de nuestras abstracciones "poeticas" e ilusorios ideales. Existe algo mas cercano, una solidaridad mas tangible y real que pone de frente a los individuos. La solidaridad del cantante con el "otro" cantante, por ejemplo, la del escritor con el "otro" escritor. Juanes vio como le negaban el permiso a viajar a otros cantantes, que para colmo eran cubanos, quizas descubrio ese dia que se reunio en casa de Raul Alarcon con algunos musicos, que los cubanos no podemos decidir cuando salir de Cuba o cuando regresar a ella. Quizas esos musicos cubanos nunca irian al pais de Juanes si a este no lo dejaran entrar a su propio pais, pero eso hay que aprenderlo con el dolor de medio siglo de dictadura y exilio. Nada hay que pedirle al que canta, tampoco hay que hablar de un antes y un despues, ese espejismo del ego, de este concierto. La dictadura ha sido tan larga que ha creado el "olvido de si misma", generaciones enteras la han olvidado padeciendola, nada que dijeran en ese concierto sacaria a esa gente del marasmo. Ya casi es una pesaencia recordarle a muchos la dictadura, a muchos de los de adentro y a muchos del exilio. El lugar, la geografia del olvido, puede estar alla y aqui en el exilio, al igual que la geografia de la resistencia.

Güicho dijo...

CRA the man! Eso fue un gancho en la caja de bolas, osease, en el saco.