El escritor Carlos García Pandiello escribe en El Nuevo Herald una una reseña de Turcos en la niebla donde dice entre otras cosas:
De esa pluralidad de perspectivas, donde las voces diferenciadas de los personajes van tejiendo una amplia red de significados en torno a la experiencia cubana del totalitarismo y el destierro, se deriva la excepcionalidad de esta novela: la primera apuesta por escribir –y si no es la primera seguramente es la más lograda– una historia sobre el destierro cubano que se adscriba al concepto de “novela total”.
2 comentarios:
Pero claro, esto no es literatura cubana, por mucho premio que gane. Igual que no lo era la obra de Cabrera Infante ni la de Arenas. No, para calificar de cubano hay que estar adentro, o aparentarlo, y hay que estar comprometido con la...bueno, con el proceso interno. O sea, literatura cubana es la de Leonardo Padura, la Wendy Guerra, y otros "auténticos." Aunque sobra decir que lo que pasa por cubano hace mucho tiempo es algo tan adulterado, torcido y contaminado que bien pudiera ser como un mutante debido a un masivo desastre nuclear.
Tampoco hay que exagerar. Que se puede pasar uno el año dando vueltas por este mundo siempre que no se pida traslado de la OFICODA de Miramar o de Mantilla y se siga cotizando en la UNEAC.
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