jueves, 3 de noviembre de 2011

Reformismo

Entiendo a los reformistas. Funcionan de acuerdo al siguiente razonamiento: ¿Para qué comprar una mesa nueva si esta que tenemos se puede arreglar? Un razonamiento que cuando menos es ecologista, amable con el medio ambiente. Yo mismo soy un reformista vocacional, de los que el sentimentalismo lo abruma si se trata de tirar algo a la basura. El problema que tienen los reformistas es que persisten en serlo incluso cuando la mesa está cundida de comején y la madera, de tan carcomida, es apenas el camuflaje perfecto de una inmensa colonia de termitas. Incluso en ese momento los reformistas a ultranza insisten en verle méritos a la mesa, en alabar sus viejos logros, en salvar su espíritu y lo que le queda de materia. "Porque dime: ¿dónde te vas a encontrar ahora una mesa así?" Ya para entonces da igual si el avance de los comejenes se debe a la negligencia de los dueños de la mesa o que desde un principio la mesa estaba destinada a criadero. Lo único cierto es que ya es incapaz de sostener siquiera los platos que  le acomodan cada tarde en el lomo. Pero los reformistas insisten y no le queda claro si es porque son tontos de remate o porque ahora que se acaban de servir un plato lleno hasta los bordes no están interesados en ponerse a buscar una mesa nueva. Lo que deben tener claro es que ni la ignorancia ni la codicia van a evitar que la mesa se desplome. 

Porque el problema, insisto, es la mesa aunque los reformistas piensen que todo se resuelve poniendo un mantel nuevo y lleno de bordados.

5 comentarios:

Matheus dijo...

Muy buena la metafora de la "mesa". Todavia tiene gran arraigo entre los cubanos de la Isla el axioma de "esto no lo tumba nadie pero tampoco lo arregla nadie"....El problema es que no hay nada que arreglar, es lo que llamamos por estos lares "Perdida total". Cuando se venga la mesa abajo, vendran las lamentaciones...

Anónimo dijo...

cuando el mal es de cagar..no valen reformas verdes (olivo).

Mickey dijo...

El problema es la mesa y los dueños, que están ensillados.

cubasno dijo...

yo creo que a los reformistas cubanos hay que reformarlos y para eso existen instituciones llamadas reformatorios...
...y por cierto, qué bajo ha caído nuestro reformismo, de la encendida (en llamas) oratoria de rafa montoro a los inmundos garcía y cucusas diamantes, pero al final reformismo por reformismo es meternos lo mismo con lo mismo, pero frío, sin vaselina y doblado en cuatro. socialismo con swing, rectificación de errores, palabras a los intestinales, congreso de educación y cultura, UMAP, la noche de las tres P, convocatorias a congrisos del partido, el eterno baraguá, y el máximo reformista siempre ha sido el intestino en jefe.

Armando Tejuca dijo...

Pero hay quien va mas allá, después que la mesa fue devorada y reemplazada por una moderna se siente nostálgico “pero estas mesas de hoy en dia jamás serán como mi antigua mesa, las de hoy son artificiales, fíjate si son malas que ni al comején le cuadra”.