domingo, 4 de julio de 2010

Isla en la Cuerda Floja

Una colaboración para este blog del abogado Ricardo Martinez-Cid :

Ricardo Martinez-Cid mtnezcid@aol.com
21 de junio del 2010
Isla en la Cuerda Floja
Nuestros hijos piensan como nosotros y los de nuestros adversarios, en su
inmensa mayoria, también. Asi va el desafío entre la dictadura totalitaria
y la oposición democrática. Es obvio como se decantará el futuro. Valdria
citar la respuesta de un joven oficial español nacido en Placetas, con los
años General D. Emilio Mola Vidal, a un mar de moros que lo conminaba a
rendirse durante la Guerra de Marruecos: “El único advenimiento posible
es rendíos a discreción”; pero no basta. La dictadura juega por quedar
tablas, con el tablero en ruinas y el pueblo harapiento. Al no saber perder,obliga a triunfar a la oposición.
Las uvas no están verdes. Es cuestión de tiempo, más es inmoral esperar
a que caigan solas. Seria entregar al vacio nuevas generaciones de niños
que crecerian rodeados de consignas huecas, iconoclastas sacrificados a
un sueño utópico devenido en pesadilla. Por ellos hay que ponderar los
estertores del régimen imperante. Seguir los pasos de sus valedores. Luchar
con premura por un fin incruento. Por la reconciliación nacional a corto
plazo, y para ello es indispensable estudiar las últimas reacciones del
aparato de propaganda y represión al servicio del gobierno cubano.
En las últimas semanas, la dictadura ha reaccionado a los errores cometidos
durante meses de letargo, entre ellos la muerte de Orlando Zapata Tamayo
y la burda represión a las Damas de Blanco. Entre tanto, intenta volver
a empacar indebidamente el pulso entre pueblo y gobierno en el marco del
diferendo entre el gobierno de Estados Unidos y el de Cuba. David contra
Goliat. No Cain contra un Abel indefenso y apabullado por más de cinco
décadas de despotismo. De paso y como guinda, entreteniendo y dividiendo
a la oposición en un debate estéril en torno a las sanciones impuestas por
el coloso del norte.
Ha dejado de hostigar a las Damas de Blanco. Permite las marchas dominicales en un marco previsto y controlable, desalentando, en lo posible, la participación de Damas de Apoyo. Apuesta por dividirlas con prebendas selectivas a unas, amenazas a otras, acercando a algunos de los presos a sus hogares, permitiendo el regreso de lo que queda de Ariel Sigler Amaya al seno de su familia, e involucrando a la Iglesia en el proceso de excarcelación de rehenes. Todo esto sin permitir la entrada al territorio nacional del relator de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos destinado a nuestra patria.
A Guillermo Fariñas Hernández intenta neutralizarlo. Lo hidrata, alimenta,
medica y cuida, con esmero, para no permitir otro mártir. Mientras intenta
comprometer su bien ganado prestigio empañando la tenue frontera entre lo
sublime y lo ridiculo. Negándose a ceder a las condiciones razonables
planteadas por Fariñas Hernández desde su trinchera de dignidad, lo obliga
a prolongar su huelga de sed y hambre más allá de lo fisiológicamente
posible. Pretende el “‘knock out” a la lona del choteo via intravenosa.
El presidio politico, compuesto por presos de conciencia, intenta
compararlo a la condena de cinco espias, conseguida con todas las garantias
procesales establecidas por la Ley. Pasea artistas de fama internacional
por escenarios norteamericanos recabando apoyo, e intentando provocar la
reacción de los iracundos de esta orilla a quienes tanto debe, ya bien por
controlarlos a través de agentes de influencia o explotando el dolor, el
odio e intransigencia que los caracteriza. Involucra a nuestro Cardenal
y obispos, a altos diplomáticos del Vaticano y a otros emisarios de la Santa Sede, para comprar tiempo a quienes abogan, con la España socialista y el propio Canciller, por un cambio a la posición común de la Unión Europea que la dictadura intenta socavar. Está, al igual que las sanciones
norteamericanas, supedita la normalidad al respeto de los derechos humanos
y civiles, demostrado con pasos concretos destinados a democratizar el
pais.
Así de clara es la estrategia de la dictadura y la oposición en el exterior
no tiene porque cruzarse de brazos. Hay que seguir con la denuncia para
encarecer la represión y seguir buscando salidas civicas entre cubanos a
la crisis institucional que enfrentamos desde el diez de Marzo de 1952.
El reto es también claro: Cómo hacerlo?
Hay multiples maneras. Cada cual según su conciencia y posibilidades. Entre
ellas, instando a Fariñas Hernández a escapar de la trampa tendida para
anular su sacrificio, y hacer todo lo posible por evitar que el de Zapata
Tamayo y el sufrimiento de su señora madre, acorralada en Banes, sean en
vano. Por ejemplo, el pasado viernes, 4 de junio, un grupo de jóvenes cubanos se organizó para proyectar la imagen de Zapata Tamayo en la fachada del Carnegie Hall, mientras un Silvio Rodriguez viejo y machacón hacía la zafra con la nostalgia de los ciegos que no quieren ver que del Silvio de los años mozos quedan, como de la revolución, solo el casco y la mala idea.
Dice el Silvio que quiere evolución y un camino de “luces, sin odios, ni
olvidos”. Pues toma. Mientras casi tres mil adoradores pagaban bien “canto”
y en “‘fulas”, por cierto, por oírle desde una tribuna donde en su día habló Martin Luther King camino al martirio, otro negro, cubano este, con surostro noble sobre la fachada del concierto defendía nuestra bandera. El
muerto. Ella hecha pedazos. Ambos por redimir.
Apoyado en las nuevas tecnologias, una vez más sacó la cara por la libertad
de la patria y por los cubanos libres, y esa madrugada, hasta bien entrada
la noche, el alma del grupo, Geandy Pavón, Jorge Moya, Pedro Portal y otros
compatriotas trabajaron por que no olvidaran su sacrificio. Sin otro fin
que el deber cumplido al honrar a un héroe caído.
En la acera del Silvio, algarabia, la bandera del 26 de julio cargada del
luto, la sangre y opresión que representa, y un trovador, quien, cual
pitonisa tardía y acaudalada, condena, a estas alturas, la Ofensiva Final
Contra la Empresa Privada del 1968, pero no tiene nada, o casi nada negativo que decir de la tiranía que apoya desde el ya lejano 1970. Entonces, se decantó por el apoyo incondicional. Flautista, si no de Hamelin, de San Antonio de los Baños, traicionando a los jóvenes que lo siguieron alCampamento Venceremos del central azucarero Habana Libre. Terminando él encumbrado, y ellos tronados. El en el Grupo de Experimentación Sonora de ICAIC, en el Cuba Va de Paredón Records, y ellos en un sálvese quienes puedan.
Asi las cosas de Cuba en Nueva York, con los del Proyecto Nemesis, que asi
bautizaron los nuestros el performance frente al Carnegie, un grupo de
patriotas que seguirán dando guerra por la transición a una Cuba libre.
Otra forma de contrarrestar la ofensiva gubernamental es apoyando a la
oposición dentro de Cuba, y muy en especial a las Damas de Blanco. Ellas,
con tesón y valor, han ganado un merecido primer lugar en la línea de fuego.
Necesitan los medios materiales y el apoyo moral para sobrevivir en la
lucha, como también es indispensable nuestra disposición, desde el
exterior, a identificar a sus verdugos si vuelven a atacarlas, y propiciar
su organización como entidad juridica no gubernamental dentro de las normas
imperantes. En esto se trabaja, y a ello estamos comprometidos abogados
acá y nuestros corresponsales dentro del país.
Hay que insistir que la lucha se desarrolla entre una camarilla negada a
ceder sus privilegios, y un pueblo reprimido que clama por recuperar su
soberania. Aunque despierte opiniones encontradas entre la oposición, el
tema, llámesele al totí ‘bloqueo” o “embargo”, tanto como las condiciones
impuestas por la Unión Europea a la normalización de sus relaciones con
la isla, son problemas entre el estado cubano y otros estados. Dicho esto,
ya que la dictadura utiliza el llamado bloqueo como mascarón de proa cuando
intenta justificar su constante violación a los derechos humanos de
nuestros compatriotas, comodin para explicar todos sus fracasos y
justificar la represión, se impone tratar el tema desde diferentes prismas.
Siempre con el respeto escrupuloso al hermano discrepante, se tercia
estudiar su incidencia en la lucha por la libertad. Tomar posiciones, cada
cual según su conciencia. Siempre alertas al peligro de caer en una polémica propiciada, si no auspiciada por los cuerpos de seguridad del estado, para sembrar la discordia entre la oposición. La cuál, como es inevitable al enfrentase a una dictadura, opera infiltrada y acosada por los cuerpos de seguridad que intentan pastorearla.
Desde Washington, el tema pasa por la Ley Contra Comerciar con el Enemigo
de 1917, la Proclama de Kennedy de 1962 instituyendo el embargo, las
Regulaciones de los Activos Cubanos de 1963, le Ley de Medidas Económicas
Internacionales de Emergencia de 1977, la Ley Pro Libertad Cubana y
Solidaridad Democrática de 1996, más conocida por “‘Helms Burton”, y por
un nuevo proyecto de ley ante el Congreso. Un grupo de quienes llevan el
peso de la lucha dentro de Cuba se ha pronunciado sobre ese proyecto de
ley, entre ellos Yoani Sanchez Cordero, Dagoberto Valdés Hernández, José
Conrado Rodriguez Alegre, Guillermo Fariñas Hernández y Elizardo Sánchez
Santa Cruz, instan a congresistas de Estados Unidos a apoyar este proyecto
de ley que levantaría las restricciones de viajes a Cuba para todos los
estadounidenses, y facilitaría el intercambio comercial. Por el probado
valor de quienes la suscriben, y por el peso de sus argumentos, su
declaración del 31 de mayo pasado es digna de respeto y obliga a replantear
el tema visto desde el prisma de sus afines exilados.
Opinan los firmantes de la declaración que “el aislamiento del pueblo de
Cuba beneficia a los intereses más inmovilistas del gobierno, mientras que
la apertura sirve para informar y empoderar a los cubanos y ayudar a un
mayor fortalecimiento de nuestra sociedad civil”, citan al Santo Padre para
que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba, y estiman que “‘si
los ciudadanos de los Estados Unidos, como los del resto del mundo,
aumentaran su presencia en nuestras calles y pudieran visitar a los
familiares de los presos politicos y otros miembros de la incipiente
sociedad civil cubana, podrian: en primer lugar, sean testigos presenciales
de los sufrimientos del pueblo cubano; en segundo, sensibilizarse aun más
con la necesidad de los cambios en Cuba; y en tercer lugar, sen puentes
solidarios y cercanos para favorecer la transición que deseamos muchos
cubanos”. Y reconocen que el levantamiento del embargo podria verse como
una concesión al regimen cubano, e incrementan los ingresos en divisas pana
reprimir al pueblo.
Al mangen de las supuestas victoria y legitimidad que supondria para el
regimen la nonmalización entre las dos orillas, y del mal uso de los recursos resultantes en las arcas de la dictadura, ningunean el efecto de las sanciones norteamericanas contra Cuba, como tercera justificación para
apoyan el status quo en Washington, argumento corriente en Miami, no resiste un analisis profundo. Hay quienes alegan que la isla puede comerciar con los casi otros doscientos paises del planeta, que representan 6,700,000,000 de sus 7,000,000,000 habitantes, que su comercio actual con los 300,000,000 norteamericanos es substancial en areas cruciales como los productos alimenticios, sin contan las remesas de divisas de la comunidad cubana en el exterior, y que las 20,000 visas anuales y la Ley de Ajuste Cubano, sirven de válvula de escape al régimen. Visto asi, el debate ignona lo que representa el peso del producto nacional bruto de los Estados Unidos en la economia mundial, lo que, por ejemplo, significa para China el mercado americano y el status de nación mas favorecida, y lo que podria representar el turismo masivo para nuestra economía.
A más de un cubano de a pie, al menos desde esta orilla, nos impresiona que quienes se oponen a un cambio en la política norteamericana de los últimos cincuenta años y el gobierno de Cuba coincidan en postulan que la derogación del embargo afectaría de forma determinante la situación del país. Nos parece que el embargo no evita que la isla se valga por si misma y prospere. De esto se encargan quienes despilfarran el patrimonio nacional y ahogan la iniciativa privada. Ni nos parece que derogarlo afianzaría a un régimen que, en última y primera instancia, se apoya en la represión, para la cual nunca le han faltado ni escatimado medios. Resulta curioso que muchos en la oposición acepten la posición de un gobierno mitómano.

Sólo deja de mentir cuando se desmiente, y de paso, después de justifican la usurpación de la sociedad civil, en todas sus manifestaciones, y de todas las libertades en anas de la soberanía nacional frente al imperio, alega que, después de cincuenta años de gobierno absoluto, el destino del país depende de las decisiones que tomen en Washington.

Estimamos que, para el gobierno cubano, el tema del embargo no es más que una justificación a su terrible gestión financiera. El comodín al fracaso total en la que han sumido el país y esclavizado a sus gentes. La forma de evitar enfrentarse con los reclamos justos de un pueblo cansado de sus mentiras y cadenas. Para la oposición tradicional en el exterior, es como un paliativo inmovilista a cincuenta años de fracaso, con una dosis de triunfalismo y entretenimiento, mientras esperamos acomodados a que otros carguen con el peso del cambio que nos compromete a todos. Contentos con ni siquiera plantear un ajuste para adecuar la política norteamericana a la europea, limitando las visitas de ciudadanos americanos a países que extiendan a sus súbditos y visitantes garantías y derechos básicos, y el crédito a quienes lo merezcan.

Con la corrupción e ineficiencia de la economía cubana es hasta concebible que a más turismo más pérdidas, y que el cubano más rentable en la isla es el desempleado, en un desastre que vive de limosnas, dádivas y remesas de los expatriados. Es lícito platear que los créditos blandos al gobierno cubano no parecen posibles. Sin país no hay azúcar. Acaban de cosechan la peor zafra desde el 1900 y, según cifras publicadas el pasado cinco de mayo en El Nuevo Herald, Cuba ocupa el segundo lugar de los deudores del Club de París, grupo de países ricos que reúne a los principales acreedores
públicos. Los once millones de cubanos están endeudados algo menos que los
doscientos treinta millones de indonesios, y más endeudados, hipotecados
por casi un 125% de la deuda de los más de mil trescientos millones de nos,
y bastante más que los mil ciento ochenta millones de indios, casi un tercio más. Saliendo mal parados comparados aún con los treinta y tantos millones de argentinos, el país iberoamericano más endeudado después del nuestro, con aproximadamente el 14% de la deuda cubana. Esto es sin contar nuestra deuda a fondo pendido con la difunta Unión Soviética. Ni los inodoros y caramelos por pagar a España por las confiscaciones a sus nacionales. Ni la bolivariana cuenta abierta con Venezuela. Ni lo debido a otros acreedores.

Para los políticos americanos el apoyo a sanciones que no han dado los frutos pretendidos durante los gobiernos de once presidentes de la unión es una forma fácil de recabar votos entre los cubanos exilados. Asegurando una basa que ha probado ser importante, sin tener que intentar incidir en un problema que consideran ajeno. Para el pueblo cubano, en una medida a discutir, las sanciones representan más penuria. Para el mundo, una razón
pana rechazar y despreciar a la oposición exterior que no atina a otra cosa
que a preguntarse por qué es tan mal entendida. Para la historia patria
constituye un capítulo mas de injerencia extranjera, en el marco de la
Guerra del ‘98, la Enmienda Platt, las múltiples intervenciones del pasado siglo, Radio Swan, Bahía de Cochinos, la Operación Mangosta, el Pacto Kennedy-Knushov, Radio y TV Martí, entre supuestos patriotas que no dejan,
del todo ser o comportarse como separatistas, autonomistas y anexionistas,
siempre buscando en el extraño la solución de los problemas patrios.
Sin reclamar representatividad, ni convocatoria alguna, quien escribe,
considera alucinante insistir en el embargo. Me compromete a esta posición
el compromiso con la independencia patria, quimera que se remonta a
Jimaguayú y la Yaya, la verdad de Perogrullo, que el fin no justifica los
medios, y considerar el daño colateral, para utilizar un eufemismo de moda,
causado a la población civil. Sólo es lícito sitiar una plaza cuando se
está dispuesto a asaltan sus murallas. Es así, aunque entienda que la
economía cubana, pon llamarle de alguna forma, puede penden la limosna
bolivariana, en cualquier momento, como perdió la soviética, y el temor
de que la policía política disponga de mas perseguidoras con la entrada
de divisas a los cofres del estado, cuando, inevitablemente, transitarían
también más automóviles particulares.

El apoyo que recibió el pueblo de Sudáfrica en su lucha contra el Apartheid
es impensable, a pesan del incuestionable valor de los objetivos del embargo impuesto por el gobierno de Estados Unidos al gobierno de Cuba: la
liberación del presidio político, el respeto a las libertades públicas,
y elecciones con el aval de la comunidad internacional. El rechazo universal y sostenido al embargo dice mucho más de la efectividad de un aparato de propaganda atrincherado en cincuenta años de experiencia, que de las criticas intrínsecas a toda injerencia extranjera, que limita la libertad de acción y movimiento de quienes, en su legítimo derecho, pretenden viajar y comerciar con quien tenga a bien hacerlo. La realidad dicta abogar por condicionar, de forma razonable, el turismo norteamericano y los créditos blandos a una apertura democrática homologada a la de la Unión Europea.

A más miseria, más sumisión. El cambio nacerá de la incapacidad intrínseca
de una tiranía agotada y colectivista de satisfacer las aspiraciones
legítimas de nuestro pueblo, y de los comprometidos con una salida
consensuada e incruenta. No de las maquinaciones en Washington. En ellas
la tiranía se justifica. Sun Tzu, ya quinientos años antes de nuestra era,
sabía mucho de estos menesteres y del arte de la guerra. El sentenció que
asediar, acorralar a una plaza sólo se lleva a cabo como último recurso
y el proverbio chino reza que “‘el sabio señala al sol y el tonto le mira
el dedo”. Es preferible optar, como el Cid Campeador, por los panes con
los que la leyenda cuenta conquistó Valencia.

4 comentarios:

Vladimir Guillot (alias Cuco) dijo...

Ohhhh!....Esto es lo que HOY (ojo,nunca ayer..) quieren escuchar en La Habana.....(estan en candela!...)
Que les levanten el banderin sin nada a cambio,es lo que buscan...OXIGENO, como la cancion...
Quienes entonces seran esos rimbombantes "agentes de influencia"?...Gordito pelon,no te metas conmigo,no me busques q como sabes, me vas a encontrar....a no ser q te retires a tiempo.

Vladimir Guillot (alias Cuco) dijo...

Conclusiones,resumen,vaya.....desmenuzado,para q se entienda:
A la mafia lo que le interesa es darle OXIGENO!!!!...Y q sigaa la pachanga!!....siempre fueron ANSI!!!...

Vladimir Guillot (alias Cuco) dijo...

Un logro de Obama...por vez primera las dos mafias estan negociando!!!...pero ellos lo saben.je,je,ha,ha...

Omar dijo...

Me gusta porque se explica bien, con nitidez, y porque aunque no conceda razon ni merito alguno a la Revolucion, no llega a ser inaceptable. Algo habra que ceder.

Omar