lunes, 9 de julio de 2007

Chick Ferrari 11


Capítulo XI

Pese a estar muerta la azafata no deja de dar vueltas por la nave con un carrito ofreciendo té y café. Alguien protesta por lo aguado del café. La azafata se disculpa diciendo que no se le puede pedir más a un café fantasma. El sordo mira por la ventanilla, como intentando extraer algo de la oscuridad del agujero negro. De pronto su rostro empieza a iluminarse como si se hubiera sacado alguna desconocida lotería mental.
-¡Ya lo tengo! ¡Ya lo tengo! –y sale corriendo hacia la cabina. De repente, todas las almas chocan al unísono contra el asiento que tienen delante. Luego la nave empieza a volar marcha atrás hasta estremecerse con impacto sobrecogedor. Salido de su aturdimiento, Chick nota que a su alrededor todo tiene la apariencia de un televisor mal sintonizado. Todo el mundo aparece duplicado por un halo bastante uniforme. Frente a Chick, el coreano introduce su índice doble en dos de los cuatro agujeros de su nariz. Un repentino frenazo lanza entonces a todos hacia adelante.
-¡Bien, lo he logrado! –grita el sordo desde la puerta de la cabina. –He hecho dar marcha atrás a la nave para que nuestras almas se volviesen a fundir con sus respectivos cuerpos que venían detrás de nosotros, atraídos también por el agujero. El último frenazo ha sido para un ajuste final.
Uno se queja de que así y todo el café sigue siendo una mierda. Chick está auxiliando al coreano que, tras el frenazo, tiene el dedo hundido en uno de sus orificios nasales hasta el nudillo.
-No le retire el dedo bruscamente -dice el único médico que hay en la nave.-Debe haber penetrado hasta el encéfalo, y si se le saca el dedo puede producirse un derrame cerebral. –luego le pregunta al coreano sobre lo que ocupa su mente en esos momentos. Éste responde que huellas dactilares.
-Confirmado. El dedo le ha penetrado hasta el cerebro. De modo que habrá que operar en cuanto haya condiciones. Y usted señora, cuide que no haga movimientos bruscos.
Chick no entiende por qué el médico se ha dirigido a él llamándole “señora”. Va a buscar la pistola que tiene en la cintura cuando descubre que un vestido rojo-capa-de-torero lo cubre hasta mediados de la pantorrilla. Más arriba le cuelgan dos pechos, digamos que enormes, para no pecar de exagerados. Chick se empieza a angustiar.
Por su parte, el sordo pide atención para comunicar algo importante. Entonces le grita a uno de las primeras filas:
-¿Es que no piensas parar de hablar?
El aludido responde que está masticando chicle. El sordo no entiende y discuten durante un rato más. Cuando por fin todo se calma el sordo anuncia:
-Señores debo comunicarles que mi solución no ha resultado del todo bien. Hemos descubierto que en el cuerpo de nuestro querido Chick Ferrari ha encarnado el alma de Marilyn Monroe.
Efectivamente, ahí está alguien con la apariencia de Chick tirándoles besos a todos mientras canta “Happy birthday mister president”.
-Los agujeros negros como este –continúa explicando el sordo- abundan en almas errantes que intentan encarnar en el primer cuerpo que les pase por al lado. Así que si descubren alguna anomalía corporal intenten tomárselo con calma hasta que podamos encontrar una solución. Y por cierto ¿Quién de ustedes tiene el alma de Chick?
Chick, embutido en su cuerpo de vieja trata de inscrustarse aún más en el asiento. No le gustaría que nadie se diera cuenta que su alma está alojada en ese cuerpo ridículo. Sólo de pensar en las várices, el reuma y la menopausia se estremece. Siente entonces cómo una mano le acaricia la cabeza a la vez que escucha que le dicen:
-No te preocupes pequeño, yo me ocuparé de ti. Algo me dijo enseguida que seguías siendo el mismo Chick de siempre.
Chick mira a su lado. Allí esta parado el Medio Lamo en lugar de su amada azafata. Por fin, de la boca del Medio Lamo vuelve a salir su dulce voz.
-Sí querido, estoy condenada a este cuerpo hasta que alguien me desencante o me opere. Pero mientras tanto creo que haríamos muy buena pareja. Todo es cuestión de tener paciencia y adaptarnos.
Chick piensa unos instantes en las descomunales proporciones del Medio Lamo. “Adaptarnos”, piensa antes de lanzar un suspiro. La vida a veces exige pruebas demasiado duras. De la cabina emerge esta vez el cuerpo del capitán que al parecer en este caso sí contiene el alma correspondiente. Hay gente con suerte.
-Señores, una fuerza desconocida nos está expulsando hacia el otro extremo del agujero negro. Con un poco de suerte dentro de algunos minutos estaremos nuevamente en libertad.
El júbilo se apodera de la nave. Sin mediar ningún acuerdo todos comienzan a cantar al unísono “Si Adelita se fuera con otro”. No-do, uno de los hermanos siameses, exhibe una voz asombrosamente hermosa mientras Krim, su hermano no para de decirle “Che Carlitos, estamos volviendo”. Chick se revuelve en el asiento. Hubiera preferido que Gardel hubiese encarnado en su cuerpo y no esa rubia tonta de la Monroe. Ya van saliendo del agujero negro. Sin embargo algo los detiene a la salida de éste. A través de la ventanilla pueden verse las cuerdas de una red. Todos escuchan cómo de un altavoz sale la siguiente advertencia:
-No intenten escapar. Somos los Generosos Caníbales del Espacio. Le quitamos la carne a los ricos para dársela a los pobres.
Chick luego de palparse su generosa anatomía actual, empieza a rezar.
(Continuará en el próximo capítulo)

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