martes, 16 de noviembre de 2021

Sobre el 15N

 

Entrevista que me hace la periodista eslovaca Kristina Böhmer sobre los sucesos del 15N

¿Qué es un acto de repudio? ¿Es una forma de represión utilizada por el Gobierno? ¿Quién son las personas en frente de las casas de disidentes y activistas, gritándoles y insultándoles?

Consiste en que grupos afines al gobierno escenifican este tipo de linchamientos verbales asediando las casas de cualquiera que el régimen estime conveniente. La idea que hay detrás de esta escenificación es que con esos "actos" expresan el rechazo que "el pueblo" les tiene a todos los que se enfrentan de alguna manera al gobierno. Las personas que participan en estos actos son reclutadas por el régimen en los trabajos controlados por el propio Estado, a veces incluso contra su voluntad. También los reclutan en las escuelas porque en muchas ocasiones utilizan niños y adolescentes en estos eventos. A veces estos “actos de repudio” degeneran en violencia con pintadas lanzamiento de piedras, etc. Empezaron usarse en 1980 de manera sistemática contra los que se marchaban durante el éxodo del Mariel y desde entonces se ha utilizado preferentemente contra cualquiera que disienta. No se excluye que participen policías vestido de civil dirigiendo la “indignación” del pueblo.   

¿Qué son las otras formas de represión utilizadas por el Gobierno excepto por el pacto de repudio? ¿Hay algunas otras formas, que no son muy visibles, pero se usan mucho?

Las hay de muchos tipos: desde las más discretas como la vigilancia o la presión en los lugares de trabajo o estudio contra las personas señaladas o sus familiares, incluidos sus hijos, hasta invasiones de las casas, detenciones por diferentes períodos de tiempo y golpizas. Una forma muy común es la “citación”. Se le envía un llamado por escrito para que la persona asista a la estación de policía (comisaría) y una vez allí se pasa a un interrogatorio lleno de amenazas e intimidaciones.

(Aquí va el único ejemplo que conozco de un interrogatorio que haya sido grabado por el interrogado. Se trata del artista Javier Caso, hermano de la actriz de Hollywood Ana de Armas (quien actúa, por ejemplo, en la última película de James Bond) quien estaba de visita en el país y lo trataron de intimidar por reunirse con cineastas contestatarios).

Este año es muy duro con la pandemia, escasez de alimentos y de medicamentos... ¿Cuál es su pronóstico para el futuro? ¿Continuarán las manifestaciones? ¿El Gobierno continuará con las represiones? ¿Cómo puede culminar esta situación?

Puede ocurrir cualquier cosa, pero debe tenerse en cuenta que el régimen cubano ha estudiado con mucho detalle lo que ocurrió en 1989 en Europa del Este. Ellos vieron con mucha preocupación cómo allí el ejército se resistía a reprimir al pueblo -u obedecía de mala gana- o en algunos casos, como el de Rumanía, se pasó al bando de los que protestaban. De ahí debe de haber surgido la idea de convertir al ejército en el mayor empresario del país controlando alrededor del 60% de la economía del país y, por tanto, comprometido al máximo con el futuro del régimen. Ese modelo lo han exportado a Venezuela con magníficos resultados para la dictadura que rige allí que ha podido resistir protestas mucho mayores que las que han ocurrido en Cuba. De manera que tenemos de una parte a un pueblo hambriento, frustrado y desesperado, pero al mismo tiempo con muy poca capacidad organizativa (todos los grandes medios y el sistema telefónico siguen estando en manos del régimen) y sin apoyo interno ni externo y de la otra a un régimen armado hasta los dientes y dispuesto a cualquier cosa que no sea conceder derechos a ese pueblo. Saque usted sus propias conclusiones.  

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El final destila un más que fundado pesimismo. Yo tampoco soy optimista. Añadiendo en la ecuación final el hecho de que el mundo entero le ha dado la espalda al sufrimiento del pueblo.

Realpolitik dijo...

El mundo (y hablo del mundo “bueno”) nada hará salvo alguno que otro gesto sin peso con el cual la dictadura se limpiará el trasero, como siempre ha hecho. El asunto queda puramente en manos de los cubanos, y los de adentro están bajo muy serias desventajas. Los de afuera son una de las principales fuentes de ingreso del régimen, algo que se pudiera disminuir significativamente pero dudo que se haga, y no me sorprendería que tal apoyo aumente. No, no hay gran fundamento para optimismo.