martes, 5 de junio de 2007

Otro clásico

En Cuba casi todo ha llegado de afuera y a última hora. Incluso los taínos. Casi todos los fundadores del movimiento humorístico cubano tan pujante en la segunda mitad de los 80 y principios de los 90 (hasta que fue domesticado por la televisión) coinciden en afirmar que las dos causas pricipales de este movimiento fueron: lo mala que estaba la programación televisiva y las presentaciones en Cuba del grupo humorístico argentino Les Luthiers. No creo que sea necesario poner ejemplos de lo mala que es la televisión cubana pero en cambio ver este viejo video de los argentinos les puede resultar refrescante.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Como bien dices, la visita de Les Luthiers insufló vida al humorismo cubano... Lo triste del asunto es que por la misma causa, perdimos a Virulo, y se acabaron para siempre las visitas a Cuba de los humoristas internacionales (hace años que no va ni un Circo). Les Luthiers profanaron con algunos chistes "fuera de lugar", la imagen sacrosanta de las figuras Tabú del gobierno revolucionario. El intermediario y anfitrión para la visita en Cuba, había sido Virulo, quien en reprimenda, recibió algo más que un tirón de orejas. Los argentinos por su parte, se vengaron despotricando por todo el mundo acerca de la intolerancia cubana, e incitando repetidamente al boicot humorístico contra Cuba.

Hicieron bien.

Enrisco dijo...

No me sabia esa historia tenebrosa. Yo mismo no alcance No me sabía esa historia tenebrosa. Yo mismo no alcancé a verlos en La Habana en el 83 y durante mucho tiempo tuve que conformarme con escucharlos en cassettes. Luego los vi en Nueva York y en youtube me di banquete. Pero de cualquier manera no creo que Virulo se fuera por ese motivo. Lo cierto fue que el humor de Virulo que nos parecía atrevido a finales de los 70 con el nuevo movimiento quedó desfasado, tímido. Cuando yo conocí a Virulo en el 87 todavía dirigía el Conjunto Nacional de Espectáculos. El humor envejece muy rápido. Los mismos Les Luthiers ahora me parecen bastante previsibles pero no se les puede negar el aporte enorme que hicieron al humor en español.

Anónimo dijo...

En efecto, poco antes de los noventa Virulo todavía se paseaba por algunos telecentros. Sin embargo, a mí se me antoja una suerte -muy, pero muy diluida- de caso Padilla. Y esto sólo en el sentido de la repercusión psicológica y salvando la inmensa diferencia.

Yo no tuve contacto directo con Virulo, sino que conozco la historia de segunda mano a través de mi tío, quien se preciaba de ser muy amigo del afectado. Según mi pariente, Virulo sufrió un destartalamiento creativo a causa de las presiones ejercidas por los funcionarios del departamento de cultura del CC. Se aflojó poco a poco y fue pasto de la autocensura.

Una vez fuera, al igual que le pasó a Padilla, no supo o no pudo reinventarse, y se ha anquilosado de manera irremediable.

Respecto a Les Luthiers, para mí son todavía unos grandes, porque lograron dejar escuela: El humor a partir de combinaciones idiomáticas aparentemente improvisadas, pero sin embargo elaboradas con muchísimo cuidado y buen tino. Y de la música ni hablar. Pero todo pasa, y aquel tiempo en que tuve cinco CDs de Les Luthiers también acabó. Sin embargo me has despertado las ganas de oírlos otro poco... y eso te lo agradezco con sinceridad.

Enrisco dijo...

Si dije lo de envejecer es porque en otra época Les Luthiers me parecían como de otro mundo y ahora, como quien dice, los veo venir. También es que uno los conoce bien y ya se sabe los trucos. Pero sin dudas es lo más importante que ha pasado en humor en Latinoamérica desde Cantinflas y la Tremenda Corte y ahora sencillamente no tienen reemplazo. Seguiré buscando cosas de ellos cuidando que no desmerezcan la imagen que uno guarda de ese grupo. En cuanto a Virulo, me desayuno ahora de lo que me dices. El cuento que me sabía por una amiga argentina era que en el último viaje de Les Luthiers les habían perdido o maltratado unos instrumentos por pura desidia tropical y habían decidido no regresar más nunca.