lunes, 29 de agosto de 2011

Ultimos capítulos de la saga P.M.

Pablo Milanés le responde a Edmundo García en términos muy parecidos a los que he manejado en comentarios anteriores. A este paso Edmundo García se convertirá en el mayor promotor de la unidad entre los cubanos que podrán estar en desacuerdo en todo menos en que Edmundo es, en la poética definición del cantautor, un “hijo de puta”:

Cuando leí tu panfleto mi primera reacción fue ver a una niña en la pubertad, asombrada y ruborizada ante su primera menstruación, miedosa de cometer pecado ante una manifestación natural de su desconocido organismo. Esa fue la primera impresión, pero la segunda, fue más solemne y peligrosa: me di cuenta de que no solamente eras todo lo que yo había pensado, sino más aún, estabas ingresando en ese grupo selecto de la ultraderecha miamense que no admite reconciliaciones, críticas y que cuyo único neolítico gesto es romper discos con aplanadoras. Tú, al igual que ellos, no quieres amor, quieres odio, tú al igual que ellos, no quieres reconciliación, quieres rencores y desunión, tú en suma, no quieres al pueblo cubano, ni de allá ni de acá. Edmundo, tú no quieres a nadie y no me hubiera extrañado verte en esa “enorme” turba gritando “Abajo, abajo”, donde sin duda alguna hubieras sido bien recibido. Has insinuado que la prensa de Miami y España se aprovecha y utiliza mis palabras en vez de beneficiarme de ese espacio para arremeter contra el imperialismo.

Edmundo, estás equivocado, soy yo el que me sirvo de esos periódicos para que difundan las entrevistas que en Cuba me están negadas y que sueño con que aparezcan en el Granma y las lea todo el pueblo y que un sólo periodista, uno sólo de los tantos miles que hay en la isla, tenga lo que hay que tener para dar a conocer lo que tantos años llevo expresando; es más, como un punto de partida planteo que tu panfleto y esta carta se publiquen en el Granma y que el pueblo las lea, piense, sepa discernir por si mismo, y de una vez, dónde está la verdad y vayamos por el camino de las libertades individuales que tenemos que rescatar y que tú con tu actitud estás negando.

[…]Edmundo, mis 53 años de militancia revolucionaria me otorgan el derecho*, que muy pocos ejercen en Cuba, de manifestarme con la libertad que requieran mis principios y esa libertad implica que no tengo ningún compromiso a muerte con los dirigentes cubanos, a los que he admirado y respetado, pero no son Dioses, ni yo soy fanático, y cuando siento que puedo hacer un reproche y decir no, lo digo, sin miedo y sin reservas. Cuando veo que unas señoras vestidas de blanco protestan en la calle y son maltratadas por hombres y mujeres, no puedo por menos que avergonzarme e indignarme y, de algún modo, aunque no estemos de acuerdo absolutamente, solidarizarme con ellas en su dolor; porque lo más vil y lo más cobarde puede ser que una horda de supuestos revolucionarios ataque despiadadamente a estas mujeres. No hay ningún código que defienda eso en el mundo, es más, la violencia de género se queda corta al ver esas salvajes manifestaciones. Estos dos conceptos que te he expresado, pero tú no has entendido – no hay duda de que estás en tu época de infantilismo revolucionario -, no implica que esté en desacuerdo con Fidel y tampoco implica que esté de acuerdo con las Damas de blanco. Pero tú vas al blanco o al negro, (más al negro que al blanco) y no tienes matices y los años irremediablemente te van a hacer aprender lo que es un verdadero revolucionario o inexorablemente vas a ingresar en ese mundo en el que he visto a tantos como tú, vagando, perdido en la nada.
*Hay muchas cosas en cambio en las que sigo en desacuerdo con Milanés pero la única importante es esta: la libertad de expresión, al ser un derecho humano, no depende ni de la militancia ni de la veteranía de las personas, sino de -ya el apellido de los derechos lo sugiere- su simple condición humana. Milanés como tantos cubanos confunde derechos con privilegios lo que es comprensible cuando en la práctica solo se pueden disfrutar los segundos, no ejercer los primeros.

Mientras tanto en La Jiribilla han movilizado a sus escribidores de guardia para tratar de recuperar el alma del cantante, minimizar los daños reclamando al cantante como uno de los suyos y al mismo tiempo amenazándolo sin mucha sutileza. Iroel Sánchez, entre otros, regaña a Milanés recordándole la servidumbre que, según el chantaje castrista, conlleva el color de su piel:

En la prensa de la ciudad donde la libertad de expresión sobre Cuba está restringida a dos o tres comentaristas en espacios totalmente marginales, aireó sus críticas sobre las libertades que cree faltan en la sociedad cubana y tomó distancia de sus declaraciones anteriores de respeto hacia el liderazgo de la Revolución. Desde esas tribunas —controladas por la oligarquía que impidió hasta 1959 el acceso mayoritario de los negros cubanos a los servicios más elementales— el autor de Canción por la unidad latinoamericana ha expresado también su percepción sobre las manifestaciones de racismo en la Isla. Milanés, dialogó además con las emisoras que el gobierno de Estados Unidos —el mismo que se ha opuesto históricamente al accionar solidario de Cuba con los pueblos africanos— financia contra su país.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

genial

http://www.youtube.com/user/72pantalla1#p/a/u/0/dMiunyqwaVU

Inesita Correcalle dijo...

Inmunda está logrando lo que quiere: que hablen de él. Ya que es un perfecto mediocre y copiador al descaro de la obra de otros, ya que no se destaca por su talento, algo tiene que hacer el pobrecito para llamar la atención. La declaración de Inmun que cierra la entrevista que le hizo Nápoles en América TV es el mejor motivo para cagarse en el requintocoño de su madre: "soy fidelista". OJO: no le reprocho su filiación. Al fin y al cabo, estamos en un país democrático y, además, Fidel y Edmundo son hijos de la misma madre. Lo reprochable es que siendo fidelista esté aquí en Miami.

Anónimo dijo...

LECTOR dijo...
Hasta qué grado de abyección pueden llegar estos HPs..! Iroel Sánchez sacándole el tema de la raza a Milanés para tratar de desprestigiarlo por desleal a Fidel, el amo blanco que le ha dado todo.

Cheito dijo...

Muy de acuerdo con todo eso..y eso........pero los dos, Pablito y el otro cometrapos...son unos hijos de puta.

Anónimo dijo...

Una pérdida de tiempo todo ese asunto, diversionismo a la manera más simplista,lo siento por los cubanos.

Pipo Ruy dijo...

Espero les sirva para sacar conclusiones mi opinion sobre Pablito aqui:


http://cubainmersa.blogspot.com/2011/08/inmundo-garcia-como-agua-en-chocolate.html