miércoles, 10 de junio de 2009

Piénsalo bien


El guaguancó, he leído en alguna parte, tiene un origen carcelario. En aquél artículo situaba su surgimiento en la segunda mitad del siglo XIX (más exactamente en el último cuarto) en la prisión española de Fernando Poo en África a donde enviaban tanto presos políticos como comunes. No es raro entonces su sentido narrativo ni que las historias que cuenten rebosen en traiciones, monólogos interiores de almas atormentadas, soliloquios con el causante de la desgracia o con el único ser querido. “Madre te escribo esta carta/ para que sepas lo triste que estoy/ en esta celda tan (…)/ donde lloran los hombres de valor” cantábamos a los doce años en los camiones de regreso al campamento de la escuela al campo que era hasta entonces nuestra experiencia más cercana a la cárcel. “Yo volveré” decía el estribillo en el que el protagonista de la canción prometía bengalas y navajazos a toda La Habana aunque uno lo entonara pensando en las redescubiertas comodidades de casa y la comida de la abuela. Del guaguancó de Orlando Contreras* (mucho más conocido por sus boleros) que les presento a continuación supe por un ex preso político. Me decía que había visto cantarlo a un preso común mientras rechazaba la visita de una mujer que al parecer lo había engañado. Ninguna canción más a propósito para ese momento. El macho enjaulado y herido exhibiendo su desprecio hacia la mujer: su modo de hallar restos orgullo en su debilidad. Si se mira bien, este guaguancó resume todo el género como manifestación rítmica de la fuerza de los débiles (contra otros débiles), bastante más auténtica que la Internacional.

Piénsalo bien


*En las congas el gran Patato Valdés.

8 comentarios:

Ernesto dijo...

Deja que lo coja la FMC...

Unknown dijo...

Por circunstancias antes de la adolescencia sin haberme leido lo que los intelectuales de hoy se leian en aquel momento me aproxime al guanguanco por razones existenciales siendo la primera expresion musical cubana que conoci. No se sobre su origen historico, pero en La Habana de los 60 si no pitabas a ritmo de guanguanco eras un comemierda. Al menos en un solar de Atares.

Anónimo dijo...

Gracias, Enrique.

No había oido un guaguancó de Contreras. (A quienes no lo hayan leído les recomiendo el hermosísimo kabiosile de Ramoncito Fernández Larrea a Contreras, en:

http://www.rgpfm.com/TEXTOS_SABROSURA/default.cfm

Por lo de semejante tema dentro de la música cubana, hay mucha tela por donde cortar. De inmediato recuerdo "Así son, boncó", de Joseito Fernández, otro tema "carcelario" de desengaño amoroso.

Emilio García Montiel

Manuel Sosa dijo...

Enrique, sigo esperando aquello de convertir wma's en mp3's.

Tiembla, New Jersey.

Evidencias dijo...

Bendigo el momento en que aprendiste a usar el goear.

Ernesto dijo...

Sosa, para convertir un archivo wma en mp3 o viceversa, lo más rápido es Media Converter
Tiene mucha publicidad, pero es fácil y rápido.

Anónimo dijo...

Cualquier tipo de rumba es buena, particularmente me gusta el yambú que es mas cadencioso inclusive que el guaguancó tan expresivo en su concepto, no dejando atrás a la agresiva columbia que el baile es a puro cuchillo....ay , que suerte saber disfrutar esas rumbas..
Ida

Manuel Sosa dijo...

Ya lo tengo. Gracias, Enrique. Y a ti, Ernesto, por la pista. Voy a probar cuál me funciona mejor. Saludos.