sábado, 3 de mayo de 2008

Fin de curso


Este semestre estuve impartiendo un taller de escritura creativa en español para estudiantes subgraduados en mi Universidad (más o menos el equivalente a la licenciatura en Cuba). Los muchachos eran asombrosos. Todos nacidos aquí, todos (menos una) aprendieron a hablar español en la universidad, todos inteligentes, creativos y atrevidísimos con un idioma que no es el suyo pero del que han ido apropiándose palabra a palabra. La mayoría no había escrito nunca un poema o un cuento ni siquiera en inglés. Todavía titubean al hablar pero escribiendo no parecen temerle a nada. Los dejo con algunos de sus textos. Luego vuelvo con más.

Marc Palatucci

¡Hostias!
Intérprete del Gran Mudo, embajador de la utopía
Llevo el ritmo con mi varita plateada
Con el cual riego mis adeptos marchitados
Llevo el ritmo con mi turibulo
Péndulo del cual se escurre el humo que nunca me coloca
Sólo me hace estornudar
Mi cuello almidonado nunca me deja mirar hacia abajo
Y por eso no sé qué me espera bajo mis pies
Ni por qué sospecho que mi cuerpo está deshabitado

Palatucci [su apellido significa "portaestandarte" en italiano]

Un portaestandarte mira sobre el prado
Unos tréboles brotan entre sus botas de cuero
Disfrazadas entre las briznas de hierba
Él finge que sus tribulaciones son nobles
Pero su corazón le recuerda
Que las espaldas de sus antepasados
Machacadas por sus propias suelas
Yacen atrás, adoquines en su camino
Y él, bajo un escudo de armas raído,
y tejido de hilos bastos
Llora el hecho de que su alma enclenque
Nunca alcanzará ni descifrará
La magnitud de sus deudas.
Atormentado, él aplasta los tréboles bajo su tacón.

Escena nocturna

El sol huye de la luna cazadora
Escondiéndose bajo el horizonte
Y a ella le da la rabia.
Frustrada, ella aporrea el cielo
Magullándolo
Una sangre negra purpurina sale a la superficie
Tragando las nubes
Hundiendo el azul celeste en la bilis de la pesadumbre

La Diana mocosa, vestida de blanco, hace pucheros en su rincón
Mientras su víctima sangra en silencio
Dejando caer una llovizna de lágrimas
Y cuando la luna se retira por fin
Y el sol mira a hurtadillas para asegurar que ella se ha ido
No levantamos y vemos en las hojas
Una capa de rocío.



Elizabeth Black

La médium de la feria

Con un ritmo fijo las noches pasan sobre mí.
Las norias han parado de girar,
sin maquillaje andan los payasos,
los monos en sus jaulas
se han cansado de bailar.
Deshago mi tienda,
charlo con la misma gente,
compartimos los mismos chistes,
y preveo todo sin echar una mirada
a la plata turbia de mi bola de cristal.

Desaparece la ilusión de la feria
y me siento con una fuerza triste
la monotonía que llena mi cuerpo,
que obliga a que mis huesos se muevan.
Noche tras noche,
Sólo los mapas cambian.

Me duermo.
Pueblo tras pueblo,
Los rostros de los hijos
de los campesinos,
una visión preciosa del pasado,
como un sueño lavado
en el polvo del campo.

Una actriz sin escenario,
una gitana falsa soy yo,
la creadora de ilusiones
con una capa de humo
y una risa espantosa.
Un juego es mi vida,
Un engaño divertido,
mi trabajo.
Y me canso de viajar,
de vivir una vida
que vende mentiras
a los hijos de los campesinos
porque
en los momentos finales de su juventud,
en los momentos primeros de mi vejez,
miran mis tarjetas con interés efímero,
y me olvidan antes de que
aún se hayan ido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Coño Enrisco, talentosos... me parece que te quedaste corto. Bravo por ellos (y por lo que le toca al profe).