miércoles, 30 de abril de 2008

Educación

La poeta Odette Alonso, radicada en México desde 1992 me envía la dirección de su blog parque del ajedrez en el que en estos días ha comentado las palabras de Eusebio Leal en el congreso. Muy interesante es su reflexión en otro post sobre uno de los grandes mitos cubanos: la educación. Mal debe andar cuando se atrevieron a criticarla en el congreso de la UNEAC. En su post pone ejemplos que me resultan chocantes aunque no me sorprenden. Lo que antes eran casos extremos ahora parecen haberse convertido en rutina. Dice Odette:

“Un muy querido amigo español casado con cubana acaba de contarme que su sobrino, que vive en la isla, no tuvo clase la semana pasada porque su maestra emergente se la tomó libre. No era vacaciones; ella simplemente no fue a trabajar y la directora repartió a los niños de su grupo entre otras aulas ya atestadas de alumnos. Al sobrino le tocó con una maestra que, en medio de las explicaciones, como quien matiza la charla, decía pinga y cojones constantemente. Cuando los demás muchachos vieron que el sobrino evitaba repetir aquella jerga, lo acusaron de maricón y se rieron de él. La maestra también se rió y le dijo, gesticulando con toda la cara y moviendo las manos: “No se puede ser tan burguesito, cojooone”.
Su maestra oficial regresó el lunes a clases y el martes lo regañó fuertemente porque el sobrino de mi amigo se atrevió a ir a clase un día de lluvia. Ella le explicó con detalle, como corresponde a una buena mentora, que cuando llueve hay que aprovechar… Lo cual quiere decir, en perfecto cubano, faltar a la escuela y al trabajo. Asombrado con la anécdota, que le parecía como de otro mundo, mi amigo le preguntó a su cuñada por qué no cambiaba al niño de grupo. Ella respondió: “Ni muerta; esa maestra falta, pero al menos no los insulta ni escribe con faltas de ortografía”.
Pues déjame contarte, le dije a mi amigo, que la seño de Camilo, que es una chusmita de chancletas metededo y bajichupa que se llama Yusimí… ¿La de los Reyes Magos?, me interrumpió él… ¡Esa misma!, la que les dijo a los niños de cinco años en preescolar que los Reyes no existían, que no fueran comemierdas… Como ésa también falta mucho, un día mi madre le propuso a Piri que cambiaran de aula a Camilo y mi hermana respondió lo mismo: “¡Ni muerta!”. Porque entonces, aunque fuera a distancia, Yusimí le iba a hacer la vida imposible al niño por haberla "traicionado" y dejar en evidencia las razones que había para pedir el traslado.
Y lo de la lluvia siempre ha sido así. Cuando digo en México —ciudad en la cual de junio a septiembre llueve todas las tardes a partir de las cinco y hasta la mañana siguiente— que en Cuba a la primera lloviznita —¡ni qué decir de los ciclones!— no íbamos a clases y en los registros de asistencia los maestros ponían L L U V I A, vertical, letra bajo letra de la primera a la última línea, no quieren creerme.
Pero déjame decirte, insiste mi amigo, que mi sobrino no estudia en un tugurio de Regla, sino en una escuela privilegiada del Nuevo Vedado. Y me cuenta que como ése es un barrio residencial de antiguos burgueses y altos funcionarios del gobierno —gente bien se diría por acá—, para que admitieran al niño, al que “no le tocaba” estudiar allí, su cuñada tuvo que sobornar a la administración escolar con dinero que los tíos mandaron puntualmente desde España. No es escuela de muchachos marginales, no, dice mi amigo: los llevan en carros hasta la entrada; ellos van con mochilas de marca, pantalones Levis, MP3 para escuchar música y meriendas con chocolates y otras cositas que sólo se compran en las tiendas de dólares. O sea, nada que se parezca a una escuela “normal”, como la de Camilo, por ejemplo, en Centro Habana.
“Hijos de yegua”, le cuento, nos decía Orestes Sánchez del Campo, el profesor de física de octavo grado, en la mejor secundaria de Santiago de Cuba en los años setenta. Pero, entonces, era una excepción. Nuestros padres fueron a protestar a la dirección por el maltrato y la grosería. Qué tiempos aquéllos… ¿Algún padre protestará ahora que pinga, cojones y sus múltiples sinónimos y derivaciones —tranca, tolete, mandarria, morrongón, similares y conexos— son el idioma cotidiano fuera, pero también dentro de las aulas?
Con las migraciones, esa desgracia rebasa las fronteras. Efraín, que es teacher de un college estatal en Miami, tiene en su aula adolescentes de muchos países latinoamericanos, revoltosos y rebeldes como todo teenager, pero ninguno como los cubanos —¡y las cubanas!—, que se le paran en medio del aula, con las manos en la cintura y moviendo el piecito —bien sabemos los cubanos cómo—, y le gritan: “¿Qué pinga le pasa al calvo e’ mierda éste?” Y cuando los reporta a la dirección, los papás llegan reclamando por qué el singao del maestro la tiene cogida con sus niños.”

[Si necesitan imágenes que confirmen lo anterior aquí van las de “Seremos como seremos” documental independiente realizado en Cuba en que se recogen las actividades en una escuela cubana durante un día completo. Lo mejor que tienen es la ausencia de comentarios. Ni siquiera una ironía que nos distraiga de esa cosa terrible que estamos viendo y que se supone que justifique la falta de libertades.]


Segunda parte

martes, 29 de abril de 2008

Lo último que faltaba

Ya me imaginaba que era cuestión de tiempo y ya la semana me parecía cuestión de horas: Tejuca ya tiene su blog. Llega el momento en que uno se cansa de que los socios se demoren en colgar las cosas que uno les manda y se dice que al carajo, que mejor me hago un blog y ya está. Y como no puede ser de otra manera el Teju comienza con una especie de homenaje a los blogs que lo han precedido. Bienvenido jefe. Welcome to the jungle.

lunes, 28 de abril de 2008

Oh Brasil!

La semana pasada el editor del sitio digital www.viapolitica.com.br se puso en contacto conmigo para pedirme permiso para traducir un texto mío sobre los debates en Cuba para publicarlo en su sitio. Y aquí está, el primer post original de este blog que traducen a otro idioma. Y me alegra que sea en portugués porque en portugués de Brasil todo suena mejor. Y si no que lo demuestre Chico con esta canción que hace tiempo andaba buscando: Mulheres de Atenas.

Zumbado

Una de las consecuencias del homenaje que le hicimos al escritor Héctor Zumbado en días pasados fue que su familia se puso en contacto con varios de nosotros y así pudimos tener noticias frescas de él. Encima Ramón Fernández Larrea recibió fotos recientes que amablemente ha compartido conmigo y que a su vez comparto con ustedes.




Foto


Hoy un amigo me sorprendió con esta foto en la que aparezco junto a mi clase de 12 grado en la Lenin (circa 1985). De los que aparecemos en ella sé de al menos seis que vivimos en la parte de afuera de Cuba (Susana Cayón, Alberto Hernández, Aramís Gómez, Gustavo Méndez, Alejandro Pacheco y yo). Quien me envió la foto (y se lo agradezco con el alma) es Luis “El Chileno” Galaz quien como su sobrenombre lo profetizaba vive ahora en Chile. Aparece una muchacha que murió poco después y del resto no sé nada. Pensábamos -por supuesto- que teníamos un mundo por delante sólo que no sabíamos cuán literal podía resultar la frase en días que creíamos que una ciudad era el mundo.
[¿Alguien me reconoce en la foto?]

domingo, 27 de abril de 2008

Más sobre Ramón


Con motivo de la presentación del libro Nunca canté en Broadway de Ramón Fernandez Larrea en New York University Raúl Rivero desde Madrid y Victor Fowler desde La Habana escribieron sendos textos sobre el poeta que aparecen a continuación. Y pueden ver otro reportaje gráfico en Remandingo.

Ramón canta donde puede
Por Raúl Rivero
El público, los hombres y las mujeres que aman la poesía de Ramón Fernández-Larrea viven y se aprenden de memoria sus versos en La Habana; sin embargo, el poeta dio esta semana un recital en Nueva York.
Es un hombre difícil y tierno, un tipo avasallador y brillante que, a juicio de muchos críticos, entró a la poesía con unas músicas y un lenguaje que nadie más puede leer en el papel pautado.

Fue invitado por la Universidad de Nueva York (NYU) a presentar su antología personal, Nunca canté en Broadway, editada por Linkgua, de Barcelona.

La selección incluye poemas de sus libros El pasado del cielo, Poemas para ponerse en la cabeza y El libro de los salmos feroces.

Guionista de populares seriales de radio y televisión, Fernández-Larrea nació en 1958 en Bayamo, Cuba. Vivió varios años exiliado en España. En la actualidad escribe para un canal de televisión de Florida.

Me contó una mañana en Madrid, en el playazo de una resaca de campeonato, que en todos los inviernos de su exilio unos doctores le miran el corazón con aparatos y le dicen que se ve claramente a una mujer atravesada entre el pecho y la espalda.


Víctor Fowler:

“Por desgracia, los libros son hechos para ser vendidos y es necesario convencer al público de que se encuentra en presencia de algo trascendental, único o, aunque sea, especial. No dudo de que Ramón, que suma a la condición de poeta excelente la de humorista extraordinario, merezca el recuerdo de unas cuantas buenas anécdotas acerca de los chistes que hizo en esta o aquella ocasión. Pero hay otro aspecto, a mi juicio el más hermoso, que ojalá alguien destaque de entre los presentes: su generosidad. Soy de los que tuvo el privilegio de merecer su consejo cuando comencé a escribir poesía y él era mi ídolo. A la humilde casita de Guanabacoa, donde Ramón vivía, me encaminé no pocos domingos a escucharlo hablar de poesía, disfrutar con sus ironías y registrar su biblioteca de la cual siempre me prestaba algo. Muchos poetas norteamericanos y europeos los conocí gracias a él. Años más tarde lo vi en Barcelona, conversamos, asistí a una lectura de poemas nuevos que hizo en una Feria del Libro y me avergonzó contarle que le había dedicado un poema. No sé si alguien, en esta presentación, va a poder contar el milagro que era Ramoncito en los años 80 cubanos, lo que podían conseguir la mezcla de irreverencia e intensidad que había en su poesía. Una lectura de él, en la Casa de las Américas habanera, fue tan espectacular que el salón se llenó y la gente quedó afuera, tratando de captar las palabras, en un silencio casi sagrado porque todos esperábamos sus Variaciones sobre la boca del lobo, verdadero emblema generacional. Pero a mí me gustaba, sobre todo, el poema titulado Contemplaciones, para el cual Ramoncito eligió un primer verso tomado de Andre Breton: Sal mi querido amanecer no olvides nada de mi vida. Así comienza el poema que le dediqué."


SAL, MI QUERIDO AMANECER….
Ramoncito y Breton

En la madrugada donde hubiéramos conversado,
amigo, donde la invención del recuerdo nos hubiera
hecho felices: tramo de vida donde no estaremos ni
estás. Más cercano que Breton me eras, una especie
de puente; en el encantamiento de la vieja casita de
Guanabacoa descubría el poema. Abriste la habitación
de Dylan Thomas, la inconformidad de Bob Dylan o la
poesía en el rock. También recuerdo a Gingsberg,
tendido sobre el sofá. Eran los años. La noche en la
que saliste a ser golpeado o aquella mañana única,
que hoy te será un borrón, donde me indicaste que
resistiera para una maravilla posible. Sí, amigo, eran
los años, los buenos. Teníamos miseria, persecución,
bajezas, caminatas sin término, la modorra del ómnibus
que -domingo trás domingo- me llevaba hasta allí.
Eco de aquellas horas que guardo como un mito.
Se descubre con el paso del tiempo, cuando la iluminación
sobre el rostro es desconectada, el alegre vestido de
las celebraciones yace, arrugado, encima de cualquier
mueble y no queda otro ruido que el de la respiración
propia. Amo y temo esa hora: toda la soledad, animal,
despiadada y lenta, bajando del cielo para aplastar
cabezas. La mía, las de mi generación como astillas
de vidrio después de un accidente. No quiero ver,
escuchar o sentir. A vagabundear por la ciudad vacía
salgo, como tú aquella noche en la que regresaste
golpeado, y quizás en alguna grieta me espere
el amigo.

(de: El maquinista de El maquinista de Auschwitz)

Carta de Paquito D'Rivera a la presidenta de Chile

Abril 25-2008
Sra. Michelle Bachelet
Presidenta de Chile

Señora Presidenta:

A continuación, reproduzco la carta que le entregué personalmente en Nueva York, el dia 20 de Septiembre del 2006, en ocasión del almuerzo en su honor, al que fui invitado por el señor embajador de Chile ante las Naciones Unidas. Recuerdo hoy, aún con cierto estupor, como aquella misma noche, –––en un lapsus mental seguramente–– afirmó usted ante la TV Nacional, que actualmente, TODOS los gobiernos de América habían sido elegidos por voto popular. Pero regresando a lo que nos ocupa, en todo este tiempo, ni yo ni el ciudadano chileno por quien pedíamos intercediera usted ante la arbitrariedad de las autoridades cubanas, hemos recibido respuesta alguna. Por ello me veo forzado a hacer esta carta pública, esperando mejores y mas rápidos resultados.

En los años ochentas, mi amigo el gran trompetista Dizzy Gillespie asistió a un festival de música en La Habana. Allí solicitó una visita privada a Fidel Castro que le fue concedida. En aquellos días, y durante 9 largos años, mi ex esposa y nuestro pequeño hijo permanecían retenidos en Cuba en contra de nuestra voluntad y de los mas elementales derechos humanos. Como tenían todos sus documentos y visas de entrada en regla, unas pocas palabras del ilustre trompetista a los oídos del dictador, hubieran bastado para poner a Eneida y Franco en el aeropuerto Kennedy en cuestión de días; pero las palabras mágicas nunca fueron pronunciadas, de modo que yo perdí mi matrimonio y la niñez de mi hijo.

Algo similar sucede ahora con Raúl Gutiérrez Villanueva, colega mío y súbdito suyo, cuya compañera cubana, el gobierno de Castro desautoriza arbitrariamente su salida del país. Yo no tengo el valor para ignorar su tristeza, sin hacer al menos el intento por ayudarlo. Si no está en sus manos la solución del problema, lo entenderé, y al menos por mí no quedará; pero si puede usted hacer algo por su coterráneo, yo dormiré más tranquilo y usted habrá hecho mas feliz a un músico chileno,;ademas de haber cumplido con su deber como defensora de los derechos de TODOS los chilenos.
Afectuosamente:

Paquito D’Rivera

sábado, 26 de abril de 2008

El Imparcial Digital


Mientras busco tiempo para escribir sobre la presentación de Ramón Fernández Larrea ayer les recomiendo este reportaje gráfico de El Imparcial Digital que cubrió el evento. Muy simpático.
P.D.: Eduardo Frías Etayo en su blog Remandingo ha puesto su propio reportaje gráfico del evento. La competencia está fuerte.

Error o derrota: ¡Venceremos!

“Jamás comprenderán que, tanto en la política como en la revolución, la alternativa de una estrategia errónea o equivocada es la derrota”
Fidel Castro Ruz
24 de abril de 2008
7 y 15 p.m.

Premio para Amanda

Amanda Tejuca, (hija del pintor del mismo apellido) junto a su amiga Brenda ha ganado el segundo lugar en la competencia anual de talentos artísticos que se realiza por la ciudad de Hialeah. Bailaron la canción “El confort no reconforta" de Ojos de Brujo. Felicidades sobrinota. [En el video Amanda empieza por la izquierda y Brenda por la derecha].

viernes, 25 de abril de 2008

Armando Peraza



Menos conocido entre los cubanos que Chano Pozo, Mongo Santamaría o Patato Valdés, Armando Peraza es una de las grandes figuras de la percusión cubana a mediados del siglo pasado y uno de los pioneros en el desarrollo del jazz latino en los Estados Unidos. Ha colaborado de manera destacada con músicos como Machito, George Shearing [ver arriba en el festival de Newport en 1958], Cal Tjader o Carlos Santana, grabado decenas de discos y fue elegido al Salón de las Legendas del Jazz del Smithsonian Institution. Pueden escucharlo en esta entrevista en un inglés guanahatabey pero con la gracia intacta. Aunque el próximo 30 de mayo cumplirá 84 años se mantiene lúcido y activo como verán en este homenaje que le dedicaron entre otros Giovanni Hidalgo en san Francisco el año pasado.

Repito: Ramón por fin en Broadway


HOY viernes 25 de abril el poeta cubano Ramón Fernández Larrea presentará su libro Nunca canté en Broadway, una antología personal de su poesía en New York University. La presentación será a las 6 pm en el 19 de University Place, salón 222. La entrada es gratis.

Sobre el autor:
“[autor de una] inconsciente e insistente escritura poética que ha puesto su nombre entre los más selectos de la literatura cubana. Lugar que tiene bien ganado a golpe de cantar --insólito, insistente, insatisfecho-- de hurgar, de disentir, de fotografiar en cada uno de sus textos la soledad, la muerte, el miedo, el olvido y esa desesperanza que habita ya en el tamaño de su pueblo.”
Germán Guerra

''su poesía ... subvirtió el retórico canon conversacional desde dentro, y anticipó la ruptura cosmovisiva de la actual poesía contemporánea cubana''
Jorge Luis Arcos
``entendidos como médula de una transformación fundamental en las letras cubanas, una buena parte de los textos de Ramón Fernández-Larrea parecen comportarse como una espiral en cuyo centro están las dimensiones más concretas o radicales de ese estado de cambio''.
Emilio García Montiel

“Nunca canté en Broadway, antología personal (1987-2001) es un poemario de, a mi juicio, uno de los mejores poetas cubanos actuales, Ramón Fernández-Larrea.”
Zoé Valdés

jueves, 24 de abril de 2008

Debates

Al régimen cubano lo acusan de ser reacio al debate y es hora de que acabemos de reconocer que se trata de una injusticia. Precisamente una de las especialidades de ese régimen es generar todo tipo de debates. Que las discusiones como tales no se verifiquen en territorio isleño es lo de menos. Lo importante es que una realidad tan rica y cambiante haya incentivado interesantes e intensas discusiones en torno a temas tales como:

-¿En Cuba se violan los derechos humanos?
-¿La literatura del exilio pertenece a la cultura cubana?
-¿Exiliados o gusanos?
-¿Diáspora o exilio?
-¿Se pueden considerar a los exiliados como pertenecientes a la categoría de mamíferos?
-¿Hay censura en Cuba?
-¿Se puede considerar la conversión de libros en pulpa como censura o como reciclaje?
-¿En algún momento en Cuba se impuso el realismo socialista?
-¿Cuál debe ser la política cultural cubana?
-¿Fidel Castro es escritor?
-¿Dentro de la revolución todo?
-¿Qué es todo?
-¿Se puede ser cubano y disentir de lo que piense el presidente de su país?
-¿Se puede disentir del presidente y no ser mercenario?
-¿Se puede disentir del presidente y seguir siendo mamífero?
-¿Hay libertad en Cuba? ¿Y afuera? ¿Hay libertad afuera?
-¿Emigración económica o exilio político?
-¿Avión o balsa?
-¿Es Miguel Barnet escritor o sólo una marca de grabadora?
-¿Deben dejarse los libros de Abel Prieto al alcance de los niños? ¿Y de los adultos?


El problema de estos debates es que a pesar de lo interesantes que puedan parecer son profundamente improductivos. A la larga se convierten en un test combinado de inteligencia y decencia. Hay que cambiar los actuales temas por otros que sean realmente discutibles y que de esas discusiones se arriben a conclusiones productivas y beneficiosas para nuestra cultura del debate. Aquí propongo algunos:

-¿Los muñequitos rusos son parte de la cultura cubana?
-¿Carlos Varela y demás productos del Vedado son parte de la cultura argentina?
-¿Debe existir UNA política cultural?
-¿Debe existir un ministerio de cultura?
-De existir un ministerio de cultura ¿Debería supervisarse el pelado de los ministros?
-¿Debería permitirse que se vendieran libremente en el mercado grabadoras de la marca Miguel Barnet?
-¿Se puede ser cubano sin que te gusten la palma, el malecón, la pelota o bailar? Y en caso afirmativo ¿Valdría la pena?
-¿Qué hacemos con la nada? ¿La fusilamos?

miércoles, 23 de abril de 2008

La frase del día

“¡Los vivos y los muertos lucharemos!”
Fidel Castro [sólo que no dice en calidad de qué va a luchar]

Álvarez Guedes

Es difícil exagerar los elogios con Guillermo Álvarez Guedes. Nadie ha sabido contar durante décadas los cuentos como él venciendo los escrúpulos de nuestra clase media exiliada que no son poco. Nadie como él nos retrata tan bien en sus observaciones como ésta sobre las diferencias entre cubanos y americanos. Ichikawa le llama con razón nuestro antropólogo mayor. Abajo los dejo con un video contando los chistes de siempre.

Plagio

Ayer en un post comentaba: “Sin dudas las nuevas señales de apertura van llegando incluso hasta la prensa. El Juventud Rebelde, contrario a los usos habituales, ha reseñado la manifestación de las Damas de Blanco de ayer lunes. Ciertamente no las llamaron Damas sino con el mucho mas preciso termino de “elementos mercenarios”. De hecho consiguieron evitar mencionar el sexo de las manifestantes hasta el tercer párrafo en el cual las llamaron “provocadoras” para a continuación mencionar una llamada que habían recibido de la congresista Ileana -la Loba Fe- Ros-Lehtinen quien a su vez había hecho contacto anteriormente con el terrorista Luis Posada Carriles hecho que obviamente convierte a las protestantes no solo en mercenarias sino también en terroristas. […]Se hecha en falta la información gráfica pero tratándose del Juventud Rebelde con su palabra es suficiente. De cualquier manera nada detendrá a la prensa cubana en la búsqueda de la verdad, ni siquiera la propia realidad.”
Ahora me encuentro este artículo del corresponsal de la prensa en Cuba en el que comenta lo mismo sin darme crédito por la sagaz observación. Al parecer los bloggeros estamos condenados a que saqueen nuestros comentarios sin señalar fuentes.

¿Se abre la prensa en Cuba?

Fernando Ravsberg
BBC Mundo, Cuba

El periódico oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC), Granma, publicó información sobre la protesta organizada este lunes por las "Damas de Blanco", la organización que reúne a las madres y esposas de los presos políticos.
La información aparecida en Granma resulta inusual, dado que el gobierno no acostumbra a reflejar en sus páginas las actividades que realizan los grupos opositores o las organizaciones defensoras de los derechos humanos dentro del territorio nacional.
La política de silencio oficial se había roto el pasado 10 de diciembre cuando la prensa oficial reportó un acto de protesta que la disidencia intentó realizar en un parque, con motivo del Día de los Derechos Humanos.


[A los amigos de lo literal les comento que lo anterior se trata de una ironía. Lo mío era una sátira dirigida a los corresponsales que buscan señales de cambios por todas partes. Simplemente no me imaginaba que ninguno fuera a llegar tan lejos. Pero llegan, claro que sí. Olvidan otras “aperturas” anteriores como aquella con la que presentaron a los cubanos al activista de derechos humanos Ricardo Bofill en los 80 o los actos de repudio contra Gustavo Arcos Bergnes en 1990. Hay gente que no aprende]

martes, 22 de abril de 2008

Para un Infante difunto

Penúltimos Días nos recuerda que el 22 de abril se cumplen 79 años del nacimiento de Cabrera Infante. Quisiera compartir con ustedes un texto que escribí a raíz de la muerte del escritor. Más abajo una larga entrevista a G. Caín de 1976 en el famoso programa “A fondo”.

No hay consuelo, Guillermo

Enrique Del Risco y Enrisco

No nos engañemos. No hay consuelo. Para la muerte de Cabrera Infante no lo hay. Aunque su edad bordeaba eso que engañosamente llaman “esperanza de vida”, tanto en el país en el que nació o en el que murió, a todos los que lo quisimos su muerte se nos antojó insoportablemente precoz. No podía ser de otra forma sabiendo que en cada una de las líneas que escribió en los últimos cuarenta años alentaba el deseo del regreso a su Habana, regreso que nunca se cumplió. Y no un regreso cualquiera porque sólo tendría justificación y sentido, es decir, realidad, cuando desaparecieran las circunstancias, es decir, la realidad, que lo obligaron a marcharse. Y su muerte significa entre otras cosas la desconsoladora certeza de que el regreso a ese lugar donde nunca hemos estado ya será sin él.
Pero consuelo no ha faltado. Entretenemos el dolor, la frustración, diciéndonos que su Habana es más real que el país que gobierna su archienemigo, que recordaremos más sus construcciones verbales que las destrucciones reales de los otros, o podemos pisotear el lugar común y decir que su patria son las palabras. Sin embargo tanto truco, tanta alquimia con el dolor no hace sino más abundante y visible el vacío que nos dejó. Esos engaños pertenecen a otro mayor, el de la patria, que con el país secuestrado a mayor gloria de un hombre y su poder, se hace más difusa e irreal que lo que suele ser habitualmente. Afuera de la isla que hace mucho tiempo dejó de ser nuestra nos inventamos una Cuba astral que encubre su lejanía y su deterioro físicos para imaginárnosla con una belleza plena en algún sitio más allá o más acá de su árido presente. La gran ironía es que esa Cuba a todas luces irreal nunca se nos hace más tangible que en medio de dolores como este con el que lidiamos hoy, cuando un trozo de ella se nos muere en el cuerpo de una Celia Cruz o de un Cabrera Infante. Y citarlos juntos obedece a mucho más que a la relativa cercanía cronológica de sus muertes. Mucho se habla de ese especial amor de Cabrera Infante por La Habana, de su laboriosa edificación del mito de la ciudad que adoptó como propia. Menos se habla de su reinvención de la cultura cubana, de su radical subversión de una visión aristocrática de lo nacional que nunca concebiría que, por ejemplo, héroes, escritores y músicos populares compartieran el mismo pedestal. En cambio en la obra de Cabrera Infante conviven la cita poética y patriótica, la alusión cinematográfica, y el desvarío etílico con similar dignidad. Nada cubano le era ajeno, ni siquiera esa parte de lo cubano que con extrañeza llamamos “el mundo”. Pocas veces hubo un cubano más cosmopolita y un cosmopolita tan cubano. En su obra la patria se hace leve y por una vez, un sitio que incita a vivir en él más que a morir por él. Y si se muere por ella es por la posibilidad de algún día hacerla habitable incluso para poetas o borrachos. Suena irónico decir todo esto de quien renunció a vivir en su país más de la mitad de una vida razonablemente larga aunque menos irónico parecerá si nos sirve para medir la magnitud de su renuncia.
Pero Cabrera Infante no era sólo patrimonio de los exiliados nostálgicos de una Habana perdida en el tiempo y la lejanía. No tenemos más que recordar aquel lector de Cabrera Infante que fuimos en la isla. Con nuestros amigos recorríamos La Habana semiderruida del 94 con la otra Habana, la del Infante difunto, en la mano, tratando de compaginar aquellas paredes cariadas de nuestra realidad con la luminosa decadencia que emanaba de los sitios que nombraba el libro. Sentíamos lo que suponemos que sentiría aquél niño del cuadro de Dalí mientras levantaba la piel del mar: un íntimo y total deslumbramiento. Aprendíamos a comprender todo el esplendor que había encerrado en aquellas ruinas precoces.
No para todos los cubanos Cabrera Infante cumplía esta función. Para las autoridades, Cabrera Infante en el exilio fue “El hombre que jodía demasiado”, el Anticastro, el fuego y el juego (de palabras) que no cesa. Es lógico y previsible el silencio oficial que ha rodeado a su muerte, silencio que en el fondo suena a regocijo ante el fin de su más incesante y prestigioso contradictor. A nivel oficioso el regocijo se ha convertido en generosidad post mortem. Así incluso Lisandro Otero, antiguo mandarín cultural del castrismo y hoy una especie de fidelista por cuenta propia, decidió por esta vez controlar un poco su viejo rencor por el Infante al fin difunto. Así que si, mientras aún vivía, había llegado a decir entre otras cosas que Cabrera Infante no había “logrado comprender que su acumulación verbosa y deshumanizada no es verdadera literatura”, ahora Otero ha condescendido en decir que Cuba ha perdido con Infante a “uno de sus más ingeniosos, imaginativos y talentosos escritores”. Es sabido que la muerte mejora a la gente una vez que nos podemos librar de su más o menos incómoda presencia. Lo que desconocíamos era que tuviera efectos tan dramáticos en la literatura algo que, al fin y al cabo, no suele ir a la tumba con su autor. Quizás Lisandro haya cambiado de opinión con la esperanza de que algo parecido pase con sus libros pero nos preguntamos ¿Cuántas veces tendrá que morir Lisandro Otero para que sea considerado uno de nuestros más talentosos escritores? Sólo de pensar en hacer los cálculos da vértigo.

Pero más complicado lo tenían los miembros del seleccionado nacional de literatura cubana, esos que acaparan premios nacionales, homenajes y viajes con los gastos pagos. Un desliz en las declaraciones y en lo adelante el pasaporte sólo les serviría para abanicarse en la sala de su casa. No es difícil imaginarse la llamada de Miguel Barnet a su Comandante solicitando instrucciones:

-Hola Comandante, lo llamo por lo de la muerte de Cabrera Infante.
-¿Quién? Ah, sí... el periodista ese que estaba con nosotros al principio y nos traicionó… Yo pensaba que se había muerto hace años. Por mí era como si se hubiera muerto…
-Ze murió ayer Comandante.
-Eso le pasa por traidor, Miguelito. Me dejan y mira lo que les pasa…
-Yo lo llamaba porque la prenza eztá llamando por la muerte de él y no ze me ocurre qué podría dezirlez…
-Pues les dices que negamos categóricamente toda responsabilidad en la muerte de ese sujeto. Que nuestros enemigos siempre están tratando de mancillar nuestra revolución pero bajo ningún concepto vamos a tolerar esa calumnia…
-Comandante, murió de muerte natural.
-Ah, claro. Es que ya ni me acordaba si yo había hecho algún comentario sobre él, y tú sabes como son mis muchachos: se toman al pie de la letra cualquier cosa que digo. Pero entonces, si se murió de muerte natural ¿para qué los periodistas andan preguntando tanto?
-Ez que como ganó el premio Zervantez hace unoz añoz.
-Eso está bien, eso es un premio muy prestigioso y tengo entendido que tiene una buena dotación en metálico. ¿A qué institución lo donó, Miguelito? A las escuelas de arte o a las milicias…
-Bueno Comandante…
-Sí, ya sé… él era el traidor. Yo te digo Miguelito, hay que trabajar más para que esa gente no se pierda. Ustedes mismos, los escritores, pudieron convencerlo de que se diera una vuelta por acá… todavía tenía tiempo para reformarse y darnos su aporte. ¿Qué edad tenía cuando se murió?
-Zetentaizeiz, creo.
-Mira eso, un muchacho todavía. Pero claro, como está la salud pública por ahí y seguro que no se cuidaba. Así cualquier cosa puede pasar. Miguelito, yo sé que ustedes los escritores son medio bohemios así que saca experiencia de este caso y cuídate.
-Zí Comandante, yo me cuido. Zi por eso mismo lo eztoy llamando…
-Eso está bien porque necesitamos de gente como tú por muchos años. No nos gustaría que te nos fueras pronto. Bueno, Miguelito voy a dejarte que tengo que cerrar la cámara hiperbárica. Es que aquí adentro el teléfono no tiene cobertura.
-Pero Comandante ¿qué le digo a loz periodiztaz? Comandante…

Podemos imaginarnos la confusión que reinaría en ese momento en la mente de Miguel Barnet. Habrá repasado la conversación con el máximo líder un centenar de veces y cuando por fin lo entrevistaron los periodistas dijo: “Aunque por razones políticas descalificó a todos los intelectuales que vivimos en la Isla, para mí fue un gran artista, atormentado y contradictorio, que sin embargo le dio a Cuba su tercer Premio Cervantes”. Por su parte, uno de esos escritores a los que les dan el premio nacional de literatura a condición de que dejen en paz a los lectores declaró que Cabrera Infante “Fue uno de los más grandes escritores de este país” pero que estaba “demasiado comprometido contra Cuba”. Que recordemos Cabrera Infante nunca escribió contra Cuba. De hecho ni siquiera lo hizo contra Ciego de Ávila o Caimito o alguno de esos pueblos feos que quizás merecerían su rencor estético. Quizás el entrevistado padece ese transtorno, por lo demás difundido más allá de los premios nacionales de literatura, de confundir a Cuba con el Comandante. Y si Cuba es lo mismo que el Comandante y Cabrera Infante “le dio a Cuba su tercer Premio Cervantes” no hay más remedio que concluir que nuestros premios nacionales asumen que Infante le dio el Cervantes al Comandante, afirmación que, tendrán que concordar con nosotros, no está mal como estribillo de un reggaeton. Y de ahí no falta nada para afirmar que el pujante y creativo exilio cubano es uno de los más grandes logros de la Revolución. ¿Y quién se atrevería a discutir que Cuba cuenta con uno de los más nutridos y extensos exilios del planeta? ¿Quién se atrevería a regatearle al Comandante su aporte decisivo en ello? Bueno a veces lo escritores exiliados no son del todo comprensivos con la generosidad del Comandante y como este no tiene apuro espera a que se mueran para publicarlos en la isla. Pero si a Cabrera Infante no se le ha publicado, según declaran ahora los funcionarios en la isla, es por expresa voluntad del autor. Y hay que creerles porque si algo ha caracterizado a las autoridades cubanas es complacer los deseos de los que les llevan la contraria. Sin ir más lejos ahí están los periodistas, bibliotecarios y disidentes que con sus actividades no hacían más que pedir a gritos que los encerraran: no los decepcionaron. Y hay que agradecer tanta comprensión. El Comandante inaugurando una escultura en bronce de Guillermo Cabrera Infante sentado al lado de John Lennon (otro que en su época seguramente pidió que lo prohibieran en Cuba) es más de lo que el escritor podría aguantar, incluso después de muerto. Agradezcamos que le conserven en su país el estatus de seguir clandestinamente vivo.

Al comienzo hablabábamos de las trampas en las que incurrimos para conjurar el dolor de una pérdida semejante. Este mismo texto no ha sido más que otro banal ejercicio de las tácticas a las que aludimos, adobadas si acaso con un poco de humor, cuya más evidente disculpa es que fue un condimento que casi nunca faltó en la obra de Cabrera Infante. Somos conscientes de que todas estas palabras no sirven más que para confirmar la certeza inicial. No hay consuelo, Guillermo.


Solución

En el post anterior Tejuca sugiere una buena solución al problema del trasporte en Cuba:
“el día que estés lejos de casa nada mejor que vestirse de blanco agarrar una hoja de papel y escribir "libertad", si eres hombre vendrán hombres si eres mujer mujeres y te cargarán hasta una guagua y te llevarán hasta tu casa”.
¿Qué les parece? Sólo añado que para asegurarse de que este sistema de transportacion funcione sin contratiempos es recomendable que antes de vestirse de blanco y sacar el cartelito de “Libertad” llamen antes a periodistas extranjeros como testigos. Es importante que sean extranjeros porque los nacionales –de pura envidia al ver las facilidades de transporte que tienen los anexionistas- serían muy capaces de meterles la cámara por la cabeza.

Libertad 101

Acá un gráfico animado sobre el concepto de libertad y sus implicaciones prácticas. Es un poco elemental pero si tenemos en cuenta que en este asunto de la libertad los cubanos andamos por el 80% de analfabetismo (no me lo digan, soy optimista) nunca está de más una ayudita.

lunes, 21 de abril de 2008

Más señales


Sin dudas las nuevas señales de apertura van llegando incluso hasta la prensa. El Juventud Rebelde, contrario a los usos habituales, ha reseñado la manifestación de las Damas de Blanco de ayer lunes. Ciertamente no las llamaron Damas sino con el mucho mas preciso termino de “elementos mercenarios”. De hecho consiguieron evitar mencionar el sexo de las manifestantes hasta el tercer párrafo en el cual las llamaron “provocadoras” para a continuación mencionar una llamada que habían recibido de la congresista Ileana -la Loba Fe- Ros-Lehtinen quien a su vez había hecho contacto anteriormente con el terrorista Luis Posada Carriles hecho que obviamente convierte a las protestantes no solo en mercenarias sino también en terroristas. Al decir que “Entre sus intenciones estaba reclamar la excarcelación de contrarrevolucionarios sancionados por actividades contra nuestro pueblo y sus posiciones mercenarias y anexionistas” puede notarse cierto pudor de la prensa cubana en no decir directamente que las otras intenciones estaban comer niños y mandar a los estudiantes a la caña. Lo importante es que dieron la noticia con una limpieza y claridad ejemplares: “De inmediato y espontáneamente el incidente fue rechazado por la población, que a esa hora se dirigía a sus centros de trabajo y estudio [o a alguna cola para adquirir celulares aunque esto no lo menciona el texto]. Fuerzas femeninas del Ministerio del Interior evacuaron a las provocadoras a sus hogares con el fin de evitar un enfrentamiento con nuestra población”. No añadieron que parte de la población -espontáneamente- colaboró en las tareas de evacuación [ver foto arriba] o que las provocadoras no estaban muy contentas con la protección que les ofrecían las solícitas policías porque los de Juventud Rebelde no quieren ensañarse con unas mercenarias que además de anexionistas son malagradecidas. Se hecha en falta la información gráfica pero tratándose del Juventud Rebelde con su palabra es suficiente. De cualquier manera nada detendrá a la prensa cubana en la búsqueda de la verdad, ni siquiera la propia realidad.

Dignas herederas de Mango Macho

Hace muchos, muchos años, en la época del general –presidente- dictador Gerardo Machado (tan celoso en hacer cumplir su lema de “agua, caminos y escuelas” como en no permitir muestras de disensión) se creó la llamada “porra”, una fuerza parapolicial destinada a reprimir la creciente oposición contra su gobierno. No les iba mal en su tarea de golpear e intimidar a sus opositores hasta que tuvieron que afrontar un nuevo reto: manifestaciones opositoras exclusivamente compuestas por mujeres. La dictadura machadista con ese curioso sentido de la caballerosidad y la cortesía de que se precian muchas dictaduras decidió que se vería mal lanzar a sus represores sobre las manifestantes y decidió entonces crear la llamada “porra femenina”. Reclutaron en los burdeles mujeres lo suficientemente desenvueltas e inescrupulosas como para aplastar a las manifestantes que se atrevieran a desafiar al régimen. Y así ocurrió. Capitaneadas por una fornida matrona conocida como Mango Macho se dieron gusto golpeando a las primeras manifestantes que se toparon. Pese al éxito de la primera experiencia no duró mucho esta fuerza defensora del orden. Decididos a vengar a sus compañeras un grupo de estudiantes varones un día se disfrazaron de mujeres y salieron en manifestación. Al ser interceptados por Mango Macho y sus seguidoras les propinaron una paliza tal que enfrió para siempre el ardor represivo de estas y puso fin al experimento.
No tengo imágenes relativas a aquellos eventos que ofrecerles pero en cambio les pongo una foto tomada hoy mismo en La Habana. Los personajes son distintos: esta vez se trata de mujeres policías reprimiendo a las llamadas Damas de Blanco que exigían la libertad de sus familiares en prisión hace 5 años al general –presidente- dictador Raúl Castro (quien tras liberar la venta de celulares se siente como Carlos Manuel de Céspedes liberando a sus esclavos). El espíritu de estas mujeres policías parece en cambio ser el mismo que el que animaba a Mango Macho y a sus secuaces. Y a los que las dirigen parece animarlos el mismo prurito de cortesía machista: les resulta inapropiado enviar contra las protestantes a policías hombres y por tanto dispone que sean mujeres las que se encarguen de arrastrarlas. La isla parece atrapada por los mismos demonios que hace 80 años, poco importa que estos ahora aparezcan en formato digital.


Post Data: Otras ventajas o desventajas de los tiempos: imágenes en movimiento a las que uno puede tener acceso en cuestión de horas. Si una imagen vale más que mil palabras ¿Cuánto valdrán tantas imágenes y una sola palabra? (Sobre todo si es esa palabra que las damas de blanco no se cansaron de gritar hoy: LIBERTAD)

domingo, 20 de abril de 2008

La Lengua en Congreso

La Lengua Suelta dedica su nueva entrega al último congreso de la UNEAC: Barnet, Leal, Abel Prieto, Iroel Sánchez y Alpidio Alonso (también conocidos como Los Cinco Ladinos) protagonizan esta entrega con mucho swing. Y para acompañarla un video que me envió hace días un amigo para ilustrar el Congreso.

La piel de Zappa

El intenso tráfico semiclandestino de cassettes entre los rockeros cubanos a finales de los 70 generó un fenómeno curioso: el canon rockero cubano es mucho más “clásico” que el de los rockeros de otros lares bastante indiferente a su éxito comercial. Uno de los ejemplos más elocuentes del fenómeno es el caso de Frank Zappa, un músico bastante minoritario que contaba en Cuba con bastante más seguidores que otros grupos con mucha más fortuna comercial. Me contaba un amigo un día que muerto ya Zappa se organizó un concierto en su memoria con los músicos que habían tocado con él. Asistió poca gente, un centenar más o menos y me amigo me cuenta que más o menos la mitad eran cubanos. Otro amigo, justo el primero que me habló por primera vez de Zappa me envía un video del músico más excéntrico y original del rock con la ventaja adicional de estar subtitulado. Que lo disfruten.

Sosa al bate de nuevo

Sosa sacó ayer un listado de 99 “estigmas del deporte cubano”. Me pidió colaboración y le envié algunos ejemplos. La lista está muy buena aunque no entiendo muy bien por qué Sosa incluyó los casos de deserciones como estigmas. Para mí es como incluir en una lista de estigmas de la historia cubana junto con la esclavitud al cimarronaje. De cualquier manera aquí incluyo otros “estigmas” que se me ocurrieron después de que Sosa publicara su lista:

-La aparición de conceptos "deporte revolucionario", “boxeo revolucionario”, “pelota revolucionaria” contrastando con la inexistencia de otros como la “quimbumbia revolucionaria” o el “taco revolucionario”
-El Comandante achacándole la derrota del equipo cubano de baloncesto en los panamericanos de Puerto Rico a Andrés Gibert, máximo anotador del partido por haber desertado después del juego
-La decadencia del deporte como práctica popular espontánea
-La selección nacional de fútbol
-El mal estado de las embarcaciones en las habituales regatas a través del estrecho de la Florida y su persecución por parte de las autoridades
-Las calamitosas condiciones en que se celebra campeonato nacional de fútbol
-Julia Osendi, comentarista deportiva exclamando “tenía que ser… [“negro”, aunque esto último no lo llegó a decir]” cuando el defensa brasileño negro Julio César falló un penalti contra Francia
-Las maniobras del gobierno cubano para impedir que deportistas cubanos afincados en otros países participaran en competencias representando a sus países de adopción

sábado, 19 de abril de 2008

Vilató y Peraza

En sus diferentes épocas Santana ha convocado a percusionistas cubanos a tocar con su banda: el timbalero Orestes Vilató y los tumbadores Armando Peraza y Francisco Aguabella y el baterista Horacio “El Negro” Hernández. Acá aparecen los dos primeros tocando con la banda en los 80. Junto con Raul Rico es la mejor linea de percusion que Santana haya tenido nunca. De Peraza seguiré hablando más adelante. Disfruten de estas descargas.

viernes, 18 de abril de 2008

La nueva ideología

Ya se pueden ver por muchos lados la ideología del castrismo light que existe desde mucho tiempo antes que la diverticulosis máxima empezara a generar los nuevos cambios. Resumamos sus principales ideas y consignas:
-“Todos somos cubanos, no importa donde vivamos” [excepto si te empeñas en criticar a cualquier ser de apellido Castro porque entonces obviamente eres un empleado a sueldo de la CIA o si eres un oriental pobre y sin poder en La Habana porque en realidad eres palestino].
-“La cultura cubana es una sola [y si critica lo que no debe no es cultura]”
-“Cuba tiene problemas pero son más o menos los mismos que en otros lados"
-"¿Quién te ha dicho que en otros lugares hay libertad real.? La libertad es una utopía.”
-“Cuba es una utopía”
-“Miami es La Habana con Coca Cola” y su corolario lógico “lo único que le falta a La Habana es Coca Cola y si no hay es por culpa del bloqueo”
-“La censura del mercado es peor que la censura política”
-“La emigración es un problema universal”
-“Yo no hablo de política pero el capitalismo es una mierda”
-“Yo no hablo de política pero Bush es lo peor que le ha pasado a la humanidad”.
-“Yo no hablo de política pero no soporto a la mafia de Miami”
-“Yo no hablo de política pero en Europa hay mucho racismo”
-“¿Qué qué pienso de Raúl Castro? Ya te dije, yo no hablo de política”
-“En Cuba se puede criticar lo que sea siempre que no vayas contra las bases del sistema. En todos los lugares es así”
-“En Cuba hay problemas pero en otros lugares hay mucha pobreza”
-“En Cuba hay problemas pero en otros lugares hay analfabetos”
-“En Cuba hay problemas pero en otros lugares hay que trabajar”
-“En Cuba hay problemas pero en otros lugares hay mucho frío. Y si te caes en la calle ni te recogen”
-“En Cuba hay problemas pero los únicos que tenemos derecho a hablar de eso somos los que nos hemos metido aquí todo el tiempo janeándonos esto”
--“En Cuba hay problemas pero ¿qué tu quieres? ¿Que me tire como un kamikazi para que me incineren? ¡Qué bien se ve que ustedes están allá afuera muy sabrosos criticándolo todo!”
-“En Cuba hay problemas pero también hay cosas buenas. Por ejemplo… oye, ¿Por qué no cambiamos de conversación? Porque esto de tanta política ya me tiene cansado”
-“Si a ese lo jodieron es porque se lo buscó”
-“La carne de puerco está carísima pero me han dicho que la de Miami no sabe a nada. Ni los mangos saben a nada”
-“Como Cuba no hay nada”
-“Irse de aquí no es la solución. ¿Qué cuál es la solución? Déjate de boberías chico. Acostúmbrate a lo que hay, trata de ir bandeándote, buscándole la vuelta y si no te gusta, pues vete”
-"En ningun lugar se singa como en Cuba"
-“Los que hablan mal de [el gobierno de] Cuba son unos resentidos, reaccionarios y antipatriotas”
-“Los que hablan mal de [el gobierno de] Cuba no tienen otra cosa que hacer”
-“Los que hablan mal de [el gobierno de] Cuba es porque les pagan”
-“Los que hablan mal de [el gobierno de] Cuba no saben de lo que están hablando. Esto ha cambiado mucho”
-“Los que hablan mal de [el gobierno de] Cuba están obsesionados. Aquí en Cuba nadie habla de esto. ¿Pa qué?”
-“Eso es como dicen los de Buena Fe… este… no me acuerdo pero es fuertísimo”
-“Aquí faltan muchas cosas pero tenemos dignidad"
-“Aquí se van a hacer cambios, ya se están haciendo cambios pero sin ingerencias ni presiones de ninguna parte. ¿Chávez? Él no es extranjero. Venezuela y Cuba es como un solo país”
-“Lo de que Venezuela y Cuba es como un solo país es una metáfora. Nosotros somos muy independientes y si se pasa le metemos una patada en el culo y se acabó”
-“Chávez es un pesado sí pero ¿tú sabes lo difícil que es echar palante sin el petróleo?”
-“Yo con tal de que no se metan conmigo me da igual quien esté gobernando. Fidel, Raúl… el que sea ¿Batista? No, Batista no porque era un asesino y además estaba vendido a los americanos. ¿Tú no viste la segunda parte de El Padrino? Y no es que me dejen tranquilo pero ¿qué tú quieres? Aquí a la gente tú los dejas solos y enseguida se te tiran por la calle del medio. El cubano no esta preparado para la democracia”
-“Claro que hay cosas que cambiar pero yo no me voy a meter en eso. Ellos saben lo que hacen”
-“Ellos saben lo que hacen”
-“Ellos saben lo que hacen”
-“Ellos saben lo que hacen”
-“Ellos saben lo que hacen”
-“Ellos saben lo que hacen”
-“Ellos saben lo que hacen”

Esta tarde Humor Santánico en Miami


Delio Photo Studio (2399 Coral Way, Miami) presenta la muestra Humor Santánico, con obras de Omar Santana. La exposición incluye la serie Poemas ilustrados, sobre textos manuscritos de Emilio Ichikawa. Este viernes 18de abril, a las 7:00 pm.

jueves, 17 de abril de 2008

Cacho de crítica


En uno de los gestos más sorprendentes que ha tenido la crítica de arte en los últimos años Eusebio Leal el Audaz reinterpreta la obra de Kcho a la luz de una vela que le puso a la Virgen de Regla:
“Tienes razón, Kcho, tú tienes razón, porque cuando tú pintabas tus barcos y hacías tus instalaciones, muchos decían: “Éste lo que quiere es conmemorar el balserismo”. No, no, es que tú eres —como te lo dije un día— hijo de Yemayá Olukun, del puerto de La Habana, hijo de la mar azul, y tus barcos están ahí colocados a la entrada, no son barcos para ir, son barcos para volver.”
El problema es que hasta el propio Kcho, otro audaz donde los haya, lo contradice. Tómese como ejemplo la pieza “No temas” “creada especialmente para la contraportada del número 26 de la revista Temas [dedicado al tema] "Migrar al norte". ¿Captan el juego? “No temas… migrar al norte”. La agudeza del critico y la valentía del pintor no conocen fronteras.


Complaciendo peticiones una entrevista a Kcho.

Sosa al bate

Una muy interesante entrevista saca Sosa en su Finca al comentarista deportivo Alberto Águila. Lo más polémico podría ser su equipo Todos Estrellas y ni siquiera me parece muy discutible: Juan Castro, Antonio Muñoz, Antonio Pacheco, Omar Linares, Germán Mesa, Luis Giraldo Casanova, Víctor Mesa y Lourdes Gourriell, con Orestes Kindelán de designado. (Sólo sustituiría a Pacheco por Urquiola si decidimos que la segunda base no es una posición eminentemente ofensiva, algo que ha cambiado en el béisbol). Los pitchers serían, según Águila, Huelga, Vinent, Jorge Luis Valdés, el Duque y Lazo. Lo llamativo aquí es que todos fueron integrantes de los equipos Cuba en la década del 80 dándole una clara superioridad a aquellos años sobre los anteriores o posteriores. No sé que piensan ustedes.

miércoles, 16 de abril de 2008

Defensa siciliana

Esto podría leerse como una alegoria compasiva de Quientusabes y sus reflexiones: Un viejo al que ya nadie le hace caso y que lo único que busca es comprensión.

"En el barrio donde vive, los vecinos lamentan que Nicolás no se haya reservado para la ancianidad una buena tajada de su antiguo buen carácter. ¿Lo dirán porque ahora, con sus 83 almanaques a cuestas, es un vejete cascarrabias que rezonga entre dientes y mira de soslayo? Algunos murmuran que es su propia familia —con sus regaños habituales y sus prohibiciones absurdas— quien lo ha puesto así de hosco«¡Mira lo que hiciste por ser tan descuidado, chico!», lo reprenden por una simpleza los hijos, las hijas, los yernos, las nueras... ¡los nietos! Cuando las amonestaciones se tornan insoportables, Nicolás masculla bajito un improperio y se va por ahí a rumiar su melancolía.
Su mente es un avispero de dudas y de confusiones. «Para ellos soy un trasto inservible», dice para sí, mientras camina calle abajo." [sigue]

Fiesta innombrable



El martes por la noche fue a ver in extremis la última presentación de Pável Urquiza en Nueva York. Fue en el restaurante Amor Cubano ubicado en la 111 con la tercera avenida en el corazón del Harlem Hispano. Demasiados placeres juntos: desde Pável hasta la vaca frita con moros que sirven en el restaurante pasando por gente encantadora que andaba por allí. Y para rematar se apareció por allí el saxofonista Yosvany Terry quien luego de comerse una cuña de cake empezó a improvisar sobre todo lo que se tocó. Parafraseando a Lezama, (y manipulando perversamente la geografía), vivir aquí es una fiesta innombrable.
[Arriba Pável y Gema con Terry Dafnis Prieto en un concierto anterior y abajo Yosvani Ferry con su banda]

Aldabonazo lezamiano


Cuba al Pairo anuncia la salida de un nuevo libro del incansable William Navarrete. En este caso se trata de una recopilación de textos sobre Lezama y se titula “Aldabonazo en Trocadero 162” para el que me pidió un texto. Todavía no he tenido el libro en mis manos pero aparte del desliz de William de incluir la lista de autores es prometedora. Ahí les adelanto el texto mío que aparece allí.

Lezama: el calamar y su tinta
Me es difícil entender a los que lamentan que Lezama Lima fuera un incomprendido en su época o en cualquier otra. Tan difícil como encontrar un escritor que cultivara la incomprensión con tanto ahínco. Quien lea cualquier texto de Lezama verá por todos lados desafíos abiertos al entendimiento dócil y fascinado que muchos reclaman para él. No se puede escribir –y escojo esta frase al azar entre muchas otras- “Retrocede el colmillo hasta la última encina, donde el fulminante de sus músculos rastrilla, saltando sobre el Adonai o sobre el jovenzuelo Carlos IX. ” y tratar de convencernos al mismo tiempo que ser inteligible es parte de los desvelos de su autor. Y es que Lezama no nos propone el trámite de la simple o compleja comprensión sino más bien una huída escandalosa y permanente de todo lugar común de la palabra, la frase, el pensamiento y el lenguaje todo. Ante esto unos lo declaran a voz en cuello el dios mayor de las letras cubanas mientras otros murmuran en los pasillos de esa misma literatura que se trata de nuestro más acabado ejemplar de farsante literario. Unos se postran ante la majestad de su nombre y su obra dispuestos a acusar de ignorante o insensible a todo el que le recorte un centímetro a su admiración mientras otros se muerden la lengua que pugna por gritar que el emperador, como el del cuento, está desnudo porque de permitírselo serían expulsados del Reino de lo Sensible.
Sus excesos verbales, su cincelada oscuridad, son para unos la mejor prueba de un genio que a duras penas podía contener el aluvión de imágenes que le provocaba el más leve de los detalles. Deberemos sopesar estos excesos aparentes –nos dicen- hasta tanto demos con la pregunta a las respuestas que Lezama adelantó. Donde antes no había nada –o desde donde esa nada parecía negar su sola existencia, insisten – Lezama levantó un castillo de palabras en el que reina desde entonces. Los otros se refieren a ese castillo como una alucinación colectiva alimentada por una vocación mistificadora nacional y un insoportable horror vacui allí donde los escritores totalmente entregados a su labor podían contarse con los dedos. Acusan su escritura de artificiosa como si escribir fuera –literalmente- un proceso fisiológico. Sospecho que el antagonismo de estas posiciones responden al carácter intimidante -menos por su extensión que por su abrumadora consistencia- de la obra lezamiana. Yo prefiero mientras tanto instalarme en el -en este caso incómodo- punto intermedio entre el fanatismo y el rechazo. Dios mayor de nuestra república de las letras o su más sofisticado estafador son descripciones que no le hacen justicia a su obra ni son convenientes para asentar el laicismo que debe imperar en toda república. Prefiero usar la imagen del calamar, tan grata al propio Lezama para describirlo. El calamar -ya lo sabremos por algún documental visto en la infancia- es un ser que para defenderse de sus enemigos expulsa chorros de tinta que enturbian todo a su alrededor y le permiten escapar. De ahí que la turbiedad de la lengua de Lezama sería una manera de reclamar “el respeto que exige toda persona de la que se ha apoderado el espíritu, y que lo sabe, haciéndose fuerte”. Sus excesos, un modo de desorientar al enemigo de su literatura, de toda literatura –el rechazo, el desdén o la burla- mientras se inventaba el personaje tan extraño a los trópicos del escritor totalmente consagrado a su literatura. ¿Le preguntaban sobre la importancia de tal congreso de escritores? Expulsaba un chorro de tinta en la cara del entrevistador usando las mismas palabras con que explicaba el desarrollo del barroco americano sólo que dispuestas en orden algo distinto. Ese también era su modo de proteger la inocencia con que escarbaba en los clásicos españoles, los pensadores franceses, la sabiduría oriental o el patio idealizado de su infancia. Esa inocencia con que a sus cuarenta y seis años se aproximaba con el mismo goce a una lectura poco precoz de “La guerra y la paz” que a escuchar a unos adolescentes norteamericanos cantar un rock and roll presumiblemente infame. Tal inocencia, encubierta a veces de sabiduría apocalíptica y facilona era, de acuerdo a sus convicciones, el fundamento de toda su poesía: “La poesía sólo es el testigo del acto inocente –único que se conoce- de nacer […] Es estúpida la frase de la madurez poética”. (Luego tendría oportunidad de comprobar que madurez poética no era una estupidez sino una amenaza, un estado demasiado cercano al anquilosamiento y a la muerte). Uno de esos chorros de tinta quizás haya enturbiado las aguas en torno al calamar Lezama más que otros. Me refiero a la manoseada frase que reza que “un país frustrado en lo esencial político, puede alcanzar virtudes y expresiones por otros cotos de mayor realeza”. De lo que podría como entenderse una hábil publicidad a su ideal de autonomía poética en ocasiones se toma –sin forzar el sentido de sus palabras- como insinuación de que la poesía podría emerger como sustituto de lo político. De ahí a convertir a Lezama en profeta, y no sólo literario, no hay más que un paso. Un paso que no pocos ya han dado, siendo Cintio Vitier, -sacerdote mayor de su culto- el más señalado pero no el único. Incluso reduciendo su importancia al campo literario, la colosal obra lezamiana corre el peligro de ser convertida en origen y destino de toda la literatura nacional, lo que a la larga no haría otra cosa que perjudicar la sobrevida poética de nuestro molusco. Se arriesgaría, en fin, a ser en lo literario lo que Martí para la vida de la nación: una presencia que de tan abrumadora termine siendo un estorbo.
Lezama es tan culpable o inocente de la tribu de los lezamianos que suele agobiarnos en publicaciones y congresos como lo es Martí de la tribu de los martianos. Como el héroe decimonónico las tácticas con que sacó adelante su laborioso apostolado van convirtiéndose en artículos de fe. La obra de Lezama suele confundirse con algunos de sus gestos –de los que nunca sabremos con cuanta seriedad se los tomaría- al punto que para dicha tribu cualquiera de esos gestos termina pesando más que todos sus versos. Esa inclinación me recuerda la fábula china de la niña fea que quería parecerse a la hermosa Xi Shi y lo único que conseguía era fruncir el entrecejo como ésta con lo que acentuaba todavía más su fealdad. “¡Pobrecilla!”, nos dice el fabulista Zhuang Zi, “Podía admirar el ceño de Xi Shi pero no sabía por qué era hermosa”. Sí, antes que los imitadores oficiales de Lezama prefiero a sus seguidores secretos, esos que comparten su detallado saboreo de las palabras, su empecinada defensa de la poesía frente a las exigencias de la Historia, su entrega absoluta a la literatura, su universalismo tan deliciosamente provinciano, su minuciosa decencia. Entre ellos encontraremos nombres impredecibles –invoco sólo difuntos- como los de Cabrera Infante (que alguna vez lo atacó) o Reinaldo Arenas (que en su cólera ecuménica milagrosamente lo respetó) que encontraron modos muy personales de ser lezamianos, algo que en Cuba para bien y para mal –ya lo he dicho- se va convirtiendo en sinónimo de escritor. Me refiero a escritores a los que la tinta no los distrae de la búsqueda del calamar. Será por eso que pocas veces disfruto más a Lezama que cuando puedo escuchar su poesía en su propia voz. Nada como ese habanero apenas domado por las lecturas y el asma con el que masculla imágenes imposibles para disfrutar a plenitud al calamar en su tinta.

El Compañero se pone críptico

Si alguien sabe de lo que está hablando éste, que me lo diga. Se lo voy a agradecer.
Post Data:
Lo que me llama la atención son estas tres primeras oraciones: “Decidí escribir esta reflexión después de escuchar un comentario público divulgado por un medio masivo de la Revolución, que no voy a mencionar concretamente. Hay que tener mucho cuidado con todo lo que se afirma, para no hacerle el juego a la ideología enemiga.”
He revisado un poco el material reciente y lo que más se parece a aquello que ha revuelto la ira del Compañero es este artículo en Bohemia de un tal Ariel Terrero. No es crítico ni mucho menos pero se le puede acusar de “soñar” (nuevo delito tipificado por el Compañero), en este caso, con el fin del período especial. Desde el título (“Mi pago por anunciar el fin del período especial”) hasta el primer párrafo: “¿Cuándo terminará el período especial? Muchas veces he tratado de vislumbrar, entre ansioso y curioso, la línea de meta de este maratón de supervivencia y decoro que comenzó hace casi 20 años. A falta de habilidades de babalao o bolas de cristal para entrever una fecha límite, he rebuscado condiciones económicas que identifiquen la llegada al fin; una las resume a todas: cuando los trabajadores cubanos puedan vivir, limpiamente, de su labor, sin necesidad de regalos remesados o inventos de cultura dudosa. Para arribar a ese momento, tres claves probables alimentan las fantasías del bolsillo: precios más bajos, una moneda nacional revalorizada y salarios más sólidos”. Definitivamente a Terrero se le puede condenar por delito de lesa fantasía. Cuando el Compañero era el Comandante a Terrero lo hubieran mandado directamente a cortar caña, el mismo castigo que le tiene prometido el imperialismo a los estudiantes de computación. Si mi teoría es cierta y es ese artículo el responsable de la ira del Comandante estamos ante dos posibilidades. a) a Terrero lo pasan a alguna tarea de choque para hacerle entender que el después de todo el período especial no era tan malo. b) no le hacen nada y entonces habrá que conceder que el Comandante ha pasado a ser solo un compañero.

martes, 15 de abril de 2008

Cubaneando

Ha llegado a mi correo el aviso de un nuevo sitio en internet www.cubaneando.es . Allí anuncian actividades culturales, concursos etc que puedan interesarles a cubanos tanto dentro como fuera de la isla. De momento los anuncios se concentran en Cuba y España pero me imagino que pueda crecer y abarcar más actividades en más países. Veo que los concursos que se anuncian desde Cuba siguen siendo sólo para residentes en la isla, un tema que al parecer se les escapó en el congreso de la UNEAC, pero eso por supuesto no es culpa del sitio. No hay que esquivar la realidad pero tampoco hay que esperar a que den permiso para saltarse barreras y abandonar viejos vicios.

Socialismo con swing [completo]

Ahora me doy cuenta que al texto que publicaron en EER le faltó una nota al pie. Aquí se lo pongo completo. El título lo dejo tal y como ellos lo cambiaron que está mucho mejor:

Socialismo con swing

Por Enrisco

El congreso de la UNEAC* terminó en medio de grandes expectativas sobre lo que los artistas y escritores cubanos se atreverán a decir en el próximo congreso, dentro de unos cinco años. Y no es que se haya hablado poco esta vez. Por ejemplo, Eusebio Leal, el historiador oficial de la capital, se atrevió a decir que tenía un hijo viviendo fuera del país y que no se avergonzaba de eso. A ese paso en el próximo congreso se atreverá a decir que el hecho de tener nietos fuera del país no lo averguenza en lo más mínimo y en 4 o 5 congresos más en medio de la sala de sesiones le celebrará el cumpleaños a algún bisnieto nacido en el extranjero. Todo un signo de los cambios que se vienen produciendo: ya no habrá problemas con vivir en el extranjero siempre que se sea Leal. Pero de la familia (Leal) no fue de lo único que se habló. También se mencionaron los problemas de la enseñanza y de la programación televisiva. No se habló de la prensa –explicó el presidente de la UNEAC- porque ese no era el lugar adecuado porque para eso existen los congresos de periodistas. Ni de la libertad de expresión, porque a quien corresponde ese tema es al Ministerio del Interior.
Lo importante, lo positivo es que todos se veían contentos, esperanzados en el futuro que le deparan los nuevos tiempos. Aunque, como siempre, hay quien da la nota pesimista, la que desentona con el armónico concierto de voces. Esta vez fue un escritor, quien afirmó que “cualquier posibilidad futura para el socialismo pasa antes por la obligación de tener ‘swing’”. Una afirmación que, a pesar de las buenas y constructivas intenciones del escritor, resulta bastante inquietante. Hay que tener en cuenta de que swing es en dialecto cubano el antónimo de cheo o sea, algo vulgar, ridículo, de mal gusto, sin gracia, mediocre, aburrido. No se trata sólo de que esa propuesta implica el reconocimiento de que el socialismo es cheo. Es que el propio concepto de socialismo supone la incapacidad de producir la más mínima partícula de swing. Estamos hablando del mismo sistema responsable del realismo socialista, del Muro de Berlín y de los televisores Krim; de las marchas del pueblo combatiente y de la Canción de la marcha del pueblo combatiente; de los Moskvich rusos y los Trabant alemanes; de la caballerosidad proletaria, de los líderes embalsamados como recurso pedagógico y de “Hanka y Danka”; de la moda socialista en general y de los pantalones Jiquí y las camisas Yumurí en particular; del peinado de Kim Jong Il; de las jornadas político- ideológicas, de la filosofía marxista leninista y del payaso Ferdinando; de las tribunas antiimperialistas y de los uniformes de las empleadas del Coppelia; de las críticas constructivas y de los actos de repudio; de las campañas contra el mosquito o la burocracia o a favor de los Cinco Héroes y del ahorro de energía; de Hugo Chávez y del “Granma”; de los domingos de la defensa y de las camisas rojas bolivarianas; de los debates sobre lo culto y lo popular o sobre la música rock o sobre el reggaetón; de los permisos de salida, de los matutinos escolares y de la universidad para los revolucionarios; del pop soviético, de los discos de vinilo como elemento de decoración interior y de las frases del Comandante como elemento de decoración exterior; de las fiestas del Comité y de los carnavales con comparsas por sindicatos; de las escuelas al campo, de las discoviandas, de Corea del Norte y de las colas con pre ticket; de las canciones de la Nueva Trova (sobre todo la letra y la música); y de los Congresos del Partido, de los militantes del Partido, de los bigotes de los militantes del Partido y de los bigotes de las militantes del Partido; del uniforme del Comandante, de los Adidas del Comandante o de las Reflexiones del Compañero Fidel.
Yo me pregunto: si al socialismo le quitamos todo eso ¿qué queda? Era evidente que el escritor proponía el desmantelamiento del socialismo, su reducción a la nada. Que no hayan hecho una hoguera en medio del salón en el que se celebraba el congreso para quemar vivo al escritor es otra evidencia de los profundos cambios que está experimentando la sociedad cubana.
Por su parte, el Compañero en Jefe y hermano mayor del presidente siguió con atención el congreso aunque no dijo que él también tenía hijos en el exterior y no se avergonzaba de ellos. Lo que hizo fue publicar una reflexión sobre los millonarios rumanos y los merolicos en Nueva Paz, provincia Habana, Cuba. En Rumanía, señala el Compañero, había “teóricos del acceso fácil a los bienes de consumo, como los hay en Cuba” para enseguida advertirnos sobre la amenazadora presencia de “oídos y ojos imperiales atentos a esos sueños”. El Compañero evidentemente está preocupado por la venta de DVDs. Lo inquieta que cuando al fin se produzca la prometida invasión norteamericana sus compatriotas esté tan distraídos viendo alguna de las películas de la saga de “Spiderman” que se pierdan el anuncio en el noticiero llamando a las armas. Y es que los invasores no sólo se comerán a los niños, matarán a las mujeres y violarán a los hombres como tienen prometido. Como advierte el Compañero en Jefe “Si el imperio lograra obtener de nuevo el control de Cuba, no quedaría una sola de las escuelas de estudios superiores creadas por la Revolución para ofrecer ese derecho a todos los jóvenes; enviaría a la mayoría a cortar caña; es su política declarada.” No tiene sentido preguntarnos qué hará el imperialismo con la caña cortada por los cibernéticos o por qué el imperialismo preferiría enviar a la caña a especialistas en computación en lugar de gente inútil e improductiva como, por ejemplo, el ejecutivo de la UNEAC. El hecho es que los cubanos sueñan con consumir y el Compañero se preocupa. “No está prohibido pensar; tampoco está prohibido soñar, pero pensando no se hace daño a nadie; soñando se puede hundir a un país”, dijo en su artículo. Y hay que hacerle caso porque si los sueños son capaces de hundir a un país tendremos que reconocer que el Compañero en Jefe es todo un soñador.

*UNEAC: Siglas de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Los escritores y artistas cubanos a diferencia de los de resto del mundo no están devorados por la fiebre del mercado. Gente idealista y espiritual cuando están creando su arte lo hacen pensando únicamente en conseguirse un viajecito. Y cuando regresan del viaje, cargados de pacotilla diversa, les cuentan a sus amigos que sí, que afuera los supermercados están llenos de productos pero que como Cuba no hay nada y a continuación se enfrascan de nuevo en la ardua tarea de conseguirse otro viaje. O sea, la UNEAC puede definida en pocas palabras como una agencia de viajes para gente espiritual y creativa.

Ramón por fin en Broadway


El viernes 25 de abril el poeta cubano Ramón Fernández Larrea presentará su libro Nunca canté en Broadway, una antología personal de su poesía en New York University. La presentación será a las 6 pm en el 19 de University Place, salón 222. La entrada es gratis. La salida, no.

Sobre el autor:
“[autor de una] inconsciente e insistente escritura poética que ha puesto su nombre entre los más selectos de la literatura cubana. Lugar que tiene bien ganado a golpe de cantar --insólito, insistente, insatisfecho-- de hurgar, de disentir, de fotografiar en cada uno de sus textos la soledad, la muerte, el miedo, el olvido y esa desesperanza que habita ya en el tamaño de su pueblo.”
Germán Guerra

''su poesía ... subvirtió el retórico canon conversacional desde dentro, y anticipó la ruptura cosmovisiva de la actual poesía contemporánea cubana''
Jorge Luis Arcos
``entendidos como médula de una transformación fundamental en las letras cubanas, una buena parte de los textos de Ramón Fernández-Larrea parecen comportarse como una espiral en cuyo centro están las dimensiones más concretas o radicales de ese estado de cambio''.
Emilio García Montiel

“Nunca canté en Broadway, antología personal (1987-2001) es un poemario de, a mi juicio, uno de los mejores poetas cubanos actuales, Ramón Fernández-Larrea.”
Zoé Valdés

Ajubel


Uno de los refugios de mi niñez y mi adolescencia fue DDT, publicación humorística adscrita al Juventud Rebelde pero cuyos caricaturistas parecían venir de otro planeta: Hernán H. con su Gugulandia (se fue a Estados Unidos en el 80, cuando el Mariel), Padroncito, Manuel, Carlucho y Ajubel. Ajubel fue el último en llegar pero no tardó en convertirse en uno de los favoritos del público y los jurados. A cada rato ganaba un premio internacional con aquellos dibujos repletos de ingenio y poesía. En Cuba me crucé varias veces con aquella variante tropical de Groucho Marx pero no recuerdo que hayamos hablado mucho. Por fin nos encontramos en España en un encuentro memorable sobre todo para él. Yo encantado de encontrarme con alguien que admiraba desde hacía tanto tiempo me lo llevé a un bar y así hablando se nos fue la noche. Me hablaba de su hija y de su mujer que en aquellos días estaba embarazada. “En cualquier momento da a luz” me decía a cada rato mirando hacia la puerta del bar. Al final de la noche zigzagueando llegamos hasta la entrada de su apartamento. Años después me enteré del final de la historia. Sí, su mujer a esa hora tenía dolores de parto y Ajubel debió aguantarle la previsible descarga por haberse ido de copas mientras ella estaba a punto de parir. Ajubel atinó a pedirle a una vecina que le preparara un café para reanimarse y poder llevar a su mujer al hospital. El parto por suerte transcurrió con normalidad. Fue una niña, como la anterior, preciosa, como pude comprobar con posterioridad, en la siguiente visita que le hice mientras me comentaba el final de aquella noche. Traté de ser agradable con la mujer pero dudo haberle caído simpático. Cada vez que me miraba parecía estar recordando el disgusto de aquella noche. Por si acaso cuando bajamos a tomar algo lo que pedimos fue helado.
Hace mucho que no lo veo aunque mantenemos contacto esporádico. Sé de sus premios, sus caricaturas e ilustraciones. Hoy me mandó por enésima vez la dirección de su sitio web, desnuda y sola, como si eso lo dijera todo. Y sí, por los dibujos e ilustraciones se le nota que sigue imaginativo como siempre y feliz como nunca.

Socialismo con swing


Hoy me sacaron un artículo en Encuentro. Aquí les pongo el comienzo.

Socialismo con swing

El Congreso de la UNEAC terminó con grandes expectativas sobre aquello que los artistas y escritores se atreverán a expresar en su próxima edición, dentro de cinco años. Y no es que esta vez se hablara poco. Por ejemplo, Eusebio Leal, el historiador oficial de la capital, se atrevió a decir que un hijo suyo reside fuera del país y no se avergüenza de ello.
A ese paso, en el próximo congreso dirá que el hecho de tener nietos fuera de la Isla no le avergüenza en lo más mínimo, y 4 ó 5 congresos más adelante, celebrará en la sala de sesiones el cumpleaños de algún bisnieto nacido en el extranjero. Todo un signo de los cambios que se vienen experimentando: ya no habrá problemas por vivir en el extranjero, siempre que se sea Leal. [sigue aquí]

domingo, 13 de abril de 2008

Defunciones [unas confirmadas y otras temidas]

Me ha llegado extraoficialmente la noticia de la muerte ayer domingo del dramaturgo y guionista Tomás González (La última cena y De cierta manera) y del investigador y escritor Walterio Carbonell. Insisto en que la noticia es extraoficial. Ya una vez Ichikawa “mató” a Walterio Carbonell y al final resultó que los reportes de su muerte habían sido algo exagerados. Me gustaría que esta vez fuera también una exageración.
P.D.: Parece que esta vez la noticia de la muerte de Walterio Carbonell no era una exageración. Penultimos Dias lo ha confirmado. En paz descanse, Walterio.

En El Nuevo Herald por otra parte se teme que el reguetonero Elvis Manuel se haya ahogado en el estrecho de la Florida. El relato de los sobrevivientes al naufragio no ofrece mucha esperanza. Aquí lo pueden ver descargando en un video casero. En Cuba se había hecho famoso con esta canción:

Moanin'

La Havana Jazz Band dirigida por Al Carmona tocando Moanin’ de Charles Mingus en el ISA. Con cosas así los lunes saben un poco mejor.

sábado, 12 de abril de 2008

Cubiche

Cubiche, un nuevo proyecto que ha puesto en marcha Descemer Bueno. Parece que hay disco en perspectiva. Ahí va un adelanto. Luego le descargo tranquilo.

Zumbado o la persistencia del espíritu


A petición de Penúltimos Días escribí un texto para un dossier que acaba de sacar en memoria de Héctor Zumbado, magnífico escritor y personaje legendario (por sólo mencionar uno de los rones que frecuentaba). Desde ya ese dossier reúne el mejor y más amplio material que pueda encontrarse sobre Zumbado a quien pocos de los que lo leyeron olvidan pero que al mismo tiempo se le recuerda mucho menos de lo que merece. Todos los textos son muy buenos pero les recomiendo especialmente el de Ramón Fernández Larrea quien fuera compañero de correrías de Zumbado antes de convertirse a la sobriedad etílica (algo tienen los poetas que cuando escriben prosa hacen sonrojarnos a los simples prosistas). Los dejo con el texto con que contribuí al dossier y más abajo con el audio de “La plegaria a San Zumbado” interpretada por Osvaldo Doimeadios en el teatro Carlos Marx a inicios de 1994. Debo agradecer a Eduardo Abela, magnífico caricaturista y nieto del creador del Bobo (de Abela, precisamente) quien grabara la presentación y me facilitara una copia y a Tejuca que la pasó a formato digital y acaba de subirla a youtube con caricatura incluida.

Zumbado o la persistencia del espíritu

Héctor Zumbado fue, si la memoria no me falla, mi primer ídolo literario local. (Habrá quien haya pasado de leer “El osito Boribón” y “Había una vez” a “Paradiso” pero no es mi caso). Me leí su “Limonada” con ese placer que reservamos para muy pocas cosas y desde entonces me dediqué a buscar todo lo que publicaba en la prensa. O en sus libros, más bien escasos, cuyas ediciones se agotaban con tanta rapidez como los libros del Comandante con la diferencia de que se leían. No era difícil la elección. En una época de una grisura imponente, el humor de Zumbado brillaba casi hasta sin querer. Durante bastante tiempo creyó en el Gran Proyecto –de otra forma no hubieran podido sobrevivir ni él ni su honestidad- pero no estaba dispuesto a transigir con la letra pequeña del contrato: no por creer en la Revolución dejaba de reconocer que esta era incapaz de producir un pan decente, un café más o menos bebible y en cambio había conseguido la más grande producción de oportunistas e ineptos que hubiera conocido nunca el país. El socialismo a largo plazo podría ser justo y esperanzador pero visto a través de los ojos de Zumbado en el día a día resultaba tan inquietantemente cursi como alérgico a cualquier bienestar que no fuera el que produce martirizar al prójimo. Y el escritor nos revelaba esa obviedad con una gracia y elegancia que parecía extinta en la isla –fue, entre otras cosas, uno de los que en intramuros mejor aprovechara la lectura de Cabrera Infante, por mencionar una influencia inmediata que no suele invocarse- y en sus textos sacudió y refrescó el dialecto local como pocos. Y así, sin querer, terminó convirtiéndose en nuestro mejor humorista en estado puro: más desenvuelto y enjundioso que Eladio Secades y con menos ambiciones pero más compacto y filoso que Miguel de Marcos. Si algún otro autor del patio, de ese tumultuoso patio de escuela que es Cuba, se le aproxima en eficacia cómica es el Pablo de la Torriente Brau de “Las aventuras del soldado desconocido cubano”.
No pretenderé haber tenido un profundo conocimiento personal de Zumbado. Nunca lo conocí, por ejemplo, en su fase sobria, privilegio dado sólo a los que lo conocieron cuando era niño o justo acabado de levantar. Fui por primera vez a su casa con los miembros del grupo Nos-Y-Otros para trabajar en un proyecto televisivo que avanzó justo hasta que Zumbado se lo propuso a algún directivo que lo rechazó de plano. La colaboración no pasó a mayores pero en esos días nació una amistad si no profunda al menos todo lo higiénica que puede estar una cosa meticulosamente bañada en alcohol. Lo mismo bebíamos a la salud de su amigo Cala, – un fotógrafo en cuyo currículum etílico brillaban con luz propia las borracheras que había compartido con Marlon Brando cuando visitaba Cuba- que para, más tarde, bajar el trago amargo del suicidio de ese mismo amigo. Una tarde en la Universidad supe del “accidente” de Zumbado. Había recibido una paliza –sobre la que luego se ha especulado mucho pero de la que nadie tiene información fidedigna- y se encontraba ingresado en el hospital Calixto García a donde fui a buscar noticias. Al llegar supe que lo habían tirado a morir en un rincón como un borracho más hasta que alguien lo reconoció y entonces trataron de hacer todo lo posible por salvarlo. Regresó del coma sonriente pero sin palabras, esas que lo habían hecho famoso. Durante los meses siguientes hizo progresos –muy lentos- hasta detenerse en la enunciación de unas cuantas frases inconexas y tararear alguna canción de Benny Moré o “As time goes by”. Luego de resistirnos un tiempo sus amigos empezamos a perder la esperanza de recuperar al Zumbado que habíamos conocido pero no por ello se nos hizo menos querible.
En 1993, cuando se iba a inaugurar el primer festival de humor Aquelarre los organizadores me pidieron que le preparara un homenaje a Zumbado. En lugar del collage de los chistes del maestro que era más o menos lo que se esperaba opté por ser fiel a su espíritu, un espíritu inquieto, jodedor e irremediablemente rebencúo. Y eso fue lo que hice: convertirlo en espíritu, en un San Zumbado al que hacía responsable de los horrores del Período Especial. El texto, por supuesto, iba más allá de mencionar aquellas escandalosas miserias. Más bien era un ataque a la nostalgia de los que concebían la década de los 80 como una especie de paraíso, algo que a Zumbado le hubiera parecido una aberración. Y les recordaba a todos (como nunca dejó de hacerlo Zumbado) que Aquello nunca había conseguido organizar un presente más o menos placentero, que la Revolución nunca había cumplido 15.
Como se trataba de un homenaje a nadie se le ocurrió revisar el texto y con menos de 24 horas para prepararlo el actor Osvaldo Doimeadios llevó a las tablas del teatro Mella una interpretación espléndida. Al terminar Zumbado subió al escenario risueño como siempre y tarareando el tema de “Casablanca”. No estoy muy seguro si entendió lo que estaba pasando, si su maltratado cerebro había captado toda la ironía del asunto. Lo cierto es que de inmediato el monólogo se convirtió en parte de la rutina que varios actores repetirían durante años por todo el país sin que se atrevieran a censurarlos. En ese texto yo no había inventado nada nuevo. Apenas sintonicé el espíritu de Zumbado con la nueva época en la que habíamos entrado. Por eso me complació tanto que sin poder escribir una línea, el nombre y los hallazgos de Zumbado se mantuvieran vigentes durante la feroz década del 90 cada vez que algún actor empezara invocándolo con aquél “Oh, San Zumbado, santo patrón de los usuarios, tenaz castigador de administraiciones y/o catástrofes, escudo de los traspapelados en las envolventes aguas de la burocracia ¡auxílianos en esta hora difícil!”. Era un medio de devolverle en parte lo mucho que nos había dado. Su cuerpo no sé por dónde andará. Su espíritu no es difícil de invocar cada vez que un cubano intente entender su realidad (no sé por qué pero así es como insistimos en llamar a una pesadilla de medio siglo: “realidad”) con humor y (valga la redundancia) inteligencia.