martes, 29 de julio de 2014

Normalidades

Dicen en la prensa oficial cubana de un ex pelotero acabado de escapar al control del gobierno:
"estamos en presencia de algo tan normal como irse a trabajar a un lugar que no es su país y punto"


¡Cuánto se echó en falta que cuando el éxodo del Mariel la prensa oficial dijese "estamos en presencia de algo tan normal como irse a vivir a un lugar que no es su país y punto"!
Dicho ahora, cuando las circunstancias escapan al control oficial, me recuerda a aquel chiste del tipo a la que su mujer, judoka por mas señas, lo lanza por la ventana y mientras cae alcanza a gritar: "¡¡¡¡Y me voy porque me sale de la p.....aaaaaaa!!!"

lunes, 28 de julio de 2014

Conciliando

Creamos por un momento todo lo que dice el gobierno cubano. Tendremos entonces que estar de acuerdo con que:
-La sociedad cubana es perfecta y quien diga lo contrario es un agente del imperialismo y por lo tanto merece estar preso.
-La sociedad cubana es imperfecta y es un deber revolucionario denunciar sus defectos.
-La sociedad cubana es imperfecta y es un deber revolucionario enfrentar a los que denuncian sus defectos.
-Todos los cubanos apoyan al gobierno excepto un grupúsculo de agentes al servicio del imperialismo.
-Los agentes al servicio del imperialismo no consiguen formar más que grupúsculos.
-El enemigo está por todas partes.
-Hay que estar siempre alerta porque la revolución puede ser destruida desde adentro.
-La Revolución es indestructible.
-En Cuba funciona una democracia perfecta donde el gobierno respeta y obedece la voluntad popular.
-Cuba está bajo amenaza perpetua del imperialismo y por tanto tiene todo el derecho del mundo a reprimir a todo el que se le oponga al gobierno.
-Señores imperialistas, no les tenemos absolutamente ningún miedo.
-Hay que tener mucho cuidado con los medios de información imperialista, la propaganda imperialista, las modas imperialistas, los muñequitos imperialistas, los juguetes imperialistas, las gorras de los equipos imperialistas, las antenas imperialistas, los celulares imperialistas y los laptops imperialistas porque pueden ser muy peligrosos.
-La Revolución es indestructible.
-Hay que hacer todo lo que sea necesario por combatir a los que quieren destruir la Revolución que es de por sí indestructible.

Martí y el racismo

Hoy veo en Cubaencuentro un artículo que resume la pregunta que lo titula “¿Fue José Martí racista?”. Al parecer el libro que se reseña (que se limita a la noción muy local –y “blanca”- de racismo que se reduce al desprecio de la raza negra) termina respondiéndola negativamente. Si en cambio apelamos a una noción algo más contemporánea (y menos local) de racismo -según la cual racista es el que tenga una visión racializada del mundo y desprecie a grupos identificados con cierta raza o etnia- entonces no habría manera de negarlo. Bastaría para ello este párrafo sacado de su famosa crónica sobre “El puente de Brooklyn

“se apiñan hoy como entre tajos vecinos del tope a lo hondo en el corazón de una montaña, hebreos de perfil agudo y ojos ávidos, irlandeses joviales, alemanes carnosos y recios, escoceses sonrosados y fornidos, húngaros bellos, negros lujosos, rusos—de ojos que queman, noruegos de pelo rojo, japoneses elegantes, enjutos e indiferentes chinos.—El chino es el hijo infeliz del mundo antiguo:―así estruja a los hombres el despotismo: como gusanos en cuba, se revuelcan sus siervos entre los vicios. Estatuas talladas en fango parecen los hijos de sociedades despóticas.―No son sus vidas pebeteros de incienso:―sino infecto humo de opio

E incluso se le pueden sorprender ciertos arranques xenófobos -como el que sigue- al comentar sus primeras impresiones sobre los Estados Unidos:

“Si la gente común va en aumento cada día por una sedienta población extranjera, que no hay que confundir con el verdadero pueblo americano, muestra aquella ansiedad por el dinero y lucha terriblemente en este sentido, el verdadero americano resguarda del vulgar asedio de la inmigración, que trae en vigor y posibilidades de riqueza, lo que le falta de elevación intelectual y profundidad moral, la grandeza nacional, los derechos constitucionales, los antiguos y honorables apellidos. En las columnas de un periódico, en las páginas de un magazine, en la charla familiar, los más puros sentimientos, nobles aspiraciones y generosas ideas luchan bravamente por el rápido progreso del país, en el sentido de desenvolvimiento moral.
Se alcanzará. No se ha logrado aún porque muchos extranjeros traen sus odios, sus heridas, sus úlceras morales. ¡Qué terrible enemigo para el logro de la virtud es la desesperada necesidad de dinero! ¡Qué grande ha de ser una nación, para conducir por vía tranquila, esas bandadas de lobos hambrientos y sedientos, esas excrecencias de países viejos y pobres, feroces e inútiles allá,- y aquí, bajo el influjo del trabajo, buenas cordiales y mansas” (Obras completas, Tomo 19. pps 109-110)

Y claro que es injusto aplicarle a Martí 130 años después esos criterios actuales. Tanto como obligarlo a que tantos años más tarde siga siendo entre los cubanos la medida de todas las cosas. 

Arenas nuestro

Hacía rato que no me reunía con Miguel Correa, uno de los sobrevivientes de esa generación tan golpeada en todo sentido como fue la de Mariel, (la del éxodo pero sobre todo la de la revista) pero sobre todo un escritor habilísimo en captar ciertas modulaciones del habla y la vida cubanas que a veces es más o menos lo mismo que decir del horror cubano. Un horror al que el autor de “Al norte del infierno” enfrentó –porque no le dejó otro remedio- a carcajada pura. Porque ante todo Miguel Correa es un tipo simpatiquísimo e irreductible a la triste condición de víctima, como también lo fue el propio Arenas a quien ayer domingo invocábamos una y otra vez como si fuese un invitado que no acabara de llegar. Primero Orlando Luis Pardo Lazo leyendo fragmentos de su “Boring Home” que se remitían a Guillermo Rosales pero también a Arenas.


Luego fue el propio Correa quien se explayó contando historias divertidas y terribles que vivió con su compañero de aventuras literarias y vitales y a diferencia de otros autores esas anécdotas de su vida cotidiana más que desmitificarlo no hacen más que confirmar esa leyenda en movimiento que fue Arenas.



Les agradezco a ambos autores permitirme compartir estos videos con ustedes.

domingo, 27 de julio de 2014

Metáforas

Me cuentan una historia que resume de un golpe la naturaleza de los cambios que han venido operando en Cuba en los últimos tiempos. Se trata de una familia que, agobiada por el capitalismo y las cuentas por pagar, decide dar un paso impensable unos años atrás: repatriarse. El padre de él está bien situado económica y políticamente y el tránsito en ambos aspectos es menos duro. El problema es el niño. El niño y la escuela. El rechazo hacia ese niño que pertenece a otro mundo es unánime de parte de profesores y alumnos hasta llegar al punto de que el niño no podrá continuar en la escuela. “No eres de los nuestros” es el principio por el que el niño –un niño inteligente y despierto, me dicen- termina siendo expulsado. No obstante, ninguna muestra de rechazo es tan imaginativa como la de aquella profesora quien, luego de zarandear al niño, le grita: “¡Conéctate que estás fuera de área y sin cobertura!”
   
Pues a lo que iba: de no haber sido por las profundas transformaciones socioeconómicas introducidas en los últimos años dicha maestra no habría tenido acceso al imaginario poético proveniente del mundo de la telefonía celular.

miércoles, 23 de julio de 2014

Desafinado

Como no teníamos reservaciones llegamos temprano al concierto. Un gran amigo está de visita y quería conocer de primera mano la escena jazzística de la ciudad. Y yo dispuesto a perpetuarle el mito: club venerable, un buen grupo, todo perfecto. Como todavía falta bastante para el inicio del concierto hablamos sobre todo lo que se nos ocurre. Alguien nos escucha y nos pregunta de dónde somos. Dudo entre el origen o el lugar de residencia (ya lo saben los cubanos: decir el lugar de origen suele ser la respuesta incorrecta). Nuestro interlocutor se identifica, entusiasta, como cubano. Yo incluso había vivido a unas cuadras de su casa. Es joven. Es músico. Habla con entusiasmo de los músicos cubanos de la zona, sobre todo de los más jóvenes. Una conversación agradable. De pronto cuenta de una conferencia con músicos cubanos ya mayores, de cómo habían empezado a hablar de los orígenes del mambo –“de lo más interesante”, comenta- hasta que salta en la discusión el nombre de Fidel, de cómo había acabado con todo, y a partir de ahí la conversación derivó hacia la política para –me hace entender mi interlocutor y estoy de acuerdo con él- perder su condición de interesante.

-Es que a ese señor, Fidel, nadie lo ha llegado a entender –comento. ¿Ese no es un viejito que tocaba el piano? ¿Uno que desafinaba bastante?


A mi interlocutor se le congela la sonrisa en la boca y hasta su locuacidad. Gira en otra dirección y se desentiende de nosotros. “Es lo que te decía de la gente joven” me comenta mi amigo. “No les gusta hablar de política pero te niegan el derecho al pataleo”. Yo sigo pensando que la falla fue haber mencionado el lugar de origen, con ese viejito sangrón (el apodo es de Garrincha) acechando en todas las conversaciones. Todavía.

sábado, 19 de julio de 2014

Life and death

Me imagino que sepan de la historia de la adolescente fan del equipo de Belgica que la compañia L'Oreal la contrató en medio del Mundial tras aparecer en televisión apoyando a su equipo desde las gradas. Y que luego la despidieron al aparecer en una foto de su muro de facebook con un fusil y una gacela muerta. Lo que de verdad me llama la atención es la frase que acompaña la imagen:
"‘Hunting is not a matter of life or death. It's much more important than that"
Qué bueno saber que hay cosas más importantes que la vida y la muerte!
Y que la caza es una de ellas.
Y que no tiene nada que ver ni con la vida ni con la muerte.
Post data: La chica terminaba diciendo "this was 1 year ago... ready to hunt americans today hahaha" (se refería, claro, al partido de octavos de final entre Belgica y Estados Unidos). Y uno piensa que si en vez de una gacela hubiese aparecido posando junto a un norteamericano muerto el mundo habría sido mucho más comprensivo con ella.


miércoles, 16 de julio de 2014

Próximamente...

Próximamente (en un mes o algo así) aparecerá mi libro "Enrisco para presidente". Según la nota de contraportada:
"'Enrisco para presidente' recoge lo más selecto de los artículos producidos por el iluminador pensamiento político del compañero Enrisco en la última década sobre temas que van desde el deporte a la literatura, desde Cuba hasta su virreinato de Venezuela pasando por Miami, por su correspondencia abierta y unilateral con el cantante Juanes, sus tests de conocimiento del cancionero de Silvio “El Unicornio” Rodríguez y la debatida pero indemostrada mortalidad de Fidel Castro"
De momento les adelanto que el libro cuenta en portada con esta hermosa ilustración de mi compadre Lauzán:



Ganaron los nazis

Sobre las celebraciones de los jugadores alemanes por el mundial dice el periodista uruguayo-argentino Víctor Hugo Morales ("aquel de "barrilete cosmico" y otras lindezas): 

"Pensando como esos jugadores, mataron a seis millones. Con el mismo recorrido mental, con esa creencia de superioridad y esa imbecilidad. Esto me parece una actitud despreciativa. Esta gente ha hecho muy poco por Alemania, esa que intenta borrar la imagen de que discrimina, se cree una raza superior y que en nombre de eso cometió asesinatos en masa"


Calificó a los jugadores de la burla como “nazis asquerosos” y opinó que "si se animan a hacer eso, es porque todavía hay alemanes que se lo festejan, todavía hay una parte de Alemania muy enferma”.

Definitivamente Alen Lauzán, te quedaste cortísimo:

lunes, 14 de julio de 2014

La infamia, renovada

Me habia prometido no seguir hablando del tema del remolcador por un buen rato pero una heredera de Guillermo Cabrera , "el Bueno", Yadira Escobar, acusa al exilio de politizar un "trágico accidente". Otro "trágico accidente", debería decir, porque antes estuvieron el del río Canímar y tantos otros. Dice:

"Los remolcadores son embarcaciones que cuentan con motores potentes, pero su medio es la bahía. No son grandes y generalmente llevan pocos tripulantes, y el de 13 de marzo estaba más que abarrotado.
Todo salvavidas (lifeguard) sabe cuan peligroso es acercarse a la gente cuando están en el agua sin saber nadar. De hecho, para rescatar a alguien que se este ahogando, es recomendado primero golpearlo en la cara con un buen puñetazo. Solo estando la víctima media inconsciente es que se le puede rescatar de las aguas pues si sigue despierta, en medio del desespero puede incluso ahogar el propio salvador. Frente a la angustiosa posibilidad de respirar agua y asfixiarse, el ser humano pierde todo uso de razón y es capaz de ahogar a otros con tal de flotar y salvar su propia vida. Tal es el instinto y reflejo mas profundo por sobrevivir. Algunas personas pudieran haberse ahogado cuando otras desesperadas por no saber nadar o por miedo se les sujetaban, los niños llevaron la peor parte por supuesto"
Ahora va a resultar que los cañones de agua y las embestidas era para aturdir a los fugitivos y rescatarlos mejor pero como los accidentes cubanos al final son cualquier cosa menos accidentales la culpa, claro, la tiene el imperialismo.

"Esta tragedia se produjo por el deseo de abandonar una Cuba pobre y bloqueada con sanciones, para mudarse a vivir en el país mas rico del planeta. Hasta ahora ningún sobreviviente ha dicho que escapaba de alguna persecución política. La razón era material, y casi todos sabemos que Cuba en esos días sufría una seria crisis económica. El estimulo material de la “Ley de Ajuste Cubano” y la imposibilidad de lograr una visa legal son una mala combinación para un pueblo que atravesaba penurias propias de una economía bajo ataque por sanciones"
No explica la inefable Yadira por quéno pudo ser rescatado ni un sólo cadáver. Por qué el propio Fidel Castro calificó de "patrióticos" a los que hundieron el remolcador y los condecoraron por su participación en el "trágico accidente". Por qué si se trata de un accidente trágico y lamentable, si el gobierno no se siente culpable no permite que en Cuba se recuerde públicamente a las víctimas. Por qué en el primer aniversario del hundimiento del remolcador -y de eso soy testigo- organizaron una gigantesca fiesta en el malecón. Y sí, no puedo evitar avergonzarme de que mi país siga produciendo cómplices de tanta abyección.


Más

Más comentarios, proyectos sobre el 20 aniversario del hundimiento del remolcador "13 de Marzo":

-Artículo de Rafael Rojas en La Razón:
"Al igual que [la masacre de] Acteal, el atentado contra el vuelo 455 de Cubana es reconocido, globalmente, como masacre. El hundimiento del Remolcador 13 de Marzo, en julio de 1994, en el puerto de La Habana, no. Ese doble rasero, que impide hacer justicia, aunque sea a través de la memoria, se funda en la ambivalencia moral de admitir sólo aquellos crímenes que afirman nuestras ideologías"

-Proyecto 20 years de la artista Ana Olema que consiste en imaginar qué habría sido de la vida de los niños que murieron hace dos décadas de haber sobrevivido a la masacre. Rellenar el vacío que dejó su muerte con vidas posibles.

-Un artículo de BBC Mundo.

-Fotogalería "Una luz por los míos" en Diario de Cuba.

-Recuento detallado de Cuba Archive.

-En 14yMedio los artículos "Veinte años de impunidad" y "¿Puede repetirse la tragedia del remolcador 13 de marzo?"

-Una nota sobre el oficial a cargo de la operación del remolcador en Cuba al descubierto.

-Otro articulo en Art Experience: NYC.

El segundo hundimiento del remolcador

Inicio del artículo mío que ha sacado hoy Diario de Cuba:

Cuentan que el mayor motivo de orgullo del periodista Guillermo Cabrera Álvarez era que Fidel Castro lo llamara "el Guillermo Cabrera Bueno". El malo vendría a ser Guillermo Cabrera Infante, ganador del Premio Cervantes. El Bueno debía conformarse con la gloria de recibir a cada rato palmaditas en el hombro del propio Fidel Castro a cambio de servicios prestados a su causa, servicios que podían incluir la justificación de alguno de sus tantos crímenes. Dentro de estos, el más notorio fue su intento de convertir el hundimiento del remolcador 13 de Marzo en una suerte de suicidio colectivo.
Guillermo Cabrera, el Bueno, estaba lejos de manejar la sintaxis española con la maestría de su tocayo el Malo —y aquí entre nosotros, que no está bien hablar así de los muertos, era bastante chapucero—, pero al menos resultaba mucho más dúctil para empeños tan complicados como el de convertir a las víctimas en asesinos por negligencia y a sus verdugos en frustrados salvadores. Eso lo consiguió en ese punto más bajo de una carrera plagada de abismos que fue su artículo titulado "Una lección amarga para irresponsables", publicado el 23 de julio, o sea, a diez días exactos del hundimiento del remolcador. Dicho artículo estuvo diseñado para contrarrestar el efecto que había tenido el testimonio de una de las sobrevivientes difundido días antes a través de Radio Martí, la emisora enemiga. Ese fue el relato a través del cual se pudo conocer de primera mano el acoso de los tres remolcadores, el ataque con cañones de agua, las embestidas que terminaron por hundir el 13 de Marzo y las maniobras posteriores para intentar ahogar a los sobrevivientes.

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El tango del adiós


Si el tango no existiera los argentinos lo estuvieran inventando esta noche. La melodía, por supuesto, tristísima y la letra que habla de un amor imposible, de una copa que acariciaron pero no pudieron saciar su sed con ella, de una estrella que esperaban que los redimieran de todas sus frustraciones pero que al final nunca apareció. Y que un rayo misterioso –alemán por más señas- hizo nido en una esquina de la portería luego de que Goetze lo detuviera con el pecho. En fin, de lo que hablan todos los tangos. Y es cierto que los Mundiales no son tribunales supremos pero habría que reconocer que no habría sido justo que la Pulga fantasma y sus diez acompañantes hubiesen ganado el torneo. No frente al equipo que vapuleó a Portugal y a Brasil lo convirtió en un chiste alemán.

Ya fue un mérito que el sistema ofensivo más demoledor que se haya visto en años no le repitiera a Argentina el 4 a 0 que le recetó un Mundial atrás, cuando el director no era uno con pinta de vendedor ambulante de filtros de agua sino de compinche enano de Tony Soprano. Fue meritorio que lo hiciera sin Di María en la cancha o con Palacios dentro de ella y con el Pipita Higuaín con menos puntería que escopeta de feria (de haber sido más pequeño el balón le habría sacado el ojo a un espectador o a un fotógrafo). Que lo hiciera, y este es el mérito mayor, con Messi recorriendo el campo como si se preguntara si había dado la propina adecuada a la camarera del día anterior o algo igualmente trascendente. ¿O quizás se estuviera preguntando a quién le darían el balón de oro si a él, obviamente, se le había olvidado ir a Brasil?  

Pues así y todo, al equipo argentino no sólo contuvo a los alemanes durante 112 minutos sino hasta amenazó en alguna ocasión con anotar. Con todo a los alemanes les entraba calambrina cada vez que Messi pasaba a menos de diez metros del balón como un sheriff temible con una bazooka en la cartuchera amenazando con desenvainarla al menor paso en falso. Y es cierto que los argentinos tuvieron oportunidades reales de ganar el partido aunque sin exagerar. Si ellas serán recogidas en futuros tangos será porque quienes en realidad marcaron fueron los otros. A ocho minutos de caer en la pesadilla de la ronda de penales Goetze anotó uno de los goles más bellos del torneo donde igual hubiera bastado uno bastante más feo.

Al final los alemanes se coronaron campeones por cuarta vez, los brasileños se gastaron 12 mil millones de dólares en ver la final desde las gradas y Messi recibió el balón de oro al mejor jugador del Mundial. Esto último fue el medio que encontró la FIFA para convencer a la Pulga de que en realidad estuvo en la Copa, que no fue un sueño. Total, para que termine llegando a la conclusión de que para el próximo mundial mejor no va e igual le mandarán el balón de oro por correo. Y para que los argentinos sigan componiéndole tangos a un amor que se anuncia pero no acaba de volver porque se fue con otro, rubio por más señas.    

domingo, 13 de julio de 2014

Shakespeare en la cancha


Los partidos para dirimir el tercer lugar en las Copas del Mundo suelen ser partidos tristes. Después de todo se trata de un juego entre perdedores que saben que el de verdad se jugará al día siguiente. Pero el de hoy más que triste fue patético. Patético como una puesta en escena de "Hamlet" representada por payasos o por actores de telenovela mexicana, valga la sutileza: miraditas e índices apuntando al cielo, lagrimones incluso antes de empezar el castigo, quise decir, el partido, si es que hay alguna diferencia para los brasileños.

Bueno sí, el partido empezó a las 3:00 pm hora local y el castigo empezó apenas dos minutos después, cuando el árbitro marcó un penalti en contra de Brasil. Luego, en la repetición, se vería que no fue tal. Que la falta fue en el borde del área, no dentro de ella, pero se justifica la confusión del tipo del silbato porque Robben es tan rápido que parece vulnerar las leyes de la física y estar en dos lugares al mismo tiempo. Y Van Persie, claro, que no falla cuando se la ponen tan fácil.

Como en el “Julio César” de Shakespeare todo parecía volverse contra Brasil. Hasta los árbitros, tan benévolos a inicios de campeonato, se ensañaron contra el once brasileño. “¿Tú también, Bruto?” decía el otro Julio César, el portero de Brasil, mientras sacaba balones del fondo de su portería como quien se hurga una puñalada en pecho propio. Y no era para menos: había recibido casi tantos goles en los últimos dos partidos como cuchilladas el aspirante a emperador romano. Y encima al rato caía otro gol más, esta vez con un fuera de juego intercalado que el juez de línea tampoco vio. Pero nadie estaba molesto con los encargados de impartir ese simulacro de justicia que son las tarjetas de colores y los offsides ante el convencimiento que no por ilegales los goles holandeses eran menos justos. Y encima ofrecían el consuelo de tener a alguien a quien culpar que no llevara la camiseta verde amarela.

El consuelo para los espectadores fue ver 90 minutos más de Robben, posiblemente sus últimos en un Mundial en los que lució tan rápido y deslumbrante como si fueran los primeros. O los destellos de Wijnaldum, un centrocampista de 23 años que ayer, para despedirse contento, hasta se marcó un gol frente al cual ni Julio César ni Bruto, (el árbitro, ustedes me entienden) pudieron hacer nada. En cambio, la única decisión correcta que tomó el árbitro en toda la tarde fue pitar el final del partido y con él el suplicio de una nación que verá la final desde la mejor posición que ha ejercido en todo el Mundial: las gradas. 

Que no se olvide


Texto leído ayer en la conmemoración del 20 aniversario del hundimiento del remolcador "13 de Marzo" en el Donnelly Park de West New York, NJ:

Hoy es la víspera del 20 aniversario del que posiblemente sea el crimen más horrendo y alevoso de la historia cubana. Setenta personas que intentaban escapar de la isla en el remolcador 13 de Marzo fueron emboscadas a la salida de la bahía de La Habana por tres embarcaciones, bombardeadas con cañones de agua y luego hundidas tras varias embestidas. Y todo esto a pesar de que a los atacantes se les hizo saber que en el remolcador viajaban decenas de mujeres y niños. Según testimonios de los sobrevivientes, a los atacantes no les bastó con hundir el remolcador sino que después, en lugar de ofrecer asistencia a los que aún flotaban en el mar aferrados a los restos del naufragio, navegaron en círculos a su alrededor tratando que el torbellino creado terminara por ahogar a los que todavía pugnaban por salvarse. Si algo impidió que consumaran la masacre, fue la cercanía de un barco de bandera griega, ante la cual hicieron entrar en escena una nave del servicio de guardacostas cubano que rescató a los sobrevivientes. Treinta y siete fueron las víctimas de este crimen, entre ellas diez niños y trece mujeres, sin que desde entonces nadie haya sido enjuiciado por ello. Extrañamente, ni uno sólo de aquellos cadáveres fue rescatado, y ya ese simple hecho bastaría para suponer un plan decidido de antemano en sus más pequeños detalles.

En lugar de la justicia más elemental, este crimen vino acompañado por insistentes esfuerzos de la maquinaria de propaganda del régimen cubano por demostrar que no había más responsables de la muerte de tantas personas que las propias víctimas. Fidel Castro en persona justificó el asesinato de esas 37 personas al afirmar que 

“El comportamiento de los obreros –se refería a los asesinos– fue ejemplar porque trataron de que no les robaran su barco. ¿Qué les vamos a decir ahora –se preguntaba retóricamente– que dejen que les roben los barcos, sus medios de trabajo? ¿Qué vamos a hacer con esos trabajadores que no querían que les robaran su barco, que hicieron un esfuerzo verdaderamente patriótico, pudiéramos decir, para que no les robaran el barco? ¿Qué les vamos a decir?”.

El régimen cubano –que, sin dudas, había planificado minuciosamente el asesinato en lugar de atajar los planes de fuga que seguramente conocía en detalle– insistió en que la causa del hundimiento fue accidental mientras los obreros intentaban recuperar sus medios de trabajo. Desconoció todas las evidencias acumuladas en contra de su versión. Desconoció, como suele hacerlo, la lógica, y quiso demostrar que, incluso sin el choque supuestamente accidental de las naves que perseguían al remolcador, este se hubiera hundido sin remedio unas millas más allá de donde lo hizo. Con lo único que no contó el régimen fue con el valor de varios de los sobrevivientes que hicieron esfuerzos increíbles para que llegara hasta nosotros su versión de los hechos.

Uno de los rituales más antiguos del calendario cívico cubano es que cada 27 de noviembre se recuerde que ocho estudiantes de medicina fueron fusilados en 1871, en los días de la primera guerra de independencia, tras un juicio amañado, en el que habían sido acusados de un crimen que no cometieron. La conmemoración de dicha fecha fue un símbolo de resistencia en tiempos en que Cuba seguía sometida al yugo español, o de resistencia a la injusticia durante la etapa republicana. Sin intentar ponerle gradaciones a la infamia, podemos decir que la masacre del remolcador 13 de Marzo es un crimen todavía más repugnante, y no sólo porque allí perecieron casi cinco veces más personas que en el caso de los estudiantes. Si el crimen de los autores del plan de fuga del remolcador fue intentar escapar de una miseria espantosa y buscar para ellos y para sus familias una vida mejor y con más sentido que la que le ofrecía la dictadura cubana, ¿cuál fue el crimen de los niños que apenas sí entendían lo que estaba sucediendo a su alrededor? Los estudiantes de 1871 fueron juzgados y condenados por un crimen que no cometieron, pero las víctimas del remolcador fueron juzgadas y condenadas a muerte antes incluso de que abordaran la embarcación en el puerto de La Habana.

Las razones que nos convocan son tantas como personas aquí reunidas, si no más, pero hay unas cuantas que nos conciernen a todos, empezando porque las esperanzas que fueron truncadas aquel 13 de julio no son muy diferentes a las que nos han traído a nosotros a estas tierras y, en ese sentido, no somos ajenos a las culpas de las víctimas del remolcador. Nos reúne –más allá de la convicción política de cada cual– el deseo común de que algún día se haga justicia para ellos y sus familiares, de que algún día Cuba sea un país de donde la gente no trate de fugarse como de una prisión y donde, a los que escapan, no se les trate peor que a los fugitivos de una cárcel. Pero nos reúne sobre todo la convicción de que ser cubano no contrae necesariamente la resignación ante la injusticia y el crimen, o la indiferencia hacia el destino de compatriotas menos afortunados que nosotros. Nos reúne el deseo de que la palabra “patria” no sea un pretexto para odiarnos más, sino para entendernos un poco mejor. Ya que no pudimos impedir el primer asesinato de las víctimas del remolcador, o ese segundo crimen que fue el de intentar culparlas de su propia muerte, queremos al menos evitar un crimen aún más definitivo, que es el de su olvido. Estamos aquí por las víctimas del remolcador y por millares de cubanos que han muerto de una u otra forma intentando alcanzar su libertad, y por nosotros mismos que sabemos, luego de alcanzarla, que todavía no es suficiente. Muchas gracias.

sábado, 12 de julio de 2014

Entrevista

Entrevista a una de las sobrevivientes de la masacre del remolcador y a su padre que trae nuevos datos sobre el crimen y de sus consecuencias posteriores:

viernes, 11 de julio de 2014

Para mañana sábado

Por razones técnicas (el parque con el busto de Martí está en reparaciones, literalmente) la conmemoracion del 20 aniversario del hundimiento del remolcador “13 de marzo” este sábado 12 de julio a las 7:00 de la noche ha sido trasladada al parque que queda en Boulevard East esquina a la calle 60 en el mirador que da al rio Hudson. Está invitado todo el que desee ir y se recomienda que lleven una vela.



Otro caso: febrero de 1993, Varadero

Al calor de los recuentos aparecidos en los últimos días sobre el hundimiento del remolcador "13 de Marzo" y otros casos similares Julio César Morales decidió compartir en Facebook sus recuerdos sobre la muerte de dos amigos suyos durante un intento de secuestro de embarcación en el que se vieron envueltos. Le agradezco muchísimo el permitirme compartirlo aquí con ustedes y ojalá esto estimule a estimular nuevas revelaciones sobre esa zona oscurísima de la experiencia cubana.



El 5 de febrero de 1993 en la playa de Varadero, un guardacostas cubano en su intento por impedir que dos reclutas desviaran una pequeña embarcación hacia los E.U, arremetieron contra esta y con las propelas trituraron el cuerpo de Eugenio Gonzales Moya de 37 años (en la foto con el gorro numero 2) y también le arrancaron la pierna a Eladio Vásquez "El Bebo" de la misma edad, ambos residentes de Varadero que ocupaban la embarcación como rehenes. 

Eugenio o "Futuro" como le llamábamos sus compañeros y amigos, era graduado de la escuela de leyes y ejerció como fiscal en la ciudad de Matanzas, era uno de los pocos militantes que predicaba con su ejemplo, siempre fue muy honesto y cumplidor como estudiante, atleta, y también como trabajador, humanitario, servicial y buen amigo. De jóvenes fuimos compañeros de equipo y de cuarto por varios años, discutíamos de política, el defendiendo la revolución y yo tratando de hacerle ver la realidad del sistema y los '' horrores'' que se cometían. Esto nunca afecto nuestra amistad, más bien la fortaleció, por la sinceridad.
Eugenio o "Futuro" como le llamábamos sus compañeros y amigos, era graduado de la escuela de leyes y ejerció como fiscal en la ciudad de Matanzas, era uno de los pocos militantes que predicaba con su ejemplo, siempre fue muy honesto y cumplidor como estudiante, atleta, y también como trabajador, humanitario, servicial y buen amigo. De jóvenes fuimos compañeros de equipo y de cuarto por varios años, discutíamos de política, el defendiendo la revolución y yo tratando de hacerle ver la realidad del sistema y los '' horrores'' que se cometían. Esto nunca afecto nuestra amistad, más bien la fortaleció, por la sinceridad.
"El Bebo" murió el 3 de Junio de ese mismo año, exactamente 2 días antes del juicio a consecuencia de las heridas recibidas meses antes. Era vecino de Eugenio y también muy querido por todos. Éramos también muy buenos amigos y además compañeros de estudio del I.S.C.F. Manuel Fajardo. En cuanto al régimen compartíamos la misma opinión, pero nunca tuvo interés en salir de Cuba. Si hubiera querido lo hubiera hecho. Oportunidades tuvo ya que gozaba de la confianza de todos en Varadero. 
Eugenio y el Bebo, en un acto de humanidad y cubanía, le pidieron a los reclutas que soltaran a los dos turistas que tenían de rehenes dentro de la embarcación y que los tomaran a ellos a cambio. Los reclutas accedieron y ordenaron al tripulante que los llevara a la calle 54, donde tenían unos tanques de gasolina escondidos entre los pinos, detrás del restaurante ''El Mediterráneo''. Mientras se alejaban de la orilla, el tripulante logró tirarse al agua y escapar. Momentos más tarde apareció el guardacostas que después de advertirles que se detuvieran, arremetió contra la embarcación. Los reclutas sobrevivieron, al menos en ese momento, pero se desconoce el destino de ellos. 
Juliana una fiscal de la ciudad de Matanzas en ese momento, ex-compañera de trabajo y muy amiga de Eugenio, tomó el caso con la intención que se hiciera justicia pero, como siempre, por órdenes superiores le quitaron el caso y lo llevaron para la Habana.
Por un tiempo tuvieron el cinismo de presentar a una de las madres, como ''madre de un héroe de la revolución''.
Llevo tiempo con la incertidumbre de si debería de denunciar este crimen, tratándose de dos muy buenos amigos. Hubiese preferido que saliera a la luz por otra fuente, pero veo que sigue oculto entre tantos otros, consulté con amigos comunes de las víctimas y decidimos que este crimen no debe seguir oculto.

miércoles, 9 de julio de 2014

Argentina a la final. Holanda... cómo se dice salación en holandés?


Cualquiera diría que el partido no fue más que un largo preámbulo para los penaltis: apenas 14 tiros al arco en 120 minutos. He visto funerarias mucho más animadas que las porterías de ambos equipos y sin embargo fue un juego tenso y peleado sobre todo en lo que se refiere a la rotura de cabezas y bocas. Robben, por esta vez menos interesado en el Oscar a mejor actuación y efectos especiales que en meter un gol, tuvo poca suerte. A la hora de usar la pierna izquierda siempre encontraba un argentino situado entre la pierna y la pelota o entre la pelota y la portería. Un partido tenso, ya lo dije, y hasta yo estaba dando cabezazos en el aire, mal acostumbrado a la frecuencia goleadora del partido anterior entre Alemania y no recuerdo quién. Messi, al parecer agobiado por el acoso de la prensa, decidió andar por el partido de incógnito y lo consiguió mejor que si hubiese andado con gafas oscuras y un bigote postizo.

Es en partidos así que uno agradece la existencia de la ronda de penales para así poder recordar lo que es un gol. En cambio los holandeses preferían evitar dejar su destino en manos del azar de los penales. Su mala suerte es tan proverbial que un gato negro prefiere no pasarle por delante a un jugador holandés no vaya a desgraciarse. (Me refiero al gato por supuesto). Esta vez Van Gaal, el director técnico de Holanda, se había gastado los tres cambios mucho antes del final del partido. Fue por eso que no pudo sacar su arma secreta, Tim Krul, el supuesto especialista en penales que tan bien le había funcionado contra Costa Rica. Así que tuvo que apañárselas con el portero regular que de todas maneras no había podido apenas calentarse en los 120 minutos anteriores. Fue el momento en que Romero, el portero de Argentina, que había tenido pocas oportunidades de lucirse durante todo el campeonato, se ganó en tres minutos el pasaje a Brasil y los almuerzos del último mes: dos penaltis atajados en cuatro intentos. Los argentinos, por su parte, desde los once pasos y sin defensas interpuestos mejoraron su capacidad goleadora hasta un 100% y este domingo tendrán cita con unos alemanes envalentonados tras haberle metido siete goles a ese equipo que no acabo de recordar.    

Homenaje

El Directorio Democrático Cubano (DDC) y la Human Rights Foundation (HRF) convocan a conmemorar el vigésimo aniversario del hundimiento del Remolcador “13 de Marzo”. La demostración se llevará a cabo este jueves 10 de julio próximo a horas 12:00 p. m. frente a la sede de la Misión Permanente de la República de Cuba ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ubicada en la avenida Lexington No. 315 de la ciudad de Nueva York.

martes, 8 de julio de 2014

Alemania- Brasil: cuando los dedos no alcanzan


Se sabía que era el equipo brasileño más flojo de la historia pero lo que nadie imaginaba era que la anotación de los goles iba a parecer los créditos iniciales de la “Guerra de las galaxias”: algo torturantemente infinito si no se estaba del lado de la Fuerza. 7-1. Los pecados capitales contra el unicornio azul. Uno de Muller, otro de Klose, dos de Kroos, uno de Khedira y dos más de Shurrle. Siete goles contra uno solitario y tardío de Oscar para hacernos creer que del otro lado hubo otro equipo jugando o al menos haciendo un mínimo de resistencia y hasta capaz de responder. Pero eso es puro espejismo para el que vio aquellos cuatro goles anotados en seis minutos con la facilidad con que uno se pierde un dedo en una borrachera de samuráis. Al lado de esto el Maracanazo es una victoria moral y hasta de la otra.

Se habla de la renuncia de un estilo, de un apocamiento conceptual pero lo cierto que la debacle de hoy expone una crisis sin precedentes en el fútbol brasileño en los últimos cuatro años que ha llegado al punto de tener que usar como titulares a jugadores que hace dos mundiales no hubieran servido para otra cosa que para mantener el banquillo a la misma temperatura que las nalgas. Siempre habrá tiempo para achacarle el desastre a ciertos descuidos circunstanciales. De decir: si yo llego a saber que el Perico era sordo yo paro el tren. Pero no. El tren iba a toda velocidad y no hubo manera de pararlo. Frente a un equipo serio como Alemania y sin contar con su mejor jugador ni el capitán a este Brasil de poliespuma no le quedaba otra opción que la de capitular.

Quedaba saber si se trataría de una capitulación honrosa o de una humillación en toda regla. Las Termópilas o la Armada Invencible contra submarinos atómicos. "España, que se fue a casa en primera ronda, puede sentirse orgullosa de seguir viva en el torneo a través de la influencia de su escuela" dijo un periodista y ahí estuvo Brasil para recoger el relevo del 1-5 de España frente a Holanda y hasta para superarlo con creces. Porque no basta con esperar cuatro años. Algo tendrá que hacer Brasil para que ser de nuevo la mayor cantera de futbolistas del mundo o de lo contrario todo quedará como letra de tango: un dulce recuerdo que lloro otra vez. Lo otro es hablar de fatalismo y de la vocación de Brasil para costearle campeonatos a otros.

domingo, 6 de julio de 2014

La masacre del río Canímar: 34 aniversario

Hoy 6 de julio se cumple el 34 aniversario de lo que se conoce (muy poco por cierto) como “la masacre del río Canímar”. Porque 14 años antes del hundimiento del remolcador “13 de marzo” hubo un acontecimiento casi idéntico del que el régimen cubano salió mejor librado incluso que del crimen de 1994. En los mismos días en que todavía se estaba produciendo el éxodo del Mariel tres jóvenes intentaron secuestrar una embarcación turística en el área de la bahía de Matanzas tripulada por entre 60 y 100 personas. Mientras intentaban escapar fueron perseguidos y ametrallados por las autoridades y luego hundidos. El número exacto de víctimas todavía se desconoce aunque se fija alrededor del medio centenar de personas, entre ellas un número indeterminado de mujeres y niños. ("El número preciso de víctimas quedó en secreto, pero se cuentan al menos 56, incluyendo niños de 3, 9, 11, y 17 años" nos dice un informe de Archivo Cuba). Sólo sobrevivieron diez personas y se rescataron 11 cadáveres.

Su importancia, digamos, “histórica” es que nos sirve por una parte para determinar que el hundimiento del remolcador “13 de marzo” no fue un hecho aislado sino apenas uno de los puntos más sobresalientes en una política sistemática encaminada a reprimir por todos los medios –incluido el asesinato- a los que intentaban escapar de la isla. La otra es que explica mejor el hundimiento del remolcador al funcionar como una suerte de ensayo general: quien tomó la decisión de hundir el remolcador (y dada la transcendencia de la decisión lo más lógico es que fuera el propio Fidel Castro) debió recordar la escasa repercusión internacional de la masacre ocurrida catorce años antes y pensar que, en efecto, serviría como gesto intimidatorio a nivel interno sin que el precio a pagar en términos de relaciones públicas fuera demasiado caro.

Por si quedaran dudas del nivel de implicación de las más altas autoridades del país en el crimen debe saberse que a Julián Rizo Álvarez, quien era el secretario del Partido Comunista de Matanzas y dio la orden del ametrallamiento, lo ascendieron cinco meses después a la Secretaría del Partido Comunista a nivel nacional en el II Congreso del PCC.

A continuación el relato de los hechos de acuerdo a Norberto Fuentes en el libro Los hijos del enemigo:

El 6 de julio de 1980, el barco de río «XX Aniversario» salió del centro turístico Canímar Abajo, situado en las márgenes del río Canímar, en Matanzas, con más de 60 pasajeros. Sergio Aguila Yanes, de 19 años, sargento en el ejército cubano, reclutó a su hermano menor Silvio y a sus amigos Roberto y Humberto, y juntos habían planeado la fuga. Cuando el barco se alejó de los muelles, sacaron sus armas e intentaron tomar por sorpresa a los guardias. No pudieron y cuando uno de los guardias sacó la pistola, Sergio disparó primero y lo hirió. Pronto el barco estuvo bajo control de los muchachos, que ordenaron a su capitán que se desviara hacia los Estados Unidos. 
El informe del tiroteo no tardó en llegar a Julián Rizo Alvarez, primer secretario del Partido en Matanzas, que inmediatamente convirtió un restaurante local en puesto de mando con teléfonos directos a la oficina central del Partido y a Fidel Castro, que le dio órdenes explícitas de que no se podía permitir que el barco se escapara. Fidel Castro subrayó a Rizo Alvarez «que pase lo que pase». Rizo despachó enseguida varias lanchas torpederas para que detuvieran el «XX Aniversario». Los barcos de guerra, más pequeños y más rápidos, se acercaron al barco e insistieron en que pararan y regresaran a Cuba. Los muchachos decidieron no obedecer las demandas del gobierno y siguieron hacia el norte. Después de que le notificaron por radio que las torpederas no podrían detener al «XX Aniversario», Rizo tomó una decisión. «Las órdenes fueron no permitir que el barco saliera de Cuba, aunque eso significara hundirlo». Como si supieran lo que iba a ocurrir, algunos de los pasajeros levantaron a sus hijos rogando a los barcos del gobierno que no dispararan. Rizo dio la orden de disparar y comenzó la masacre de los hombres, mujeres y niños que estaban a bordo del «XX Aniversario». 
A pesar de que había dos barcos completamente armados atacando al «XX Aniversario» y a sus pasajeros, Rizo despachó otro patrullero más fuertemente armado y a un avión que empezó a circular encima. Los pilotos del avión empezaron el ataque justo antes de que el barco de río saliera de las aguas cubanas. Después que el avión hizo dos pases mortales, el barco estaba aún milagrosamente a flote, aunque sólo capaz de navegar en círculo. Para entonces, casi la mitad de sus sesenta pasajeros estaban ya muertos o heridos. Cuando se dio cuenta de las repercusiones internacionales que habría si el «XX Aniversario» se escapaba, Rizo tomó el mando del enorme «23 de Mayo» y le ordenó que interceptara y hundiera el barco de río, mucho más pequeño. La tripulación del «23 de Mayo» llevaron a cabo las órdenes de hundir el barco, embistiéndolo por el medio. Buscando su seguridad, Sergio había llevado a todas las mujeres y niños a la bodega para que estuvieran fuera del alcance de las balas. Aunque el primer golpe no hizo mucho daño al barco, las mujeres y los niños, ahora atrapados abajo, empezaron a gritar histéricamente. Segundos más tarde, el «23 de Mayo» embistió por segunda vez al barco y casi lo partió en dos. Al empezar a llenarse de agua el «XX Aniversario», Sergio le dijo a Roberto, el amigo de dieciséis años: «Perdóname, Papito» y fue a la cabina. Entre los frenéticos gritos de las mujeres y los niños de la bodega, Sergio sacó la pistola y le gritó a Roberto: «Los comunistas no me cogerán vivo nunca». Dirigió la pistola a la sien y se mató. 
Roberto Calveiro aún recuerda que las aguas se enrojecieron alrededor de los cuerpos de los hombres, mujeres y niños balaceados. También fue testigo del ahogamiento de los que sobrevivieron la matanza inicial pero que no pudieron soportar la fuerza del mar y se hundieron sin volver a salir más. El propio Calveiro saltó al agua y empezó a nadar, pero cuando los patrulleros lo vieron le empezaron a disparar. Más tarde, cuando fue recogido en el mar por el cabello y golpeado en un patrullero, los guardafronteras que le dispararon le confesaron: «Chico, no sé cómo pudiste sobrevivir con todas las balas que te disparé». Cuando llegaron al fin a la costa, los guardias le dijeron a Roberto que se echara a correr. Roberto se negó, sabiendo bien que le dispararían. Aunque había salvado la vida, le esperaban muchas otras experiencias al muchacho de 16 años en los próximos doce años, que pasó en una cárcel cubana.El régimen rescató sólo 11 de los cadáveres de los casi cuatro docenas de hombres, mujeres y niños masacrados ese día. El gobierno no le dio ninguna explicación a las familias de los desaparecidos, solo que habían muerto en el mar durante el «secuestro» de un barco. El gobierno no permitió entierros comunes. Antes de permitir a los diez sobrevivientes que regresaran a casa, les ordenaron no hablar con nadie sobre el incidente y no reunirse en grupos en que hubiera más de dos de ellos presentes. Durante los próximos dos años, tuvieron agentes del gobierno estacionados para monitorear sus actividades, mientras intentaban sobornar a los familiares de las víctimas, así como a los sobrevivientes, dándoles televisores, refrigeradores y otros equipos usualmente reservados para altos funcionarios del gobierno.

sábado, 5 de julio de 2014

El día en que nos enteramos que Navas era mortal y al mismo tiempo todo lo contrario


Una de las razones por las que existe la ronda de penaltis no es ólo para dirimir cuál es el equipo que pasará a la siguiente fase sino para asegurarnos que ciertos porteros son seres humanos. Porque sobrehumano pareció Keylor Navas durante los ciento veinte minutos que duró el ametrallamiento a su portería por parte de una Holanda volcada a la ofensiva y con muy pocos apuros en la zaga. 35 veces tiraron a puerta los holandeses por solo 9 los ticos y ni siquiera esa estadística da idea del peligro constante al que estuvo sometida la puerta de Navas. O de sus magníficos reflejos y su fortuna porque tres fueron las veces que los disparos holandeses chocaron con los postes o el larguero. Y los ticos con la firmeza y el coraje que los ha acompañado todo el campeonato resistieron el diluvio holandés e incluso alguna vez estuvieron a punto de llevarse al agua el arisco gato de la victoria (poético que lo pone el fútbol a uno).


Llegó la ronda de penales que era el terreno donde se suponía que la superioridad exhibida en el campo por Holanda quedaría emparejada frente a la destreza más elemental de patear o parar un penalti. No obstante Van Gaal se tenía guardada una última carta en la manga y como si de béisbol se tratara y hubiera que sacar un relevista a pitchear en la novena entrada sustituyó al portero que había jugado todo el partido por Krul, especialista, dicen, en penales. Pues el nuevo portero justificó el cambio: mientras el ya mortal Navas nada pudo hacer ante los disparos holandeses el portero rival paró dos penales, suficientes para darle a Holanda el pase a semifinales y a Costa Rica un sitio prominente en el altar deportivo local.

Argentina 1, Bélgica se fue




Argentina se ha conducido por este Mundial con la eficiencia de un automóvil híbrido, anotando justo los goles que necesita para ganar. Ni uno más. Nada ha perturbado su firme propósito de ahorrarse al máximo todo el talento que tiene, y hoy contra Bélgica no iba a ser diferente. Así que el que vio cómo el Pipita Higuaín anotaba un gol al minuto 8 y pensó que el guión iba a ser diferente, que a lo mejor había goleada o que al menos por primera vez Argentina venía decidida a ganar por más de un gol de diferencia, debió sufrir una amarga decepción. 

Ya sea por la severa política de ahorro de talento o porque luego del gol de Higuaín, el Fideo Di María –único jugador argentina que juega sin miedo de gastarse- no tardó en salir lesionado Argentina no se tomó demasiado trabajo en ampliar el marcador como si no fuera un estrechito 1 a 0 sino casona de diez habitaciones, tres baños, patio y piscina olímpica. La otra es que los bélgicos no anotaron como si se sintieran igual de cómodos con el uno a cero, como si el próximo paso no fuera tomar un avión de la Waffle Airlines para ir a volver a comer coles de Bruselas. 

A última hora Messi pareció recordar que necesitaba anotar más si quiere terminar de goleador del torneo y se lanzó ante la portería de Curtois pero este le detuvo el balón para recordarle la diferencia entre un buen portero y un espantapájaros. Pues nada, que pasito a pasito y sin apuro los argentinos ya están en semifinales y desde ya son los campeones mundiales del ahorro.          

viernes, 4 de julio de 2014

Brasil 2; Colombia y Neymar, adiós a las armas


Ante este Brasil de andar por casa, con manchas de café en la pechera y quemadas de cigarrillos en las mangas nadie descartaba una sorpresa de la ya sorprendente Colombia de James Rodríguez y su banda. Pero la salida de los brasileños al terreno fue la gran sorpresa del partido. Con algo de menos orden que de entusiasmo se hicieron del balón y anularon a los colombianos durante dos tercios del juego. Hasta Hulk estuvo increíble con arremetidas que pudieron redundar en algún gol, ese animal mitológico del que tanto le hablan pero siempre se le termina escapando.

Pero este Brasil aun en su mejor versión depende más de sus defensas que de su delantera y fue con ellos con los que anotó sus dos goles a balón parado. Mientras tanto, Fred representaba magníficamente su papel de padre de Hamlet: pura sombra. Luego vino la tarjeta a Thiago Silva que lo inutiliza para el último partido y la fractura de vértebra de Neymar que hace que Felipao se acuerde del rey Pirro y pueda soltar aquello de “Con otra victoria como ésta estoy perdido”. O quizás piense aliviado que sin su mejor jugador nadie va a pedirle cuentas por lo que pase en su próximo juego ante Alemania. Tal vez no gane el campeonato pero se consiguió el mejor sustituto de una victoria: algo a lo que echarle la culpa si todo sale mal. 

Alemania 1, Francia: Samba (del aeropuerto) de Orly


Fue una tarde de pocas jugadas con todos los goles hechos a balón parado. Dos tiros libres, un corner y un penalti, como si la corredera por el césped fuera un pretexto para ejecutar jugadas prefabricadas. Como si fuera otro deporte mucho más simple: más o menos la misma relación que hay entre el beisbol y un juego de taco. A eso fue lo que jugaron  Alemania y Francia en su esperado enfrentamiento, el cuarto entre ambos en Mundiales (los dos anteriores –el de 1982 y el de 1986- son parte de las pesadillas recurrentes de todo jugador francés como lo pueden ser las Nochebuenas para el ganado porcino. De la rivalidad en las guerras, igualmente mundiales, no hay jugador que tenga tanta memoria).

Quien salió a comprar cerveza al principio del primer tiempo confiado en que, siguiendo el patrón de los últimos partidos, no se anotarían goles hasta la segunda mitad se perdió el único gol del partido, el de Hummels de cabeza, de espaldas al arco en el minuto doce. Luego de eso la tropa diligente de alemanes y franceses se movió de un lado a otro del césped amenazándose pero sin hacerse daño, como la lucha libre de mentiritas o como los rusos y americanos durante la Guerra Fría.


Los alemanes estuvieron más cerca de ampliar la ventaja que los franceses de empatar pero puede que sea puro espejismo mío y en el fondo desde el principio estuvieran conformes con el resultado: los franceses, desinflados ante el primer equipo serio que se habían encontrado en el camino. Los alemanes, satisfechos de haber tenido que sudar menos que ante el equipo de Francia B, ese que fue al mundial con los colores de Argelia.

jueves, 3 de julio de 2014

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A la espera de que se reanuden los partidos mañana un anuncio chileno para el mundial:



Y la respuesta holandesa, que en la primera ronda jugaban en el mismo grupo B: