domingo, 31 de agosto de 2008

Yoani recuenta

Si alguien tiene dudas de que el operativo contra Gorki fue tratado al más alto nivel pese a la apariencia municipal de los cargos que le imputaron ahí está es testimonio de Yoani Sánchez para desmentirlo. Les transcribo algunos fragmentos:

Jueves 28, 7:30 p.m. Un grupo entre los que estaban Ciro, Claudia, Hebert, Emilio y yo nos encontramos en la parada de guagua del Coppelia para salir rumbo al concierto en la Tribuna Antiimperialista. Ya en ese momento nos seguían algunos inquietos muchachos de la policía política y el operativo policial era impresionante.

Jueves, después de la medianoche Cerca de la una de la madrugada, Ciro me llamó para contarme que lo habían liberado. Durante las más de tres horas que estuvo en la Estación de 21 y C, un miembro de la seguridad del estado quiso impresionarlo contándole que sabían todo sobre él, incluso que había jugado en un equipo de fútbol. Le dijeron que la detención había sido un malentendido y que la policía intervino sólo para que el “pueblo” no nos linchara. Le argumentó que gente del público había pensado que íbamos a desplegar un cartel contrarrevolucionario y por eso nos habían ido encima. Raro pueblo éste que por una parte no puede distinguir entre un nombre corto y una consigna, pero domina muy bien las artes marciales.
Viernes 8:20 a.m. Una docena de amigos estaban ya apostados en la puerta del tribunal cuando pude colarme en la zona que desde temprano estaba rodeada de un intenso operativo. Tal parecía que los que estaban allí eran peligrosos terroristas armados, porque de otra manera no se justificaban tantos miembros del Aparato por todas partes. Pude ver a uno de los que nos siguió la noche anterior y comprobar que la Operación Gorki era de máxima importancia también para ellos.

La prensa en elecciones

Sobre la convención demócrata David Brooks publicó en The New York Times este artículo muy simpático. Y en El País aparece una semblanza biográfica del candidato republicano en el que se puede apreciar pasajes como este:

En junio de 1968, sus captores descubrieron que era el hijo del recientemente nombrado comandante en jefe del Pacífico. Un captor al que él bautizó como El Gato le ofreció ser liberado, según recuerda en su autobiografía. El Vietcong temía posibles represalias.
-¿Cuál es tu respuesta?
-No, gracias.
-¿Por qué?
-Los prisioneros americanos no pueden aceptar amnistías o favores especiales. Debemos ser puestos en libertad comenzando por Everett Álvarez, el primer soldado capturado en el norte.
Ante su descarada insolencia, sus captores le golpearon hasta dejarle inconsciente.

Esa “descarada insolencia” para describir la respuesta de McCain nos hace sentir al redactor muy cerca del carcelero vietnamita, como si de haber estado el periodista de El País en su lugar hubiera golpeado al futuro candidato con más rabia todavía. No estoy seguro de si se trata de una redacción tendenciosa o simplemente torpe.

Del lobo algo más que un pelo

Sí, no hay que darle más vueltas: la liberación de Gorki el pasado viernes fue una victoria. En primer lugar del propio Gorki que en unos días se ha convertido de celebridad clandestina en símbolo internacional de la libertad de expresión. En segundo del exilio 2.0, ese que ha hecho de la internet su principal medio de expresión pero también de organización y coordinación. Ese que ha conseguido movilizarse en cuestión de horas y presionar a los grandes medios hasta convertir un juicio municipal en tema de una campaña mundial en la que consiguió cosechar importantes adhesiones. Piezas decisivas en este logro fueron: los propios miembros de Porno para Ricardo junto a Charlie Bravo y Laura García Freyre que en cuestión de un par de horas informaron y difundieron los detalles de la detención de Gorki y luego nos mantuvieron a todos al tanto de los detalles que fueron dando forma a la campaña; Ernesto Hernández Busto y su blog Penúltimos Días que lanzó la idea de la carta a un grupo de artistas cubanos pidiendo su apoyo para pedir la libertad de Gorki y la exhaustiva e inmediata información que fue emitiendo en el blog. Zoe Valdés y Yoani Sánchez al poner su prestigio al servicio de la liberación de Gorki y arriesgarse esta última a la golpiza en el ya histórico Concierto de la Infamia. Pese a todo hay algunos que se resisten a llamar a esto victoria. Así como en el totalitarismo existe una esquizofrenia de los verdugos, esa que dicta que todos son o pueden llegar a ser enemigos no es menos patente la de las víctimas. Esa esquizofrenia es la que imagina a pie juntillas que el poder planea y decide todo, incluyendo sus propias derrotas. Hay poco espacio para engañarse esta vez: las autoridades cubanas querían hacerle pasar una buena temporada en la cárcel a Gorki y al mismo tiempo que todo quedara en el campo estricto de los tribunales municipales y la indisciplina social. La campaña que se desató, ejemplar por lo masiva e inmediata, dio al traste con ambas partes del plan: tanto con el castigo programado como con la pretensión de ocultar sus verdaderas causas a la opinión pública internacional. Sirvió además -como uno de sus efectos secundarios- para desenmascarar a un grupo de artistas que medran en los alrededores del régimen y conseguían hasta el otro día posar -tímidamente, es cierto- como independientes y hasta pasar a veces por contestatarios. Pedir la libertad de Gorki, al menos en el plano de la metáfora, podía parecer una redundancia: incluso hallándose en prisión Gorki es mucho más libre que todos ellos. Pero necesitábamos algo más que una metáfora. Necesitábamos que no sólo el espíritu de Gorki sino también su cuerpo desmañado anduviera libre por las calles de La Habana. Y desde que el viernes salió del juicio con apenas una multa (que como el mismo acaba de recordar en una entrevista es dos veces su salario mensual) todos los cubanos, incluso aquellos que no movieron un dedo por Gorki, son un poco más libres. Siempre he sido furibundamente optimista y no diré que este hecho marca el fin del castrismo pero al menos –si de esto sacamos no sólo una buena satisfacción sino además un modo sistemático de reaccionar ante las arbitrariedades del régimen- señala el final de su impunidad absoluta. El logro es ciertamente minúsculo si se compara con todo el esfuerzo empeñado o con toda la gente que sigue en prisión con condenas casi infinitas o con el resto de los once millones que siguen viviendo en el centro del miedo. En cambio es un éxito inmenso si se piensa que nunca antes se había podido arrancar en tan poco tiempo a alguien de la cárcel sin la mediación de presidentes o Garcías Márquez. Fue nuestra la iniciativa –la del sector más joven y menos partidista del exilio cubano- y eso debe curarnos al menos en parte la impotencia y la resignación que llevamos -junto con el nihilismo- como marca coletiva. Debemos, en fin, sentirnos satisfechos. Satisfechos y conscientes que esto es sólo un comienzo, pero al menos un buen comienzo.

P.D.:
No lo decimos sólo nosotros. También “ellos” reconocen que fue la movilización internacional la que los obligó a dejar en libertad a Gorki. Así les debe doler.
“Las autoridades, conscientes de la campaña orquestada desde el exterior- que tenía por objeto hacer un héroe de un pobre diablo- rebajaron el delito, que se quedó en falta por desobediencia (lo que en España sería, más o menos, “desacato a la autoridad”) y el pago de una multa. De esa manera, la extrema derecha cubana se quedó sin su prefabricado mártir.” José María Álvarez en Kaos en la Red

P.D.2:
De la entrevista a Gorki en El Pais:

P. ¿Por qué cree que el mismo día del juicio decidieron cambiar la acusación?

R. Por la presión de las personas que se han solidarizado conmigo. Ésa es la prueba de que cuando la gente se une para enfrentarse a la tiranía se pueden cambiar las cosas. Ellos tienen miedo de que lo que hacen trascienda y se les condene internacionalmente; por eso han bajado una posible condena de cuatro años de cárcel a una multa de 600 pesos. Quieren aparentar que son buenos.

Y en la entrevista que le hizo Charlie Bravo dijo algo parecido:
GA: Imaginate, [en vez] de un juicio politico tuvieron que hacerme un juicio por conducta antisocial, por hacer ruido, etc, gracias a la enorme presion internacional y la verdad en la mano, y el abogado Henry Rosello, un valiente, gracias a eso pudimos derrotarlos.... Lo unico que me pudieron decir fue lo del ruido.... Te tengo que decir, estoy impresionado por el apoyo. Nunca me imagine que tanta gente en todo el mundo fuera a apoyarme de esa manera.
Definitivamente les duele. No pueden evitarlo.

sábado, 30 de agosto de 2008

No comments



"Tocar nuevamente en la Tribuna ha sido mi consagración, dado que siempre he sido antiimperialista. Fue maravilloso cantarle a los jóvenes para que escuchen mis canciones, las hagan suyas y las entiendan"
Pablo Milanes

Sin comentarios

viernes, 29 de agosto de 2008

Brillante Weblog 2008

Jorge Salcedo y Belascoaín y Neptuno han recibido el premio Brillante Weblog 2008 que bien merecido se lo tienen. Encima han decidido cada uno por su cuenta incluir mi blog dentro de sus siete favoritos, algo que se les agradezco infinitamente aunque mi inconstancia en los últimos tiempos no lo amerite precisamente. Desde aquí les mando un abrazo. (No sé si a mi vez debo elegir mis siete favoritos. En ese caso pondré pronto una lista).

Rarezas de la libertad

En el New York Times de hoy en la sección Metro aparece un artículo de David González en el que se refiere a dos acontecimientos paralelos: el arresto y enjuiciamiento de Gorki Águila, el líder de la banda Porno para Ricardo y un concierto en Nueva York organizado por Danny Rivera exigiendo la libertad de los Cinco Héroes Prisioneros etc. Cuando se les pregunta a los organizadores del concierto qué piensan de la detención de Gorki, como es de esperar, no tienen nada que decir. Las preguntas que uno extrae de este artículo son varias, algunas de ellas inquietantes: ¿cómo entender la libertad? ¿qué se puede pensar de gente a las que les preocupa tanto el destino de conspiradores para un asesinato (el de los pilotos de Hermanos al Rescate en el que estaban envueltos los citados Cinco) al servicio de un gobierno y tan poco que ese gobierno encierre personas por delitos de opinión? ¿con qué valores se compromete una institución educacional pública que acoge ese tipo de conciertos o llega a nombrar un salón con el nombre de dos conocidos terroristas hoy fugitivos? Los comentarios al articulo no dejan mucho espacio al entusiasmo: en su mayoría han sido escritos por castristas muy bien instruidos en cuanto a lo que deben decir de Gorki: no es otra cosa que un delincuente común. Los invito a pasar por allí y si lo desean dejar su comentario.

jueves, 28 de agosto de 2008

Palos en la noche o un concierto maravilloso

Acá reproduzco el último comunicado desde La Habana un tanto inconexo [asumo que por las condiciones en las que fue transmitido el mensaje] sobre lo ocurrido la noche del jueves 28 de agosto durante el concierto programado en la Tribuna Antiimperialista [o Protestódromo como se le conoce popularmente]. Al parecer asistieron la bloguera Yoani Sánchez y el resto de los integrantes de Porno para Ricardo y la policía repartió palos y detuvo a alguien.

COMUNICADO DE PRENSA
PORNO PARA RICARDO
Agosto 28, 2008, 21: 00


Acabamos de recibir el testimonio de una persona cercana a los integrantes de Porno Para Ricardo, dándonos su testimonio sobre los eventos recientemente ocurridos en La Tribuna Antiimperialista, en el Malecón de La Habana:


“Nos dieron golpes. No sé donde están ni Hebert ni Ciro. Yoani escapó. Creo que se llevaron a alguien pero no sé a quién. La prensa lo filmo todo. Llevamos una pancarta y gritamos. La gente corría en masa y la seguridad daba golpes. Por unos segundos el concierto fue un caos”

Alertamos a la comunidad internacional a seguir de cerca el caso de Gorki Águila y del estado en que podrían encontrarse Ciro Díaz, Hebert Domínguez y Renay Kayrus, integrantes de Porno Para Ricardo, así como de la bloggera Yoany Sánchez.

Porno Para Ricardo
La Habana, agosto 28, 2008, 21: 00


P.D.: Penúltimos Días tiene más detalles del asunto. En resumen: hubo golpizas y detenciones pero al final soltaron a los detenidos. Y Pablito Milanés pidió libertad para Gorki. Esto último por supuesto es elemento fantástico que le añadí por cuestiones de efecto. El juicio de Gorki es mañana a las 7 de la mañana aunque por la hora me entran dudas si es un juicio o un análisis de sangre.

P.D.2:
Aquí lo sucedido en el concierto según Juventud Rebelde (no me refiero a los integrantes de Porno para Ricardo sino al periódico).
«Fue un concierto maravilloso», expresó Milanés a la prensa

Sangre, Sudor y Lágrimas

Paquito D’Rivera le envía este texto a propósito de un concierto que ha organizado Danny Rivera para reclamar la libertad de los “Los Cinco Héroes Prisioneros del Imperio Contrataca y El Retorno del Jedi” para el próximo 13 de septiembre en el Hostos Center for Arts and Culture.

Sangre, Sudor y Lágrimas

“Yo soy un trabajador-Y mi trabajo es cantar-Cantando me gano el pan-Con mas o menos sudor”. A mi siempre me gustó esa canción y (casi) cualquier cosa que cantaba Danny Rivera, quien probablemente jamás se enteró de que a los comunistas nunca les hizo mucha gracia esa letra, pues para ellos, el arte NO es considerado trabajo. Tanto así, que la única vez que hablé brevemente con el Che Guevara y le dije que era músico, enseguida me preguntó que además de la musiquita, en qué trabajaba. Para mi el Che fue también una inspiración, pues desde aquel día comencé a elucubrar la forma de huir de aquella isla a como diera lugar.
Hoy, siempre que escucho la voz de Danny, me viene a la mente aquella primera vez que nos encontramos en (lo que iba quedando de) La Habana de fines de los años 60. En aquella época, los cubanos teníamos muy poca oportunidad de relacionarnos con gente del exterior. La escena nacional estaba compuesta mas o menos por el circo soviético, algún catautor “protesta" del Paraguay, el ballet de Uzbekistán, y un par de grupitos de música andina con vicuña y todo. De modo que entre balalaikas siberianas y zampoñas de Machu Pichu, nuestro horizonte sonoro era más aburrido que un discurso de Mao Tse Tung. Por esa razón, el trabajo con los extraordinarios artistas portorriqueños que vinieron con Danny Rivera, Lucesita Benítez, Alberto Carrión y el director musical Pedrito Rivera Toledo, fue para nosotros como una especie de idilio politico-religioso con matices nutricionales: ellos cantándole su amor a la Revolución del Comediante en Jefe, y nosotros rogándole a Changó que no se fueran los boricuas pa’ seguir comiendo bueno en los hoteles turísticos de la Isla, vedados para los nativos no autorizados. Cuando aquello, salir de Cuba era aun mas difícil que hoy, y la comida la teníamos siempre en el pico del aura, ya que lo que nos daban en casa por la exigua libreta de racionamiento, hubiera matado de hambre a un gorrión. ¿Es eso a lo que aspiran ustedes para Puerto Rico?. No me hagas reír Danny. Y si no sabes (o no quieres saber) lo que es la libreta de racionamiento, espera no mas, cuando triunfe el comunismo en tu tierra, como demonios te vas a llenar esa pancita marxisto-burguesa que has echao’ últimamente, con tres huevos a la semana, 2 alcapurrias de picadillo de soya y un cuarto de libra de habichuelas al mes.
Aún me acuerdo cuando a principio de los ochentas, Brenda y yo te recibimos con júbilo en nuestro apartamento de la 43 y novena avenida en Manhattan. Hay hasta una foto muy linda de ese encuentro en mi libro “Mi Vida Saxual” ––Ay Paquito, aquello no es lo que yo creía–– me dijiste con amargura en aquella ocasión. Yo preferí evadir el tema, pero nunca entendí por qué no le dijiste eso mismo al periodista Agustín Tamargo, cuando en 1994 los exiliados cubanos, acordándose de tus pasados elogios al barbudo te sabotearon aquella presentación en Miami. En aquel momento hasta te defendí, pero ahora entiendo cuanta razón tenían los exiliados. “La Cabra Tira al Monte”, decía mi abuela, y hoy de nuevo estás ligado a una causa cayuca y perdida de antemano: salir en defensa de 5 espías que trabajaban para la dictadura mas antigua (y ridícula) del planeta. La misma dictadura que mantuvo secuestrados a mi hijo y su madre por casi una década y tu no dijiste ni pío.
Ya veo que en el concierto de solidaridad con “The Cuban 5”––que es como llaman a esta banda de facinerosos––has involucrado a Victor Victor, a Danny Glover y a dos hijos de Chucho Valdés. El dominicano y tu tocayo gringo ya sabemos de la pata que cojean (¡la zurda!), pero me costaba creer que los Valdés hubieran heredado la musicalidad del abuelo junto con los errores del padre, pero afortunadamente, según ellos mismos, ya han cancelado su participación en la bufonada del día 13 de Septiembre en Hostos Community College. Lo mismo con Dave Valentín, quien me extrañaba fuera a poner en peligro su vieja relación con tantos cubanos exiliados por ponerse del lado de delincuentes que no dan mas que pérdidas.
La verdad es que desde que Guillermo Alvarez Guedes, produjera tu primer disco, has estado siempre ligado a los cubanos, así que si de veras deseas unirte a la causa de los prisioneros políticos, porqué mejor no te solidarizas con los 75 periodistas independientes condenados en Cuba a larguísimas e injustificadas penas, por “propaganda enemiga”, las golpizas a Marta Beatriz Roque por su militancia en la organización de Derechos Humanos, la desproporcionada condena del medico negro Oscar Elias Biscet, por el solo hecho de disentir públicamente, o el reciente encarcelamiento del rockero Gorki Águila, acusado de “peligrosidad pre-delictiva” ¡que clase de disparate!. Solo por protestar, Danny. Lo mismo que haz hecho tu, Victor Victor y demás “turistas de revoluciones ajenas” toda su vida: protestar. Pero desde una diminuta celda, oscura y apestosa, en lugar del mullido asiento de una limusina o desde el escenario del Carnegie Hall o Bellas Artes.
Yo entiendo que es duro renunciar a tus vacaciones gratis en Varadero y darle la espalda a la horda de marxistas de cafetín que han engrosado tu cuenta bancaria (no exactamente en pesos cubanos) durante tantos años, pero aunque sea te queda la opción de callarte la boca y no meterte en lo que no te importa. Calla, si lo que tienes que decir no es mejor que el silencio, decían los antiguos árabes. Calla y canta Danny, que tu trabajo es cantar, y ganarte el pan , con mas o menos sudor… pero al menos respeta el sudor, las lágrimas y la sangre de los que sufren bajo la bota de quienes inconciente e inexplicablemente, tu aún insistes en defender desde lejos.

Paquito D’Rivera
Agosto 26-2008

Apoyos

Nuevo comunicado me envía Laura García Freyre. En este caso son un par de mensajes de apoyo a Gorki de Alejandro Sanz y Miguel Bosé. Ninguno de los dos es primerizo en apoyar la defensa de los derechos humanos en Cuba, una verdadera rareza entre los artistas españoles. Abajo una canción de Sanz dedicada a La Habana:

COMUNICADO DE PRENSA,
PORNO PARA RICARDO
La Habana, Agosto 28, del 2008.

Gracias a las gestiones de la escritora Zoe Valdés, los cantantes españoles se han manifestado a favor de la liberación de Gorki Águila, líder de Porno Para Ricardo, a menos de 24 horas de celébrasele el juicio por peligrosidad, en el Tribunal Municipal de Playa, La Habana, Cuba.

Alejandro Sanz:

"Querida Zoe, cuenta conmigo por favor, ya sabes lo que pienso respecto a los abusos en general y contra los artistas en particular.... No tengo computadora aqui, te estoy escribiendo desde la blackberry, si tienes que añadir mi firma te ruego que lo hagas por mi, si necesitas algo mas no dudes en decírmelo...
Mil besos negrita" Alejandro Sanz.
Sent via BlackBerry by AT&T
Miguel Bosé:

Con espanto recibo la noticia de la detención de Gorki Águila, así sin más. Sin más, como de costumbre... Eso me hace pensar que las cosas no cambian, que van p´atrás. Con eso lo único que se desvela es la enorme fragilidad de aquellos que detentan el poder actual, y su miedo hacia las ideas que son libres, algo que ellos ni son, ni conseguirán serlo jamás.
Pido en nombre de decenas de colegas españoles que no sólo se libere de inmediato al compañero Gorki Águila, si no que además se den explicaciones sobre las causas de su detención.
Todo mi apoyo y solidaridad hacia Gorki, familia y amigos.
Miguel Bosé.

Porno Para Ricardo
La Habana, agosto 28 del 2008.

Nuestros Mejores Años

A continuación les propongo un artículo de Ismael de Diego sobre Gorki Águila. Le añade interés al texto el hecho de que el autor conoce a Gorki, lo visitó en la cárcel y que lo escribe desde Cuba.

Nuestros Mejores Años

Ismael de Diego

La primera vez que vi a Gorki fue en la cárcel durante la producción de Habana Blues. Fue en un comedor grande, con varias mesas de cemento empotradas en el suelo, en un extremo estaban los familiares apretados en la puerta de entrada con la vista fija en una puerta de hierro al otro extremo de la habitación. Sólo se escuchaban las voces de los oficiales, "No pasen hasta que no se les avise". Estuvimos así un rato en silencio hasta que comenzaron a salir los reclusos, los esculcaban uno por uno antes de entrar y quedar parados a 40 metros frente a nosotros, así que tuve tiempo de tratar de adivinar cuál de ellos era Gorki. Cuando salió por la puerta no lo reconocí, fue sólo un rostro familiar, esa empatía que se siente ante un posible amigo, una camisa azul grande estampada y una mirada desilusionada. Fue cuando nos sentamos y lo tuve cerca que lo reconocí, no tenia nada que ver con aquella imagen eufórica y provocadora de los conciertos, se veía cansado, "esto es como un teatro, te subes a cantar y representas un personaje, pero cuando te bajas del escenario todos esperan que seas siempre así", me dijo. Estaba hecho mierda y me lo pegó, sentí que él no pertenecía a ese lugar y la visita me dejó la sensación de injusticia en el cuerpo. Supe que cualquiera podía estar ahí sólo con molestar un poco más de la cuenta y me pregunté qué tan débil y enclenque debe estar este gobierno para que un grupo de música le pueda representar algún peligro.
Al conocer las acusaciones, las supuestas pruebas que se esgrimieron y la sentencia totalmente desmedida e injustificada, recordé aquellas persecuciones estúpidas y medievales que me contaron de los años 70 en la UMAP y que tanto afectaron a generaciones de cubanos que lo vivieron. Generaciones que hoy están convencidos que eso fue algo del pasado sólo porque ya no les ocurre a ellos y que se rehúsan a tomar partido. Siempre pensé que fue el pueblo y no el sistema, no Pavón, no Quesada, no Fidel, los culpables de aquella tragedia, el pueblo que lo permitió, que lo aprobó, que se calló y no habló cuando pudo, por miedo o por lo que fuese. Me pregunto qué tanto abuso puede cometer un gobierno, hasta dónde puede llegar, si su pueblo nunca protesta y permite todos los atropellos, y qué tan solo y vulnerable está un hombre cuando nadie quiere comprometerse, por justa que sea la causa.
Esto le está ocurriendo ahora a nuestra generación, a la que se ha mantenido encerrada en esta isla y a la cual nunca se le ha permitido tener voz propia. La cultura, para que sea auténtica y genere una identidad real, debe ser espontánea y nacer del ímpetu por expresar. La cultura impuesta, moral o políticamente correcta, utilizada como una estadística para impresionar y ganar puntos políticos, no es más que pura evasión enajenada y conlleva inevitablemente al desapego, no en vano nuestra cultura es cada vez menos nuestra y más americana, puertorriqueña, europea o lo que sea que esté de moda. No existe en Cuba una sola tarima, un solo micrófono donde se pueda expresar una idea que no esté previamente revisada y avalada, todos los teatros, cines, bares de mala muerte, tugurios y glorietas pertenecen al gobierno y éste impone leyes enmascaradas en instituciones, permisos y membresías para crear un filtro infalible. No sé qué principio revolucionario puede justificar semejante carencia de libertad.
Los artistas e intelectuales que piensan que reflejan nuestra realidad de una forma crítica y logran el acceso a los medios de comunicación son aquellos que han sido aprobados y que han pasado a ser una especie de contestatarios oficiales, cuyos pensamientos no representan en lo más mínimo las carencias, las miserias y la increíble falta de libertad que vivimos a diario. Aquellos que se niegan a modificar, endulzar o transformar su discurso con tal de entrar en el sistema y poder ganarse el derecho a tocar en algún lugar y vivir de lo que hacen les esta reservado el anonimato, la persecución y la indiferencia. Al parecer, la honestidad y el compromiso con la verdad individual no tienen pegada en un país dormido y apático que ha decidido que hacer de la vista gorda es lo más inteligente y correcto. Vaya pueblo culto que hemos generado.
Si piensan que no son evidentes las razones por las cuales se intenta encancelar a Gorki se equivocan, son obvias. Hace rato que el engaño no es más que una burda manipulación. Si piensan que esta torpe solución a la hora de lidiar con la crítica no hace notar su patética incompetencia política se equivocan, todos nos damos cuenta de la falta de compromiso con la verdad. No pronunciarse ante este tipo de hechos nos hace cómplices de la intolerancia porque existen situaciones que nos conciernen a todos y donde lo que está en juego no es más que la libertad. Esa libertad pura de ser como somos sin condiciones ni juicios, ésa que para disfrutar hay que ganársela. No me gusta apoyarme en las citas, pero él lo dijo mejor que yo:

"Quienes son capaces de renunciar a la libertad esencial a cambio de una pequeña
seguridad transitoria, no son merecedores ni de la libertad ni de la seguridad".
Benjamin Franklin

Ahí está la historia para contarnos cómo fue que lidiaron los líderes revolucionarios con la generación de nuestros padres, queda por ver cuál va a ser la relación que establezcan con nosotros y hasta qué punto vamos a dejar que nos roben nuestros mejores años con el silencio como verdugo. Mientras tanto, Gorki se queda en la celda de la Quinta esperando a que se inventen una buena excusa para que se pudra en la cárcel donde lo conocí y logren que deje de cantar para siempre.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Honor olímpico



A continuación les pongo un artículo a propósito de las olimpiadas que acaban de concluir. [La foto es cortesía de Tejuca quien casualmente, sin haber leído mi artículo ya la había creado]:

Honor olímpico
Las Olimpiadas de Pekín concluyeron, de acuerdo con todos sus participantes, de manera exitosa excepto para Cuba, que consiguió una victoria moral. Y es que, aunque la delegación de la Isla conquistó el primer lugar en levantamiento de la moral, al computarse con el resto de las disciplinas quedó en el lugar 28 del medallero olímpico.
Cualquier otro país estaría conforme, pero ese es el mismo puesto que ocupó la Isla en 1948, cuando el Comandante estaba todavía en la universidad y era apenas un principiante en su deporte favorito, el levantamiento armado. Y es sabido que no hay nada mejor que una victoria moral para desatar la furia del Comandante. De hecho, la historia de Cuba en el último medio siglo ha estado plagada de victorias morales, como la zafra de los diez millones, Mariel, Granada, la industria agropecuaria, el período especial y el período revolucionario; pero ninguna de ellas ha provocado tanta indignación en el Comandante como esta de ahora.[continúa aquí]

Nuevo comunicado de Porno

COMUNICADO DE PRENSA

PORNO PARA RICARDO

MIERCOLES 27 DE AGOSTO DEL 2008-08-27

Gorki Águila, líder de la banda de rock Porno Para Ricardo, se encuentra aun detenido en la Estación La Quinta.
Este miércoles su padre finalmente pudo encontrarse con él y confirmo que el músico se encontraba tranquilo, hasta que las autoridades del lugar lo maltrataron psicológicamente al hablarle de su pequeña hija de 11 años.
Se sabe que la policía de dicha unidad NO cuenta con el expediente de Gorki Águila y, según dicen ellos mismos, lo tienen ahí porque solo están cumpliendo órdenes.
Además, no hay ningún instructor a cargo del caso y el correspondiente a la Unidad, no tiene posee ninguna información respecto a Gorki Águila.
Por ello, el Jefe de la Unidad le pidió a los familiares del músico que fueran a buscar a un abogado y recurrieran a la fiscalía para averiguar en donde esta el expediente de Gorky
El juicio esta programado para el jueves 28 de agosto.

Porno Para Ricardo

La Habana, miércoles 27 de agosto del 2008.

lunes, 25 de agosto de 2008

Gorki preso


La mexicana Laura García Freyre me ha pedido que divulgue esta información. Ella es alguien confiable quien ha venido siguiendo el fenómeno de Porno para Ricardo desde hace tiempo y lo que se anuncia en la nota que me envía me parece muy preocupante. Les pido a todo el que pueda que divulgue esta noticia porque me temo que esta vez el asunto va en serio.

COMUNICADO DE PRENSA

GORKI AGUILA, LIDER DEL GRUPO PORNO PARA RICARDO, ES DETENIDO

Este lunes 24 por la mañana, mientras los integrantes de Porno Para Ricardo ensayaban en casa de Gorki Águila, un policía toco a la puerta, pidiendo que el cantante lo acompañara, explicando que el sólo cumplía ordenes.

Gorki fue trasladado a la Estación de 3ª y 62, conocida popularmente como “la 5ª”.

De acuerdo a familiares y amigos, Gorki Águila estará detenido hasta el jueves en dicha estación para proceder a ser enjuiciado por “peligrosidad”, con una posible condena que oscila entre 1 y 4 años de prisión.

Hasta el momento, sus familiares no han podido ver a Gorki, por lo que desconoce el estado en el que se encuentra.

Cabe recordar que desde hace un par de meses se han recibido noticias sobre el acoso del que está siendo víctima el líder de la banda de punk-rock Porno Para Ricardo, Gorki Águila Carrasco, de 39 años, quien fue citado el lunes 17 de junio del 2008 en la estación policial de su barrio para una asamblea, a la que también acudieron una vecina, Jesús, el delegado y el Jefe de Sector. Gorki acudió con una grabadora portátil y logro grabar partes del encuentro que sostuvo con las autoridades. Asimismo, en tanto Gorki no deseaba mantener una conversación con los ahí presentes, llevo consigo una declaración escrita en la que dejo en claro su oposición al estado cubano, así como la determinación de seguir con su música.

De acuerdo al ya citado Código Penal Cubano o Ley 62, el “estado peligroso” es cuando una persona es tan sólo proclive de cometer un delito, a juzgar por las contradicciones que se observan en su conducta, de acuerdo a las normas de la moral socialista (Artículo 72, correspondiente al Estado Peligroso y las Medidas de Seguridad); asimismo, queda estipulado en el Artículo 73 que se considera “estado peligroso” a la embriaguez habitual y la dipsomanía; la narcomanía y la conducta antisocial. Esta última va de actos de violencia, daño a las reglas de convivencia, parásitos sociales, explotación laboral a la práctica de vicios socialmente reprobables.

La Habana, lunes 24 de agosto del 2008


Post Data:
Comunicado de última hora

SITUACION DEL MUSICO GORKI AGUILA,
LIDER DE PORNO PARA RICARDO

Gorki Águila permanecerá detenido en la estación policial ubicada en las calles de 7ª y 62, Municipio Playa, hasta el jueves, aproximadamente, cuando se le procesara en un juicio sumario, por cargos de pre- delictividad; dicho de otro modo, no hay una causa por la cual júzgasele.

Hasta el momento su padre ha estado permanentemente trasladándose a la estación policial, mejor conocida como “la 5ª”, sin poder verlo.

Los demás integrantes de Porno Para Ricardo y amigos de Gorki se encuentran reuniendo dinero en pesos convertibles para pagar un abogado con experiencia en este tipo de casos.

Se espera una conferencia de prensa en La Habana para informar puntualmente sobre la situación del líder de Porno Para Ricardo.

Porno Para Ricardo
La Habana, Agosto 25 del 2008, a las 23: 30 horas.
www.pornopararicardo.com

domingo, 24 de agosto de 2008

Predicciones

Cuba termina la Olimpiada en el lugar 28, el mismo que ocupó en 1948 cuando Carlos de Cárdenas ganó medalla de plata en velas. Los mismos que toda la vida han pretendido que aquilatemos la grandeza nacional (junto a un par de estadísticas más) por nuestra posición en el medallero olímpico, ahora se mostrarán humildes. Somos un país pobre, una isla pequeñita, un país diminuto. No se detendrán en el detalle de que Holanda, Dinamarca, Corea, Hungría, Eslovaquia o la República Checa son más pequeños aún. O que toda la población de Jamaica cabe en La Habana. El país amanecerá mañana más encogido que nunca, aferrado a estadísticas que demuestren que la realidad es otra y mucho mejor de lo que pensamos. Pero la humildad durará muy poco porque sabremos muy pronto convertirnos en víctimas del imperialismo, los árbitros, la traición y el consumismo, mártires absolutos de los principales males que corroen al planeta. Todo tan predecible como que la prensa oficial no se atreverá a decir que a pesar de la actual escasez de medallas el deporte (al menos el de alto rendimiento) sigue funcionando mucho mejor que otros renglones mucho más elementales y necesarios a la vida diaria. Que ese lugar 28 está todavía muy por encima del que ocupamos a nivel mundial en alimentación, ingresos per cápita, desarrollo de infraestructuras, acceso a las comunicaciones o libertad de prensa. Que es lógico que muchos deportistas quieran escaparse de un régimen que los trata como esclavos y que luego se desquita de su fuga con toda la saña que pueden. Que incluso los camaradas chinos o venezolanos son más generosos con los deportistas que marchan a ganarse la vida en otros países. Que los próximos juegos tendrán que esperar otros cuatro años pero que el pueblo cubano ya ha esperado demasiado. De todo lo que digan y hagan a partir de mañana ese silencio es, entre todo, lo más predecible.

Post Data: Ya el Big Blogger dio su opinión sobre los juegos olímpicos. Como decía: demasiado predecible. Se le nota furioso. De haber sido por él el taekwandoca que atacó al árbitro debió haber usado, en lugar del pie, una ametralladora. Y en medio de su furia el Blogger suelta una frase que suena terriblemente amenazadora para aquello que aprecian los deportistas cubanos más que cualquier otra cosa: los viajes. “Podemos no competir fuera del país y el mundo no se acabaría por eso”.

¡Ganó el deporte!

Por primera vez desde 1968 Cuba se ha quedado sin alcanzar medallas de oro en el boxeo olímpico. El conteo final de medallas para Cuba queda entonces en dos medallas de oro, once de plata y otras once de bronce. (En total de medallas Cuba anda por el lugar doce pero esa es un sistema de conteo que no les conviene porque entonces tendrían que situar a Estados Unidos en el primer lugar del medallero). Pero como diría un periodista del patio no debemos preocuparnos porque
Al margen de triunfos y reveses, una sensación de orgullo le recorre a uno la piel cuando encuentra a un cubano metido en la porfía del judo desafiando a los inventores del país del Sol Naciente; o sobre el encerado de la lucha grecorromana frente a los enviados europeos; o en el ciclismo arrancando aplausos en un deporte rico de países ricos; o en el remo en medio de la algarabía de la aristocracia del Viejo Continente y Norteamérica.




Por su parte Juventud Rebelde publica una caricatura que nos informa que los chinos inventaron la dinamita. No hay que atribuirle a los chinos más cosas de las que ya han inventado como la pólvora, la brújula, el reciclaje de comida en los restaurantes y sobre todo el material mas resistente del mundo, el papel, que aguanta todo lo que le pongan.

sábado, 23 de agosto de 2008

Danzas de Cervantes



Uno de esos momentos que persisten en no resbalarse nunca de la memoria ocurrió –en mi caso- en un concierto de Jorge Luis Prats. El concierto –dedicado a piezas de Mozart o algún otro alemán- se había terminado demasiado pronto. Seguíamos sin decidirnos a abandonar el lobby del teatro enredados en la convicción de que aquella noche se nos quedaba definitivamente corta. De pronto vimos un grupo de gente escabulléndose teatro adentro y decidimos seguirlos. Fue lo mejor que se nos pudo haber ocurrido. Al parecer Prats había usado la música del alemán como pretexto para ofrecerle a su familia un concierto íntimo en un teatro estatal con piezas de Ignacio Cervantes. Los otros –todos a los que ese día nos dio por regresar a la sala- no convertimos en espectadores furtivos de una música que por primera vez –y ya para siempre- reconoceríamos como nuestra.

Conclusiones en la vispera

Luego de las derrotas del equipo de béisbol y de los dos boxeadores cubanos que fueron hoy a la final la cosecha de títulos olímpicos (incluso ganando las dos finales de boxeo restantes) superará solo a la de la olimpiada de Munich en 1972 (donde como todos sabemos Hitler se negó a entregarle las medallas a Michael Phelps). Incluso ganando esas peleas de boxeo que restan Cuba quedará por debajo de las cinco medallas de oro conquistadas por Ramón Fonst y compañía en los olímicos de St. Louis en 1904. Antes de comenzar la competencia aventuré conservadoramente que “Cuba alcanzará un máximo de 8 medallas de oro aunque todo apunta a que obtenga seis o menos”. No pretendo a partir de esto sacar ninguna conclusión sobre la salud de la nación. Después de todo la mayor cosecha de medallas olímpicas vino en 1992 en Barcelona, en uno de los peores años para el país en todo el siglo XX desde cualquier otro punto de vista. Tendrán que ser imaginativos porque no todo se puede resolver dividiendo el número de medallas por el número de habitantes aunque sólo sea porque el sistema afectaría a sus aliados chinos. Los chinos, esa será su carta de triunfo en su particular pelea entre el bien y el mal. Y en cierto sentido tendrán razón porque los chinos se han salido con la suya impresionando al mundo y de alguna manera imponiéndole sus reglas de juego. No importa que digan que sus gimnastas están por debajo de la edad permitida. Lo decisivo es que el COI no se atreverá a reclamar nada, a exigir cuentas a una China que empieza a disfrutar los privilegios de potencia de primer orden y el primero de ellos es por supuesto el de la impunidad. Los cubanos –a sotto voce- se quedan con las preguntas sobre el estreno olímpico de Raúl Castro y sobre a qué otra alternativa de autoengaño nacional aferrarse.

viernes, 22 de agosto de 2008

El vice de Obama

Obama elige compañero de candidatura: Joseph R. Biden Jr senador por Delaware y presidente del Comité del Senado para Relaciones Exteriores. Tiene 65 años, Es blanco, católico y apoya el derecho a abortar. Alguien elegido para atraer a los que desconfían de la falta de experiencia de Obama o del exceso de melanina. Biden es también famoso por sus metidas de pata. Sobre su actual compañero de candidatura llegó a decir hace unos meses que era “el primer afroamericano que era articulado, brillante, limpio y además lucía bien” [“the first mainstream African-American who is articulate and bright and clean and a nice-looking guy,”].

Recordista



Un récord olímpico que no ha recibido la atención que merece es el del comentarista de TVes (una nueva televisora estatal venezolana) Willie Oviedo: el de mayor cantidad de errores por segundo en su narración de la prueba de natación de 4x 100 metros libres. Oviedo llegó a decir:
"Jamás en unos Juegos Olímpicos, ningún mortal, ningún ser viviente ha podido colgarse la cifra de ocho medallas doradas. Unicamente lo logró Michael Phelps en los Olímpicos de Múnich en el año de 1972, allá en la Alemania de Hitler, donde ni siquiera él mismo quiso darle las medallas"

Cierto que poca cosa comparado con su compatriota Hugo Chávez, actual plusmarquista en casi todas las otras categorías de disparate pero se trata de un esfuerzo que debe ser reconocido.

sábado, 16 de agosto de 2008

Nuevo candidato


Un nuevo candidato ha irrumpido en la campaña presidencial norteamericana y a juzgar por el entusiasmo de sus seguidores se la pondrá difícil a McCain y Obama. Me lo envía el estratega de la campaña Armando Tejuca.

viernes, 15 de agosto de 2008

Milagro en Miami

En esta entrevista en Miami Fito Páez dice sobre Cuba que cree que cuando “alguien lleva más de 40 años en la misma silla es que algo no está funcionando bien”. Como ven la gente lo que necesita es tiempo para darse cuenta de las cosas. O darse una vuelta por Miami, esa ciudad milagrosa donde súbitamente se adquiere una nueva perspectiva sobre la realidad cubana. Si al menos su repulsa tuviera la mitad de la intensidad del apoyo anterior me daría por satisfecho.



P.D.:
En la esquina de Belascoaín y Neptuno Alexis Romay comenta el asunto y nos recuerda que:
“En diciembre de 2007, Páez estuvo en La Habana —si mal no recuerdo, para participar en el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano—. En ese momento, el músico no hizo alusión a la dictadura anfitriona del evento. El contexto no era quizá el más apropiado. Pero ahora en Miami, la ocasión la pintan calva.”

Un poco de absurdo

El equipo de béisbol de Cuba le ha ganado a Estados Unidos en extrainnings 5 a 3 según el Granma (o 6 a 3 según otro artículo del propio Granma) o 5 a 4 según la página oficial de los juegos olímpicos. Sea como sea Cuba ganó y todo parece indicar que irá invicta a la semifinal si no pierde antes con Corea, el único rival serio que le queda en la fase clasificatoria. En la semifinal la acompañarán Japón, Corea, Estados Unidos (o Canadá). O sea, los de siempre. Cuba por cierto ganó con un sistema de desmpate absurdo que se han ideado especialmente para estos juegos. Si en el inning 11 el juego está empatado cada equipo ofensiva comenzará con hombres en primera y segunda. Antes de empezar el torneo la delegación cubana –con mucha razón- anunció que protestaría contra esta regla. Antonio Pacheco argumentaba de esta manera:
“Primero: en 132 partidos durante cuatro Juegos Olímpicos solo siete se han ido más allá de los límites. Segundo: le da una gran ventaja al visitador, por cuanto con dos en circulación un bateador pega un jonrón y son 3 carreras, que el visitador aprovechará colocando a su mejor cerrador, obligando al home club a jugar al batazo. No nos parece justo”

Esta vez benefició al equipo Cuba que lo mas seguro es que de cualquier manera hubiera ganado. Pero en otra ocasión lo podría perjudicar. Esos tienen las reglas idiotas e innecesarias: el que alguna vez nos beneficien no las hace mejores.
P.D.: Cuba le gana 1-0 a China Taipei y mantiene el invicto.

El látigo caminando

Se me olvidaba anunciarles la aparición la semana pasada de la última entrega de La lengua suelta que no encuentro otra manera de resumirla que con un estribillo de Miguelito Cuní: “Ahí viene el látigo caminando”

Tres preguntas sobre Obama

Armando Añel del blog Cuba Inglesa me pidió que respondiera un cuestionario sobre la candidatura de Obama para incluirlo en la serie “Tres preguntas sobre Obama” que está sacando en su blog. Abajo les pongo mis respuestas sobre el asunto.

-¿Cuál es su pronóstico para las elecciones de noviembre? ¿Se impondrá Obama?
Debo empezar declarando que no soy obamista. Sigo el fenómeno Obama con bastantes reservas pero, tal y como veo las cosas ahora, creo que si Obama no comete algún error mayúsculo ganará sin problemas en noviembre. McCain no parece sino estar a la defensiva, como Hillary hace unos meses, más preocupado en atacar el discurso del contrario que en exponer su propio discurso. Eso sin contar el desgaste que parece estarle pasando factura.

-¿Qué podría tener de bueno y qué de malo, respecto a Cuba, una hipotética presidencia de Obama?
La ingenuidad. Es el mayor peligro y quizás la mayor virtud que pueda ofrecer Obama respecto a la política cubana. Peligrosa puede resultar la creencia que su buena disposición pueda resultar suficiente para tratar con un gobierno enfrascado únicamente en ganar tiempo y que crea ver avances en lo que no sería más que juego táctico del gobierno cubano. Positivo porque esa misma disposición en introducir algunos cambios puede desatascar un tema que hace mucho tiempo está estancado y deje sin respuestas a su contraparte cubana. Hace ya mucho tiempo que los Estados Unidos deberían tomar iniciativas propias en su relación con Cuba y no limitarse a responder provocaciones abiertas y creo que este es un buen momento, sea cual sea quien esté en la presidencia.
-¿Es Obama un revolucionario?
No lo creo. O digámoslo más claro: prefiero no creerlo pero incluso eso no me tranquiliza. Obama contiene dos posibilidades, dos modelos de presidencia demócrata: la iluminada y la pragmática. O traducidas a ejemplos concretos: Carter y Clinton. Si predomina el iluminado y modela la realidad de acuerdo a su propia visión –como Carter o Bush Jr. hicieron en su momento- creo que será más desastroso que si fuera un revolucionario. Si mira la realidad tal y como es y lidia con ella en consecuencia será algo que agradeceremos. De todas maneras todavía no sabemos quién es Obama y posiblemente ni él mismo lo sepa. Quedará esperar a ver qué resulta al fin y al cabo.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Olímpico 2

Cuba le ha ganado a Japón 4X2. La victoria para Norge Luis Vera. Si alguien esperaba que por ahí iba a llegar el infarto redentor que espere a otra oportunidad. Aunque sea el primer juego la importancia del rival hace pensar que el equipo Cuba no tendrá problemas para avanzar al menos hasta semifinales. Horas antes Estados Unidos había perdido contra Corea (del Sur). Sospecho que será un campeonato muy reñido con dos favoritos siendo derrotados en los primeros partidos.
Por otra parte, en judo Cuba alcanzó la segunda de plata lo que le valió al Granma para iniciar la crónica de esta manera:

Anaisis Hernández volvió a demostrar que está hecha para los grandes momentos, su medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Beijing es una demostración más del coraje de esta muchacha y al propio tiempo del desarrollo del movimiento deportivo cubano y su capacidad de respuesta ante las agresiones que sufre nuestro movimiento deportivo.
No estaba prevista su presencia en Beijing, pero asumió esa responsabilidad frente al robo de talentos, esa inescrupulosa práctica de los poderosos, que sufre el deporte cubano. Ella ocupó el lugar que dejó la desertora Yurisel Laborde, quien prefirió el olor del sucio dinero al calor de sus compañeras. Se preparó rápidamente y se alistó en los 70 kilogramos, mientras Yalegnis Castillo pasó de los 70 a los 78.

O sea, que el valor de la medalla de Anaisis es porque fue la sustituta de la muchacha que se quedó en Miami (más conocida como “la desertora”). Eso de “prefirió el olor del sucio dinero al calor de sus compañeras” suena como si la disyuntiva de Yurisel Laborde estuviera entre la prostitución y el lesbianismo desinteresado. Esos redactores del Granma sí que merecen una medalla de oro.

viernes, 8 de agosto de 2008

Olímpico [actualizado]

La última vez que estuve realmente interesado en unos Juegos Olímpicos tenía doce años, edad todavía propicia para el entusiasmo deportivo. Eran los Juegos del osito Misha (ese por el que Carlos Varela todavía siente una inconsolable nostalgia), en tiempos en que una campeona cubana se podía llamar María de la Caridad y que la ausencia de los Estados Unidos (junto a otros países) se hacía más inexplicable de lo que ahora se me hace la nostalgia de Varela. Protestaban por la invasión soviética a Afganistán un hecho que según nuestra aguerrida prensa, nunca había existido. En lo adelante Cuba se daría a la tarea de no perderse ninguno de los siguientes boicots olímpicos. El primero –a los Juegos de Los Ángeles- en compañía de todo el campo socialista europeo y el segundo –a los de Seúl con la no tan numerosa pero no menos digna compañía de Corea del Norte, Etiopía y Nicaragua. Cuba no sólo no asistió sino que para la prensa cubana esos Juegos fueron tan inexistentes como la invasión de Afganistán o la llegada del hombre a la Luna. (La única noticia publicada de los Juegos de Seúl fue la descalificación del corredor Ben Johnson por consumo de esteroides.) Cuando los Juegos regresaron a la prensa y la televisión cubanas trasmitidos desde Barcelona ya las olimpiadas me dejaban bastante frío. No sólo había dejado atrás la reconfortante ilusión de que el lugar que ocupara Cuba en el cuadro de medallas era un signo del estado de salud nacional o al menos un contrapeso a nuestras carencias. También estaba el hecho de que las competencias olímpicas que más podían interesarme, a excepción de unas cuantas disciplinas (sobre todo el atletismo) no reunían a los mejores deportistas del planeta. Si hay que asumir el tonto principio de que del lugar en el medallero es síntoma del estado de la nación habrá que aceptar que Cuba nunca estuvo mejor que en 1904, recién estrenada la república, cuando alcanzó el tercer lugar en el medallero gracias al equipo de esgrima encabezado por Ramón Fonst (acompañado de los norteamericanos Charles T. Tatham y Albertson Van Zo Post y del cubano Manuel Díaz) con cuatro medallas de oro, dos de plata y tres de bronce. Extraña época en que atletas extranjeros optaban por representar a Cuba y no a la inversa. (El Granma, al que siempre se le hace difícil lidiar con datos como éste calificó hace poco la posición alcanzada por Cuba en aquellas olimpiadas como un “sui géneris tercer lugar”; de la misma manera ha evitado reconocer que Fonst ha sido el mayor medallista olímpico cubano y latinoamericano de todos los tiempos.) Sigo sin creer que el medallero olímpico sea indicio de mucho y para confirmarlo está la sospecha de que este año el equipo cubano quedará bastante por debajo de los resultados de Barcelona y Atlanta, cuando el país andaba sumergido en lo más profundo del período especial. Con los equipos de béisbol y el voleibol femenino menos dominantes que en la pasada década, el boxeo reponiéndose de una hemorragia de deserciones de sus mayores talentos las mayores esperanzas de Cuba recaen en otros deportes de combate y en el atletismo. Aventuro que Cuba alcanzará un máximo de 8 medallas de oro aunque todo apunta a que alcance seis o menos. Y la verdad es que no me importa mucho. Si a alguien trataré de seguir es al corredor de 110 metros con vallas Dayron Robles, un muchacho de 21 años que ya es recordista mundial. Para mí no es el favorito: es demasiado joven y su principal rival es el ídolo chino Liu Xiang, actual campeón olímpico y mundial. Sólo vencerá si gana antes la batalla de los nervios y lo veo difícil con todo el público en contra. Aún así no puedo evitar hacer mis apuestas emocionales a favor del cubano de la misma manera en que cuando se trata del equipo de béisbol prefiero que pierdan hasta con Aruba si es posible. Y luego no me digan que la política no tiene nada que ver con el deporte porque de otra manera no se entiende el empeño del gobierno chino en celebrar estos juegos.
P.D.: Lo único destacable que se puede decir del equipo cubano con respecto a otras citas es que tendrá menos desertores que nunca. Y que ha sido, con diferencia, la delegación peor vestida en la ceremonia inaugural.

martes, 5 de agosto de 2008

Un día mortal [segunda parte]


Abajo: la segunda parte de “Un día mortal”. Arriba: imágenes del “maleconazo” de 1994tomadas del programa “A mano limpia” (las imágenes aparecen a partir del minuto seis).
Luego de la comida seguimos hojeando libros de pintura hasta que alguien propuso jugar fútbol. Todos, excepto mi madre, salimos a la calle. Sólo de vez en cuando pasaba alguna bicicleta. Esa es una de las ventajas de una dictadura sin combustible. Nos dividimos. Mi hermano, Wichy y Mabel formaron un equipo. Mi padre Cleo y yo, otro. Se supone que estábamos en desventaja. Las piernas flacas y desparejas de mi padre no son el instrumento más apropiado para jugar fútbol pero así y todo, ganamos. Cleo anotó tres goles. Corría como endemoniada tras el balón desinflado y le daba patadas cada vez que podía. Fue algo hermoso. Lo que se llama una bella escena familiar. Después del tercer gol mi hermano decidió cancelar el ímpetu futbolero de Cleo, que acabó dejando la piel de una rodilla en la calle. Fuera de eso, la caída no tuvo mayores consecuencias pero el partido terminó ahí. Aun así el juego fue el momento culminante del día. En medio del partido, mi madre salió a anunciarnos que una tía suya había llamado. Según la tía un grupo de delincuentes estaba rompiendo los cristales de las tiendas del centro de la ciudad. No le dimos mucha importancia. Todavía faltaban dos goles de Cleo y su caída.
Luego nos fuimos bañando uno a uno y nos preparamos para ir al concierto. Se trataba de un cantautor que jugaba constantemente a pasarse de listo. Ése es un arte muy apreciado en las dictaduras. Así y todo casi nunca dejaba de ir a sus conciertos. Cuando terminé de bañarme, mi hermano me llevó hasta la habitación que entonces usábamos de biblioteca. Tenía en la mano un rollito de papel estraza. No había que poseer una intuición excepcional para suponer que el rollito estaba relleno de marihuana -cannabis sativa para los botánicos de la Vía Láctea y alrededores - así que me apresté a perder mi virginidad al respecto. Empezamos a fumar y pronto concluí que el juego consistía en aprovechar al máximo todo el humo posible. No noté ninguna sensación especial cuando terminamos con el segundo porro. Antes que dijese nada, mi hermano me advirtió que las expectativas de los primerizos terminaban arruinando el placer. Decidí que ya era hora de partir. Ya salíamos con las bicicletas hacia el teatro cuando pasamos frente al televisor en el que daban los titulares de las noticias del día. Un locutor con rostro severo hablaba de disturbios provocados por elementos antisociales. Una situación ideal para incluir esta frase: “Todos nos miramos y comprendimos que algo grave ocurría”. Yo incluso lo dije en voz alta. La nuestra era una dictadura discreta y si se anunciaba oficialmente algo así, por necesidad debía tratarse de algo serio. Seguimos mirando. En las imágenes que aparecieron en la pantalla -en blanco y negro, los colores no entraron en la casa hasta dos años después- no aparecía nada que se remitiese a los anunciados disturbios. No. Apareció el dictador -toda dictadura tiene el suyo- recorriendo triunfalmente el lugar de los hechos. En auxilio de los semiólogos de cualquier rincón del universo, aclaro que eso significaba que cualquier cosa que hubiese podido ser ya no lo sería. Todo seguiría igual, bien o mal según el punto de vista del observador, y sin peligros para la salud del estatus quo vigente. Se hacía tarde para el concierto así que salimos con las bicicletas mientras mi padre daba instrucciones a mi hermano de cómo no quería que le devolviesen la suya. El teatro quedaba cerca, a unos 500 metros de donde nos habíamos bañado por la mañana. Dejamos las bicicletas en casa de un amigo que finalmente no se decidió a acompañarnos hasta el teatro.
En el teatro había poca gente y aun menos policías. Sólo tres o cuatro, cuando lo normal -sépanlo de una vez etnólogos de toda la galaxia- era que en un concierto de dicho cantante hubiese al menos un centenar. En el vestíbulo encontramos conocidos y nos explicamos unos a otros que la policía debía haberse concentrado en el lugar de los hechos y que mucha gente no se había atrevido a ir al teatro. Parecía ser cosa seria. Alguien habló de dos muertos. Finalmente entramos.
El concierto estuvo bien. Muchas de las canciones se podían bailar y mi hermano y yo bailamos con todas. Nunca intentaría culpar a la marihuana. Siempre soy de los que más baila en los conciertos. (Estudiosos de la literatura terrestre. Los conciertos se concebían generalmente para ser oídos, así que bailar era una licencia tal vez excesiva que tomábamos cada vez que se podía).
Al terminar fuimos a recoger las bicicletas a casa de mi amigo. Hablamos durante un rato del concierto y de Lo Otro. Al final regresamos a casa. Supongo que mi madre estaría preocupada pero no recuerdo mucho al respecto. Acomodé a Wichy y a Mabel en mi habitación y bromeé un rato con ellos, saliendo y entrando varias veces seguidas. Ya en ese momento debí haber pensado que el día no podía haber ido mejor. En la sala cubrí el suelo con una manta y allí nos echamos Cleo y yo. Estábamos demasiado cansados y todo lo que podíamos hacer era dormir, y dormimos.
Hasta aquí los hechos. Puede que ese día se haya pronunciado alguna frase ingeniosa o algún chiste de buena casta, o haya sucedido alguna otra cosa digna de ser contada pero no quiero que mi memoria juegue conmigo y termine contaminando los recuerdos de aquel día con los de otros igualmente felices. El motivo que tengo para intentar ser tan preciso al respecto es éste. Sucede que en las semanas siguientes fuimos comprendiendo que ese día una buena parte de la ciudad había comprado boletos de la lotería en la que el premio gordo era el fin de la dictadura. El número evidentemente no salió. Pese a todo no lamento no haber comprado algún billete. Tengo razones que creo buenas.
En general no estoy de acuerdo con los argumentos -muy razonables todos- con los que se intenta explicar el hecho de que tanta gente haya decidido comprar su billete de lotería al mismo tiempo. Las causas que generalmente se señalan existieron antes y después y nunca han resultado suficientes para que tanta gente decidiese probar suerte. A mí en cambio, no se me escapa que la magia que nos acompañó ese día tuvo algo que ver -aunque en el fondo pienso que mucho- con que tanta gente diera rienda suelta a sus impulsos. La falta de conciencia -se sobreentiende que social- con que me conduje aquel día no debilita mi argumento sino justamente lo contrario. Revísese cualquier acontecimiento histórico y se encontrarán en él una suma de hechos de escasa uniformidad. Ni siquiera la aparente consecuencia de sus actores garantiza la eficacia de sus gestos, sino que a menudo todo sucede del modo menos previsible. No obstante intenté repetir la experiencia, al menos en los hechos básicos -baño de mar, comida, fútbol, marihuana y concierto- pero siempre faltó algo.
Varias veces fuimos al mar o a conciertos pero nunca ¡nunca! he logrado reunir a los protagonistas de aquel partido de fútbol en la calle. Si reproduje antes todo lo que recuerdo de ese día es porque pensaba que en la alquimia de todos aquellos detalles residía la explicación, la verdad última de aquellas horas, pero al final ha triunfado el lado racional sobre el místico. La única verdad que encierran todas nuestras acciones de aquél día es la felicidad. Ahora sospecho que esa felicidad quiso ser inconscientemente compartida por el resto de la ciudad del mejor modo que le fue posible. Si escribo esto -entiéndanlo bien estudiantes de filología terrestre de todo el universo- es porque he abandonado toda esperanza de repetir la experiencia. Entre nosotros -Cleo y yo- y el resto de los participantes en aquella historia, hoy media un océano, y de momento dudo que se repitan aquellas circunstancias. No obstante, espero que ese día de felicidad no haya sido en vano y quizás, dentro de medio milenio en algún planeta lejano caiga una dictadura.

Un día mortal [primera parte]

Hace exactamente 14 años, el 5 de agosto de 1994 se produjo la mayor protesta popular ocurrida bajo el castrismo. No se me ocurre nada mejor –no soy, después de todo un tipo de muchas ideas- que compartir con ustedes “Un día mortal” un cuento en el que me propuse describir mis impresiones de aquél día, impresiones, como verán, un tanto alejadas del epicentro de la Historia que es donde solemos estar el común de los mortales. Ahora que lo pienso el cuento también se podría llamar “La Historia está en otra parte” pero realmente prefiero el título que elegí. [Lo pondré en dos partes. También lo pueden encontrar en Leve Historia de Cuba]

UN DIA MORTAL

¡Ah, la trascendencia! Siempre me ha seducido la idea, de que aun en circunstancias bien distintas a las que les dieron origen, se entendiesen y disfrutasen mis escritos. A veces voy más lejos. Incluso más allá del fin de la vida inteligente en el planeta. Me preocupa que los probables lectores de todo el universo, en todas aquellas palabras encadenadas Dios sabe con cuánto trabajo, no sepan apreciar el significado profundo que les he querido dar. Imagino que un batallón de arqueólogos intergalácticos luego de remover treinta toneladas de escombros -aunque no creo que usen nada que se parezca a nuestros sistemas de medidas- encuentra un libro que comienza diciendo -y es un ejemplo: "Desde que nací he vivido en una dictadura". Aunque encuentren junto a mi libro un diccionario bilingüe y la otra lengua sea la de los excavadores dudo que entiendan qué quiero decir exactamente con esa frase. Dudo que en un diccionario aparezca esta definición. “Dictadura: Estado de cosas que de desaparecer podría ser la peor noticia para algunos y la mejor para otros”. Habría que añadir que aunque en mi país mucha gente supone la caída de la dictadura como una especie de lotería colectiva (y ahí temo que los extraterrestres no tengan idea de lo que significa “lotería”) nunca se han decidido a comprar billetes todos a la vez.
Es bueno hacer una aclaración. Aunque ésa -la de la lotería- sea la mejor noticia que yo pueda concebir, no es que todo el tiempo piense en ella, como mismo nadie está todo el tiempo pensando en que le va a tocar la lotería real, la de los premios en metálico. En cambio, cuando escribo es difícil que hable de otra cosa, aunque me preocupe legar una imagen demasiado sombría de mi época a los futuros lectores galácticos. Sucede una cosa. En otras partes del planeta cuando un escritor decide ser maldito, habla mal de Dios (o sea, una entidad responsable de todo lo creado) o se sumerge en las más oscuras circunvoluciones del sexo que es la facultad que más acerca y aleja a los hombres de su creador. En cambio, yo debo resignarme a echar pestes de ese engendro estepario que es una dictadura. A veces, sin embargo, me tienta la idea de describir pura y simplemente un día que haya considerado especialmente feliz. No muchos, pero ha habido.
Uno de esos días lo recuerdo con especial frecuencia. Iba a ser el primero de mis vacaciones en ese verano. Cleo y yo habíamos acordado con una pareja de amigos encontrarnos a orillas del mar y por la noche asistir juntos a un concierto. Los baños de mar son una especie de rito veraniego que muchos identifican con la apoteosis de la diversión. No soy de los que piensan así, pero encontrarme con amigos a orillas del mar me resulta tan agradable como para otros meterse dentro.
Pensábamos salir temprano de la casa. Cada cual iría en su bicicleta. Mientras Cleo preparaba el desayuno aproveché para echarle aire a mi bicicleta. Ese día el que cuidaba la bomba y cobraba el aire no era el del sombrero y cara de boliviano sino otro, flaco y con pelos colgándole por toda la cara, que con derroche de ímpetu me sostuvo la bicicleta mientras yo alimentaba los neumáticos. No le di propina.
Cuando regresé a casa, Cleo aún no había preparado el desayuno. Le estuve gritando un rato. Luego me dijo que colgara la ropa que habíamos lavado la noche anterior. Cuando terminé, desayunamos. Me metí en el baño mientras Cleo cuidaba de que no entrara con algún libro. En unos cinco minutos salí. Cleo me recordó que debía llenar un cubo para descargar el inodoro, privado de agua corriente desde la noche de los tiempos. Fui a llenar el cubo al tanque del patio. Era un trayecto de casi veinte metros que incluía tres giros de noventa grados. Antes de entrar al baño, mientras ejecutaba el tercer giro, salpiqué un poco. Luego elevé el cubo hasta la altura del pecho y desde allí dejé caer el agua con la tenue esperanza de que un sólo cubo resultara suficiente para dejar limpia la taza. Toda la mierda se sumergió tras el impacto del agua. Pensé que era un tipo con suerte. Cleo se asomó. Me miró. Quedaban unas virutas de excrementos. Fui a buscar otro cubo.
Quince minutos después ya estábamos con las bicicletas en la calle. El cielo estaba limpísimo. Mientras pedaleábamos empecé a hablar de la película que habíamos visto la noche anterior en la televisión.
-Es patético ver aquellos viejos caerse una y otra vez, pero a pesar de todo lograban conservar cierta gracia - se trataba de la última película de la más conocida pareja cómica de la historia del cine. Cleo estuvo de acuerdo. Pedaleábamos a buen ritmo. A la altura del zoológico decidí hacer la última visita a mi trabajo antes de salir de vacaciones. Se me habían quedado unas cosas allí.
-Mira la hora que es -advierte Cleo.
Después de dar vueltas por unas cuantas callejuelas entramos en el cementerio. Allí trabajaba yo. La negra de INFORMACIÓN se extrañó de verme por allí. Subimos a las oficinas. No había nadie. Enciendo el ordenador y lo preparo para imprimir un par de cuentos. Busco unas hojas en el armario y de paso cojo un par de libros que pienso leer en las vacaciones. Coloqué una hoja en la impresora. Mientras ésta empezaba a aullar pasé a la oficina de la jefa. Allí estaba Cleo, agachada, orinando en una maceta adyacente al escritorio de la jefa. De la maceta nacía un tronco seco que había sostenido alguna vez una enredadera y ahora sólo incomodaba su uso como orinal femenino. Me asusté, comprobé que la puerta estaba cerrada y me reí, por ese orden. Cleo sólo se rió y terminó de orinar. Fui hasta la impresora y cambié de página. Luego repetí la operación seis o siete veces hasta que nos fuimos.
Rumbo a la costa, a la entrada de un puente, vendían pizzas caseras. Estaban más caras que nunca así que compré dos, una para cada pareja. Entonces recordé que mi hermano también iría y compré otra. Cuando llegamos a la costa, el Wichy y Mabel ya estaban allí. Mabel chapoteaba en el agua mientras Wichy cuidaba las cosas. Supongo que Wichy dijo algo simpático a nuestra llegada pero no recuerdo de qué se trataba. Wichy es lo más simpático que conozco. Le pregunté si había visto a mi hermano.
-No. Parece que te conoce bien y quiso llegar después para no aburrirse con nosotros.
Después de eso, todos se fueron al agua, menos yo que voluntariamente me ofrecí a vigilar las bicicletas y la ropa. Antes de ir al agua, Cleo me quiso exprimir un grano junto a la nariz pero como no la dejé me dio un beso y se fue. Al rato llegó Leif, mi hermano. Venía solo, como siempre lo estaba antes de conocer a su novia actual. Solo y con su pelo hasta la mitad de la espalda. Ambos somos trigueños pero su piel es más oscura que la mía. Siempre fue así, pero la diferencia se acentuó después que hizo el servicio militar en la estación de radares de un cayo. Entre el sol y las radiaciones lo dejaron casi negro. Sólo con el tiempo se ha ido aclarando.
Al rato le pedí a mi hermano que se quedara cuidando las cosas mientras iba a comprar vino. Vacié una botella plástica que traíamos con agua y salí en una bicicleta. Estuve un buen rato dando vueltas hasta que descubrí junto a un árbol a tres tipos junto a una paila de aluminio. Uno de ellos llevaba uniforme de camarero. Era un negro al que le faltaba un diente de proa. Arriba. Le pedí que me llenara la botella. Durante todo el tiempo que tardó la botella en llenarse, el camarero y sus acompañantes daban jubilosas muestras de entusiasmo hacia el vino de naranja que me vendían. Al regreso, mientras pedaleaba me di un buche. Estaba agrio. Más agrio incluso que lo acostumbrado en estos casos, pero se dejaba tomar, quise concluir.
Cuando regresé a la costa, mi hermano estaba registrándome la mochila. Le tiré un poco de vino y Leif simuló ponerse furioso pero estuvo muy poco convincente. Nos lanzamos patadas y piñazos durante un rato. Wichy por fin salió del agua. Leif le pasó el vino. Wichy protestó, dijo algo simpático que tampoco recuerdo y yo le dije que no jodiera, que el vino se podía tomar. Estuvimos intercambiando insultos hasta que decidí echarme al agua. Atravesé bastante rápido la distancia que hay entre la repulsión y el placer de tener el cuerpo envuelto en agua de mar fría. Nadé hasta Cleo por debajo del agua y la pellizqué sin sacar la cabeza. Finalmente salí y estuvimos jugueteando un rato más hasta que empezamos a sentir hambre y salimos.
Wichy sacó unos tamales. Cada uno cogió el que a partir de ese momento sería su tamal. Mi hermano, después del primer bocado concluyó:
-Están mortales.
En la jerga de aquellos días se asumía lo mortal como algo tremendamente bueno. Anticipo que esa definición estará en contradicción con lo que opine el diccionario que sostenga el futuro arqueólogo en sus tentáculos. Es curioso que se haya escogido justamente una palabra que designa la incapacidad de vivir eternamente, de trascender, para significar más bien lo contrario. Por supuesto que aquel día no llegué a hacer esa reflexión.
-Están mortalísimos -dije, remachando la incongruencia. Luego saqué las pizzas y permanecimos un rato más en los arrecifes hasta que decidimos ir a casa de mis padres. Cleo le dio su bicicleta a Wichy y montó en mi parrilla. Al llegar, mi madre se asustó. En una dictadura de las de poca comida, la llegada repentina de cinco bocas resulta un evento angustioso por necesidad. Intenté calmarla mostrándole jamón y queso que había traído Wichy y un paquete de espaguetis. Dejé los espaguetis hirviendo y fui a mostrarle a Wichy unos libros de pintura que acababan de regalarme. Wichy es pintor.
Mientras tanto, pido disculpas si los aburro. Está claro que la felicidad es disfrutable únicamente por quienes la viven. Contarla siempre resulta aburrido, incluso si los destinatarios son arqueólogos espaciales. Prosigo. Comimos los espaguetis. Antes le había peleado a Cleo por haber tirado el agua de los espaguetis. Ella estuvo un rato furiosa. En aquellos tiempos yo aprovechaba el agua de los espaguetis para preparar un consomé con el que obtenía un éxito aplastante.

lunes, 4 de agosto de 2008

¿Habrá jamoncito?


Sin comentarios:
A la Villa Olímpica llegó Alejandro Blanco, el presidente del Comité Olímpico Español (COE), para reunirse con sus deportistas. No muchos; apenas las chicas del baloncesto, la selección de esgrima, el dúo del voley-playa; Pablo Abián, el del badminton, o el maratoniano Chema Martínez. "Es difícil reuniros a todos", se lamentó Blanco antes de felicitar a los que estaban y a los que están por estar donde están, en Pekín.
Luego, tras las felicitaciones, llegaron las advertencias. Hablar podrán hablar. Pero de política ni una palabra. Nada de mencionar la precariedad de los derechos humanos en China o el conflicto del Tíbet. "Hemos preguntado a Jacques Rogge [el presidente del Comité Olímpico Internacional] y nos ha contestado que la Carta Olímpica se cumplirá taxativamente", manifestó Blanco; "no se pueden hacer declaraciones de contenido político en la zona olímpica: ni en la Villa ni en las instalaciones. No se puede escribir en medios de comunicación. La consecuencia es la retirada de la acreditación y a casa. Ya somos todos mayores. Es el momento del deporte y de los deportistas. El de la política será otro. Os lo tenía que decir". Y se lo dijo. En Sidney 2000 o Atenas 2004 no habría habido necesidad de recordar el punto 3 de la Norma 50: "No se permitirá ningún tipo de manifestación ni propaganda política, religiosa o racial en ningún emplazamiento, instalación u otro lugar que se considere parte de los emplazamientos olímpicos".
Terminó su discurso el presidente y abrió el turno de preguntas. Silencio sepulcral. "¿Qué? ¿Vergonzosos? ¿Ni tú quieres preguntar, Amaya?", insistió el directivo mirando a Valdemoro, a quien todos consideran extrovertida. Y la baloncestista, que lleva tatuado en la nuca el nombre de su madre, fallecida, no se cortó un pelo y se arrancó acelerada: "Alejandro, ¿habrá jamoncito?", preguntó quizás enterada de que su importación está prohibida en China. "Sí, hemos traído uno por deporte. Y vino español". La lluvia de aplausos fue lo más movido del día en Pekín.

[tomado de El País]:

Un tipo malísimo


Cuando se trata de rememorar los primeros contactos con la obra de Solzhenitsin (o al menos con su fama) desde nuestros años cubanos parece inevitable mencionar La espiral de la traición de Solzhenitsin (un panfleto del checo Thomas Rezac destinado a denigrar al autor ruso) y un Un día en la vida de Ivan Denísovich, la única obra del ruso editada en Cuba por la colección Cocuyo. Tales eran las únicas referencias a su obra que circulaban legalmente en la isla. Si el primero se podía encontrar en cualquier venta de libros viejos el segundo como cualquier otra cosa valiosa en la isla lo atesoraban unos pocos. Nunca me interné en las terribles revelaciones del checo y digo “terribles” con cierta convicción porque recuerdo que una vez en un interminable viaje Habana – Camaguey un amigo de mi padre al que le habíamos hecho sitio en el carro andaba leyendo el susodicho libro cuando de pronto exclamó: “¡La verdad que el Solzhenitsin ese debe ser malísimo!” Malo debía de ser cuando el gobierno soviético acumulaba uno tras otro entrevistas, cartas y hasta un libro de la primera esposa de aquella sabandija creada por las potencias Occidentales destinados a convencer a todos que las delaciones de Solzhenitsin había enviado a sus compañeros a campos de concentración que por otra parte no existían. Solzhenitsin era sin dudas lo suficientemente malo, malísimo como para decir que en España había menos represión que en la Unión Soviética (no sin que el escritor Juan Benet (entre otros) le respondiera con firmeza: "Yo creo firmemente que, mientras existan personas como Alexandr Solzhenitsin, los campos de concentración subsistirán y deben subsistir. Tal vez deberían estar un poco mejor guardados, a fin de que personas como Alexandr Solzhenitsin no puedan salir de ellos. Nada más higiénico que el hecho de que las autoridades soviéticas –cuyos gustos y criterios sobre los escritores rusos subversivos comparto a menudo– busquen la manera de librarse de semejante peste"). Aún así y desoyendo los sabios consejos de quienes intentaban apartando de las malas influencias un día del verano de 1989 comencé a leer Un día en la vida de Iván Denísovich con el resultado de que cuando lo terminé al ver un trozo de pan pisoteado en la calle a duras penas contuve el deseo de lanzarme a comérmelo como sin dudas hubiera hecho el susodicho Denísovich. Se trataba de ese tipo de sugestiones que sólo puede provocar la buena literatura o la mala realidad. No fue hasta un par de años después, en pleno período especial, que sufrí en carne propia un hambre de esas dimensiones pero para ese entonces era imposible encontrarse un mendrugo en la calle. El hecho de que el mismo día en que terminé de leerme el libro me enteré de que habían fusilado al general Ochoa y a tres más no significaba otra cosa que a pesar de mis veleidades con la propaganda del enemigo había siempre alguien que velaba por nosotros y por la higiene nacional. De aquél librito no sólo me estremecieron el hambre y el frío que recorrían cada una de sus páginas. En medio de sus penurias Denísovich encontraba tiempo y ánimos para detenerse en una noticia de una carta familiar e indignarse con ella. Le hablaban de los tapices que ahora producía la gente de su pueblo y él no entendía cómo un pueblo de carpinteros había terminado haciendo ridículos tapices en serie. Como si a sus padecimientos hubiera que añadirle el escarnio –los agentes del imperialismo son así de sensibles- de la falta de sentido. Aunque no pudo evitar pasar buena parte de su vida en la Unión Soviética el malo de Solzhenitsin ahora ha tenido el cuidado de morir en Rusia, un país nuevo con nombre viejo (ese mismo que tenía al nacer) y al que sospecho no llegó a entender del todo. Hoy decía el New York Times que muchos de sus compatriotas no han leído nunca su obra. Eso hace más inexplicable aún que un grupito de cubanos sigamos empeñados en recordarlo. Mentes colonizadas que tenemos.