miércoles, 25 de diciembre de 2013

Navidad

Ya sé que esas cosas no se dicen pero alguien tenía que hacerlo: ¡Feliz Navidad!

P.D.: Y junto conmigo Nat King Cole:

martes, 24 de diciembre de 2013

Discos del 2013

Mis recomendaciones de discos cubanos escuchados en el 2013 publicadas ayer en Penúltimos Días:

Chucho Valdés and his Afro-Cuban Messengers: “Border-free”


Para decirlo rápido y desde mi más estricto gusto personal, es el mejor disco que le he escuchado a Chucho desde la desaparición de Irakere. Y es que siempre he preferido cuando el pianista pone su enorme talento al servicio de las bandas que construye a partir de una sección rítmica tupida, sólida, deslumbrante. Los Afro- Cuban Messengers del disco “Border –free”, a diferencia del disco anterior “Chucho’s Steps” se presentan con un saxo de menos y un percusionista más y eso debe tomarse como una declaración de principios en un disco donde  la sección de metales se reduce al trompeta Reynaldo Melián Alvarez con apariciones ocasionales del saxo de Branford Marsalis casi siempre discretas. (En sus presentaciones en vivo en su gira norteamericana prescindían completamente de los metales con resultados iguales si no superiores). Esto le permite a Chucho y los suyos (Dreiser Durruthy Bombalé, en el batá Rodney Barreto Yllarza  en la batería, Yaroldy Abreu Robles en las congas y Angel Gastón Joya Perellada en el bajo) concentrarse en búsquedas rítmicas jugosísimas en piezas como “Congadanza”, “Afro-comanche” o “Abdel”, dejar que la melodía haga el trabajo de hilo conductor mientras el ritmo, ese concentrador de tiempo, se enseñoree de todo. Y el resultado es sorprendentemente fresco como si Valdés no llevara decenas de discos a cuestas o como si hubiese conseguido liberarse de ellos a través de un conveniente ataque de amnesia y el resultado fuese al mismo tiempo parecido y distinto al siempre venerable “Live at Ronnie Scott’s” de Irakere. Y es así que, a través de esos despojos, de esas sucesivas liberaciones no teniendo que demostrar nada Chucho lo demuestra todo.

Paquito D’Rivera y el Trío Corrente: “Song for Maura”

No es un capítulo más de la radionovela “El romance de Paquito D’Rivera con la música brasileña” aunque lo parezca. O sí, pero sobraría el “más” porque, aunque contando con elementos parecidos, el resultado está lejos de ser previsible en los detalles que es lo que más importa. Digamos que es un capítulo importante: ese en que la maldad de la madrastra es por fin descubierta o en el que el héroe rescata a la heroína de las garras de algún desalmado. Esta vez se hace acompañar con un trío de músicos brasileños, el trío Corrente (Fabio Torres, piano, el bajista Paulo Paulelli y Edu Ribeiro en la percusión) aunque un verbo como acompañar resulta engañoso. Hablar de enfrentamiento por otro lado resultaría exagerado pero a ratos se siente la tensión que uno podría percibir en una partida de póquer. Sin embargo, pronto uno descubre que los jugadores son amigos y que más allá del resultado de la partida y de a quién vayan a parar las cantidades apostadas se trata de una celebración del simple acto de estar juntos. De una conspiración entre iguales donde Paquito pone el saxo, el clarinete y una composición dedicada a su madre, precisamente la que da título al álbum mientras que el pianista Fabio Torres aporta sus piezas “Saldera” y “Paquito” y el percusionista Ribeiro su "Cebola No Frevo". El resto pueden ser clásicos de toda la vida como el "1 X 0" de Pixinguinha, "Tem Do" de Baden Powell, “Ceu e mar” de Johnny Alf y “Sonoroso” de K-Ximbinho o un clásico reciente como “Recife Blues” que deja la grabación original de McCoy Tyner y Claudio Roditi como apenas un boceto. Ah, y se me olvidaba –aunque los finales no se deben contar- al final Paquito vuelve a conquistar a su amada pero asumo que eso ya lo sabían.      

Ogguere: “Solar”

Aunque “Solar”, su último álbum, ganó el premio a mejor grabación en la categoría Rap Hip Hop la propuesta de Ogguere viene más funky que nunca. No hay que dejarse distraer por el rapeo de los cantantes o por títulos como “No dejes que la rumba se te acabe”: “Solar” es el producto más consciente y acabado de lo que las futuras enciclopedias musicales podrían llamar “funk cubano” sin remordimientos. Y no lo hace desde una perspectiva unidireccional y machacona destinada a instituir una modulación local de un género demasiado establecido en otros sitios sino que lo empuja para sacarlo de quicio, averiguar qué más puede dar de sí. Desde el soul, el jazz, la rumba o el mambo pero sobre todo desde el perfecto acoplamiento de los músicos. (El funk no es, después de todo, terreno para virtuosos aunque en “Solar” se dejan escuchar agradecibles solos de trompeta –cortesía de Alexandre Abreu- o de trombón). Es un disco –y esto es algo que se puede decir de pocas grabaciones actuales- que se deja oír de principio a fin sin impaciencias aunque haya piezas que destaquen por encima del resto como “Mi chocolate caliente”, el homenaje a Chano Pozo que es “Llegó la manteca a Santos Suárez”, “Mataron a Freddy” o la musicalmente apabullante “Voy a hablar con Fidel”. No es un disco perfecto porque allí además de hacer muy buena música se cantan unas letras tan ridículas que si se toman sin pedanterías pueden resultar divertidísimas. Debo advertirle a los puristas del idioma –de cualquier idioma- que en “Solar” se intenta la complicada rima de “caliente” con “caliente” (“mi chocolate caliente/ para que tú te caliente(s?)) pero también se consigue rimar con todo éxito “así” con “éxtasis” (hacerlo así/ en el sofá/ siempre es más/ un extasí”) o “Hemingway” con “everyway” (“yo quiero ser libre como Hemingway/ viajar a everyway). Y todo esto se le perdona a los cantantes –supongo- porque alguien tiene que salir en las portadas de los discos, o en los videoclips bailando con chicas en tangas, o dejarse reconocer en la calle por los fans y firmar autógrafos, hacer el trabajo duro del grupo, en suma. El resto es música.

Otros discos que he escuchado este año y que a mi entender merecen atención especial son el “Sió” de Alejandro Frómeta, “Today’s Opinion” de Yosvany Terry, “La cibertimba y el bárbaro” de Boris Larramendi, “Mi bajo danzón” de Yunior Terry, “Brooklyn Nights” de Roberto Poveda y la reveladora labor arqueológica de la antología “Cuban Rumba, Swing y Bebop, Vol.1”.


P.D.: En el texto de Penúltimos Días se me olvidó incluir "The Pedrito Martínez Project" de la agrupación homónima, otra muestra de lo estimulante que siempre ha sido el entorno neoyorkino para la música cubana.
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La televisión (cubana) es algo serio

Ulises Toirac humorista cubano explica sus relaciones con la televisión cubana y las razones de por qué hacía 5 años que no trabajaba en ella:

"En primer lugar las relaciones productivas dentro del Instituto son muy tensas. Al igual que en todos los demás frentes económicos de nuestro país, en la televisión cubana se vive una tensa situación productiva que determina en la calidad de su producto final, que en este caso son los programas que luego emite al aire. Las carestías, el bajo poder adquisitivo de los sueldos que se devengan, la indisciplina laboral, la falta de prestigio y liderazgo de la dirección, la desafortunada desproporción administrativo-artística, así como la desilusión y desmotivación de todos los elementos de su cadena son, por sólo mencionarlos de pasada, los culpables de la baja calidad televisiva.
Por otro lado, la erosión del papel y autonomía del director de programa de televisión, así como su subordinación a una infinita cadena de mando con variados puntos de vistas e intereses en toda su longitud provocan que su papel en la toma de decisiones se vea diluído con leyes, resoluciones, directivas y memorandums que ponen sus diversas facultades en manos de administrativos y dirigentes, logrando con ello un agudo resquebrajamiento de la principal unidad de esta cadena productiva, que es el equipo de cada programa.
Y claro está, el viejo dilema de la televisión con respecto al humor. El ICRT es un organismo que no está subordinado ni a Cultura ni a ningún otro ministerio. Las políticas, rumbos, proyecciones... todo lo que le concierne es sancionado en el Partido a nivel central. No estoy descubriendo nada, es un viejo axioma. Por lo tanto, las decisiones que se toman dentro del Instituto tratan de estar "a tono" con las campanas que "allá arriba" suenan. Muchas veces ese "tocado de oído" es el peor de los censores.
En mi larga experiencia con la televisión no sé cuántas veces me han querido engatuzar con los lemas temporales de "hablar sin tapujos" para luego "censurar sin miseria". Todo bajo el presupuesto de que "no está permitido". Tácitamente (cuando no te lo enfatizan con un gesto ambiguo señalando a las nubes) se sobre-entiende que los criterios de "se puede y no se puede" vienen de arriba. No importa el escalón en el que estés preguntando. Siempre la culpa es de más arriba. Una sola vez en 20 años un directivo asumió su responsabilidad frente a mí. Y era tan idiota lo que me estaba diciendo que llevo cinco años fuera del organismo.
He explicado todo esto para llegar al punto en el que, encomendándome a mis Dioses paganos, le dije que sí a Gloria Torres, que iría a su grabación. El 18 de este mes hemos grabado ese programa... Ya hay ruido... dicen que el verso que improvisa mi personaje, casi al final de la fiesta que simula el programa, está "fuerte"... Todo lo que dice Almendrita al final del programa, al recitar su despedida de año es:
El Año Nuevo está aquí,
el Viejo Año se fué...
Se gastó como un pirulí,
está cerrando como un cine 3D
Yo sé exactamente por qué me metí en esto y lo que podría suceder. Pero uno nunca se acostumbra."

lunes, 23 de diciembre de 2013

Cumpleaños

En el cumpleaños de La Lupe ahí va una pieza poco conocida del primer disco que grabó en Estados Unidos: "Mongo introduces La Lupe"

domingo, 22 de diciembre de 2013

Respect (Just a little bit)

Ya se va trazando la nueva política cultural cubana para los que decidan "volver con la frente marchita". El mensaje está claro: no se atrevan a levantarla. Pedro de la Hoz dice "Nadie les va a pedir (...) que se retracten, ni una militancia impostada, solo se les demandará respeto". Te maltratan y luego piden que los respeten. Con esa manera de entender las relaciones se puede escribir un manual de sadomasoquismo pero en realidad lo que temen es que la visita "irrespetuosa" de Boris Larramendi y Maldito Menéndez la semana pasada se convierta en costumbre.


Exigir respeto luego de dar palos es la manera más común de convertir el abuso en obediencia. Aretha Franklin lo tenía claro:

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Lo más leído

Desde otros blogs me recuerdan que “es la hora del recuento y de la marcha unida”. De armar post con las sobras de lo que se hizo en el año. Pues vaya la lista de los diez post más vistos de 2013 que incluye, en los dos primeros, dos de los tres más vistos en la historia de este blog.





















sábado, 14 de diciembre de 2013

Himnos

Buscando información sobre la asistencia de el Septeto Ignacio Piñeiro a la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929 me entero que el autor del himno oficial de Asturias es el mismo que el de "Echale salsita". Así lo cuenta este bloguero asturiano.


Si a eso se añade que otro cubano, José Joaquín Palma es autor de la letra del himno de Guatemala la curiosidad empieza a tomar cuerpo de tradición. De esos hechos bastante disparejos entre sí se pueden sacar dos conclusiones: una es que parece que a los cubanos se nos da bien incluso exaltar el nacionalismo ajeno. La otra, que el nacionalismo a pesar de todos sus reclamos de autoctonía suele ser un producto de importacion. Fíjense si no en el himno nacional cubano y su intenso plagio de Mozart.



Y esto irremediablemente me trae a la memoria a Jaime de las Mercedes Cárdenas, el verdadero autor de la música del himno nacional argentino:

viernes, 13 de diciembre de 2013

XNY

No se me malentienda. No voy a conciertos cada semana. Pasan meses sin que vaya a ninguno así que oír dos días seguidos buena música en vivo es toda una rareza que aprecio. Ayer le estaba dando a un amigo el habitual tour por Williamsburg, Brooklyn: paseo por la avenida Bedford, caminata por la orilla del río, comida en restaurante tailandés. Luego de comer como pirañas acabadas de salir de una huelga de hambre (mi amigo tiene la coartada de que acaba de salir de Cuba; yo en cambio, no) nos metimos a tomar unas cervezas en Spike Hill, un bar donde sin cargo extra puedes oír alguna banda tolerablemente buena. La de ayer sin embargo me sorprendió. Con un formato que ha puesto de moda “White Stripes”, guitarra y batería, ya me parecía sugerente. Es un equilibrio raro ese de la guitarra y la batería en el rock y mantenerlo usualmente demanda bastante talento de los ejecutantes. No es que XNY sea the Next Big Thing (deben andar por ahí miles de grupos igual o más talentosos sin que uno se entere de que existen) pero se agradece que de una manera tan casual, sin más anuncio que el escrito con tiza en la pizarrita junto a la puerta del bar, uno pueda tropezarse detalles así.   


jueves, 12 de diciembre de 2013

Entrevista

Entrevista sobre el asedio en estos días a Estado de Sats:

Jarrett, Peacock, Dejohnette

Anoche, (y casi de casualidad), fui al concierto de Keith Jarrett con su trío clásico con Gary Peacock y Jack Dejohnette en el Carnegie Hall. Hubo de todo. Desde Jarrett burlándose del New York Times por haber puesto una foto de Chick Corea en un artículo dedicado a él, a abrir el concierto con una extensa versión de "Santa is coming to town" dedicado a su nieta que asistía a su primer concierto, a soltarse en una versión muy funky de "Fever" o a ser forzado a fuerza de aplausos a tocar cuatro piezas adicionales -los neoyorkinos nunca pierden una oportunidad de sacarle partido a sus inversiones- cuando ya llevaban más de dos horas de concierto. Entre esas piezas adicionales estuvo "God Bless the Child" (popularizada por Billie Holliday) que pongo a continuación tomada de un concierto de 1985 de la época de "Standards" I y II:

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Mensaje del Boris

Desde la casa de Antonio Rodiles, sede de Estado de Sats, sitiada desde hace días por la policía y aprendices de esbirros:

Antonio Rodiles, Walfrido Lípez, Calixto Martínez y Kizzy Macias fueron brutalmente golpeados y ahora están en paradero desconocido. Estamos sitiados, todo el día con mitines. Ayer vino Arnaldo y su Talismán en persona, que manera de gritar Viva Fidel y Viva Raul, pronto tiene un viaje a Miami... Me han cortado la línea de teléfono, el concierto se dará pero cuando termine seguramente nos detengan a todos, que se corra la voz!!!!

P.D.: El tuiter de los segurosos dice esto:



Solo falta que lo acusen de querérselos comer.

Sentidos

Como mismo no se debe exagerar su significado político no se debe minimizar el apretón de manos de Obama reduciéndolo a simple gesto de cortesía. Cualquier gesto público que tome un presidente norteamericano es un símbolo de algo. Quien quiera que ocupe la presidencia norteamericana es un emisor permanente de símbolos políticos, incluso en circunstancias mucho más ligeras. Si hace unas semanas Obama saludaba a una de las figuras más visibles de la disidencia cubana y con ese gesto quiso decir algo es iluso –en las mismas horas en que secuaces de ese al que dio la mano apaleaban en Cuba a quienes intentaban celebrar el día de los derechos humanos- negarle significación a este saludo.

No obstante su interpretación se hace más confusa cuando Obama pasa de este gesto cortés o amistoso –como quiera vérsele- a la puya de decir en el discurso que pronunció a continuación “Hay gobernantes que alaban a Mandela pero no toleran la disidencia”. Pero a política no es –discúlpenme la obviedad- poesía. En política aún los mensajes más oscuros requieren de señales claras. Y en este juego semiótico los regímenes totalitarios llevan ventaja: importa menos qué dijiste o hiciste que tu capacidad para controlar su interpretación. Un ejempo es aquél chiste que atribuye a Napoleón haberle dicho a Fidel Castro (o a su equivalente en el totalitarismo de turno): “si hubiera tenido tu periódico nadie se habría enterado que perdí en Waterloo”.

Otro ejemplo fue el apretón de manos de ayer. Benéfico –o al menos no lesivo- para las relaciones exteriores de la dictadura en los medios oficiales cubanos a los que tiene acceso el cubano de a pie se ha tenido el cuidado de ignorarlo. Nada más inconveniente para mantener el espíritu combativo de la tropa que un apretón de manos con el presidente de la nación enemiga. Sobre todo si es la misma para la cual supuestamente trabajan los que han sido sometidos a golpizas y tratos vejatorios de todo tipo en estos días. Una foto menos en el tan censurado álbum de familia del castrismo no se echará a ver. Para que el gesto de Obama tuviera algún significado positivo –y por positivo entiendo lo contrario a un vago respaldo a la dictadura más antigua de Occidente-, para que Obama tuviera algo de control sobre su significado debería responder a un plan. No obstante me temo que en este caso –como en tantos otros- el presidente de Estado Unidos carezca no de una visión general pero sí de un proyecto concreto.

martes, 10 de diciembre de 2013

Informando

De Ivette Falcón Ugarte esposa del músico Boris Larramendi quien se encuentra en la casa de Antonio Rodiles, director de Estado de Sats para celebrar el I Encuentro Internacional sobre Derechos Humanos y Pactos de la ONU me llega este mensaje:

"Ahora me escribe Boris que tienen montado un fuerte cerco policial alrededor de la casa, son 18. Ayer pudieron escapárseles algunos y llegaron pero hoy es imposible, están deteniendo a todo el que intanta llegar, que se corra la voz" 
P.D. 1:

"Estan preparando mitin de repudio con niños de secundaria, Tienen puesto unos bafles a todo lo que da con musica de Silvio" 
P.D. 2:

"Ya ha comenzado el evento, solo que mucha gente no pudo llegar. De momento todo tranquilo" 
P.D. 3:

"Ya los del mitin se dejaron de sutilezas y estan poniendo regueton!" 
P.D. 4:

"Dice Boris que ahora estan con Buena Fe" 
Ya cayeron declaradamente en la tortura física. 

P.D. 5: Me llega por otra vía este mensaje:


me acaba de escribir P que su prima estaba en L y 23 y vio como se llevaban a las Damas de Blanco
ela le puso el telefono para que escuchara la bulla
dice que la gente esta revuelta
que hay mucha confusion
P.D. 6:

Raperos de #PuñosArriba protestan hoy en Inst.de la Musica x suspension de su actividad #DDHHCuba2013
los raperos anclados en el instituto de la música por la suspensión del concierto dicen que o salen con su concierto o presos 
P.D. 7: 

#DDHHCuba2013 via Calixto Martinez varias damas de blanco detenidas en 4ta unidad Cerro

P.D. 8:

Detenidos artistas visuales Maldito Menendez y Otari Silva invitados a se los acaban de llevar en patrullero 
P.D. 9:

El cerco sigue. Dice Boris:

#DDHHCuba2013 Comienzan a montar nuevamente tarimas y audio frente @EstadodeSats otra dia de pachanga ridicula y venas inflamadas

P.D. 10:

Detenidos Antonio Rodiles () y Ailer González (), de |  

lunes, 9 de diciembre de 2013

Y hablando de responsabilidad social...

El músico radicado en España Boris Larramendi está en La Habana para asistir al I Encuentro Internacional sobre Derechos Humanos y Pactos de la ONU organizado por Estado de Sats. Ahora mismo decía en su cuenta de FB que estaban tratando de detener a Antonio Rodiles director de Estado de Sats frente a su propia casa. Abajo imágenes del concierto sorpresa de Boris ayer en La Habana:



 Post Data:

"La Seguridad del Estado se presentó en casa de Antonio Rodiles, líder de Estado de SATS, y ha intenta detenerlo para evitar la celebración de los actos por el Día de los Derechos Humanos. [...] Los agentes intentaron esposarlo y trasladarlo a una estación de policía, supuestamente por incumplir una norma de tránsito. Los participantes en el evento se enfrentaron a los uniformados para evitar la detención. Rodiles había ido a buscar a un colaborador. Camino hacia allí vio al agente Camilo, conocido por la crueldad de sus métodos contra la oposición, quien ordenó a la policía que lo detuviera. La policía se ha retirado de la casa del disidente, aparentemente para buscar una orden de detención."

¿Tiene el escritor responsabilidad social?

Hoy, en la revista literaria Otro Lunes aparece una entrevista que me hiciera hace unos días Juan Carlos Romero Mestre. De ella les dejo mi respuesta a una pregunta recurrente en estos tiempos:

Pregunta: ¿Crees que el escritor, en tanto figura pública tiene responsabilidad social?
Respuesta: En una sociedad “normal” (recordemos que la autocracia sigue siendo la norma en este mundo) con instituciones democráticas, prensa independiente, etc., el único deber del escritor es escribir bien. (Entiéndase escribir bien no como escribir bonito sino como una escritura relevante, subversiva en algún sentido con respecto al lenguaje y el resto de las convenciones sociales). Intervenir o no en la esfera cívica es su opción de la que hace uso con toda la libertad que le sea posible, como cualquier otro ciudadano.
En cambio en una dictadura las instituciones que mencionaba antes no existen y un escritor antes de publicar la primera letra debe preguntarse cómo es que a su gremio –me refiero al de la creación artística en general- es al único al que dejan expresarse con alguna libertad, aunque sea para referir sus miedos infantiles. Y la respuesta no es que las dictaduras tienen una especial debilidad por tu talento para contar cómo te orinabas en la cama. La única respuesta honesta es reconocer que eres víctima de un chantaje para silenciar a todo un pueblo. O lo aceptas o te resistes.
Las opciones –por supuesto- no son fáciles porque ya conocemos todos los recursos de que dispone el poder si te le resistes (entre ellos el tiempo que es el recurso más disuasorio de que dispone: una buena dictadura es lo más parecido a la eternidad que podemos producir los humanos). Por otro lado la vergüenza de aceptar algo en lo que no crees suele provocar daños irreparables incluso en la capacidad creativa algo que tanto depende de la autoestima porque no hay que olvidar que todo creador al menos en el momento de la creación debe pensarse como alguna variante de dios. En cualquier caso la de la rendición- resistencia es una disyuntiva perversa que debe enfocarse con mucho cuidado cuando se está en esa situación y mucha humildad cuando se le juzga desde afuera. Hay que pensar que las denuncias, aunque necesarias en el plano cívico, tienen escasa vida literaria pero aún así entre el panfleto y el colaboracionismo hay todavía bastante espacio para crear. Exigir deberes fuera del de escribir bien se parece mucho a la exigencia de respaldo por parte de las dictaduras. Ninguna respuesta es fácil a excepción del oportunismo de llamarse apolítico cuando el poder atropella y luego darle todo tu apoyo cuando te lo pide.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Guerra avisada

Disculpen que perturbe el ambiente entusiasta de reformas que embarga a toda la isla -incluyendo cena de recibimiento del nuevo año en la Plaza de la Catedral a 150 estacas feudalmente convertibles la cuchara- pero no todo parece marchar a tan relajado paso. La movilización de la policía política cubana (nuestros queridos segurosos y compañeros “que  nos atienden”) para impedir que se celebre el I Encuentro Internacional sobre Derechos Humanos y Pactos de la ONU organizado por Estado de Sats es alarmante incluso teniendo en cuenta su tradicional celo. Las presiones de la que han sido objetos vienen circulando en blogs y redes sociales desde hace días. Entre tantos otros Regina Coyula -ex segurosa ella misma y con la que durante años he sostenido una cariñosa correspondencia- cuenta su experiencia en su blog Mala Letra:

"no fue blog ["Mala Letra" que ella lleva desde hace años] lo que hizo a los compañeros  que “me atienden”,  “profilactarme”  ayer por  la mañana. .  Fue el consejo  –y la advertencia—de no participar en el Estado de SATS  programado los días 10 y 11.  Fueron enfáticos: No permitiremos la actividad. De nada sirvieron los argumentos de que prohibirla le daría más visibilidad, con las consecuencias que se derivan de descargar el poder de la Seguridad del Estado sobre un grupo de personas que por reunirse no van a derrocar al gobierno. Les recordé la  verdad que expresara Esteban Morales cuando dijo que el cáncer que daría al traste con el gobierno sería la corrupción y no la disidencia. Fue una conversación civilizada pues creo en el diálogo y no en la confrontación; sí les dejé claro mi interés como ciudadana y activista en la ratificación de los Pactos de la ONU. No sé si me creyeron cuando les aseguré que lo hago gratis.  Por parte de ellos hubo respeto, pero también un mensaje muy claro: Si vas, te detenemos"

Guerra avisada no mata soldados. Al menos no en silencio.

Rita

Confieso que nunca entendí bien esa devoción de nuestros abuelos por Rita Montaner con sus ademanes de diva y su voz de pito. (“El Romance del palmar”, película que se suponía un vehículo para desplegar su talento, me confirmó esa impresión). No obstante este fragmento sacado de alguna película mexicana con Ninón Sevilla al parecer de protagonista me hace empezar a sospechar por dónde iba la cosa:



P.D.: Jorge Salcedo comenta en su blog sobre esta y otras canciones orgásmicas.


sábado, 7 de diciembre de 2013

Incomprensión

El Comandante es un incomprendido. Lo que quiso decir fue:

"Contra la Revolución, nada... o te ahogas"
Es que la corriente es muy fuerte. 

jueves, 5 de diciembre de 2013

Preservando

El National Recording Registry fue establecido por la Ley de Preservación Nacional de Grabaciones del congreso norteamericano para seleccionar y preserver aquellas grabaciones que sean “culturally, historically, or aesthetically important, and/or inform or reflect life in the United States". Desde el 2002 se vienen seleccionando -al principio a un ritmo de 50 grabaciones anuales y desde el 2006 se redujo a la mitad- hasta acumular hasta ahora un total de 375. Pues bien, esa exclusiva lista de grabaciones incluye dos de “El Manisero”, una de 1927 cantado por Rita Montaner y acompañada de orquesta


 y otra de 1930 grabada por Don Azpiazu and His Havana Casino Orchestra;


Manteca” de la Dizzy Gillespie Big Band con Chano Pozo, 1947;


"The Jazz Scene" uno de los ambiciosos proyectos de Norman Granz de 1949 que incluye a los más revolucionarios músicos de jazz de la época e incluye a Machito y sus Afrocubans tocando la seminal “Tanga”;


el disco “Descargas: Cuban Jam Session in Miniature” de Cachao de 1957;


y el "Live at Yankee Stadium" de la Fania All-Stars de1975 que incluye a varios músicos cubanos y entre ellos a la inmensa Celia Cruz.


No es poca cosa sobre todo si se piensa si se piensa que en su propio país los músicos cubanos carecen de un registro similar.

Y ya saliéndonos de la islita la lista confirma que no hubo año más productivo en clásicos del jazz y alrededores que 1959: en esos 365 días aparecieron “Kind of Blue” de Miles Davis, “Giant Steps” de Coltrane, “Time Out” de Dave Brubeck, "What'd I Say" (Parts 1 and 2) de Ray Charles, "Mingus Ah-Um" de Charles Mingus y "The Shape of Jazz to Come" de Ornette Coleman. Lo que se dice una magnífica cosecha. 



lunes, 2 de diciembre de 2013

Vampiros

No nos engañemos. La película de culto de generaciones de cubanos no es Memorias del subdesarrollo ni Suite Habana sino Vampiros en La Habana. De ella digo en Siempre nos quedará Madrid:  

“el éxito de esa película entre nosotros no fue tanto la trama más bien confusa, sino los personajes y sobre todo su modo de hablar. Hablaban desde una gracia anterior a nuestra vida conocida pero con la que nos conectábamos sin mucho esfuerzo. Como quien recupera su lengua materna después de que la creía olvidada. Cuando estrenaron la película, el audio era horrible y nadie le prestó mucha atención, pero luego, al reponerse una y otra vez con un sonido algo más decente buena parte de sus bocadillos pasaron de inmediato a ser la principal referencia cultural de mi generación. En la cúspide de su gloria no era difícil encontrarse en cualquier parte a un par de adolescentes que en lugar de conversar reprodujesen el guión de la película escena a escena, frase a frase”
Ahora descubro en el blog de Pedraza Ginori que recomendaba ayer una carta en la que Juan Padrón explica la atribulada génesis del proyecto. De ella les copio la parte central:

Vampiros era una serie (1967) que hacía para El Sable, suplemento de Juventud Rebelde y que, de pronto un día, en las palabras de los funcionarios de entonces: FUNCIONARIO: (CON VOZ ENGOLADA) No es el tipo de humor que queremos para nuestra juventud…
    Chirrín chirrán, se dejó de publicar en el 69. (Eso incluyó Verdugos y Piojos).   Luego, cuando empecé en el ICAIC en el 75, seguí haciendo los vampiros, verdugos y piojos para Filminutos y nadie dijo ni pi.Pero bien, seguimos con la peli.
Hice el guión dibujado en 18 días, trabajando sin descanso para que lo llevaran al coproductor principal el día tal. Mi esposa Berta me peleaba, que eso era un disparate, que no podía ser, que me iba a morir y el ICAIC seguiría igual. Me daban fiebres por las noches. Durante días me quedó un tic muscular en el dedo pulgar de la mano derecha, pero entregué poco antes de fecha.
    Luego, el ICAIC se demoró 21 días de más en fotocopiar el guión dibujado y mandarlo al alemán.
    Un avance en colores de lo que sería la producción de Vampiros…
 Desde el principio dio guerra esa película. Se realizó en una época que coincidió con que los jefes de Animación querían implantar un horario de fábrica en el estudio, y se sucedían peleas sobre la hora de los llamados de edición, etc. También se metían con el tamaño de los dibujos y la cantidad de colores que yo les ponía, cosa que me revolvía histérico. Aparte de la presión de la fecha de entrega, todo esa arbitrariedad colateral crispaba los nervios, te desgastaba en fajarte con ignorantes.  Además, varios de los animadores de más experiencia se fueron del estudio, por distintas razones, o para el Yuma. Hice la animación con gente que prácticamente empezaba, como Mario García-Montes, que me ayudó mucho con su entusiasmo. Los funcionarios que firmaron el contrato, llamaban de vez en cuando porque la fecha de entrega era sagrada y esto y lo otro… pues, horror, descontarían dineros si fallábamos. Eso ponía a los jefecitos al borde de la diarrea y daban brinquitos detrás de nuestras mesas de trabajo.
Dijeron que pagarían a destajo y luego no pagaron. Todo encantador. Además, nosotros estábamos acostumbrados a trabajar sin presiones y ahora los cochinos coproductores capitalistas nos bajaban velocidades con el almanaque.
    Tengo que reconocer que no todo fue horrible, nos divertimos muchísimo grabando las voces con los geniales Frank González, Manuel Marín, Irela Bravo, Carlos González, la Guillot... fue un privilegio trabajar con ellos. El músico Rembert Egües se pasó con la música y cuando grabamos con Sandoval, el tipo se metía en el papel. Trajo tres trompetas y, para la escena de la bañadera, puso un cubo de agua y la metió y sopló muerto de risa. Por ese lado, gozamos la película.
Ya casi terminada, cerca de la fecha de entrega a los cerdos coproductores capitalistas, se vio que la película tenía flicker en la mayoría de los planos. Eso es que la imagen parpadea (sin motivo) por momentos.
Seguíamos filmando con todas las revisiones, chequeos, precauciones, y con el manual en la mano… y volvía el flicker. A punto de pensar que eso era una cosa del Más Allá o falta de profesionalismo de los camarógrafos (que se pusieron histéricos), se descubrió que unos tipos que hacían rejas (en aquella época de forma clandestina), se enganchaban al tendido eléctrico de Cubanacán para robar la corriente. Cada vez que soldaban, bajaba el voltaje de las luces en nuestras cámaras.
    Al final tuvimos que volver a filmar como el 60% de los planos en horas recontra-extras.
    Pero ahí no paró la cosa. Como no era una película para niños, la Santa Inquisición fue contra ella. (Se suponía que el estudio de Animación hiciera solo películas para niños. Los Filminutos eran una excepción, pues se vendían muy bien. Después de Vampiros… ya se pudieron hacer más). Querían que yo hiciera dos versiones: una como está, y otra, muy descafeinada, para los cubanos.
    Dije que hacía una sola película, si los extranjeros podían ver tetas animadas, también los cubanos, por lo tanto: más líos con los jefes. Quedamos que la película tendría una sola versión, pero que se archivaría para Cuba durante un tiempo indefinido. (Yo pensé: qué emoción, tigre, el primer animado archivado del cine cubano.) Mientras sucedían las discusiones, los coproductores opinaron que la peli estaba bien, y entonces, como iban a pagar (alivio), hubo una última reunión final para ver el destino del proyecto.
    Aunque no era lo que esperaban de mi trabajo, aunque había sido un experimento fallido, aunque los había decepcionado, (como no había hecho caso a sus atinadas orientaciones), había salido una película demasiado vernácula, vulgar, y en una clave cubana tan cerrada que nadie la iba a entender fuera de Centro Habana. Y bueno, para no tirar a la basura tanto esfuerzo, los jefes opinaron que no la iban a archivar, pero que la pondrían para mayores de 12 años y en cines de barrio. Para joder hasta el último momento, ordenaron quitar la palabra posada (en la escena en que Pepe y Lola entran a la posada, Lola decía: -¡Coño, Pepe, chico, esto es una posada!) porque no se entendía fuera de Cuba. Yo dije que no le quitaba nada (para negociar, había quitado dos “malas palabras” de Smiley: mierda babosa, y otra que no me acuerdo y de lo que me arrepiento hasta ahora) pero alguien, sin yo saberlo, cortó el sonido y lo sustituyó por otro diálogo  (-¡Ay Pepe, mira que tú me haces sufrir!). Esa tarde, el equipo citado a la reunión fuimos a emborracharnos, como fracasados que éramos y porque ya habíamos salido de la maldita película. Recuerdo agradecido el esfuerzo constante de Mayito, Adalberto Hernández, Pepe Reyes, Rosa María Carreras, Modesto García (Modesto hizo acuarelas para los fondos de la película sobre el reverso de unas cartulinas, buenísimas, que eran carteles en portugués con la cara de Agostinho Neto. Las habían tirado a la basura porque al mapa de Angola, que aparecía detrás de Neto, le faltaba Cabinda) y muchos otros compañeros para entregar el trabajo en tiempo y forma (como dicen los funcionarios) y porque creían en la película. Tratando de que pasara desapercibida a la Santa Inquisición, que gateara por debajo de la mesa, fue la única película del ICAIC que salió directo a los cines sin la clásica conferencia de prensa previa, ni premiere ni nada. (De todas maneras, rompió récord de taquilla en la primera semana de exhibición en La Habana). De la coproducción, por nuestro abnegado trabajo durante casi dos años, obtuvimos una fotocopiadora para el estudio.


domingo, 1 de diciembre de 2013

Entrevistas

Como los antiguos diarios las viejas entrevistas sirven para dar una referencia del paso del tiempo, de la oscuridad esencial por la que uno se mueve. Lo pienso a propósito de dos entrevistas que me hicieron por distintas razones en el ya lejano 2001. En una de ellas, -a propósito de la escandalosa actitud de las autoridades cubanas en la Feria del Libro de Guadalajara en la que fueron de intimidar a una editorial mexicana para que excluyera a escritores exiliados de una antología a organizar y alentar un acto de repudio contra otra conocida revista mexicana que abordaba el tema cubano en el número que presentaba en la feria- me preguntaba Antonio Ortuño para la revista Milenio sobre la posibilidad de un diálogo “con escritores adictos al régimen”. Mi respuesta fue:

El diálogo no tengo que inventármelo, ya ha ocurrido en varias ocasiones y el resultado es francamente desalentador. Te confieso una vieja sospecha que tengo: los escritores adictos al régimen cubano no existen. Pueden apoyarlo por conveniencia personal o porque relacionan su adhesión a algún tipo de estabilidad emocional que necesiten pero hasta ahora no he encontrado ninguno que crea realmente que el régimen que apoyan funciona. Un escritor adicto a un régimen como el cubano es una imposibilidad teórica y según mi experiencia, también una imposibilidad práctica. Cuando me he encontrado uno de estos personajes se puede hablar de cualquier cosa excepto de la situación cubana. Llegado a ese punto sólo pueden hilar unas cuantas consignas. Eso es en público. Una vez que pasan a un plano más privado, en caso que tal cosa suceda, te pasan el brazo por arriba, tratando de convencerte de dos cosas: que los invites a tomarse una cerveza y de que nada de lo que han dicho en público hay que tomárselo totalmente en serio. Después de un par de cervezas vuelve el tema político pero esta vez en la forma de algún ataque personal, como para sentirse ellos mismos libres de la culpa de haberle aceptado una cerveza al enemigo. Es un patrón casi matemático. Me lo explico pensando que un régimen decrépito como el cubano, incapacitado de producir nuevas ideas o aún de dejarlas producir aunque le sean favorables sólo permite la reproducción de consignas. Los escritores que apoyan al régimen tienen muy poco juego y su contribución se reduce a añadir comas y adjetivos, crear epítetos contra el enemigo pero siempre atentos a los caprichosos cambios de humor y de consignas del caudillo. Sólo Él decidirá cual es la táctica del momento y el enemigo del momento. De otro modo el escritor oficialista, pongamos por caso al propio ministro de cultura, habla de integración y acercamiento en una feria donde uno de los primeros actos es una burda provocación contra la presentación de una revista, provocación que hace quedar en ridículo a ese propio ministro. Ante una situación así los cambios se hacen imprescindibles para los propios sectores oficiales y el único tema de discusión posible sería la dirección y la envergadura de esos cambios. Pero poco se puede esperar en ese sentido cuando hablar de cambios no sólo puede ser considerado peligroso sino inconstitucional.

Y sí, al cabo de los años han tenido lugar algunos cambios teniendo en cuenta muy parcialmente las necesidades del país y para nada su opinión. Lo curioso es que yo me refería a un socialismo que se había declarado “irreversible” poco antes y éste ha sido –pese a su inmunidad constitucional- el principal objeto de los cambios con los principales medios de producción pasando a manos privadas.  

En otra entrevista –en este caso de Dennys Matos para Cubaencuentro- éste me preguntaba sobre el carácter autobiográfico de libros como “Pérdida y recuperación de la inocencia” y “Lágrimas de cocodrilo”, mucho antes de que se me ocurriera perpetrar mis precoces memorias madrileñas. Mis esfuerzos por constatar rastros autobiográficos en aquellos cuentos desaforados y absurdos hoy me hacen sonreír:

Son libros que relatan la experiencia bajo un poder político tan absoluto y abarcador que parecería una metáfora de la idea de poder si no se ejerciera sobre (y contra) gente real. Es autobiográfico porque no me he inventado esa experiencia. Es, ni más ni menos, el resultado de vivir en Cuba durante 28 años. No es autobiográfica porque tuve que usar mucha imaginación, mentir literariamente para poder relatar hechos que, contados de un modo literal, resultarían incomprensibles. Buena parte de mi escritura se ha realizado en condiciones en las que no sabía cuándo ni quiénes la leerían, de modo que debía asumir de antemano una dificultad adicional para la comprensión. Pero nunca perdí la oportunidad ni la esperanza de dar cuentas a un público más inmediato. Buscaba imágenes, tramas que fuesen asimilables para cualquiera que las leyera. Y sin embargo, hay algo de ajuste de cuentas con mi tiempo, pese al sabor siciliano de la expresión. Porque si no ajustamos cuentas con nuestro tiempo (y eso puede tener desde la dimensión más social o política hasta la más íntima) el tiempo ajustará cuentas con nosotros. Lo que sucede conmigo –supongo que también le pasó al resto de mis coetáneos– es que la dimensión política contaminó incluso mi intimidad. Por eso veo que [en el caso cubano] una separación entre lo íntimo y lo político es algo innecesariamente superficial y falso. Me interesa más bien observar cómo se produce esa contaminación por motivos terapéuticos, si lo quieres ver así.


 Y al preguntarme sobre la posibilidad de ser considerado parte de alguna generación de escritores, o de la existencia de la misma idea de generación entre mis contemporáneos respondí:

No lo sé. Tampoco me preocupa. No me siento parte de ninguna generación o grupo a pesar de que tengo muchos amigos escritores más o menos de mi edad con los que coincido en muchas cosas esenciales. No me identifico demasiado con "mi" generación o promoción. Sin embargo, sospecho que cuando llegue el tiempo de mirar esto con la debida perspectiva alguien descubrirá identidad en lo que otros no veían más que contrastes. La diferencia es lo mejor que nos podría suceder después de tanta uniformidad entusiasta. De cualquier manera, lo que hace que una generación se sienta a sí misma como tal, –compartir espacios comunes (revistas, círculos, debates) más que ideas comunes–, prácticamente no existe dentro ni fuera de Cuba. De momento estamos demasiado dispersos para inventarnos ese tipo de comunión a menos que seamos la primera generación que se forje a través de Internet.

Y me llama la atención al cabo de los años descubrir que si internet no nos ha acercado como generación literaria pero sí lo ha hecho como generación a secas. En estos días estamos mucho más conscientes de lo que están haciendo los otros ya sean libros o hijos o saliendo de vacaciones. Sin importar la distancia hoy somos mucho más contemporáneos que nunca.  

Memorias televisivas

Dando vueltas por internet caí en el blog de Pedraza Ginori, el director de programas de la televisión cubana como "Joven joven", "Teatro ICR", "Yo también soy joven" y residente en España desde 1992 donde cuenta sus interesantes cuitas en uno de los organismos más retorcidos de la historia cubana reciente: el ICRT. Muy recomendable. Di con él mientras bucaba información de "El final no llegará", canción compuesta por el propio Pedraza Ginori como tema del programa "Yo también soy joven" e interpretada por el Septeto Nacional Ignacio Piñeiro:

  

martes, 26 de noviembre de 2013

Libertad

Artistas e intelectuales residentes en Cuba, compatriotas en general: cuando escuchen decir que allí hay una dictadura no se apresuren a desmentirlo. Primero piensen que tanto tartamudeo, tanto miedo, tantas verdades a medias y mentiras completas, tanta complicidad, tanta miseria en suma no van a parecer irremediables sino que ustedes optaron –libremente- por ellas. 

viernes, 22 de noviembre de 2013

20 años, 290 palabras, una pregunta

Hace ya 20 años recibí una llamada comunicándome que mi libro era considerado para ser publicado en la primera edición de aquél proyecto editorial que se dio en llamar Pinos Nuevos. Sólo que había un problema. O varios. Entre los textos que conformaban el libro había varios que consideraban incómodos y querían discutir conmigo cuáles debían ser excluidos del libro. Me hice una lista mental sobre cuáles cuentos estaría dispuesto a ceder a la censura y cuáles consideraba innegociables. Por suerte -para el libro- los del jurado andaban preocupados por un par de cuentos del primer listado, el de los prescindibles y acepté que fueran publicados sin ellos. Ahora me encuentro con uno de aquellos cuentos y no entiendo qué peligros vieron los miembros de aquél jurado en este puñado de líneas. Y me pregunto más. Me pregunto si a la luz generosa de las reformas raulistas o proceso de actualización del socialismo cubano –un proceso que este relato de alguna manera anticipa- este cuentecillo les parecería publicable. 

"La zorra rabona y la conciencia social"

La zorra jefa rabona pierde la cola. El simbolismo y la connotación ideológicas de la irreparable pérdida hacen pensar en una tragedia colectiva. Los mejores médicos, llamados en secreto, se encogen de hombros ante la imposible restitución. Como la prótesis no es recomendable en medio de tanta suspicacia, la primera de las zorras decide afrontar la pérdida en todas sus consecuencias. Para ello prepara un discurso contundente. No deja de tener en cuenta que hasta ese día la posesión de la cola se ha visto como una cuestión de principios. Mencionará entonces las difíciles circunstancias en que hubo que tomar medidas contra aquellos que por una razón u otra habían renunciado a su cola. Explica, casi con convicción, cómo a través de los años el extenso y peludo apéndice iba convirtiéndose en obstáculo del desarrollo de toda la raza. También menciona el que el desmedido orgullo que generaba la tenencia de la cola, ha terminado por inducir a la adopción de conductas equívocas, contrarias a nuestros principios. Finalmente, propone a toda la manada la renuncia de tan superfluo artefacto en aras del porvenir. Para terminar, recomienda que esta tarea se emprenda con el entusiasmo de siempre; aunque advierte de los peligros del extremismo.
El primero en resentirse es el mercado negro de colas postizas. Ante el desenfado mayoritario de los ahora descubiertos muñones traseros, las zorras, que hasta el momento se habían aferrados a colas y principios, se sienten aturdidas. Sin saber contra qué molestarse, van a amputarse su ahora inútil apéndice con fingido entusiasmo. Siempre habrá alguna renuente, es cierto, pero se espera que con el tiempo comprendan lo necesario de ese paso. Si no, ya se verá qué hacer con ellas.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Crimen y sutileza

Mark Lilla, el autor de The Reckless Mind: Intellectuals in Politics (un libro fundamental para entender las tendencias filotiránicas de la intelectualidad en el siglo XX) disecciona en estos días la película “Hannah Arendt” de Von Trotta. Lilla se ocupa –para entender mejor el alcance de la película y sus limitaciones- de rastrear las circunstancias intelectuales no sólo del debate al que se enfrentó Arendt sino las que mediaron la actitud de la cineasta hacia la filósofa empezando por los típicos prejuicios de la izquierda occidental contra una crítica profunda del comunismo:

Von Trotta admite en el libro de Wiebel que ella , al igual que muchos en la izquierda alemana en las décadas de 1960 y 1970 , despreció a Arendt por comparar el comunismo y el nazismo como ejemplos de totalitarismo y se negó a leer sus libros. Pero más tarde se encontró con la biografía de Elisabeth Young- Bruehl y descubrió a una figura fuerte, una filósofa comprometida en el debate político, cuya vida personal también era rica en amigos y amantes. Esa era una mujer a la que podía admirar y celebrar.
La transición del desprecio a la admiración, sin embargo, renueva el repertorio de torpezas de la realizadora:

El problema es que von Trotta ha elegido un episodio en la vida de Arendt, donde las apuestas eran tan altas, intelectual y moralmente, que no puede ser tratado como el telón de fondo de una historia de interés humano sin faltar al buen gusto. Aunque puede ser una batalla perdida nunca se insistirá bastante en que el Holocausto no es una circunstancia aceptable para viajes sentimentales.
Otro momento sugerente del artículo es cuando aborda las curiosas justificaciones a las que echó mano la izquierda alemana para justificar el terrorismo de ultraizquierda en plena democracia:

Cuando el radicalismo de izquierda estaba en su violento apogeo en la década de 1970 se convirtió en lugar común el siguiente falso silogismo: los crímenes nazis fueron posibles gracias a la obediencia ciega a las órdenes y las convenciones sociales, por lo tanto, cualquier persona que todavía obedece a reglas y sigue las convenciones es cómplice del nazismo mientras que cualquier persona que se rebele contra ellos golpea retrospectivamente a Hitler. Para la izquierda en ese período, el Holocausto no era fundamentalmente sobre los judíos y el odio hacia ellos (de hecho, el antisemitismo era común en la izquierda radical). El análisis del holocausto se centraba, de una manera narcisista, en la relación alemanes con ellos mismos y en caso extremo en su falta de voluntad de pensar por sí mismos. La Hannah Arendt de Von Trotta comparte esa perspectiva.
Sin embargo el argumento central de Lilla con respecto a la película y al debate en el que Arendt se vio envuelta es la dificultad de analizar los horrores del Holocausto en toda su complejidad sin perder lo que él mismo llama “claridad moral” un concepto que en tiempos tan sutiles como los que vivimos puede sonar fundamentalista:

[Primo] Levi cuenta la historia de Chaim Rumkowski, el vanidoso y dictatorial anciano judío del gueto de Lodz que imprimía sellos con su imagen sobre ellos, comisionaba himnos que celebraban su grandeza e inspeccionaba sus dominios en un carruaje tirado por caballos . Historias como éstas que unos han contado y otros han querido enterrar son complicaciones mal recibidas. Pero Levi las cuenta sin permitir que el lector pierda de vista la simple realidad moral en la que tuvieron lugar. Sí, "todos nos reflejamos en Rumkowski , su ambigüedad es nuestra, es nuestra segunda naturaleza, somos híbridos moldeados de arcilla y espíritu. Sin embargo, "no lo sé y no tengo mucho interés en saber si en mi interior se esconde un asesino: lo que sí sé es que yo era una víctima inocente y que no era un asesino".