Mostrando entradas con la etiqueta Cubanos en Costa Rica. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cubanos en Costa Rica. Mostrar todas las entradas

jueves, 14 de enero de 2016

Lo público y la cosa

Foto: Geandy Pavón
El crítico de arte y curador Dennys Matos me hace llegar dos preguntas sobre la crisis migratoria de los cubanos en Centroamérica para un trabajo que está realizando. Le he pedido permiso para publicar en mi blog las respuestas que quiero que sean parte del debate que se ha establecido desde hace rato sobre el estatus del régimen cubano actual y el de aquellos que huyen del país  (para regresar al año y un día, ya lo sé).
D.M: Más allá de las lógicas diferencias de espacio y tiempo, ¿cuáles crees tú que son aquellos elementos y circunstancias que acercan y aquellos que diferencian la crisis de los balseros en 1994 y esta que está teniendo lugar en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua?  
EDR: Las diferencias, como dices, son bastante obvias. Las relaciones entre los gobiernos de Estados Unidos y Cuba se han transformando y también entre los dos países de manera que ahora la estampida hacia Estados Unidos coincide con cantidades cada vez mayores de norteamericanos visitando el país. O sea, estamos ante la paradoja cada vez más aguda de un paraíso turístico que es al mismo tiempo un infierno cotidiano para los nativos. Por otra parte la sociedad cubana ha cambiado. Más o menos igual de represiva en lo político ya lo es menos en lo económico. Este éxodo sin embargo nos habla claramente del poco éxito que ha tenido el régimen cubano en crear expectativas de prosperidad con esas reformas muy limitadas por otra parte. Si para cualquier emprendedor en el mundo los inicios de un negocio son siempre difíciles, en Cuba, un país estructurado para restringir la autonomía económica de su población, cualquier reforma sabe a poco.
Y hay más diferencias. Este éxodo es menos dramático que la crisis de los balseros en el 94 por dos razones principales. En parte porque la reforma migratoria ha creado un marco de expectativas distintas para los emigrantes que a diferencia del 94 se van con la idea de regresar tan pronto como puedan. Eso hace de su fuga algo menos definitivo, más contingente. Por otro lado la fuga, al darse a través de terceros países, fuera del alcance visual y sentimental de sus compatriotas supongo que tenga menos resonancia dentro del país, que no se está viviendo como el drama colectivo y sincrónico que se vivió la del 94. Incluso cuando en ese penoso éxodo las muertes y las situaciones horribles en general no han sido pocas.
Lo que iguala ambos éxodos es el régimen cubano que en cuanto composición, idea del poder y del control y uso de la población cubana sigue siendo más o menos el mismo. Un régimen al que los éxodos anteriores le han enseñado muy bien cómo utilizar a su propia población en fuga como instrumento de presión política. El gobierno norteamericano, distinto al del 94 y al del 80 actúa como si esto sucediese por primera vez. Y claro, en este tipo de intercambio las dictaduras veteranas siempre llevan las de ganar sobre gobiernos democráticos que nunca encuentran tiempo para aprender de sus errores.     
D.M: En mi opinión esta emigración es política y económica. Política porque en Cuba, donde hay un régimen totalitario que bloquea cualquier ejercicio de elección democrática, los ciudadanos no puede elegir a su gobierno, por tanto "eligen" irse. Económica, precisamente porque debido a la política económica totalitaria, el país se ve abocado a una crisis económica permanente. ¿Tú qué crees al respecto? 
EDR: El mantra del régimen cubano (porque no se trata solo del gobierno sino de su maquinaria de propaganda y hasta de la opinión de los compañeros de viaje) es decir que la Ley de Ajuste Cubano politiza a los emigrantes económicos para convertirlos en exiliados políticos. Pero no olvidemos que hubo un tiempo donde para ese mismo régimen todos los emigrantes eran políticos, como todo era eminentemente político en la sociedad: desde la economía hasta el deporte pasando por el arte (“un arma de la Revolución”) todo dentro de la sociedad existía en función del poder político establecido. Porque incluso la ideología –dicho sea de paso- era mero pretexto. Lo único importante fue siempre si le convenía al poder político de ese momento. Eso es lo que constituye un estado totalitario, más que la existencia de campos de exterminio y demás detalles con que lo asociamos aun  nivel más cinematográfico.
Ahora el régimen cubano actual es bastante más modesto, hasta el punto que se podría entrarse a debatir si todavía es un estado totalitario o ya empieza a transformarse en una dictadura de derechas de las de toda la vida solo que con retórica y apoyos de izquierda. Pero eso sí: conserva la misma lógica, los mismos instintos totalitarios aunque solo sea porque “Loro viejo no aprende trucos nuevos”, porque es lo que siempre les ha funcionado. En lo que sí ha cambiado es en la táctica. Sin dejar de pensar en términos totalitarios –esto es, en función de preservar la mayor cantidad de control político, social y económico posible- trata de “despolitizar” su discurso, de “normalizarlo”. Ya el régimen cubano no aspira a convertirse en “faro de América toda” como decía aquel famoso himno. Con conservar el poder, con sobrevivir como poder interno es suficiente. Pero para eso entiende que Cuba debe pasar de ser una anomalía latinoamericana  a ser un país “normal”. Y la emigración económica es parte de esa realidad latinoamericana así que el régimen no tiene problema en reconocerla como tal porque es parte de esa "normalidad". De lo que se trata ahora –y en eso el gobierno norteamericano, quizás hasta con las mejores intenciones del mundo, está haciendo una visible contribución- es de normalizar la anomalía que constituye una dictadura que acaba de cumplir 57 años. Pero no se quiere normalizar el país mediante una transición a la democracia sino haciendo que la percepción del régimen político sea más aceptable sin necesidad de dejar de ser dictatorial. 
Llegado a esa “normalidad” el régimen incluso se da el lujo de acusar a los demás de politizar una situación creada por él mismo. Primero, destruyendo el país y negándole –como dices- la posibilidad de prosperar al cubano promedio. Segundo, solicitándole a su mayor aliado político de la región, el régimen del nicaragüense Daniel Ortega, que obstruya el paso a los emigrantes y que convierta el tránsito de cubanos por Centroamérica rumbo a Estados Unidos desde Ecuador–tránsito que lleva ya varios años- en crisis visible. Y se da la paradoja de un régimen que se sirve de la desesperación de sus compatriotas (a quienes no ha intentado ayudar en medio de la crisis en los mismos días en que envía miles de dólares a los refugiados sarahuíes) como instrumento de presión política acusa a todo el que diga que las causas de la emigración cubana son primordialmente políticas de politizar el asunto. 
El cubano de a pie –literalmente, luego de recorrer caminando medio continente para llegar a los Estados Unidos- ha captado perfectamente la indirecta y se declara perseguido político a la hora de acogerse a la Ley de Ajuste y simple emigrado económico cuando se trata de regresar de visita a la isla. Y ese cubano en general no piensa en términos políticos –o sea, con autoconciencia de su situación- porque ya el castrismo le ha enseñado durante décadas que eso no lleva a nada bueno. Y entonces hace lo mejor que sabe hacer que es decir en cada momento lo que el otro –el que tiene poder de decidir sobre su situación- quiere oír. Por conveniencia y porque no sabe hacer otra cosa. Y la verdad es que a nivel colectivo no se les puede culpar de que no sepa comportarse más que como mero sobreviviente.

domingo, 10 de enero de 2016

Rumores

Hoy Diario de Cuba publica una entrevista que le hice a Geandy Pavón a su regreso de Costa Rica. De ahí extraigo este fragmento. De ser reales dichos rumores sería la prueba más clara del origen de la crisis y las intenciones de que se empeore:
Al llegar a la frontera traté de cruzar, había una cola enorme de nicas, pero a mí me hicieron una seña para que me acercara. El oficial que me atendió me preguntó qué haría en Nicaragua, yo le contesté que solo quería tomar algunas fotos desde ese lado de la frontera hacia el lado costarricense. Me dijo de mala manera que para tomar fotos no podía cruzar.
Mi objetivo real era fotografiar a las tropas nicaragüenses, había escuchado en La Cruz que entre ellos había tropas especiales cubanas y quería acercarme para comprobarlo.
Me quedé del lado costarricense en el que un oficial de frontera me dio un sitio privilegiado para hacer algunas tomas del ejército nica.No puedo asegurar que había cubanos entre las tropas nicaragüenses, sin embargo vi rostros y ademanes típicos de los cubanos que me hacen sospecharlo. Pero es solo eso, una conjetura y no quiero asegurar algo sobre lo que no tengo pruebas.
De cualquier forma, todo parece indicar que esos rumores son fundados. En una visita de un alto funcionario del Gobierno de Costa Rica a uno de los refugios, tuve la oportunidad de preguntarle sobre eso y me dijo que era cierto. Para los cubanos refugiados que han tratado de cruzar la frontera es una realidad. Algunos me aseguraron haber escuchado el acento cubano entre las tropas cuando los deportaron a Costa Rica.
[Seguir leyendo aquí]

martes, 29 de diciembre de 2015

Acuse de recibo

Por vía de Iván Acosta recibo este mensaje que creo que es importante que comparta:

Los niños refugiados en Costa Rica
por Isabel Parera Rodríguez



Cuando me enteré de la situación de los refugiados cubanos que se encuentran varados en Costa Rica, decidí viajar desde Puerto Rico para apoyar a nuestroshermanos, sobre todo a la población infantil que sufre junto a sus padres una de laspeores crisis humanitarias del éxodo cubano.
En los albergues del cantón de La Cruz hay un bebé de 8 meses de nacido; en otros albergues, varios de 1 a 2 años; de 3 en adelante hasta la edad de12 los niños son muchísimos. Luego,unos veinte adolescentes de 13 a 16.Durante mi visita solo pude visitar cinco albergues cerca del cantón de La Cruz y un campamentoen la región fronteriza de Peñas Blancas, cuantificando unos 200 niños refugiados. No obstante, existen alrededor de veintiún albergues. Costa Rica tiene, por lo menos, 8,500 refugiados. No pude continuar mi viaje hacia otros cantones, porque en La Cruz agoté todo lo que llevaba para los niños. Las necesidades son muchas.
Estos niños duermen en espacios abiertos junto a sus padres, sobre colchonetas en el piso y la mayoría no tiene una frazada para protegerse del frío. Comparten las toallas. Tienen que ajustarse a la dieta de los campamentos. Algunos ya se han enfermado y todavía les falta por andar un largo trecho antes de llegar a los Estados Unidos.
Los padres y madres se encuentran desesperados porque no ven una salida a la crisis migratoria que viven. Mientras, tratan de calmar a sus hijos con la promesa de una vida mejor.
Cómo olvidar que yo también fui una refugiada y recibí la comida, el abrigo y el techo de aquellos que me tendieron la mano cuando llegué a los Estados Unidos.  A veces, hasta una palabra de aliento, de apoyo, es todo lo que necesita el migrante para no caer en la desesperanza.

Todos los albergues se encuentran sobrepoblados. Por ejemplo, en el Colegio Nocturno hay 631 personas alojadas; 185 son mujeres y 16 son niños. Estos albergues proveen un techo y una cocina donde cubanos y costarricenses voluntarios preparan las comidas de cada día. Estos alimentos provienen de donativos en alimentos.
Las autoridades de Costa Rica, la iglesia católica, Caritas, la Cruz Roja y el pueblo tico se han volcado a asistir a los cubanos refugiados; pero estamos hablando de unos 8,500 refugiados y los recursos no son suficientes. Las comunidades de exilados de la diáspora y toda persona de buena voluntad, deben tocarse el corazón y encontrar una manera, cualquier manera, de ayudar en esta crisis, sobre todo a las mujeres y niños, que son los más vulnerables y necesitados.
Es apremiante que la comunidad cubana del exilio se una en un gesto solidario y ayude económica y moralmente a nuestros hermanos. Ellos necesitan nuestro respaldo y también Costa Rica, cuya generosidad se ha demostrado, asumiendo la protección de estos refugiados, de estos hermanos nuestros, que como nosotros salieron de Cuba en busca de libertades y de un futuro mejor para ellos y para sus hijos.  Por favor, no los dejemos solos.
Mi teléfono: (787) 728-2864
Mi correo: isabelparera@yahoo.com

Desde Costa Rica (VI y final)

Ultima entrega de las notas de Geandy Pavón en su visita a los refugiados cubanos en Costa Rica:

Día 6 

Ayer murió en el hospital de Liberia, capital de la provincia de Guanacaste, un joven cubano de 23 años. Se internó en la selva con unos coyotes para atravesar Nicaragua ilegalmente. Lo encontraron casi muerto de este lado de la frontera y lo llevaron al hospital de Liberia que está a una hora y media de camino de Peñas Blancas. Murió en la mañana: lo reventaron a palos y le robaron todo. Todavía no se sabe con certeza si los asesinos fueron los coyotes o el propio ejército nicaragüense. Un amigo suyo me dijo el nombre, confieso con vergüenza que lo olvidé. Recuerdo sin embargo que era de Cayo Hueso y que su madre está muy enferma en Cuba.
Paso más tiempo conversando con los refugiados que retratándolos. A veces trato de obligarme a lo contrario pero no puedo.   
Hoy en la noche llegó la hora de despedirnos, yo salgo mañana en la mañana para San José y de allí hasta New York. Los más cercanos a mi lloraron... y yo también.

domingo, 27 de diciembre de 2015

Desde Costa Rica (V)

Día 5
Se amaneció en los campamentos con la noticia de que hay tropas especiales cubanas en la frontera norte. Están mezclados con el ejército nicaragüense. 
El parque de La Cruz está nuevamente lleno de cubanos acabados de llegar de Paso Canoa, la frontera sur con Panamá.
En La Cruz ya no hay capacidad para ellos, casi todas las instituciones públicas están inundadas de cubanos, la Cruz Roja, los bomberos, los centros escolares etc. Los últimos en llegar tienen que ocupar el parque del pueblo. Algunos tienen casas de campaña, otros las improvisan con cartones y pedazos de plástico.
Se siente la tensión en el ambiente, todos esperan con ansiedad la nueva reunión de los países centroamericanos el próximo lunes. 
Desde que estoy aquí no he visto ningún problema causado por los cubanos, el comportamiento dentro de las condiciones en las que se encuentran es ejemplar y los ticos lo valoran mucho.
Las monjas de la zona no pueden dar más de sí, no paran de trabajar para mantener un mínimo de dignidad material dentro de los campos. Tienen en cuenta desde las comidas, los colchones y las toallas hasta los juguetes para los niños. 

Hoy las autoridades vinieron buscando a una muchacha en el campamento de La Cruz, resulta que es ciudadana española y ha hecho esta travesía por desconocimiento. Se ha enterado hoy que finalmente podrá volar a USA. El gobierno de Costa Rica va a gestionar todos los trámites.

sábado, 26 de diciembre de 2015

Desde Costa Rica (IV)

Día 4

En la mañana me dirigí al albergue conocido en el pueblo por el nombre de "Colegio Nocturno".
Allí estuve desde por la mañana hasta las 6 de la tarde aproximadamente. Estuve tomando muchas fotos y luego me pasé el resto de la tarde conversando con un grupo de nuevos amigos albergados allí. Todos querían saber sobre USA. A juzgar por sus preguntas y comentarios se puede concluir que tienen una visión demasiado peliculera, casi infantil de USA. Muchos de ellos son profesionales y muy jóvenes. Ideológicamente hablando son complicados, me explico: odian a Fidel y a Raúl, pero creen que los mejores profesionales del mundo son los cubanos, en específico los médicos. Les gusta Correa, el actual presidente de Ecuador y algunos ven al Che como a un héroe traicionado en sus "ideales" por la revolución cubana. La mayoría de ellos son víctimas de un chovinismo nacionalista impresionante. Creen que no hay nada como el chicharrón con yuca, que los cubanos son los mejores amantes y que en general Cuba es un paraíso.
Unos desean llegar a USA para hacer dinero y regresar a la isla. Otros, los que parecen tener más consciencia de lo que les ocurre, no quieren siquiera oír mencionar el nombre de Cuba. No les gusta que los clasifiquen como "inmigrantes económicos" 

Sin embargo la característica que les une a todos es su generosidad y un sentido de hermandad que me ha sorprendido.

viernes, 25 de diciembre de 2015

Desde Costa Rica (III)



Día 3

Hoy me fui temprano a la terminal de ómnibus de La Cruz para visitar el punto fronterizo conocido como Peñas Blancas. El viaje duró una media hora. Al llegar vi que los cubanos habían tomado el portal de la terminal como refugio: han desarrollado toda una técnica para construir casas de campaña con pedazos de saco y plástico. 
El camino que llega hasta la misma línea de la frontera es de tierra fangosa y está a unos 400 metros de la terminal. Había una línea de camiones desde la entrada hasta la frontera misma. También son muchos los nicaragüenses que viven en Costa Rica y que van a pasar la Navidad a Nicaragua que caminaban en fila india cargados de cosas para cruzar hacia su país.
Al llegar a la frontera comencé a retratar a los militares nicaragüenses que no estaban nada contentos con aquello. (Se cuenta entre los cubanos que algunos de esos militares son boinas rojas cubanos).
De regreso me encontré un cartel en la fachada de una casa aduanera que decía: "Bienvenidos los cubanos".
Mientras tomaba una foto de aquello se me acercó un señor que me dijo que allí había cubanos. Le pedí conocerlos y me condujo hasta el patio del lugar donde habían unas familias cubanas. Los retraté y me tomé un café con ellos. Ya de regreso hacia la terminal y mientras tomaba fotos de algunos cubanos, uno de ellos me preguntó si conocía a "La guerrillera". 
"La guerrillera es una niña de 2 meses, hija de un matrimonio muy joven de Guantánamo. Viven en aquel portal sobre cartones y comen de lo que la gente les regala. "La Guerrillera" nació en la frontera de Panamá. 

El resto de mi Navidad fue en el campamento La Cruz, cené allí con ellos yuca con carne de puerco. Todos preguntan por el Yuma y no paran de hablar mal del gobierno cubano. Yo no he podido dejar de pensar en "La Guerrillera" y sus padres: es la imagen más cercana a la Navidad que yo he tenido. 

jueves, 24 de diciembre de 2015

Desde Costa Rica (II)

Esta nota de Geandy Pavón me la envió esta mañana y se corresponde con sus experiencias de ayer miércoles:

Día dos
Temprano en la mañana, alrededor de las 7, me fui a un albergue de cubanos que está al otro lado de la terminal de ómnibus del pueblo. El lugar es una escuela habilitada para los refugiados. He notado que hay pocos niños: la gran mayoría son hombres jóvenes que viajan sin familia. No obstante hoy conocí a un par de muchachas embarazadas, una con su esposo y la otra sola.
El resto del día lo pasé en el campamento de La Cruz, un lugar con una nave enorme sin paredes en el que los cubanos han improvisado casas de campaña con pedazos de saco negro de plástico y algunos palos. El resto del campamento está compuesto de unas aulas de mampostería en hileras de 2, seis en total. Los que viven ahí corren mejor suerte sobre todo en la noche. En este campamento vive un niño  costarricense huérfano  que los cubanos encontraron en la calle mendigando y se lo llevaron con ellos. "El Flaco" un cubano que parece salido de "Scarface", tatuado por todos lados, hasta el cuello, un mulato alto y fibroso que no habla dos palabras sin que una de ellas sea "pinga", él fue quien organizó que cada cubano en el albergue donara un dólar para mandar al muchachito costarricense a la escuela. Así fue como reunieron $300 para comprarle los libros y otros materiales. Después, en la tarde-noche todo de disolvió en un juego de fútbol local que lo paralizó todo y en el que los cubanos también tienen ya su equipo favorito.

Desde Costa Rica (I)

El artista Geandy Pavón está en estos días en Costa Rica realizando un proyecto en torno a los emigrantes cubanos varados en la frontera de dicho país con Nicaragua. Cada día me ha estado enviando por teléfono breves notas sobre su experiencia allá. Por su interés -y previa consulta con Geandy- he decidido compartirlas con ustedes. Esta primera nota me fue enviada ayer y se refieren a su experiencia del martes.


Primer día
Hoy salí de San José para La Cruz de Guanacaste a primera hora de la mañana. Llegué aquí alrededor de las 11:00 del día. En el pueblo hay más cubanos que ticos, al menos se sienten más. Es conmovedor ver a los locales ayudarlos, donar comida, ropa, ofrecerles trabajo. Hoy conocí a un holguinero que hace mariposas de madera para vender. Son tan lindas que un carpintero del pueblo le ofreció su carpintería para que trabaje allí. El muchacho se llama Osmar, viene desde Ecuador, me dice que está pensando quedarse en Guanacaste.
Luego me fui a los albergues. Es realmente doloroso ver a tanta gente desesperada. Algunos tratan de disipar las penas con el dominó o haciendo ejercicios, pero se siente la desesperanza en casi todos. La reunión de hoy en El Salvador fue un baño de agua fría. Ahora estoy con Sor Jeanette, una monja que me ha servido de guía y con la que ahora estoy de campamento en campamento repartiendo comida y dulces para los niños.
Te escribo más luego. Llegamos a otro refugio.
Abrazo