martes, 1 de abril de 2008

Inventos [actualizado]


El País hacía mención ayer a una exposición de inventos absurdos con vistas al futuro que me hacía recordar aquella Tarequex 91 que realizamos los integrantes del grupo 30 de Febrero en 1991. El artículo habla de que la exposición parece inspirada en una mezcla de Julio Verne con Orwell. Es lo que se llama un despilfarro de recursos: a nosotros con Orwell nos bastaba. Lo que decía antes, eramos unos adelantados a nuestro tiempo.

Post Data:
El poeta y experto en cultura japonesa Emilio García Montiel me hace saber que este tipo de objetos inútiles tienen una más o menos larga tradición en el Japón y tienen un nombre específico, “chindogu”, y asociaciones como la International Chindogu Society destinadas a promoverlo junto con una serie de principios que suponen toda una filosofía. Todo al más puro estilo oriental. El nombre viene de “dogu” que significa en japonés “herramienta” y “chin” que significa extraño (aunque “chin” también significa “pene” lo cual complica todavía más las cosas y hace poco recomendable sentarse encima de uno de ellos hasta que no esté del todo clara la etimología). Los principios que debe cumplir una invención para ser considerado un chindogu son los siguientes:
• No puede usarse realmente.
• Debe haberse construido (es decir existir).
• Será pensado como una herramienta para uso diario.
• No puede estar o ponerse a la venta.
• No pueden haberse creado sólo por broma.
• No puede ser o contener propaganda.
• Nunca debe ser o encarnar algo tabú.
• No puede patentarse ni registrarse bajo ninguna licencia
• No puede promover prejuicios.
De cualquier manera no creo que los objetos de Tarequex se atengan a la definición de chindogu ya que el acápite que reza que el chindogu “No puede ser o contener propaganda” aclara que “el chindogu es inocente. (…) No debe ser considerado como comentario irónico o perverso sobre el lamentable estado de la humanidad”. Sería deshonesto no reconocer que nuestros tarecos eran cualquier cosa menos inocentes.

4 comentarios:

Jorge Salcedo dijo...

¿Una herramienta extraña que no debemos confundir con un falo y que fue creada en serio aunque no sirve para nada ni puede patentarse, venderse ni contener propaganda? Yo me daría una vuelta por la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores.

Infortunato Liborio del Campo dijo...

Menos mal que se me ocurrió ampliar la foto, porque a primera vista parecía un pan de la bodega lleno de moho. De esos que uno para no tener cargos de conciencia le da una tostaita y se lo come untado con...con...con...con na.

Eduardo Frias Etayo dijo...

Sino fuera por lo de no puede promover prejuicios diria que es una clara referencia a la "revolucion cubana", por aquello de que tiene que ser concebida para uso diario, pero no puede realmente usarse.

Eduardo Frias Etayo dijo...

Bueno realmente si fuera la ya mencionada antes... tambien violaria los preceptos de que se patenta y que fue creada con proposito de "broma" (muy cruel)