viernes, 29 de febrero de 2008

¿Reconocimiento?


Rafael Rojas ha dado una conferencia hace pocos días analizando la actual encrucijada cubana y al parecer sentó las bases de un próximo debate. Rojas se refirió a los posibles cambios en la esfera económica que traerá aparejado el reciente cambio de régimen y concluyó que si "la oposición y el exilio persisten en trabajar con la ciudadanía de la Isla y la comunidad internacional sin intentar el reconocimiento del régimen, buena parte de ese trabajo se mantendrá como hasta ahora, en la marginalidad o en el testimonio”. Ernesto Hernández Busto le ha respondido diciendo que no cree que la oposición “deba cambiar de estrategia y convertir al gobierno en interlocutor legítimo”. Hernández Busto confía en que la inestabilidad económica del régimen impedirá que se salga con la suya porque cualquier cambio en lo económico es inviable por sus impredecibles consecuencias. De esta manera “las únicas reformas que el raulismo podría realizar a corto plazo tendrían que ser, precisamente, las ideológicas”.

Debo decir en principio que no entiendo que el debate deba situarse alrededor de la posibilidad del reconocimiento o no del raulismo por parte de la oposición. Si nos proponemos ser medianamente serios tendremos que reconocer que de momento al régimen poco le importa el reconocimiento por parte de una oposición controlada y diezmada. Con su característica mentalidad plattista el único reconocimiento al que aspira el régimen cubano es al del gobierno norteamericano. Para apoyar su tesis del reconocimiento Rojas nos dice que "En efecto, el gobierno cubano puede ser considerado ilegítimo desde una cultura política democrática o liberal, sin embargo, ese es el gobierno realmente existente en la Isla, el que domina con amplias facultades la sociedad cubana, y el que mantiene la gobernabilidad a pesar de tanto autoritarismo y tanta inconformidad". Hay que admitir que todo eso es cierto para el raulismo pero en la misma medida que lo fue para la etapa fidelista. Luego, el reconocimiento o no del régimen es asunto que va más allá de su aplastante realidad. Y hablando de realidad la única consecuencia que podría traer el no reconocimiento sería si trajera aparejada la negación a participar en un diálogo propuesto por dicho régimen. No sé si debo recordar que el proyecto Varela al tomar como base la propia constitución castrista aceptaba la existencia del régimen y su basamento legal. De ahí que no crea aconsejable negar la posibilidad de diálogo, que si no ha ocurrido antes es porque ese mismo régimen se creía con suficiente control de la situación como para que le pareciera risible la posibilidad de dicho diálogo. El no reconocimiento sólo tendría sentido si la oposición contara con fuerzas suficientes para que el diálogo le pareciese superfluo pero lamentablemente sabemos que no es así. Cierto es que hay una razón sentimental en el no reconocimiento: el rechazo a la negociación confiados en una futura derrota de la dictadura en toda regla.
El problema es que si nos atenemos al control del poder habrá que reconocer que el castrismo triunfó en toda regla a menos que medio siglo nos parezca un asunto coyuntural y reversible. Si en cambio nos atenemos al propio discurso del castrismo (soberanía nacional, justicia social, creación del hombre nuevo) su derrota es igualmente absoluta. Un estado mendigo, en el que sus habitantes sólo piensan en huir, cambiar de nacionalidad o ambas cosas a la vez, enfrascado con total éxito en impedir la satisfacción de las necesidades básicas de su población ha encontrado como único medio de afrontar esa realidad el de acallarla. La victoria o derrota del castrismo –según se escoja mirar- es un hecho. Queda sólo buscar el mejor modo para gestionar el cambio de régimen.
El tema del reconocimiento creo que es –por tanto- perfectamente irrelevante. Sobre el cambio de estrategia de la oposición y el exilio, algo que pese a todo parecen estar de acuerdo tanto Rojas como Busto, debería buscarse un consenso. En mi opinión la prioridad sería conseguir una conexión real y pragmática entre la disidencia y el exilio por una parte y por otra una gran masa de ciudadanos cubanos que sin considerarse a sí mismo disidentes se sienten agobiados por un régimen que poco tiene que ofrecerles como no sea reducir su poder y aligerar el modo en que interviene en sus vidas. Los medios para conseguir ese acercamiento están por crearse pero me parece bastante obvio que esa debería ser nuestra principal preocupación en los próximos meses.

Otra broma de El Vacilón

Al parecer los de El Vacilón de la Mañana consiguieron embromar nuevamente a Hugo Chávez (esta es la anterior) haciéndose pasar por Raúl Castro borracho. Lo que me parece increíble es que todavía no se haya descubierto la broma y si se habla de ello sea en serio.

Congelados en Grand Central

Improv Everywhere es un grupo de bromistas neoyorkinos que como su nombre lo indica se dedican a representar sus bromas multitudinarias dondequiera. Esta vez la broma fue quedarse “congelados” en el salón principal de Grand Central Station. O quizás la broma sea hacernos creer que todo eso ocurrió de verdad. El hecho es que el resultado es impresionante.

jueves, 28 de febrero de 2008

Firma


[Ilustración de Armando Tejuca]


El Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Felipe “El Mejor Amigo del Hombre” Pérez Roque, acaba de estampar sus autógrafos en el Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos demostrando una vez más cómo la Revolución Cubana no ha descuidado la enseñanza de sus ciudadanos menos aventajados mentalmente como es el caso del propio canciller. El ministro cubano declaró a través de un intérprete (al español) que: “"El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América y su política de hostilidad y agresión contra Cuba, constituyen el más grave obstáculo al disfrute por el pueblo cubano de los derechos enunciados en los Pactos”. Algunos expertos declararon no entender cómo los derechos pueden ser plenamente disfrutados-como ha declarado el canciller- y al mismo tiempo, impedidos. A su vez solicitaron que la Revolución sea menos generosa en otorgar oportunidades a aquellos que tengan visibles desventajas intelectivas como ocurre con el canciller cubano porque eso les complica infinitamente su trabajo. Figuras del exilio han afirmado que la firma de esos pactos no tendrá consecuencias en la práctica aunque se daría un significativo avance en materia de derechos humanos si se prohibiera que Vicente Feliú siguiera dando concierto en las prisiones.

Clasicones


Dave Brubeck, Paul Desmond, Joe Morello y Gene Wright en "Take Five"



Bill Evans (piano), Chuck Israels (bajo), Larry Bunker (bateria) en "Summertime"

Chávez teórico



Acá Hugo Chávez intenta definir el capitalismo como sistema que promueve necesidades falsas en contraposición al socialismo que, según él, satisface las necesidades reales. El adalid del capitalismo que fue William Shakespeare ya había hablado del tema de las falsas necesidades en su King Lear:

LEAR
Os hice mis delegadas, mis depositarias,
reservándome el derecho a cierto número
de seguidores. ¿He de ir a tu casa
con veinticinco? Regan, ¿es eso lo que has dicho?
REGAN
Y lo repito, señor: conmigo ni uno más.
LEAR
Los seres perversos parecen hermosos
al lado de otros más perversos: no ser lo peor
también tiene mérito. –– [A GONERIL] Voy contigo:
tus cincuenta son dos veces veinticinco
y tu amor dobla al suyo.
GONERIL
Oídme, señor. ¿Qué necesidad tenéis
de veinticinco, diez o cinco en una casa
en que el doble está a vuestro servicio?
REGAN
¿Qué necesidad de uno?
LEAR
¡No discutáis la «necesidad»! El mendigo
más pobre posee algo superfluo. Si no dais a la naturaleza
más de lo necesario, la vida humana vale
menos que la de la bestia.

miércoles, 27 de febrero de 2008

Cosas que les gustan a los blancos

Ser blanco es una actitud ante la vida y no necesariamente buena parece decirnos el blog Cosas que les gustan a los blancos. Un blog, (en inglés) dedicado a recopilar el largo catálogo de preferencias de los blancos urbanos norteamericanos (no aclaran lo de urbano pero de algún modo está implícito). Son gustos que tienen en común sofisticación, sensibilidad, espiritualidad, sentido de culpa y suficiente solvencia económica para permitirse todo lo anterior. Sus gustos nos perfilan un ser esforzado en preocuparse por el Otro (el blanco nunca se referirá al Otro con minúsculas) y no exento de privaciones ( de televisión o de carne) ya sean para reforzar su espiritualidad (o su desprecio por la modernidad mas vulgar que parece ser más o menos lo mismo) o su preocupación por los menos favorecidos, ya sean los indígenas del Amazonas o los pollos de granja. Y todo eso redunda tanto en sus preferencias culturales o políticas. El equivalente más cercano que tenemos en Cuba son la gente del Vedado. O sea, que los blancos americanos son más o menos como los vedadenses (horrible el gentilicio) pero con dinero de verdad. Yo me pregunto: ¿cuáles son los requisitos para ser del Vedado?

martes, 26 de febrero de 2008

La mujer cubana en el béisbol

Me acaba de llegar por correo un material sobre la primera mujer árbitro en el béisbol de Cuba que a lo mejor le podría interesar a más de uno. Lo firma un estudiante de 5to año de la Licenciatura en Historia y lo ha escrito en una prosa entre lírica y académica bastante insufrible pero se agradece el tema y el empeño. Y en el blog Negra (Cubana) tenia que ser (que se declara pionero del ciberfeminismo cubano) un comentario la guerra civil deportiva entre orientales y habaneros.

La mujer cubana en el béisbol, un breve acercamiento al tema.”

Daniel Alejandro Fernández González.

“¿Puede haber nada tan bello y pintoresco como un baseball jugado por muchachas? Difícil. La sincronización de los movimientos, unida a la belleza corporal de las chicas, hacen del baseball femenino el deporte capaz de enloquecer a sus adeptos, y de robustecer las filas de aficionados al emperador de los deportes…”
(Rai García, También ingresa Cuba en el Baseball Organizado Femenino. En, revista Carteles, 1947, #38, año 28.)

“¿Y la mujer? No se puede olvidar. Es parte integrante—hoy más que nunca—de las grandes concurrencias que se apiñan, que se mantienen estoicamente en incómoda posición en la mayoría de los casos, para no dejar escapar ni el más ligero detalle…”
(Rai García, ¡Vuelve la pelota! ¡Play Ball! En revista Carteles, 1948, #41, año 29, p.p. 50-51.

El espacio dedicado al “juego de las estrellas”, correspondiente a esta temporada del béisbol cubano, estuvo matizado por la introducción de una nueva propuesta que tributó en un espectáculo de mayor calidad y disfrute por parte de la afición de la isla y de los propios jugadores. A la tradicional celebración de las competencias de habilidades, la premiación a los deportistas más destacados del año anterior y la realización del juego entre los peloteros de Occidente y Oriente que más se destacaron durante la primera mitad de campaña, se agregó la realización de un partido entre jugadores que ya habían inundado con su maestría en el arte de jugar pelota, los diamantes beisboleros de Cuba y del extranjero, y que ahora, acogidos al retiro, esparcían su sabia a los más jóvenes como directores de equipo, entrenadores de Serie Nacional, de Academias, de categorías inferiores o formaban parte de las estructuras de dirección de la Comisión Nacional.
Más allá de intentar resumir los aciertos y desaciertos, las excelentes jugadas (para mí lo mejor, la estirada en primera base del guantanamero Agustín Lescaille a los 55 años), o los recuerdos que acompañaron a ese fin de semana de béisbol, que vio lucirse a estrellas del pasado y de hoy, quisiera destacar un hecho que, sin lugar a dudas, ha despertado el debate entre todos aquellos que compartimos una gran pasión por nuestro deporte nacional. En un Guillermón Moncada, repleto de esa euforia santiaguera que hace temblar a los contrarios, las riendas del juego que enfrentaba a las figuras beisboleras del momento, fueron asumidas por una mujer; la primer árbitro en Series Nacionales. Su nombre, Yanet Moreno. Ya la habíamos visto arbitrar en bases por televisión, conocíamos que se había colocado detrás del plato en algunos juegos durante esta primera parte de la Serie, pero ahora enfrentaba sin dudas un gran reto. Debía demostrar ante los más de 30000 fanáticos que a ritmo de conga, repletaban el estadio santiaguero y ante los millones de personas que, sentados frentes a sus televisores, esperaban deseosos el inicio del juego, que una mujer era capaz de dirigir con eficacia en un deporte creado y pensado para los hombres; practicado, dirigido y debatido mayoritariamente también por hombres. Un juego, o mejor, un deporte que en Cuba es pasión, furor, parte indisoluble de nuestra identidad, partícipe activo en la conformación de la nacionalidad cubana, escenario en el cual una derrota del equipo con el que se simpatiza es capaz de socavar los cimientos de las almas más fuertes, donde un error cometido por un jugador, director o un árbitro, jamás se olvida, nunca se perdona, se convierte en un estigma que los acompaña por siempre.
La labor de Yanet durante el juego demostró que sí. Técnicamente, mantuvo una zona de strike invariable y adecuada, lo que conllevó a que apenas motivara conteos discutibles, se vio precisa y segura en sus decisiones, mostró dominio de las reglas, imparcialidad. En el caso de la imagen que proyectó, la vimos enérgica, dueña del control del juego, desinhibida, al parecer sin la presión que comúnmente invade a los árbitros ante un estadio abarrotado. Como bien se diría en uno de los debates que presencié, no hacían falta las continuas alusiones de los comentaristas a su buen trabajo, parecía que estuviera haciendo algo inaudito o impensable, para que nos diéramos cuenta que cumplía a cabalidad con su labor detrás de home.
Tras su actuación, numerosas y diversas han sido las opiniones y polémicas surgidas entre los aficionados del béisbol. Para los que como yo, hemos decidido estudiar desde de las Ciencias Sociales, específicamente la Historia, las imbricaciones de la pelota cubana con estructuras, procesos y relaciones económicas, sociales, políticas, culturales o migratorias, inherentes al desarrollo histórico de la nación, este suceso nos invita a incorporar un nuevo objeto de estudio dentro del campo del béisbol: la relación mujer cubana—deporte nacional.
Afirmar que en nuestra nación, la mujer, que representa aproximadamente un 50% de la población en la isla, ha estado incorporada e imbuida dentro de las dinámicas que operaron en el decurso del béisbol cubano, a tono con la participación de este en la conformación de una cultura y un imaginario popular, con la creación de sentidos de pertenencias hacia jugadores y equipos, con su innegable presencia en la construcción de nuestra identidad, con su práctica, ya sea como fuente de esparcimiento o de forma organizada; sería una hipótesis discutible y por tanto difícil de demostrar.
En una sociedad patriarcal como la nuestra, el béisbol ha sido un espacio de legitimación de las características que dichas sociedades han utilizado para construir la identidad masculina (fuerza, agresividad, rudeza, inteligencia, valentía, etc.), socializador por excelencia de la masculinidad, marco propicio para demostrar el papel dominante del hombre dentro de las relaciones de género. En todas las áreas donde el deporte de las bolas y los strikes ocupa el centro de la atención: terrenos, graderías, peñas y demás sitios de polémica, puestos laborales, artículos periodísticos, transmisiones televisivas, establecimientos y paredes con imágenes y grafitis, se justifica la existencia del béisbol como deporte y actividad social que tributa al comportamiento, actitudes, costumbres y actividades sociales reservados históricamente para los hombres. Resulta lógico pensar entonces, que la incorporación de la mujer a este espacio de “reafirmación de los rasgos que definen la masculinidad”, haya estado y se encuentre sujeta a las implicaciones de su posición de subordinación en las relaciones de género. Estas afirmaciones nos llevan a considerar que, orientar el estudio de la relación mujer—béisbol, en Cuba, hacia una perspectiva de género, nos proveería de un eje teórico ideal para la comprensión y el análisis de las regularidades que ha asumido dicha relación en el decurso histórico de la pelota en la isla.
Momentos como este, en los que a la inclusión de Yanet Moreno en un “territorio” que en el béisbol, siempre estuvo vedado a la mujer, se unen la resurrección de la práctica organizada del béisbol femenino, a partir de la decisión de un grupo de mujeres de “emular” en los terrenos de la Ciudad Deportiva con estrellas de antaño como Eulalia Sánchez (Viyaya) e Isora del Castillo, y un aumento considerable de la presencia femenina en las graderías, sobre todo de jóvenes deseosas de disfrutar de la gran fiesta que significa la celebración de un juego de pelota en nuestra nación; ameritan la contribución de todos aquellos que amamos y sentimos el béisbol. Quién sabe si el futuro nos depare un juego de las estrellas en el que “las faldas invadan el diamante y nosotros apenas hallemos espacio, en unas gradas colmadas de mujeres.”

lunes, 25 de febrero de 2008

Artículo


[Ilustración de Armando Tejuca]

Abajo los dos primeros párrafos de un artículo mío que publica hoy Encuentro en la Red.

"La hora del cambio ya está llegando para Cuba", advirtieron los expertos tras el anuncio del Comandante de que no aceptaría ser reelegido. Y que si los nuevos componentes del Consejo de Estado no pertenecían a otro partido, al menos serían de una generación que no había visto caer a Machado, o que la disidencia ganaría nuevos espacios públicos y hasta publicaría columnas en el Granma, porque a partir de ahora el Comandante encabezaría la oposición, la oposición a los grandes cambios que llevaría a cabo el nuevo gobierno.

Pero llegadas las elecciones de este domingo, resultó ser que la hora del cambio no había llegado. Más bien habían cambiado la hora para el horario de Japón, pero el Japón de los shogunes. Ahora es Raúl Castro el que acumula más títulos que el Real Madrid, aunque en menos tiempo. Y el segundo al mando pasa a ser José Ramón Machado Ventura Carratalá del Río Chaviano y Salas Cañizares. Es decir, un tipo especialmente diseñado para oponerse a las ideas nuevas. Para alguien de su edad y características, lo nuevo va desde el internet hasta la rueda. [sigue]

Aviso


En dos semanas, el próximo 11 de marzo (martes) estaré presentando mi libro ¿Qué pensarán de nosotros en Japón? en Cádiz (cuando sepa el lugar exacto lo pongo acá). Y el viernes 14 de marzo presentaré en Madrid en la Asociación Cultural Yemayá ese libro y Leve Historia de Cuba junto al músico de Habana Abierta -y amigo de toda la vida- Vanito. La Asociación Yemayá está en la calle Calatrava, 16. Metro: Puerta de Toledo. Línea 5. Esa presentación será a las 9 de la noche. Más adelante repetiré el aviso con más detalle.

Punto decisivo [reformado]


El consejo de ancianos se reunió y tomándose a pecho su título eligió a los jefes de la tribu en atención a una madurez política demostrada hasta la decrepitud. No es, obviamente, un gobierno hecho para durar sino más bien para mantenerse en el lugar y, de ser posible, que el lugar sea bajo techo. En eso consiste lo que la Historia conocerá como la Revolución de las Dentaduras Postizas. Un paso esperanzador teniendo en cuenta la posibilidad de que mueran uno tras otro como en su tiempo hicieron, con patriótico gesto, Breznev, Chernenko y Andropov. Será entonces el momento de que se convenzan que es mejor pasarle el poder a gente algo más cerca de la vida, no importa si buena o mala. Pero si un infarto masivo y múltiple en el Consejo de Estado no forma parte de los planes de la Asamblea se puede dar por sentado que cualquier esperanza de cambio (incluso cosméticos) desde el poder está descartada. Aún así hay gente que tiene dudas, o como los obispos, hasta esperanzas, y no exactamente en la vida en el más allá. Líneas como las trazadas por la votación de ayer son las que dividen a los optimistas obsesivos de aquellos que necesitan con urgencia una buena ración de electroshocks. Y todavía hay quien se pregunta por el vaso de leche anunciado hace meses.

Buenas noticias


El escritor cubano Antonio Orlando Rodríguez acaba de ganar el Premio Alfaguara de Novela 2008, (118.700 euros) por su novela Chiquita. De él recuerdo con especial cariño su libro de cuentos Strip- tease (1985), una reconfortante rareza en la Cuba de los 80. (Lo conocí al fin el verano pasado en Miami y hablamos entre otras cosas de su defensa del legado de Virgilio Piñera cuando todavía este era una mala palabra, algo que en aquellos días se encargó de recordarle el siempre combativo Eliades Acosta). “Nunca había visto que se le dedicara una crítica a una reseña” me comentó con una sonrisa apacible que es todo él.)

Para Antonio Orlando un abrazo grande y mis felicitaciones.

Habemus ministro

La propuesta del Little Brother:

No obstante esta primera proposición, es necesario hacer dos excepciones: la primera es que debo abandonar inmediatamente el cargo de Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias que he desempeñado desde el mes de octubre de 1959. Desde luego, me considero con el derecho de ponerme de vez en cuando mi uniforme, como lo tiene mi amigo Juancito, Guillermo, Ramiro y demás compañeros de las Fuerzas Armadas; y también tengo, por razones del cargo por el cual ustedes me acaban de elegir, la máxima responsabilidad en las cuestiones de la defensa del país. Y para ese cargo, los mismos compañeros anteriormente mencionados, que fueron partícipes de la primera proposición que acabo de hacerles, proponemos al General de Cuerpo de Ejército Viceministro Primero del MINFAR, Julio Casas Regueiro (Aplausos).

Y al parecer luego de esos aplausos fue aprobada.

domingo, 24 de febrero de 2008

La idiotez ilustrada

De una entrevista aparecida en El País al filósofo italiano Gianni Vattimo.

P. ¿Habrá cambios si gana Obama?
R. La victoria de Obama tendría sin duda una gran fuerza simbólica, pero me temo que seguiría gobernando el complejo militar-industrial. Me parece mucho más interesante la contestación política que está surgiendo en los países latinoamericanos. Brasil, Argentina, la llegada de Evo Morales al poder, la fuerza carismática de un Chávez.
P. Su Gobierno es muy autoritario...
R. No soy un defensor entusiasta de la democracia formal. No se pueden aplicar nuestros criterios a un país como Venezuela. Su régimen me recuerda a los inicios del fascismo en Italia. Mucha gente estaba entonces con el Duce y fueron las organizaciones fascistas las que permitieron, por ejemplo, que la mujer participara en política. Cuando se acercó a los nazis fue el desastre, pero a veces un régimen autoritario permite a los desarraigados acceder a la política y luchar contra sus carencias.

Bienvenida

Hace días estaba por darle la bienvenida a tres blogs aparecidos recientemente: Son ellos Terreno de pelota, El Blog de Alain y Electra Garrigó. Les deseo la mejor de las suertes y larga vida. También quería avisar que un viejo conocido, La Habana Elegante acaba de sacar su número correspondiente a la primavera de 2008. Que los lectores les cundan.

Un dilema

El de publicar o no en Cuba. Ante él se vio el poeta José Kozer y en este viejo artículo aparecido en Encuentro en la Red el poeta explicaba en qué circunstancias publicó un libro suyo en Cuba y las posteriores derivaciones del hecho.

La era del cambio


[Ilustración de Armando Tejuca]

Nos referimos por supuesto al paleozoico que fue cuando el Comandante tomó el poder arrebatándoselo a los tiranosaurios. De las elecciones de hoy no puede decirse que hayan introducido mayores cambios que los que habían traído la obstrucción intestinal del susodicho y más o menos las mismas náuseas que las que en aquél momento sufrieron lo que estaban alrededor de este. Como primer vicepresidente (o sea, segundo al mando) eligieron al más retrógrado de los miembros de buró político José Ramón Machado Ventura Carratalá del Río Chaviano. Como vicepresidentes Juan Almeida Bosque, Carlos Lage Dávila, Julio Casas Regueiro, Esteban Lazo Hernández y Abelardo Colomé Ibarra, la mayor parte de los cuales ganó sus grados en el paleozoico. Ricardo “El Señor de los Cielos” Alarcón quizás no sea el mejor controlador aéreo del mundo pero conserva todavía su capacidad de flotar. Los Oscar estarán seguramente más interesantes aunque teniendo en cuenta lo sucedido en el parlamento cubano no me asombraría si este año eligen como mejor película a “Lo que el viento se llevó”.

La transición es redonda y viene en caja cuadrada


Hoy creo que termina la feria del libro. Allí podrán encontrar desde esto hasta una curiosa antología de cuentos cubanos sobre béisbol titulado Escribas en el estadio. Curiosa para mí en particular porque además de relatos de Leonardo Padura, Eduardo del Llano, Arturo Arango, Amir Valle, Yoss, Alberto Guerra Naranjo entre otros hay un texto mío, “Posépica”. Conociendo la acendrada tradición nacional de publicar textos de exiliados sólo en caso de que estos cumplan con la condición básica de estar difuntos procedí a tomarme el pulso y puedo dar fe de que aún sigo con vida. Algo habrá tenido que ver en mi inclusión cualquiera de las razones que Manuel Sosa da para la publicación de un libro suyo en aquellos predios sin que medie tampoco en su caso un certificado de defunción. “Posépica” es un viejo cuento mío publicado por primera vez en el tomito “Pérdida y recuperación de la inocencia” (Pinos Nuevos, 1994) el cual les ofrezco acá. Nuevos aires corren en Cuba al menos en lo que se refiere a la reconciliación nacional entre la cultura y el béisbol, avisando nuevos cambios en otros campos… de béisbol.

POSÉPICA

Pero a pesar de todo las masas están en movimiento y no hay nada que las detenga.
Federico Engels, 11 de enero de 1890.

Nadie negará que el espíritu que animaba nuestro empeño de construir un mundo nuevo se ha esfumado. Se deteriora la unánime virtud alcanzada tras tanto esfuerzo y no existe voluntad capaz de restaurarla. A nostalgias se reducen los tiempos en que, regidos por el idealismo y el desinterés, veíamos hasta en la aceptación de una propina un acto inmoral. El quebranto de nuestra ética se distingue, incluso, en los menores detalles de la vida cotidiana, como si cada gesto llevara consigo el germen de su disolución. En este estadio, por ejemplo, se puede ver en el desgano de los jugadores una escenificación de la ausencia nacional de deseos. Se nota sobre todo en el equipo anfitrión, con el que simpatizo. Juega éste con un desánimo increíble para una segunda entrada, por mucho que los contrarios hayan marcado ocho carreras al comenzar el partido.
-Apuesto cinco pesos a que da un jonrón- dice uno a mi lado con evidente afán de lucro.
Analizo la situación. Aunque ese jonrón represente dos carreras a mi equipo, no significará un cambio considerable en la situación del partido. Por otra parte, quien batea en este momento atraviesa una mala racha.
-Acepto -respondo mientras observo cómo la actual obsesión monetaria se apresta a dar fin a mi antiguo desinterés.
Por su parte, el jugador, sumido de lleno en la actual crisis de valores, se poncha. Mientras me guardo los cinco pesos en el bolsillo, me quema el alma comprender que mis ganancias se asocian a la desgracia de mi equipo. El de al lado insiste:
-Apuesto diez a que éste sí la bota.
Me avergüenza su optimismo aunque no se me oculta que en él hierve el deseo de recuperar sus pérdidas. Consciente de dar un paso definitivo hacia mi degeneración total, acepto la nueva apuesta. Aunque vuelvo a ganar, mi vecino de gradas insiste en la próxima oportunidad ofensiva de nuestro equipo en la que, a costa del decadente juego de éste, vuelvo a ganar. Sin embargo, no debo acusarme de avaricia si se tiene en cuenta que nuestra moneda ha perdido mucho de su antiguo valor.
Ahora, a la altura de la quinta entrada, a pesar del ensanche de la ventaja adversa, mis ganancias consiguen animarme un poco. Buscando mayor comodidad, he encaramado mis pies sobre el espaldar de la luneta delantera, con lo que de paso proclamo mi renuncia al respeto que me inspiraban la propiedad social y las buenas costumbres. Mi vecino, en cambio, encubre su despecho por las pérdidas, exagerando su descontento con la actuación de nuestro equipo. Como ya no tiene dinero para las apuestas exhibe sus intenciones de discutir. Me pregunta:
-¿Estás contento, eh? ¿Tú no le irás a los otros?
Tranquilo respondo:
-No te imaginas el dolor que me ocasiona todo esto. Pero no por eso dejo de ser realista ni de analizar las cosas tal y como son. Por tu bien te aconsejo que reserves tu optimismo para mejores momentos.
Él, en cambio, vocifera :
-Pues sabrás que este juego se ganará por razones que emanan de mi más viril intimidad (Reconozco que la frase original era más ruda pero ya no le atribuyo al realismo estricto las virtudes que antes le concedía). Alguien que veía el juego frente a nosotros se vuelve y le dice con desenfado a mi vecino:
-¿No me digas? ¿Con el juego doce a cero, a qué tú aspiras?
Esto da inicio a una discusión bastante fuerte. El rival de mi vecino se declara fanático del equipo contrario. Para su desgracia es el único dentro de una compacta agrupación de seguidores del equipo local, quienes se desentienden del juego para enfrentársele. Por el manoteo cada vez más cercano a los rostros contendientes, es de prever la inminencia del choque físico.
Ya comienza. Me parece lógico que cuando una sociedad queda huérfana de objetivos supremos se abran paso las bajas pasiones de las que este chovinismo estúpido es sólo una muestra. Así vemos cómo, por la fuerza de las circunstancias, la estupidez se impone al ideal de fraternidad humana. Todos a mi alrededor le han propinado algún golpe al contradictor. Ahora yace en el piso, justo frente a mí. Para no hacerme sospechoso de simpatizar con los contrarios, le doy unas patadas, que es lo primero que se me ocurre debido a la posición en que está. Luego, recordando mis pasadas apuestas, insisto. Llega la policía con la premura que no demuestra cuando se la necesita de verdad. Me esposan. Como en los momentos actuales descreo profundamente en toda posibilidad de justicia, no intento defenderme. Ni siquiera menciono el hecho de que no he sido el único en pegarle a ese ciudadano y de que, por tanto, todos los que lo hicieron deben acompañarme, pues ya hace rato que dejé de creer en la igualdad. Los policías me conducen sin muchos miramientos. Es sabido que éstos, por alguna perversa razón, se reclutan en la región de origen del equipo contrario. Yo me dejo llevar mansamente. Lo único que puede tomarse como acto defensivo es el ofrecimiento de mis ganancias en las apuestas a cambio de mi libertad. Uno de ellos me rechaza con energía. De todas formas lo entiendo. Nada tiene que ver en esto la integridad moral, improcedente a estas alturas, sino una sana desconfianza hacia nuestra moneda nacional. Es lógico, y además, no me interesa porque, ¿puede afectarme acaso la prisión cuando se tiene la certeza de que la libertad es sólo una quimera?

sábado, 23 de febrero de 2008

A la espera


[Ilustración de Omar Santana, tomada de portada de la edición digital de El Nuevo Herald: ¡felicidades Omar!]

Una cosa es celebrar con los socios el retiro del Comandante y otra muy distinta es creerse que de ahora en lo adelante va a hacer cola de madrugada con el resto de los jubilados para comprar el Granma. Mientras los otros jubilados compran el periódico él lo escribe. Lo curioso es que siga concentrado en las noticias internacionales, como si confiara más en las agencias extranjeras que en los medios nacionales. El periódico del lunes vendrá con los nombres de los ganadores de los premios Oscar y el de los nuevos presidentes del consejo de estado, del consejo de ministro y del parlamento. Todo parece indicar que puede haber sorpresas en los Oscar. En cuanto a Cuba los conservadores se decantan por un cambio de nombre en los dos primeros cargos [aunque no de apellido] mientras que en tercero permanecería Ricardo “El Señor de los Cielos” Alarcón. Yo apostaría por una movida algo más audaz: Raúl, presidente; Lage, primer ministro y cualquier otro tarugo de presidente del parlamento. El lunes ya nos enteraremos por la prensa qué piensa el Jubilado en Jefe de los Oscar. Mientras esperamos los resultados ahí les dejo otra entrega del columnista Pablo Valiente [probable seudónimo de Pedro Vello Púbico] de Juventud Rebelde quien explica:
"Aclaración general y única de su tipo: Fidel Castro no «renunció» a sus cargos. Fidel solo advirtió que no aspirará ni aceptará ser postulado nuevamente a estos. Técnicamente, es, en estos momentos y hasta la elección de este 24 de febrero, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros y el Jefe supremo (Comandante en Jefe) de las instituciones armadas y de orden interior, según establece la Constitución de la República en su capítulo XI."

jueves, 21 de febrero de 2008

Fenomenología del castrismo melancólico [con coda]

No estoy de acuerdo con ele kobio cuando dice que “no le dan pena los castristas vencidos” (parodiando aquél verso célebre de Guillén que decía “no me dan pena los yogures vencidos”). No estoy de acuerdo por la sencilla razón de que el castrismo es inmune a la derrota. Y no me refiero tanto al castrismo como régimen que en medio del desmoronamiento de todo lo que no concierna a la retención de poder se proclama vencedor moral de no se sabe qué difuso enemigo como al personal y portátil con el que carga cada castrista, consciente o no de serlo. No pienso aquí en el castrismo como modelo ideológico o desviación moral sino más bien como una curiosa modalidad de desequilibrio afectivo. El de personas que por incómodo que el castrismo les pueda resultar en su vida cotidiana buscan en él lo que la democracia más perfecta no le podrá nunca dar: sentido a su existencia, un sentido profundo, ajeno a la banalidad capitalista junto a otro sentido, el de pertenencia a algo (“a un proyecto” dicen los más sutiles entre ellos y luego lo repiten los demás).

Se puede ser un castrista sentimental y abominar de los desfiles, las fiestas de los CDR pero llegado el momento la palabra “unidad” convoca sus almas sin que tengan que soportar los olores y gritos vulgares de las coreografías colectivas. Hay una melancolía permanente en esos castristas sentimentales, no siempre justificada por las humillaciones que deben soportar a cada rato en nombre del “proyecto” o de la dignidad de la nación. Pero no por ello son menos tenaces en cualquier circunstancia. No importa si están cerca o lejos de la isla, se dan por cumplidos si hacen notar la incomodidad que les produce el mundo exterior o en descubrir las más sorprendentes y nimias satisfacciones que les produce el interior (sí, siempre terminan quedándose con esas pequeñas cosas o inhibiéndose en tierra firme: si tienen alguna ideología está resumida en un par de canciones de Pablito o en una estrofa de Silvio). Su estado natural es la nostalgia. Ya sea por los 80 con sus huevos al por mayor y sus hoteles más o menos accesibles o los 60 con su entusiasmo; o en el futuro en el que sentirán nostalgia por un tiempo en el que si algo no faltaba era seguridad al cuerpo y al alma. (En eso nuestros castristas no se distinguirán demasiado de los nostálgicos de Franco o Pinochet excepto en el repertorio musical). No, no conocen la derrota. Si acaso, como ahora en la resaca de la renuncia de quien da nombre a su síndrome, conocerán la orfandad.

Los castristas sentimentales hablan de los logros de la revolución como otros hablan de la habilidad para arreglar motores que tenía su padre, ese que un día fue a comprar cigarros y no regresó cuando lo cierto es que hace años que en la casa ningún motor funciona. Cada cual a su modo ha intentado crecer pero siempre se sentirán pequeños ante Aquél que secretamente emulan. Por eso no pueden entender a quienes pretender zafarse de esa tutela y los miran en el mejor de los casos como niños descarriados y absurdos. Y por razones parecidas desprecian a aquella masa que públicamente defienden. No son oportunistas no, y encima suelen ser ascéticos y pasear con abrigos desgarbados por las calles de Nueva York, París o Berlín de modo que pueda notárseles mejor su grandeza interior.

Pero sucede que esa grandeza, como el abrigo, es prestada y nunca se alejarán demasiado del centro emisor de esa grandeza (tratarán de llamarle patria o cultura o utopía para que suene más elegante) por miedo a sentirse solos y desnudos sin remedio. En estos días que languidece esa figura tutelar se apresurarán a acusar a sus contradictores (no sin razón en muchos casos) de una orfandad inversa a la que ya empiezan a sentir. No estoy seguro si me darán lástima o no pero lo cierto es que gente así nunca abandonará su ilusión por el “proyecto”. Es preferible –se dirán- tener el alma de luto que vacía. Y ya es muy tarde para convencerlos de que el alma requiere de una dieta más variada.

Coda: Apartando a oportunistas y cobardes (sobre los que puede decirse muy poco que no pueda resolverse con esas mismas definiciones) estos melancólicos me recuerdan un viejo cuento con los que se esperaba educarnos en aquellas escuelas primarias del castrismo clásico. Era un cuento soviético y hablaba de un niño al que un compañero de juegos había hecho dar su palabra de honor (o de pionero, no recuerdo bien) de que se mantendría de guardia en el parque hasta que vinieran a relevarlo. Pasan las horas y el niño se mantiene de pie haciendo guardia, aterido de frío sin que el supuesto relevo aparezca. Al fin un transeúnte le pregunta qué hace allí y el niño le explica. El hombre trata de convencerlo de que se trata sólo de un juego, que seguramente los niños que le encomendaron hacer guardia estarán en sus casas calentitos pero el niño se aferra a la palabra empeñada. Por fin el hombre, convencido de la firmeza del muchacho busca a un policía y le explica la situación. El policía va entonces hasta el muchacho y le dice que él es un oficial superior y ha venido a informarle que su turno de guardia ha terminado tras lo cual el niño medio congelado entiende que ya no se trata de romper con su palabra sino de acatar nuevas órdenes y haciendo un saludo marcial se marcha. El cuento terminaba, si no recuerdo mal, con el hombre que había ido en busca del policía admirado ante la firmeza del niño.

De más está decir que no era un cuento destinado a enaltecer nuestra firmeza sino a reafirmarnos la docilidad. A los melancólicos sinceros, (alguno tendrá que haber), no los veo muy diferentes a aquél niño aunque no me despierten precisamente admiración. Ya no somos niños, hace mucho tiempo todos hemos visto que todo no se trata más que de un juego. Los que dieron la orden original están calentitos en su casa o simplemente muertos mientras nuestros melancólicos no hacen más que aferrarse a viejas consignas, a las viejas palabras empeñadas, como a un instinto en el que al parecer les va casi todo, empezando por su propia idea de sí mismo. Sólo les digo esto: la realidad no es tan generosa como el cuento. Si aparece un nuevo policía será para decirles que todavía les quedan unas cuantas horas de guardia.

Lesiones de márquetin para la pequeña empresa [actualizado]

Ahora que se avizoran cambios en Cuba no está de más ofrecerle a los pequeños empresarios cubanos una muestra de cómo se hace publicidad a pequeña escala y con pocos recursos. El video me lo hizo llegar Tejuca al que le estoy eternamente agradecido.



Y la segunda parte

[Para los que quieran compartir las reflexiones de Belkys aquí va su blog.]

Les recuerdo...


Este viernes 22 de febrero a las 6 pm me presento en la Tertulia mensual del Instituto Cervantes de Nueva York (211-215 East 49th Street, NewYork, NY, 10017). Para hablar de las relaciones entre humor, historia y literatura. Están todos invitados, por supuesto. En esos encuentros siempre hay buenas tapas y vino. El anuncio oficial pueden verlo aquí.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Generoso Sosa [actualizado]


Manuel Sosa se ha terminado Leve Historia de Cuba y no conforme con eso ha escrito sobre el libro en su blog. Es de ese tipo de cosas que uno reza porque alguna vez se digan de lo que uno hace y cuando finalmente alguien las dice no queda otro remedio que sonrojarse. Gracias Sosa.

P.D.Ante la insistencia de lo inapropiado de la portada del libro atribuida a Tejuca debo hacer algunas precisiones.
1.- Tejuca es el autor de la ilustración, no del diseño de portada.
2.- Tejuca hizo una ilustración ex profeso que es la que he puesto arriba. Luego el editor se decidió por otra imagen también de Tejuca y conscientes que los editores tienen más experiencia que uno a la hora de decidir cual portada puede ser más atractiva para el lector promedio ambos nos limitamos a acatar esa decisión.
3.- No me parece que la portada desentone con el contenido del libro. Entra en juego con el título aunque muchos de los textos la contradigan a una y al otro. Se supone que todo eso funcione como ironía. Si algo no me gusta de la portada es que el título se pierde al punto que algunos cuando lo encuentran han llegado a leer “Love Historia de Cuba”. El alivio de ver ese libro impreso después de 12 años de gestiones infructuosas hacen olvidar esa y cualquier otra incomodidad.

Impresiones desde La Habana


Esto es un mensaje que me escribió una amiga ayer después de mucho tiempo sin saber de ella de cómo vivió en La Habana la “noticia” de la renuncia del Sempiterno. Me acaba de dar la aprobación para ponerlo aquí y lo comparto con ustedes. Tengan en cuenta que se trata de un mensaje personal, catarsis íntima y amistosa de alguien tratando de llevar una vida decente en su burbuja familiar y no un análisis de alguien obsesionado con el destino nacional.
"Hoy me levanté con la premura de todos los días para que mis hijos lleguen temprano a sus escuelas y yo poder llegar a tiempo al gimnasio donde me empeño, sin grandes logros, en bajar esas libras de más que te regala la maternidad. Cuando salí del gimnasio pasé cerca de la casa del tipo que vende carne de res por la izquierda y me anunció que para mañana tenía lo mío, luego llegué a casa y quise ver un poco de televisión del más allá que se ha vuelto el principal entretenimiento de una increíble buena parte de la población cubana. Después de oír el parte meteorológico y estar a punto de recoger la ropa tendida cuando anunciaron que estaba lloviendo en Hialeah, oí la tan ansiada noticia... el tipo anunciaba al mundo su retiro y pensé en ti, en el día que me dijiste en la cafetería de la facultad que esto no se iba a caer sino que iría resbalando poco a poco y cuando estuviera en el piso no lo íbamos ni a notar. Lo cierto es que el mundo si lo ha notado pero Cuba no, o al menos las calles de la Habana siguen desprovistas de emociones como es casi habitual desde ya casi medio siglo.
Ver la conmoción mundial ante tal acontecimiento y mirar en derredor la vida pasar como en cualquier día inútil de este país es desconcertante, quiero pensar que a las emociones ocultas les dan rienda suelta en cada hogar cubano, amigos fuera de Cuba me han escrito, los de aquí no han llamado y yo necesito hacerte partícipe de lo que estoy sintiendo, a pesar de nuestras discrepancias y de que hace tanto tiempo no sabemos el uno del otro.
Dentro de unos minutos saldré a buscar a mis hijos a la escuela y sé que la vorágine de la casa me va a absorber a tal punto que cuando me tire en el sofá a ver las noticias de las 11 difícilmente me mantenga despierta, por eso te escribo para que me suene diferente, para cuando mire atrás recordar que este día tuvo algo de especial en mi vida y, por asociación, en la vida de todos los cubanos de la Isla."

martes, 19 de febrero de 2008

¿Algo que celebrar?


Muy poco para unos, mucho para otros y lo curioso que aquí es que todos tienen la razón. Es que ahora la botella está medio vacía o medio llena y decidirse por una descripción u otra es ya una cuestión de carácter. Soy de los que encuentra motivos para celebrar en cosas mucho más menudas así que por qué no celebrar esta. Ya sea que porque es la mejor noticia que ha llegado en muchos meses (o la segunda parte de aquella que empezamos a celebrar en el 2006) o la sospecha de que en mucho tiempo no va a aparecer nada mejor que celebrar son un par de buenos motivos para el jubileo. Hoy se lo dije a mi padre: “el fin de esta historia es que todos nos vamos a morir”. Un optimista no es necesariamente un imbécil siempre que parta de la premisa irremediable de que todo siempre termina mal. Una vez asumido esto uno puede liberarse a la idea de disfrutar y celebrar algo así aunque no sea (porque no lo es) especialmente prometedor. No sé si deba recordar que hasta la fecha la mayor expresión de júbilo nacional se dio en la primera semana de enero de 1959 y ya sabemos lo que vino después. Si Quientusabes se va en cámara lenta despidámoslo con igual lentitud. Sin entusiasmo ni ingenuidad pero tampoco con un recelo (el de que haya renunciado porque lo ha querido así, porque es parte de su plan macabro y no un nuevo síntoma de debilidad) que tanto se parece a la nostalgia. Si Batista hubiera estado 50 años en el poder ya agradeceríamos que lo transfiriera aunque fuera a Tabernilla aunque fuese como gesto de constancia de que ya no puede con ese poder del que parecía inseparable mientras viviera. Hay algo de alivio en todo eso.

Preguntas


Una ex estudiante me pregunta sobre la renuncia del Jubilado en Jefe para el periodiquito de la universidad recuerda que no soy “a big fan of Fidel” y reconozco que el hecho de que me recuerde así me complace. Le respondo brevemente en lo que puede titularse “La renuncia del Fifo explicada a los Yumas”.



This is Rachel Smith, I was in your intermediate II spanish class last semester. I work for the school newspaper now and since Fidel Castro just resigned, we're going to be writing a story about that for tomorrow's paper. I remembered from last semester that you are not a big fan of Fidel. Would you want to talk to me about his resignation? I'd really appreciate it!

Respuesta:
Esta es la segunda parte de una noticia de hace dos años. La renuncia temporal de Fidel Castro a partir de su enfermedad el 31 de julio de 2006 hoy se ha convertido en definitiva. A nivel simbólico no se puede minimizar la noticia. Ver renunciar a su máximo puesto al hombre que ha regido los destinos del país por 49 años no es poca cosa. Es una simple formalidad pero al ser aceptada por alguien que siempre ha pasado por encima de la propia legalidad que ha impuesto nos dice mucho sobre su actual relacion con el poder. Nos dice en primer lugar que se ha resignado a una realidad y es que el poder real que disfrutó durante cinco décadas se le ha escapado irreversiblemente. Es el último paso de un largo proceso de sucesión y aunque sus sucesores pretenden mantener el mismo estado represivo y controlador están conscientes de que nunca podrá ser al mismo nivel que antes. Un poder que siempre ha dependido en mucho del carisma ha renunciado (en parte) a su condición carismática y aspira a formalizarse y es difícil predecir si tendrá éxito o no en esa empresa. Se abre una nueva etapa que puede conducir a una dictadura de nuevo tipo, a una transición democrática o a un engendro intermedio. Algo tendrá que cambiar, ya sea para conservar el régimen actual (que es la intención de su hermano Raúl y sus sucesores) o para transformarlo. La renuncia de Fidel Castro es el reconocimiento resignado de quien siendo el principal símbolo del régimen no puede ni quiere ser parte de esos cambios.

¿YA?


Esta caricatura del Bobo de Abela a la caída de Machado (publicada el 13 de agosto de 1933) la tenía reservada para una noticia algo más rotunda que la de hoy. La de hoy sin embargo anula de algún modo la posibilidad de la otra. Este Machado ha conseguido caer de manera muy, muy lenta y todavía no cae del todo. (El modelo de nuestro Machado de turno no es aquél sino Pinochet pero incluso a ese ha conseguido enmendarle la plana). Como en el juego de los escondidos de la infancia en que uno gritaba “¿Ya?” y le respondían “Todavía, todavía”.

P.D.: El tipo empieza diciendo: “Les prometí el pasado viernes 15 de febrero que en la próxima reflexión abordaría un tema de interés para muchos compatriotas”. Hay que reconocer que el tipo todavía conserva su sentido del humor”. La gente creyendo que iba a hablar del transporte y se aparece con la retirada. Como diría Federico Trillo (expresidente del parlamento español): manda huevos.

lunes, 18 de febrero de 2008

Negocios

Liberan a cuatro presos en Cuba y Analista se pregunta “¿qué lograron la UE, la Comisión de Derechos Humanos, los escritos consecuentes de Raúl Rivero, el libro “Dios en las cárceles cubanas”, las medidas del gobierno de los EEUU, los pedidos de los Sindicatos de diferentes países, las acusaciones de las organizaciones periodísticas, y la lista es larga?” Para responderse: “Nada”. Con todo el respeto que me merece su opinión (lo digo en serio), no lo creo así. Desde finales de los 70s los Castro han estado liberando rehenes a cuentagotas. Son su moneda de cambio para aliviar la presión. La entrega se la hacen a los Mitterrand, los Felipe González, los García Márquez, los Jesse Jackson, los Zapatero como para tratar de convencer que la política de apaciguamiento a la larga puede rendir frutos. A la larga lo que siempre ocurre es que mientras unos salen de las cárceles cubanas otros entran porque los que las administran saben que no se pueden quedar sin rehenes con los que negociar. Yo me pregunto ¿qué pasaría si todos los que menciona Analista en su pregunta optaran por la estrategia Moratinos: “diálogo constructivo” + mojitos? Sin presión ¿qué necesidad habría de tener gestos de buena voluntad? La fecha de esta “entrega”, víspera de las elecciones españolas hace recelar a cualquiera de un favor electoral de los Castros a quienes hasta ahora han sido los más activos abogados de la estrategia de apaciguamiento dentro de la Unión Europea. Algo que le puedan mostrar al electorado como éxito de la política exterior. Es triste que se negocie así con los presos pero no puedo menos que alegrarme que al menos esos hayan podido salir de ese sitio aparentemente tan poco saludable.

domingo, 17 de febrero de 2008

Generoso Sosa [actualizado]


Manuel Sosa se ha terminado Leve Historia de Cuba y no conforme con eso ha escrito sobre el libro en su blog. Es de ese tipo de cosas que uno reza porque alguna vez se digan de lo que uno hace y cuando finalmente alguien las dice no queda otro remedio que sonrojarse. Gracias Sosa.

P.D.Ante la insistencia de lo inapropiado de la portada del libro atribuida a Tejuca debo hacer algunas precisiones.
1.- Tejuca es el autor de la ilustración, no del diseño de portada.
2.- Tejuca hizo una ilustración ex profeso que es la que he puesto arriba. Luego el editor se decidió por otra imagen también de Tejuca y conscientes que los editores tienen más experiencia que uno a la hora de decidir cual portada puede ser más atractiva para el lector promedio ambos nos limitamos a acatar esa decisión.
3.- No me parece que la portada desentone con el contenido del libro. Entra en juego con el título aunque muchos de los textos la contradigan a una y al otro. Se supone que todo eso funcione como ironía. Si algo no me gusta de la portada es que el título se pierde al punto que algunos cuando lo encuentran han llegado a leer “Love Historia de Cuba”. El alivio de ver ese libro impreso después de 2 años de gestiones infructuosas hacen olvidar esa y cualquier otra incomodidad.

El viernes en el Instituto Cervantes


Este viernes 22 de febrero a las 6 pm me presento en la Tertulia mensual del Instituto Cervantes de Nueva York (211-215 East 49th Street, NewYork, NY, 10017). Están todos invitados, por supuesto. El anuncio oficial pueden verlo aquí.

Se estrena país

El domingo amanecimos con nuevo país, Kosovo, último desgajamiento de aquél Frankestein que fue Yugoslavia. Hoy fue día de entusiasmo entre los kosovares. Ya mañana tendrán tiempo de preocuparse. Se cuestiona la viabilidad del estado, la capacidad de los kosovares para gestionarlo, más o menos lo mismo lo que se decía sobre Cuba y los cubanos hace 106 años (“con no poca razón”, dirán algunos). En Nueva York, donde literalmente hay gente para todo, se celebró en grande. La foto de abajo la tomó en Times Square mi cuñado que está de visita en la ciudad.

sábado, 16 de febrero de 2008

Frente a frente

Los Miquis de Miami han presentado el video que pongo abajo (lo he sacado directamente de la página de Carlos Miller, el periodista que lo tomó) sobre una manifestación a favor y en contra de Posada Carriles. O si se quiere decir con más precisión la organización Code Pink se presentó a protestar por la liberación de Posada Carriles frente a la Meca del anticastrismo y el cubaneo miamense, el restaurante Versailles, y desde allí les hicieron una contramanifestación. Los Miquis dicen que “El autor del video, […] ahora sí se destapa completamente para mostrar cómo su grabación estaba en sintonía con los propósitos de la agenda orientada por los Castro que trajeron Medea Benjamin y su grupo al pasar frente al Versailles”. Yo, que soy un tipo mesurado, (es un -mal- chiste) más bien diría que se le dio demasiado protagonismo al lado Versailles mientras a los de Code Pink apenas se los mostró unos segundos consiguiendo un desbalance informativo y hasta dramático. Con el tiempo que le dedican en pantalla la gente del Versailles debería buscarse un asesor de imagen y si ya lo tienen, despedirlo.


Right-wing Cuban exiles attack journalist in Miami from Carlos Miller on Vimeo.

jueves, 14 de febrero de 2008

Aclaraciones

"This is a volunteer office that is not in any way controlled by the Obama campaign. We were disappointed to see this picture because it is both offensive to many Cuban-Americans -- and Americans of all backgrounds -- and because it does not reflect Senator Obama’s views. Barack Obama has been very clear in putting forward a Cuba policy that is based on one principle: freedom for the Cuban people." -- Obama Campaign

Pensaba que lo menos podía hacer Obama y su equipo era tomar distancia sobre la presencia de la imagen del Ché en una oficina de apoyo su campaña. Lo ha hecho y para mí es suficiente aunque algunos cuestionen que pudo haber sido más enérgico o que la autonomía de esa oficina no es tal*. Si el propio Obama cree necesario distanciarse de algo así ¿por qué los cubanos no debíamos exigirle que lo hiciera? Ya no se trata de por quién uno vota o no sino de exigir que se nos trate con el mismo respeto que a otros grupos, no menos. Esas son las reglas del juego en Estados Unidos y no hay que acomplejarse en utilizarlas por miedo a que nos llamen reaccionarios o intolerantes.
Todo esto me hace pensar aunque no este conectado de manera directa en que no hay casualidad en que la propia noción de derechos se nos escape a los cubanos ya sea en un sentido o en otro. Si no fíjense en el debate de la UCI con Alarcón: por ningún lado asomó la idea de derechos. Los estudiantes se referían al acto de viajar como posibilidad, no como derecho que no puede coartar ningún estado a sus ciudadanos (a menos que estén sujetos a proceso legal). Y Alarcón no supo hacer otra cosa que responderles mas o menos que la restricción a viajar es parte de un plan nacional para aliviar el tráfico aéreo mundial. Ya me dirán que los muchachos saben de sobra que mencionar la palabra “derechos” los pondría contra la pared pero sospecho que incluso en circunstancias menos expuestas les costaría asumir en toda su dimensión la el sentido de ese concepto.
Sobre esto tengo una anécdota bastante ilustrativa. Octubre de 1995. Hacia poco que habia llegado a España y me alojaba en un hostal subvencionado por la Cruz Roja por donde pasaba gente de países que acababan de desaparecer o aparecer en el mapa. Un día se me acerca un muchacho recién llegado de Cuba a preguntarme que con quién tenía que hablar para alquilar una habitación. Lo dijo- y no fue difícil detectarlo- en el tono de quien quiere saber a quien debe sobornar para “resolver” una habitación. Era eso, en efecto y tuve que explicarle que teniendo el dinero no había que sobornar a nadie para tener “derecho” a alquilar. Acto seguido me pregunta que en dónde había que ir a pedir asilo político. Le di la dirección y le indiqué que debía llevar el pasaporte como identificación. No sé por qué se me ocurrió pedirle que me mostrara allí mismo el pasaporte. Cuando lo sacó me dejó estupefacto: era un pasaporte español que le habían dado en el consulado en La Habana por ser descendiente de españoles. Lo siguiente que recuerdo son mis manos agarrando el cuello de la camisa del muchacho mientras le gritaba: “¡Tú eres español! ¿Entiendes? ¡Ese pasaporte es español así que tú eres español! ¡No puedes pedir asilo en España siendo español! ¡Uno pide asilo en España para que al final le den un pasaporte como el que tú tienes, español!” Creo que me entendió. Ya sé que es un caso extremo pero creo que ilustra bastante bien mi punto. Aunque muy distintos en gradaciones y no comparables entre sí estos ejemplos son síntomas distintos de un mismo problema: la profunda erosión que ha tenido entre nosotros la idea de derechos al punto –poniendo otro caso extremo- que algún energúmeno pueda gritar alegremente en La Habana “¡Abajo los derechos humanos!” sin detenerse a pensar que esos derechos lo amparan a él también. En el caso del Che buena parte de los exiliados cubanos lo ven –con toda razón- como un símbolo de intolerancia, ofensivo para ellos y para la propia idea de democracia exigir explicaciones cuando una figura pública se ve asociado con este es, como el sexo o correr por las mañanas, un acto natural y saludable.

*En un comentario a un post anterior yo afirmaba que la oficina se alquilaba con dinero de la campaña de Obama y no es cierto. La pagan los voluntarios aunque según decía el video en el que apareció la dichosa imagen "paid staffers are expected to man the offices by the end of the week." O sea, que existía información suficiente como para creer que esa oficina no era ajena a la campaña oficial.

Cumpleaños

Hoy, todavía 14 de febrero es el cumpleaños de dos buenos amigos: Vanito, músico e integrante de Habana Abierta y Geandy Pavón, pintor. No les digo que la pasen bien porque eso es algo que se les da naturalmente. Pero definitivamente les deseo lo mejor.
Vanito: "Chevere"

Geandy

miércoles, 13 de febrero de 2008

Entrevista

El Fogonero Emergente presenta en una entrevista al escritor Carlos Alberto Aguilera. Un avance:

Lidija Dimkovska: ¿Me podrías dar un imagen de tu generación literaria: temas, campos, y características de interés de la más joven poesía y prosa cubana?

Carlos A. Aguilera: Es muy difícil, ya que hay muchas diferencias y una suerte de guerra civil entre todos. Por una parte están lo que intentan hablar de la vida cotidiana, en realidad sólo hablan de los estereotipos que se desprenden de ella y de los símbolos que el mercado maneja. Los que quieren hacer "algo" con los conceptos (jugar a la relación escritura-lenguaje) y los que construyen una literatura de lo gay, con sexo y panfleto incluidos. Los interesados en el mundo de las drogas, el rock, lo marginal, y los que levantan un culto a la raza (en este caso, a la negra). Los que intentan combinar submundo ideológico con "novedosas ideas narratológicas" y los que se burlan de la tradición, el nacionalismo, la identidad, aunque atrapados aún en una lectura pastoral de "lo cubano", con las Grandes Ideas que siempre trae una cosa así. En fin, más o menos lo mismo que sucede en todas partes, si no existiera la diferencia histórica que los cubanos se han creído a lo largo de los últimos cuatro siglos un pueblito elegido, una especie de nueva raza cósmica (o cómica, para parodiar el libro de Vasconcelos); y esto ha resultado fatal. No hay nada peor que cuando un pueblo, una ideología o un líder creen que el mundo debe rendirle honores.

Sosa se desencadena

No quiero convertir este blog en el Antisilvio pero ahora es Sosa, el de la Finca quien se encarga del cantante e incluso al final intenta salvarlo. Ahí les va un adelanto.

Sucede que Silvio siempre ha buscado vías que le rompan su fórmula (tan eficaz) de confesarse y abrirse en su esencia de juglar. Quizás por eso sus canciones de amor sean superiores a las de otra índole. Cuando ha pretendido vendernos un credo moralista (moralista en el sentido marmóreo y martiano) nos ha dado monsergas (La vergüenza, Yo digo que las estrellas); cuando pretende ser desenfadado nos da pobreza y elementalidad (Supón, Canción en harapos, El extraño caso de las damas de África); cuando pretende explicarnos las desavenencias contemporáneas entre amor y dinero nos busca un consuelo falaz (Bolero y habaneras); cuando merodea algún tema antibelicista a lo Bob Dylan nos carga de imágenes passé, por no decir trasnochadas (En mi sábana blanca vertieron hollín, / han echado basura en mi verde jardín... / en Sueño de una noche de verano); cuando quiere ser circunstancial se nos convierte en intrascendental (Canción urgente a Nicaragua, Me acosa el carapálida, El tiempo está a favor de los pequeños, Domingo rojo); cuando intenta lo espiritual nos habla como neófito (Eva, Jerusalén año 0). Si decide aparecer en un filme que contenga una producción discográfica suya, lo encontramos remando en bote, con máquinas de hacer niebla y esbeltas bailarinas escarranchándose en derredor. En estas vías incongruentes con su verdadero cauce de juglar que canta a la sombra de la realidad enemiga, podemos encontrar el tercero de sus padecimientos. Si el juglar se pone del lado de la realidad, que siempre será opresora y por tanto su contrincante, habrá perdido su razón de ser. Para Silvio hubo en principio dos opciones: o ser trovador o ser comisionado de la trova. Y de lo uno se fue convirtiendo lentamente en lo otro.

¿Y en qué se diferencian estos dos personajes? Yendo a canciones ya mencionadas, si el trovador perdiese su amada, nada le reconfortaría salvo cantar y llorarla porque sí. En cambio, el comisionado nos da este desvergonzado consuelo: Tú la perdiste, pero aquí se queda, / al fin y al cabo está con un obrero.

Y para que después no digan que no lo dejo hablar ahí va la autodefensa del cantante.

Sólo para socios

Para los socios unas cuantas fotografías viejas que quiero compartir con ustedes, de esas que casi todos tenemos plenas de cursilería y peinados horribles. Nunca está de más recordamos lo que algún día fuimos. Sólo los socios tienen tanto estomago.


De soldado “rebelde” con metralleta espacial demostrándole a los imperialistas que no les tenía ningún miedo. Y, curioso, sigo sin tenérselo.


La clásica foto del trajecito y la corbata junto a mi hermano.


En el trampolín de la Lenin, la única foto que conservo de mi paso por esa escuela (1982-1985).


De turismo patriótico con mis abuelos paternos y mi madre en la granjita Siboney sin imaginar que muchos años después escribiría sobre el lugar.


Con la familia en la calle Padre Pico en Santiago: en aquella gira “histórica” no nos perdimos un solo punto del tour revolucionario: las casas de Maceo, Frank País, el cuartel Moncada y la antigua estación de policía ubicada justamente junto a Padre Pico.

Los dejo porque después de este strip tease fotográfico debo ir a consultarme con el psicoanalista.

Stir it up

Revuélvelo: esa debe ser la consigna de los bloggers cubanos, "stir it up together". Suena mejor que "unirse es la palabra de orden", frase que parece sacada de Voltus 5.

Test



Un amigo venezolano me manda esta imagen. Esta pertenece a:
a)___ las oficinas de un comité de solidaridad pro Libertad de Los 5 (Espías) en Roma.
b)___la representación de las FARC en Barcelona.
c)____ una oficina de la campaña del candidato demócrata Barack Obama en Houston.
b)____ la oficina del representante de Silvio Rodríguez en Santiago de Chile.

La respuesta está en este video.

martes, 12 de febrero de 2008

Lecciones

Este período de tiempo que quizás dentro de unos años se conozca como “el bloggerato” creo que nos ha servido a todos los habitantes de este país virtual que nos hemos inventado para hacernos una idea de los alcances y limitaciones de los blogs. De un lado su independencia, y flexibilidad, la gran variedad de temas que toca, de espacios que cubre y de posiciones que proyecta, su capacidad para burlar una censura acostumbrada a lidiar con unos pocos emisores de opinión, de organizar la información, hacerla más asequible a los lectores y la de fomentar una discusión que con el tiempo se va haciendo más madura y hasta donde cabe, más productiva. Las limitaciones teniendo en cuenta la limitación de medios, la carencia en la mayor parte de los casos de fuentes directas de información, el amateurismo de la gran mayoría de los creadores de blogs (no estoy seguro si a los del Herald le pagan por ello) y el escaso acceso de los cubanos en la isla al Internet nos limitan en casi todos los casos a la selección y análisis de información (que no es poco) y hace que nuestro impacto entre los lectores de la isla sea mucho menor de lo que nos gustaría pensar y de lo que nos sugiere la preocupación real que demuestran las autoridades de la isla.
A los que insisten en las limitaciones siempre les hablo de la futura nostalgia que sentiremos por los tiempos en que a diario podíamos acceder gratuitamente a textos de Jorge Ferrer, Duanel Díaz (cuya salida del aire lamento todavía) o Manuel Sosa, el inteligente revolver de archivos de los Miquis, Connie, Mauricio Pimienta, Éufrates del Valle, los comentarios de Camilo, El Abicú, Barbarito, Generación Asere o Yoani o la labor simplemente aplastante de un Baracutey Cubano o de Ernesto Hernández Busto a quien no se le debe escatimar los méritos de ser la principal referencia en la vorágine de blogs que nos sacude en los dos últimos años. (Le ruego a todos los que dejo afuera que me disculpen. Como diría Corleone: nada personal).
La extraña situación que se generó alrededor de los estudiantes de la Universidad de Ciencias Informáticas es una buena oportunidad para que los bloggeros repensemos nuestras funciones ya sea para reformularlas o para persistir en ellas. Pensemos por ejemplo en las características en las que aventajamos a cualquier periodista oficial cubano o a cualquier corresponsal extranjero en Cuba. Sobre los primeros tenemos las ventajas que nos ofrece la libertad mientras que a los segundos los aventajamos en un conocimiento mucho más profundo del sujeto en cuestión. Los bloggers cubanos generarán muy poca información nueva pero en cambio han ayudado a establecer una nueva jerarquía de lo que es realmente relevante en un medio que conocemos con dolorosa precisión . Luego de haber asistido a escenas similares en la segunda mitad de los 80 o inicio de los 90 a ninguno nos debió sorprender las opiniones y preguntas hechas por los estudiantes ni el tartamudeo mental de Alarcón. Interesaba, eso sí, que esta vez tuviéramos constancia audiovisual del hecho a nuestra disposición y no a la de los segurosos de siempre. Difundir esas imágenes para que no fueran sólo del consumo de unos cuantos curiosos y a diferencia de las imágenes de la caída del muro del Berlín, el fusilamiento de Ceaucescu o los debates de la facultad de periodismo en el 87 en Cuba no fuera monopolio exclusivo del Comité Central. No hay nada criticable en eso sino todo lo contrario. De cualquier forma el conocimiento que tenemos del terreno podría habernos evitado errores elementales de apreciación. Tomas frontales y perfectamente coordinadas no pueden ser anunciadas como un video clandestino aunque su copia lo sea. Tampoco era difícil imaginarse que el gobierno no detendría a un estudiante sólo por decir enfrente de un representante del gobierno lo que este había pedido que dijera y menos luego de la amplia difusión que se le habían dado a sus palabras. De haberse puesto en contacto con la prensa extranjera o con grupos disidentes el asunto hubiera sido distinto pero eso nunca ocurrió. Tampoco hay que imaginar torturas para llevar a los estudiantes al desmentido grosero de sus propias palabras días antes. No es difícil imaginarse la situación: se le acercan al muchacho diciéndole que la contrarrevolución o la CIA lo han tomado de bandera. Se le muestra una selección de los telediarios de varios sitios presentándolos como disidentes y se les pide que “aclaren” su situación. En Cuba cualquiera sabe lo que eso significa. La apabullante ignorancia de esos muchachos que les permite decir sin sonrojos que en ninguna otra parte del mundo un hijo de obreros y campesinos no podría llegar a la universidad no les impide entender la gravedad de su situación. De no “aclararse” irían directamente a dar al campo enemigo en el que no tienen ningún asidero y desconocen a la perfección. Perderían cuando menos su condición de personas en un país en esta es un privilegio sólo al alcance de los fieles al sistema cuando no irían a la cárcel. Eso lo entiende cualquiera que haya crecido en Cuba hasta su adultez. La alarma sin embargo está justificada. El régimen cambia -al menos de dueño- y no estamos seguros si eso redunde en un tratamiento menos inteligente de los elementos díscolos, en la represión directa y brutal por hacer justo lo que el propio régimen ha pedido, que se haga una crítica al sistema para mejorarlo. Los familiares de uno de los estudiantes también andan preocupados por el destino de este y cuando el tiempo apremia el prurito de precisión informativa se flexibiliza: nadie quiere dejar pasar la oportunidad de ayudar ante un peligro inminente sólo porque cierta ética profesional (de una profesión que prácticamente es un hobby) se lo desaconseja. Las declaraciones de los estudiantes pueden parecerle a alguien una burla al esfuerzo de los bloggers que le dieron seguimiento a este caso. Yo más bien lo veo como una confirmación de ese seguimiento. Ese desmentido montado a la carrera es una confirmación de que la actividad de los blogs y sus repercusiones en la prensa preocupa a las autoridades cubanas más de lo que les gustaría admitir y harán todo por desprestigiarlos. En lo básico no hay nada que objetarles a los blogs. Algo habrá que aprender no obstante y en este caso creo que la lección está en que a pesar de la premura o la angustia no deben descuidarse ciertos detalles, esos que desobedecen esa extraña lógica que los años en Cuba nos obligaron a aprender, ese aprendizaje que todavía hace que desde Cuba no nos vean como extraños.

lunes, 11 de febrero de 2008

Cuba ¿cambia o no cambia?


El rey de la novela negra cubana Leonardo Padura (evitemos los malos chistes que hagan referencia a la novela negra y a la mulatez del autor) se hace esa pregunta en El Nuevo Día (de Puerto Rico) con la cautela con que algún policía de su paternidad entrará en la guarida de los malevos. Más o menos con la misma cautela que este autor ha sobrevivido a ese campo minado que es el mundo literario de la isla. Primero le parece excesivo el interés del mundo exterior por los posibles cambios en Cuba. Como si no hubiera guerras o calentamiento global en qué ocuparse. Pero entonces se da cuenta que por ese camino el artículo se le acaba en el primer párrafo: si no hay nada que esperar no hay novela. Cae en cuenta de que tanta expectativa quizás se pueda deber a que el Comandante está malito. Luego, siguiendo la regla de oro de los periodistas cubanos habla de la hostilidad del imperialismo y el embargo como quien se ajusta un chaleco antibalas y se pega a la pared para que no lo confundan con los otros y no caer víctima del fuego amigo. Así, despacito, hasta entrar en el asunto o en la guarida de los malos que es más o menos lo mismo. Sólo que no hay malos. Resulta que más allá del excesivo interés desde el exterior nuestro detective descubre –como si se topara con una víctima atada a una cañería del sótano- que los cubanos al parecer también están interesados por el cambio. Tampoco nada radical, cambios económicos, mejoras en el transporte, la educación, la salud, no que les corten las ligaduras sino que se las aflojen un poco para que no se les corte la circulación. Pero claro, eso es una mala metáfora. La metáfora perfecta de los cambios la encuentra Padura en el hecho de que se ha puesto por televisión un documental de pelota prohibido desde hace cinco años. Los cambios según Padura deberán ser económicos pero no se le ocurre nada mejor que hablar de pelota. Hay un querer decir y no poder en el artículo que hecha por tierra la imagen del intelectual detective tratando de ayudar a la víctima. Padura habla como si también estuviera amarrado en el sótano y ser detective fuera uno de los tantos delirios que se permite. Le han quitado la mordaza para que hable por teléfono con el exterior asegurando que él y el resto de los secuestrados están bien, que si se paga el rescate no les van a hacer nada. Sólo hace falta que le den a sus captores un poco de tiempo y tiempo –y mucho- es justo el monto del rescate.