Pánfilo preso

Dos años para Pánfilo en la cárcel. Dicen que por borracho y por vago, algo difícil de entender en un país gobernado a cuatro manos por un alcohólico y uno que no ha trabajado desde que se graduó en 1950*. Juan Carlos González Marcos, el nombre que aparece en su carnet de identidad ha sido condenado por decir lo que no se atreve a declarar cuando está sobrio. Para dar una lección y que todos sepan que estar borracho no es excusa para decir la verdad. Estoy de acuerdo con Salcedo de que

Pánfilo no es un héroe ni un activista político. Sería deshonesto, y contraproducente, señalarlo como tal. La fuerza de su testimonio radica más bien en su espontaneidad e inconsciencia, en haber sido dado en estado de embriaguez y de manera casual, mientras se entrevistaba a otra persona sobre un tema de actualidad musical en la isla.

Pero que no sea héroe ni activista político tampoco es excusa para mirar para otro lado (que no es lo que sugiere Salcedo sino lo contrario). Puede parecer ridículo defender la libertad de un borracho a decir su verdad pero lo que sí es absolutamente ridículo es que ni siquiera los borrachos en Cuba puedan decir lo que piensan. Sería una vergüenza que de que al menos una parte de la gente que acumuló medio millón de visitas para ver cualquiera de las versiones del video y celebrar esos segundos de sinceridad frente a una cámara no reclamen ahora la libertad de esta víctima de la obsesión de un régimen con su propia idea de la realidad. Si a algunos la libertad de Cuba les parece una utopía defendamos al menos la de sus borrachos.

*In 1948, Castro married Mirta Díaz Balart, a student from a wealthy Cuban family through which he was exposed to the lifestyle of the Cuban elite. Mirta's father gave tens of thousands to spend in a three-month honeymoon in New York.[23] Castro also received a $1,000 wedding gift from Fulgencio Batista, the ex-President who was a friend of both families.[3][23] Although Castro considered enrolling at Columbia University, a private university in Manhattan, he returned to Cuba to complete his degree.[3]

Castro started to have money problems. He refused to go work and others had to pay the family's bills.[Wikipedia] Ver tambien Guerrilla Prince pag. 72.