sábado, 15 de agosto de 2009

La vieja rima


Aquí van tres piezas de Rolando Davidson, amigo y buen poeta:








Adagio de rosa

En medio del jardín surge la rosa
-pausa roja en el verde que deviene-
y un súbito momento se detiene
su imagen en sí misma, silenciosa.

Todavía es (más tarde será hermosa)
una brusca sorpresa que retiene
la mirada y precaria se sostiene
en el fluir del momento que la esboza.

Es el lento principio de un cantar;
todavía es la orilla, aún no el mar.
Pero ya se adelanta y suave augura

el momento en que yo al fin me convierta
- contemplando su roja ruta abierta -
en la dulce visión de su figura.


Tormenta

Con sus numerosos brazos,
como un dios hindú, el viento
en remolino sangriento
lleva las hojas. Sablazos
de luz rajan en pedazos
el cielo, que baja en mares,
lluvia en redobles impares
sobre los oscuros techos
que retumban como pechos
de unos seres estelares.


Tiroteo

Cayeron dos enseguida
cuando empezó el tiroteo
y al alcanzar su apogeo
perdieron otros la vida.
Por toda la ancha avenida
río de sangre corría.
Y más tarde yo vería
de qué bonitos colores
eran las oscuras flores
de la extraña herida mía.

1 comentario:

el yame cubano dijo...

Buenos poemas esos me han gustado mucho, suerte de tener un amigo que sea poeta