martes, 12 de marzo de 2013

Llantén

En Juventud Rebelde andan con los mocos revueltos de puro dolor deportivo o revolucionario. Da igual que se trate de la muerte de Chávez que de la derrota de Cuba en el Clásico. Cualquier motivo es bueno para sacar a pasear hombría y lagrimales y musa con el pelo suelto y la licra ajustada (y de paso celebrar abiertamente que se ha ligado un viajecito).


Si se trata del desastre de la Armada Invencible frente a los piratas holandeses se chorrean "Lágrimas sobre Tokyo":

"Preferí alejarme para poner en orden mis ideas. Para tratar de convencerme de que lo vivido antes en el majestuoso Tokyo Dome no era más que una terrible pesadilla, y que de un momento a otro despertaría en la urbe del oeste de Estados Unidos, donde nos esperaba la gloria. Pero tampoco pude.Me lo impidió el dolor de saber que la más aplastante realidad fulminaba un sueño tejido durante años, y arropado por una afición beisbolera que necesitaba un triunfo para levantar la autoestima tantas veces herida durante los últimos años. Era un tormento pensar en el destino de esta generación de talentosos jugadores, integrada por muchos que, lamentablemente, no tendrán oportunidad de revancha.Sentí en ese momento que mi tristeza tomaba dimensiones extraordinarias.Y mis lágrimas mojaron esta ciudad"


O si las malas noticias vienen del sur amigo con la muerte del Libertador 2.0 el artículo no puede llevar otro título que el originalísimo “Chávez vive” en el que a otro redactor se le baja el Vargas Vila postmartiano:

Nunca marcharon tan bajas las nubes en esta ciudad. Tras el «invierno» —la época de lluvias en el firme americano— las nubes parecían secas. Infértiles. Carentes de varón. De ese que las preñara para hacer volver el verdor.La tarde de este martes precipitó. Fue una lluvia triste. Hoy las caobas nuestroamericanas, que se levantan por toda esta ciudad, se habrán desprendido del polvo, de toda suciedad.Brillantes se verán. La grama, también. Tras cada lluvia, Caracas renace. Ayer parecieron lágrimas. Sí, Caracas lloró. Nosotros también. Lo sabíamos.

Cuando tantos escribidores penosos lloran ¿qué es lo que tiembla?

3 comentarios:

Unknown dijo...

Estos dos trozos de lamentos me recuerdan el cuento de Chaflan: "Senora por que llora?""Mi marido se me ha muerto""Quiere que se lo entierre?"" Espere que se me quite el luto"" Cuanto debo de esperar?"" Na, cinco minutos!"

cubasno dijo...

La sección completa de JR donde viene el arti-culo del mamerto ese no tiene desperdicio. Me imagino a todos los tracatanes, camajanes, lameculos y luchadores de viajecitos bolivarianos tratando de superarse unos a otros, hiperbolizando las hipérboles de las hipérboles, buscando (en todos) mostrar cómo habían estado cerca del Chavo en una ceremonia oficial, en el cumpleaños de una hija, en un acto de campaña, mirando con el rabillo del ojo al mamertoide de al lado no vaya a ser que se queden cortos. Títulos de algunos de los artículos: "A los incrédulos, la resurrección existe"; "Sentimientos «nuestroamericanos»"; "La Revolución Bolivariana no se va a detener, se va a profundizar"; "No creí su muerte"; "Renace como horizonte humano"; "Gracias, Mi Comandante". Como diría Aurora Basnuevo: "¡Mencantaaaaaa!". Y qué decir de los rapsódicos comentarios, escritos por los inverosímiles lectores de JR que son a la vez comuñangas y tienen internet. Otra novedosa peculiaridad estilística juventudrebéldica es el uso a troche y moche del neoadjetivo "nuestroamericano". Priceless.

Güicho dijo...

Ese JR es un throat fuck gang bang. Y emulando a quién tiene la garganta más profunda.