Hoy sale en Diario de Cuba una reseña mía sobre "La cibertimba y el bárbaro", último disco de Boris Larramendi.
Sigue aquí
Hay cosas que solo hago por gente muy querida. Como donar un órgano o ver de nuevo El lado oscuro del corazón. (Es una hipérbole: lo digo convencido de que a nadie que me quiera se le ocurrirá pedirme lo segundo). Con la edad, la lista no hace más que aumentar. En mi caso la lista incluye escuchar canciones con letra (en español sobre todo porque hay algo en el inglés, el portugués o el yoruba —el ritmo y su extrañeza, supongo— que me los hace bastante más soportables). Quiero decir, con letras que pretendan una profundidad más allá del "bururú barará ¿cómo está Miguel?". Que el canto sea parte de la música y no pretenda ser poesía (para en realidad no ser más atractivo y sofisticado que un poema mediocre del siglo XVIII). Se salva de esa quema mental, que en El Quijote asumieron un cura y un barbero, tipos como Boris Larramendi que además de ser amigo todavía consigue el milagro de ser poético sin parecerlo y tremendamente incisivo sin que apenas se le note el esfuerzo.
Sigue aquí
2 comentarios:
El cinco de marzo no parece ser un buen dia para los dictadores, pongamos atencion a esta fecha, quien sabe si el anno que viene...
Un abrazo, hermano. Dejo este comentario aquí porque era demasiado largo para la interface de Diario de Cuba. Y el código de confirmación era 12+1, ¿imaginas?
En fin...
"Viendo el otro día por carambola un episodio…, terminó este amigo(http://youtu.be/yPHEUb-Q-Aw) comiendo entre gente en cierta medida desconocida, pero alejado de todo lo que, en apariencia, le saturaba día a día en su vida rutinaria. Es una suerte, sí, tener tan accesible el nuevo trabajo del Boris (hasta se puede comprar) y que para colmo Enrisco sepa cómo llegar a él, también poder escucharlo- catarlo y además poder leer su opinión (entre tanta libertad anhelada y esos comentarios casi siempre fuera de contexto, los más decepcionantes) Yo no he escuchado el disco (algo más el de Frómeta) en su totalidad, pero claro que lo haré algún día y no creo que cambie de opinión sobre su autor- productor, pero sigo pensando que ese (mi problema) no es lo importante aquí. Algo sigue fallando, sí, porque finalmente va y pongo, una y otra vez, mi último hallazgo: el “All Things Must Past” (una placa de prensaje español de 1970) y me alegro en gran medida de entender poco, nada y seguir disfrutando, una vez que he protegido bien su portadita con plástico y de hacerle además (respetando todo…como un saqueador de tumbas exquisito) fundas interiores nuevas y los recortes de los textos pegados sobre ellas.
Mira que intento alejarme, pero es imposible volver, una y otra vez, darle con la frente a esa esquina enmohecida e hiriente. Nada, ahora ya me siento mejor por esta vez. Suerte, amigos, suerte. Enhorabuena por todo."
Publicar un comentario