... va a cagar tanta gente?” dijo el haitiano mientras veía a los que se sumaban en oleadas a la caravana de la victoria. La tanta gente se subía en camiones, carros de alquiler, jeeps o en algún tanque si eran lo bastante audaces. Iban a la capital, algunos por primera vez, pero sobre todo iban al encuentro de la Historia. Hasta ese momento habían preferido quedarse a la expectativa. Ahora que la suerte había favorecido al bando de su preferencia querían unirse a la celebración en la capital. Habría cálculo en algunos: unos aspirarían a confundirse con los vencedores y ser retribuidos a cambio; otros esperaban que las posibilidades de tener sexo gratis serían mayores que en ningún otro momento desde la creación de la República. Pero incluso entre los más calculadores y gozosos no faltaría el fervor de cruzarse con un tiempo especialmente bendecido por los dioses de la Historia y presintiendo su aparición corrían a ocupar los mejores palcos.
El haitiano en cambio soltó la frase con la misma tranquilidad con que a continuación dejó caer un salivazo turbio de tabaco. Nada en él indicaría la pretensión de dejar una frase para la posteridad. Sólo hacer notar que en la capital no habría servicios sanitarios suficientes para acoger las urgencias de tanta gente nueva. Recordar que ni aún en los momentos supremos de la Historia los intestinos abandonan sus hábitos vulgares. Ni aún ante la inminencia del porvenir el cuerpo consigue sincronizarse del todo con el espíritu, acatar sus exigencias de dignidad. Y resumía así en su esencia más elemental el pensamiento reaccionario que le opone a los arranques más altruistas de la ilusión humana las áridas leyes de la biología o las matemáticas. No ha transcendido la reacción de los que lo escucharon pero es de sospechar que movieran la cabeza entre cómplices y avergonzados ante la mezquindad de su visión.
Ningún libro menciona el cumplimiento de su profecía porque ya se sabe que la Historia ignora los olores con el mismo énfasis con que le atraen las tramas. Hay en cambio testimonios de que muchos de los visitantes en aquellos días de jolgorio no encontraban donde evacuar sus necesidades y durante las siguientes semanas la ciudad se vio envuelta por un hedor sólo soportable por el júbilo de asistir al nacimiento de una nueva era. Y hay cierta lógica en que en los momentos de máxima manifestación del Espíritu Absoluto los cuerpos se venguen haciéndose presentes en lo peor de sí. La preocupación del haitiano apenas daba voz a la natural rebeldía de la materia frente a la arrogancia o el olvido del Espíritu.
El haitiano en cambio soltó la frase con la misma tranquilidad con que a continuación dejó caer un salivazo turbio de tabaco. Nada en él indicaría la pretensión de dejar una frase para la posteridad. Sólo hacer notar que en la capital no habría servicios sanitarios suficientes para acoger las urgencias de tanta gente nueva. Recordar que ni aún en los momentos supremos de la Historia los intestinos abandonan sus hábitos vulgares. Ni aún ante la inminencia del porvenir el cuerpo consigue sincronizarse del todo con el espíritu, acatar sus exigencias de dignidad. Y resumía así en su esencia más elemental el pensamiento reaccionario que le opone a los arranques más altruistas de la ilusión humana las áridas leyes de la biología o las matemáticas. No ha transcendido la reacción de los que lo escucharon pero es de sospechar que movieran la cabeza entre cómplices y avergonzados ante la mezquindad de su visión.
Ningún libro menciona el cumplimiento de su profecía porque ya se sabe que la Historia ignora los olores con el mismo énfasis con que le atraen las tramas. Hay en cambio testimonios de que muchos de los visitantes en aquellos días de jolgorio no encontraban donde evacuar sus necesidades y durante las siguientes semanas la ciudad se vio envuelta por un hedor sólo soportable por el júbilo de asistir al nacimiento de una nueva era. Y hay cierta lógica en que en los momentos de máxima manifestación del Espíritu Absoluto los cuerpos se venguen haciéndose presentes en lo peor de sí. La preocupación del haitiano apenas daba voz a la natural rebeldía de la materia frente a la arrogancia o el olvido del Espíritu.
15 comentarios:
Y el cuerpo es la clave de la libertad. Individual, rebelde y oloroso.
No seria este el mismo haitiano de la zona de Guantanamo que se rumoraba (perdonen mi herrumbroso Castellano) era amante de La China y se sintio abandonado? Pobre haitiano vio entonces que no podria competir con tantos hermosos y viriles jovenes havaneros.
Me encanta. Esta buenisimo.
No se si sea relevante el que "las áridas leyes de la biología o las matemáticas" no es todo lo exacto que pudiera:
- Ni las matematicas ni la biologia tienen leyes.
- La matematica es un invento, una humanidad, tanto como la literatura. Tu defines unos axiomas y sobre eso construyes. La matematica tiene teoremas. No tiene que rendirle cuentas a la realidad.
- La biologia tampoco tiene leyes, y si tiene alguna, no es el cagar. Todos los bichos tienen desechos de los que deshacerse pero de ahi a que una bacteria cague puede haber un buen tramo. Estas hablando de "aridas leyes", y eso suena solemne. De nos ser por Darwin, la biologia seria una ciencia "transitoria". Justo como lo es la quimica.
- Es la fisica la que tiene leyes.
No obstante: Abajo los fisicos! Criaturas miserables, arrogantes.
No se si importe este rigor (este!) aca porque a fin de cuentas la idea de la inevitabilidad del cagar se logra con esa frase.
Sí, Enrique, Omar tiene razón. Pero puesto a hablar de leyes para referite a la imperiosa y consuetudinaria necesidad de giñar, podrías haberlas calificado de otro modo. Las fecundas leyes de la biología. Las inflexibles leyes de las matemáticas. La intersección jugosa de las matemáticas y la biología. La inextricable confluencia de las matemáticas, la biología y las leyes. Etc.
El articulo esta genial, la "mierda" es algo que todos negamos, Kundera dedica casi un capitulo de su Levedad del Ser a esta... Sobre lo que acota Omar tiene razon en lo que dices de las leyes, y el comentario de "Criaturas Miserables y Arrogantes" yo lo aplicaria a algunos profesores de Fisica que han desprestigiado la asignatura, pero Ojo! Los Fisicos son los Filosofos, la Fisica y sus grandes cientificos nos han dado la luz... Newton, Feynman, Heisenberg, Einstein... miserables?
les agradezco los comentarios. lo de las aridas leyes de la biologia esta flojito como imagen que es lo que me interesa. ya le buscare la vuelta.
¡¡¡¿¿¿Hay más miseria y arrogancia en un físico que en un artista!!!???, lo que determina es el Ser, y lo mundano y vulgar es independiente a la profesión. Buen artículo Enrisco, menos mal que estás de vacaciones, ja. Buen comentario Omar ... hasta el ataque a los físicos, LAMENTABLE porque no viene al caso. Gracias Yumurino por nombrar a esos grandes. Saludos a todos, y vivan la Luz y la Mierda!!! ... que no el caga-andante.
Las matemáticas y la física puede que no, pero:¿que la mierda no tiene leyes? ¿y que coño son toda esa retaíla de imposiciones y mar--onadas que nos han clavado durante 50 años los castro y sus servidores?
Enrique, no estoy de acuerdo con tus vacaciones ó tus intenciones de distanciarte de tu blog: ES MI PÁGINA DE INICIO EN INTERNET EXPLORER!!!... y me la pela que NO la estés renovando cada media hora al menos...
Señores, hagamos una ponina y ayudemos al artista cubano para que se nos entregue con mayor frecuencia...
gracias...
Enrisco, crees que aprenderás a escribrir algún día? Y recuerda las comillas...
a "escribrir" posiblemente nunca, poeta. es un concepto que se me escapa. pero la ilusion de escribir bien dia de estos no me la vayas a quitar. de algo hay que vivir.
"escribir bien (un) día de estos"... quieres decir?
Sea ley o no sea ley de lo que si estoy segura es que toda aquella mierda de los primeros dias era un adelanto de lo que vendría después. ¡Que lastima no haberse dado cuenta antes!
Nadie dice nada de la "disolución infinita"
Enrisco no te dejes sofocar por tanta comedera de lo que pica el pollo! Lo importante son las ideas y tu las tienes muy claras y las expresas a la perfeccion. El que no este de acuerdo con el estilo que no te lea, en definitiva... esto no es un concurso ni nada de eso. Sigue escribiendo lo que te de la gana, de la manera que te de la gana, y cuando te de la gana. En definitiva, cantidad de gente te lee... y eso les duele...
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