“Mambo es una palabra feliz” decía Cabrera Infante en un famoso documental sobre Cachao. Tan feliz que a veces se convierte en cualquier cosa que quiera ampararse debajo de esa palabra mágica: como este mambo pedagogico de Perry Como en 1954 o esta irreconocible variante griega o esta simpática y esforzada versión vietnamita (no se pierdan el “Colazón de melao” del narra). Para que no olviden cómo debe sonar un mambo aquí les pongo el mambo No. 5 de y por Pérez Prado y el que me parece uno de los mejores mambos que se han hecho en la última década y hacía rato quería compartir con los socios: “La llave de mi corazón” de Juan Luis Guerra (el “Murakami’s mambo" de NG La Banda no lo encontré en ningún lado).
1 comentario:
JLG, finalmente, saco otro disco que vale la pena...Y ese mambo es de lo mejor del disco!
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