miércoles, 25 de septiembre de 2013

El castigo


En nombre de la libertad de credos defiendo el derecho de cualquiera a oír a Silvio Rodríguez pero ese servicio social que le han puesto a cumplir a Robertico Carcasses está entre el tipo de cosas que debía ser incluida en la convención de Ginebra contra la tortura. 

No sé si lo recuerdan pero hace un tiempo el capo colombiano Hernando Gómez Bustamente, alias Rasguño confesaba que durante el tiempo que estuvo encarcelado en Cuba le ponían ininterrumpidamente canciones de Silvio Rodriguez a modo de tortura. "Me daba contra las paredes hasta sangrar y me estaban enloqueciendo con música todo el día a todo volumen de Silvio Rodríguez.". 

O sea que el castigo a Carcassés más que suspenderlo lo transformaron -por obra y gracia del Paulo Coelho del castrismo- en otro más sofisticado pero no menos doloroso.

A ver quién se atreve a volver a pedir cosas por micrófono.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sugerencia buena a los prisioneros en Guantanamo, que les pongan 24/7 la musica de Silvio, que van a cantar como canarios.

Unknown dijo...

La misma historia se refleja en un chiste que corria por la isla y era el de un hombre que le grito a Fidel que tenia hambre. A una senal del dueno del ingenio, sus secuaces atraparon al infeliz, lo ataron a una silla y con un embudo lo inflaron con agua. Al terminar tal suplicio lo llevaron frente a una de las mesas del Comite Central ante la cual el individuo dijo que no podia comer nada pues estaba muy lleno. Ahi mismo le explicaron: !Viste! Tu no tenias hambre, tu tenias sed!

Veronica dijo...

No sabia esto, pero la música de Silvio Rodríguez es muy buena