Capítulo IX
Chick Ferrari avanza por el pasillo que lo conduce a la habitación del Gran Lamo inmerso en profundos pensamientos. Ya empieza a sentir una aguda punzada en los tímpanos. Sus guardias Krim y No-do han sido hermanos siameses antes que los separaran mediante una delicada operación que dividió el cerebro que compartían a partes iguales. Cada oración que uno inicia debe ser concluida por el otro. Como es de esperar comparten casi todas sus ideas y gustos que sólo se dividen cuando se trata de apoyar a los dos mayores rivales del fútbol de Santa Rita del Valle: el Imperial y el Orbita Loca. El fútbol es de hecho el único motivo de discusión de los dos gendarmes. “Para seguir el fútbol...” -dice Krim, “basta con medio cerebro”- concluye No-do. Tal es la compenetración existente entre los hermanos que si Chick saliera bruscamente de entre ambos, sus cabezas chocarían entre sí. La ignorancia de Chick al respecto les permite llevarlo sin sobresaltos hasta la habitación donde lo espera El Gran Lamo.
-Entre hombre, que el Gran... - dice No-do mientras abre la puerta de la habitación.
-Lamo no se come a nadie -concluye Krim.
-¡Ja! -exclama No-do.
-¡Ja! -continua Krim y se siguen alternando hasta completar una carcajada.
Chick penetra en la habitación mientras los guardias se aseguran de que la puerta quede cerrada tras él. Afuera Krim decide continuar la discusión interrumpida minutos antes.
-Ni soñando tu equipo podrá conseguir todos los campeonatos que ha ganado el Imperial - ya dijimos que únicamente hablando de fútbol se podían permitir una oración completa.
-¡Olvidas quien ganó el último campeonato!- replica No-do- ¡El Orbita Loca!
-Sí, después de quince años sin saber lo que era ganar. Y eso porque a última hora el Imperial falló un penalti.
Eso era cierto. Hay que explicar aquí una peculiaridad del fútbol que se juega en Santa Rita del Valle. Hasta hace unos años utilizaban, en lugar de un balón, unas piedras redondas muy comunes en el planeta. Recientemente han empezado a usar en su lugar cabezas de esclavos decapitados que, en comparación con las piedras, son mucho más aptas para ser pateadas. En el partido decisivo del último campeonato el jugador del Imperial que debía cobrar el penalti, al patear la cabeza, el pie se le había quedado trabado en la boca abierta del decapitado.
-Eso le pasa por ignorante. ¿Quién no sabe que el lugar idóneo para patear una cabeza es el occipucio. -exclama No-do.
-¡Occipucio! Con lo asqueroso que suena - responde Krim. Se escuchan gritos que salen de la habitación donde Chick está siendo sacrificado sexualmente por el Gran Lamo. Sin embargo, los gritos en vez de dolor expresan una sorprendente alegría.
-Parece que ... -dice No-do
-Le está gustando -concluye Krim.
Van a continuar su discusión cuando la puerta se abre y de ella emerge el gigantesco y repugnante cuerpo del Gran Lamo con un jubiloso Chick a su lado.
-No-do, Krim, les presento a mi hijo.
Los guardias no dan crédito a lo que acaban de escuchar.
-Felicidades Señor. El niño es .... -dice No-do.
-Idéntico al tipo que acabamos de traer. -completa su hermano.
-No sabíamos que los terrícolas .....
-Se reproducían tan rápido. -termina Krim.
El Gran Lamo pacientemente les explica que el terrícola y su hijo son la misma persona. Gracias a la innata capacidad para distinguir el ADN a simple vista, Chick ha descubierto que comparten un intenso parecido genético. Sí, el Gran Lamo había sido unos de los cuatro secuestradores de avión que violaron a su madre en un vuelo Buenos Aires - Katmandú. La razón de su conversión en el Gran Lamo fue el mal de Ganímedes, una brutal enfermedad venérea contraída en un vuelo Madrid - Júpiter.
-Vamos papá, quiero que conozcas a mis amigos.
-No tan rápido hijo, que aún no he aplacado ciertos deseos que me hizo traerlos aquí.
-En ese caso -replica Chick, recordando todas sus cuentas pendientes con el capitán de la nave - Para empezar te tengo una oferta que no podrás rechazar.
Los cuatro marchan hacia el sótano donde están encerrados los compañeros de viaje de Chick. Ante la puerta el Gran Lamo detiene a Chick y los dos guardias con un gesto.
-Prefiero entrar primero y escoger por mí mismo.
Es lo último que se le escucha decir. Al entrar en el sótano estalla un horrendo chisporroteo. Los prisioneros le han tendido una trampa con cables electrificados. Chick se arroja sobre el montón de carne quemada de lo que hasta ese momento ha sido el Gran Lamo Ronga.
-Papá, papá, no te vayas.
-¿Qué te ha dado Chick? -le pregunta el jefe de Antártida Helada e Independiente. ¿A qué viene tanto cariño por ese monstruo?
-Hum. -dice satisfecho el capitán de la nave. -Ese olor a carne asada me ha abierto el apetito .
Se escucha un descomunal rugido.
-¿Y eso qué es? - pregunta Chick .
-Es el hijo del Gran Lamo- responde No-do.
-... que se ha despertado.- añade Krim.
-¡Mi hermano! -grita Chick.
-No se haga ilusiones. Si Medio Lamo llega hasta aquí, lo que quede de nosotros ... -empieza Krim.
-... No alcanzará para untarlo en un pan.- concluye No-do.
Todos salen corriendo hacia la salida del castillo.
-¡No nos deje solos señor ...! -le suplica Krim a Chick.
-Déjenos ir con ustedes -lo apoya No-do.
-Como quieran. Si vienen con nosotros sólo puedo garantizarles sangre, sudor y lágrimas.
-Eso -empieza No-do.
-Me suena - remata Krim.
Ya están en la salida del castillo. Únicamente les queda transponer el portón de la entrada. Sólo que hay un detalle que no pueden pasar por alto: El Medio Lamo está parado frente a la entrada.
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