Nunca me cansaré de recomendar a cualquiera con el que me tropiece los artículos del humorista norteamericano Dave Barry. Era columnista de humor de The Miami Herald, con cuyas colaboraciones consiguió obtener un Pulitzer, hasta que hace un par de años decidió retirarse con las facultades (de humorista) intactas. Comparte con Mark Twain ese tipo de preocupaciones que se han convertido en señas de identidad de lo norteamericano: la experiencia de la modernidad en sus manifestaciones más elementales, no hacer ascos a hablar de dinero, no dejarse intimidar por el prestigio de la vieja Europa y un insobornable sentido común. Aquí pueden encontrar más textos de él en inglés.
LA TORMENTA PERFECTA
por Dave Barry
(publicado el 9 de Julio de 2000)
Si usted es uno de los millones de personas que planean viajar en avión este verano, aquí hay información importante por parte de la Asociación de Aerolíneas Comerciales:
(silencio) UH-oh! ¡Aparentemente las aerolíneas están impedidas de proveernos de cualquier información en este momento! Probablemente estén experimentando tormentas eléctricas.
Ninguna institución experimenta tantas tormentas como una aerolínea. Enormes y violentas nubes rodean a los empleados de las aerolíneas en todo momento. No pueden hacer picnis de la empresa, porque el conteo de fulminaciones por rayos puede alcanzar los cientos de muertos. Si queremos terminar con la sequía en el Africa subsahariana, todo lo que tenemos que hacer ahí es poner una aerolinea; la región entera estará bajo el agua en cuestión de horas.
En términos prácticos, esto significa que usted, el viajero, cuando esté planeando su viaje en avión este verano, debería tener en consideración el hecho de que su vuelo nunca despegará.
Por supuesto, la aerolínea nunca le dirá esto. Las aerolíneas tienen la estricta política de nunca revelar información de vuelo a los pasajeros. Digamos que usted tiene un pasaje para un vuelo que está previsto despegar a las 18. Los monitores de los aeropuertos insistirán que ese vuelo está en horario, incluso si ya son las 17:57 y no hay físicamente ningún avión en la pista.
Si le pregunta al personal de la aerolínea sobre esto, escribirá algo en su computadora por un momento, luego lo mirará a los ojos y dirá: "acá figura que el vuelo está en horario". No lo culpe por confundirlo. Todos deben tomar un Juramento Secreto; si son atrapados revelando información precisa de un vuelo a un pasajero, serán encerrados en un saturado compartimiento de equipajes con nada para comer excepto por bocaditos de la aerolínea hechos de excedentes de ropa de cama del ejército de EEUU.
A veces creo que las aerolíneas no poseen realmente aviones. Pienso que secretamente poseen las concesiones de comida, y hacen su dinero vendiendo panchos por $4.50 a la masa de pasajeros que están atrapados en el área de las puertas con la esperanza de agarrar vuelos que, de hecho, no existen.
ANECDOTA VERDADERA: Recientemente, tenía agendado tomar un vuelo de Miami a Chicago. Por supuesto, la aerolínea dijo que el vuelo estaba en horario. En un esfuerzo de confirmar eso, conecté mi notebook a un teléfono del aeropuerto, conecté a Internet, y fui al sitio de meteorología de America Online, donde hice click en el pequeño botón de "Demoras en Aeropuertos". Esto es, lo juro, lo que decía:
"A fin de servirlo mejor, estamos rediseñando y reconstruyendo nuestra sección de Demoras en Aeropuertos. Por esta razón, la sección de Demoras en Aeropuertos está actualmente fuera de servicio."
No me engañaron con este mensaje. Claramente, el personal informático de la aerolínea -- los mismos que se aseguran que dos pasajeros nunca paguen el mismo monto por el mismo vuelo -- hackearon el sitio de clima para prevenirme que obtenga información sobre mi vuelo. ¡Así es como su seguridad es tan buena! Deberíamos poner a esta gente a cargo de proteger nuestros secretos nucleares.
Así que fui forzado a comprobar con un agente de la aerolínea, quien escribió en su teclado por un momento. No pude ver su pantalla, pero supongo que decía algo parecido a:
"TORMENTAS VIOLENTAS HAN REDUCIDO EL AEROPUERTO O'HARE A UNA PILA DE ESCOMBROS. LA AVIACION COMERCIAL SERA IMPOSIBLE POR AÑOS. PERO ESTAMOS LLENOS DE PANCHOS A $4.50 PARA VENDER EN LA ZONA DE LAS PUERTAS."
El agente me miró y me dijo: "Dice que el vuelo está en horario".
Así que fui a la puerta, donde la pantalla mostraba que el vuelo estaba en horario hasta que anunciaron que fue cancelado por tormentas en Chicago.
ANECDOTA VERDADERA CONTINUADA: Al día siguiente, reservé en otro vuelo a Chicago y, debido a un error por el que estoy seguro que alguien fue despedido, el avión, tras una demora, realmente despegó. El punto interesante fue que estaba volando con un pasaje que decía que mi nombre era "Barry White". En serio.
Es en quien la computadora de la aerolínea insistió que era. Señalé al empleado de la aerolínea que Barry White es un famoso cantante de baladas quien no se parece en nada a mi con la excepción de que ambos somos bípedos. Pregunté si mi pasaje podía reflejar mi verdadero nombre; después de tipear en su computadora por unos 10 minutos, el empleado me informó -- lo juro -- que eso no era posible, y me recomendó que me subiera al avión.
Y es lo que hice. Asumí que en alguna otra parte del mundo, el verdadero Barry White, sosteniendo un pasaje que decía "Dave Barry", estaba sentado en una zona de puertas de un aeropuerto, esperando por un avión inexistente, comiendo un pancho por $4.50. Como un veterano viajero de avión, no me sorprendería saber que la persona sentada a su lado fuera Amelia Earhart.
2 comentarios:
Me recordo mucho la escena de Meet the Parents en la que el tipo trata de montarse en el avion y la tipa no lo deja porque hay que pasar por orden de fila, no importa que el sea el unico que esta esperando para abordar.
Muy comico, pon algun ptro cdo puedas.
Yo lo descubrí cuando lo de las Olimpiadas en Pekín. Él llevaba una especie de diario en en Herald, una cosa realmente desquiciante. Me reí mucho con sus ocurrencias, como ahora con esto de las aerolíneas. Menos mal. Ya estaba empezando a sospechar que me iba a tener que ir a la cama con el sabor agridulce del post sobre Martin Valverde.
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