lunes, 10 de septiembre de 2007

Nuestro hombre en París

Jerome Savary, director teatral franco- argentino (valga la redundancia) ha llevado a la Ópera Cómica de París la obra “Chano Pozo, un cubano en Nueva York” que cuenta a juzgar por la carta de protesta que les pongo acá abajo con todos los lugares comunes sobre le pasado cubano al estilo de “Cuba era el prostíbulo de los americanos”, “Los americanos les pagaban mal a las prostitutas”, “los americanos torturaban a las prostitutas llevándolas a Alaska”, “los americanos se almorzaban a los hijos de las prostitutas y encima eructaban sin taparse la boca”. Buscando sólo un poco por Internet se encuentra que Savary hizo un homenaje a Nicolás Guillén, un homenaje a los españoles antifascistas en la liberación de París o una historia del jazz que tiene como eje los efectos del huracán Katrina. No sé por qué comienzo a sospechar que al argentino redundante lo mueve una ideología muy definida. No digo que la apología al comunismo (como la apología al terrorismo o la negación del holocausto) deba considerarse como delito pero si al menos como atentado al ornato público como tirar papeles al piso.Ya sé que criticar el abandono de Nueva Orleáns durante el huracán Katrina, el homenaje a un poeta o alabar antifascistas no lo hace a uno necesariamente comunista pero ¿por qué extraña alguna razón un homenaje por todo lo alto va luchadores anticomunistas o poetas fascistas clasifica necesariamente como impensable?

Monsieur Jérôme Savary
Théâtre de L’Opéra Comique
Paris.
Distinguido Sr. Director;
Tuve el placer de asistir a la representación de su comedia musical “Looking for Chano Pozo. Un cubain a New York”, en unión de mi familia y cuatro amigos.
Como somos franceses pero de origen cubano, supimos apreciar ese torbellino de música cubana: rumba, mambo, conga, son, cha cha chá, etc., así como los excelentes músicos y bailarines que Vd. supo escoger y dirigir con tanta maestría.
Le felicitamos por esa obra tan cubanísima, su coreografía y su escenografía. Por hacer conocer al público parisino un poco del patrimonio musical popular de nuestra tierra natal caribeña. Sin embargo hay detalles que para nosotros resultan chocantes (peso mis palabras).
Cuando al inicio del espectáculo usted repite el célebre eslogan castrista de: “Cuba era el prostíbulo de los americanos”, estimo que no sólo miente, sino que también ofende a mi madre, mis abuelas españolas, mis tías y a la inmensa mayoría de las mujeres cubanas.
En San Cristóbal de La Habana había prostitutas en la calle Consulado como las hay en París en la rue Saint Denis, el habanero barrio de Pajarito equivale al parisino Pigalle, las zonas del puerto habanero son comparables en París a varias Portes donde reina el oficio más antiguo de la historia. Sin embargo no creo que se pueda decir que París es un prostíbulo, sería una infamia y ofendería a las mujeres francesas.
Cuando Vd. rinde homenaje a Juana Bacallao, hace muy bien, lo merece, pero la historia de que recibió un balazo en una pierna en el Hotel Nacional de Cuba por defender a Josephine Baker, a quien le negaban alojamiento por ser negra, es poco seria.
Si Vd. ha visitado Cuba recientemente sabrá que ese célebre hotel actualmente no sólo está prohibido para los negros cubanos, sino para todos los cubanos, como el resto de los grandes hoteles construidos en parte por compañías francesas. ¿Ha oído hablar del apartheid turístico?
La escena en la que Rita Montaner y Cacha Martínez, toman los cuchillos para batirse, ruedan por el piso y se arrancan los cabellos, trata de mancillar a una de las artistas más queridas de nuestro pueblo, por algo a Rita la llamaban “La Única”.
Por último y para no cansarle, Monsieur Savary, cuando en su comedia todos los artistas son víctimas de un empresario americano y terminan tocando su música a -15° c. sin calefacción en un prostíbulo para obreros del petróleo en Alaska y, las bailarinas trabajando como prostitutas; considero que su antiamericanismo visceral llega a ser patético.
En este caso dio muestras de falta de imaginación. Desconozco cuánto ganarán estos músicos y bailarines cubanos que Vd. trajo a París y de esa cantidad, qué % pasará al estado cubano y cuánto quedará realmente en sus bolsillos. Espero que no sean explotados por VD. ya que el teatro estaba completamente lleno y nosotros pagamos 35 euros por cada billete. Le deseo éxitos en su labor como director de teatro, pero por favor, Monsieur Savary, infórmese más antes de dirigir la próxima obra, así serán menos los disparates y las ofensas.
Félix José Hernández

3 comentarios:

Güicho dijo...

Coño, de la que me perdí! Esa pelea de Rita y Cacha! Como quien dice Emilio Correa contra Genovevo Griñán! Ya lo dijo Enrique IV: París bien vale una bronca! Y si es entre dos cubanas, vale hasta un San Bartolomé.

Esas mulatas revolcándose en el suelo, arrancándose la ropa... Agente París, que más quieres? No me digas que te ofendiste!

A Chano Pozo, tan archi-cubano, siempre lo asocio con Robert Johnson. Geniales, seminales, fatales, y... afro-americales.

Será que el musical chano-bolchevique me aclararía las dudas? Siempre he tenido tres: Chano pereció con una donación de acero o de plomo? Lo ultimó otro cubano o fue un boricua? Chano cepilló a la mujer del tipo o al propio tipo?

Garrincha dijo...

las combinaciones franco-argentinas son explosivas, man.

analista dijo...

Enrisco me parece que te tiraron en el Granma Digital en la entrevista a Eliades Acosta