Blog personal y casi tan íntimo como una enfermedad venérea pensado también para liberar al pueblo cubano, aunque sea del aburrimiento. Contribuyentes: Enrisco (autor de “Obras encogidas” y “El Comandante ya tiene quien le escriba”), su alter ego, la joven promesa de más de cincuenta años, Enrique Del Risco. Espacio para compartir cosas, mías y ajenas, aunque prefiero que sean ajenas. Quedan invitados a hacer sus contribuciones, y si son en efectivo, pues mejor.
sábado, 1 de septiembre de 2007
Telefono celular
Se me acaba de perder el telefono y con el los numeros que tenia alli. asi que les pido a mis amigos que me escriban y me manden sus numeros telefonicos por favor. Gracias.
Si lees mi primera carta a Enrisco verás que no. Yo te conozco a tí como lector fan, pero no nos hemos visto en persona. La primera vez que salí de Cuba hace 11 años, llevaba conmigo un pequeño libro intitulado: "Pérdida y recuperación de la inocencia" y alrededor de la pérdida y recuperación de ese libro gira una parte inportante de mi vida. ¿mola para un cuento verdad?
9 comentarios:
Ahora te van a mandar varios #'s que no tenias; gente que quiere estar en tu lista. Buena oportunidad para colarse en tu agenda, en tu libretica.
pues aprovecha y mandame el telefono a ver si echamos una parrafada.
pues mira que no te mando un carajo: ¡olvídate del glenlivet!
pepito? eres tu?
Una buena oportunidad para seguir haciendo el amor en las cabinas telefónicas.
A que ninguno de tus admiradores se acuerda de eso.
Coño Liborio, eso si es memoria. ya yo ni me acordaba de eso. Y eso me intriga un poco mas porque entonces es casi seguro que nos conocemos.
786-RAMBO-TOYS'R'US
Si lees mi primera carta a Enrisco verás que no. Yo te conozco a tí como lector fan, pero no nos hemos visto en persona. La primera vez que salí de Cuba hace 11 años, llevaba conmigo un pequeño libro intitulado: "Pérdida y recuperación de la inocencia" y alrededor de la pérdida y recuperación de ese libro gira una parte inportante de mi vida. ¿mola para un cuento verdad?
Alabao sea Dios, Infortunato. Justo ahi es que la literatura se pone interesante.
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