Disculpen que perturbe el ambiente entusiasta de reformas que embarga a toda la isla -incluyendo cena de recibimiento del nuevo año en la Plaza de la Catedral a 150 estacas feudalmente convertibles la cuchara- pero no todo parece marchar a tan relajado paso. La movilización de la policía política cubana (nuestros queridos segurosos y compañeros “que nos atienden”) para impedir que se celebre el I Encuentro Internacional sobre Derechos Humanos y Pactos de la ONU organizado por Estado de Sats es alarmante incluso teniendo en cuenta su tradicional celo. Las presiones de la que han sido objetos vienen circulando en blogs y redes sociales desde hace días. Entre tantos otros Regina Coyula -ex segurosa ella misma y con la que durante años he sostenido una cariñosa correspondencia- cuenta su experiencia en su blog Mala Letra:
Guerra avisada no mata soldados. Al menos no en silencio.
"no fue blog ["Mala Letra" que ella lleva desde hace años] lo que hizo a los compañeros que “me atienden”, “profilactarme” ayer por la mañana. . Fue el consejo –y la advertencia—de no participar en el Estado de SATS programado los días 10 y 11. Fueron enfáticos: No permitiremos la actividad. De nada sirvieron los argumentos de que prohibirla le daría más visibilidad, con las consecuencias que se derivan de descargar el poder de la Seguridad del Estado sobre un grupo de personas que por reunirse no van a derrocar al gobierno. Les recordé la verdad que expresara Esteban Morales cuando dijo que el cáncer que daría al traste con el gobierno sería la corrupción y no la disidencia. Fue una conversación civilizada pues creo en el diálogo y no en la confrontación; sí les dejé claro mi interés como ciudadana y activista en la ratificación de los Pactos de la ONU. No sé si me creyeron cuando les aseguré que lo hago gratis. Por parte de ellos hubo respeto, pero también un mensaje muy claro: Si vas, te detenemos"
Guerra avisada no mata soldados. Al menos no en silencio.
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