Primicia

La última reflexión como primicia en este blog antes de que nadie la publique:

Convertir el revés en victoria

He podido seguir las incidencias del Clásico Mundial de Béisbol gracias a la televisión nacional. El emblemático e indescifrable lanzador nipón Daisuke Matsuzaka silenció nuestra potente artillería, la misma que había emergido victoriosa en Girón y Cuito Cunavale.
Ya había advertido que Japón era un conjunto de gran maestría técnica y como tal se comportó. No quiero pecar de inmodesto pero ya había predicho con anterioridad que si no corregíamos los errores nos podrían infligir una costosa derrota, algo que el enemigo nunca ha podido conseguir en ningún otro terreno.
El 7 de diciembre de 1941 cientos de aviones de la fuerza aérea japonesa tomaron desprevenido al ejército norteamericano en Pearl Harbor infligiéndole una derrota igualmente costosa. Fue una batalla perdida mas se ganó la guerra.
Así mismo deberemos triunfar. Como en Girón o en Cuito Cunavale.
No digo que estos jugadores de ahora sean descendientes directos de Hideki Tōjō y el resto de los generales que llevaron a Japón a una sangrienta guerra pero la saña con que conectaron los envíos de nuestros lanzadores está contra los acuerdos de Ginebra de los cuales Japón es signatario.
No tiene sentido que nos rasguemos las vestiduras pero debemos aprender de esta derrota. Debemos estar conscientes de que el enemigo está bien preparado y tiene todo a su favor. Hasta el sol está de parte de éste como quedó demostrado ayer durante la infructuosa captura de un artero batazo japonés. No por gusto se le conocía a Japón como el Imperio del Sol Naciente.
Se trata de una cultura milenaria y deberemos prepararnos mejor aún para los próximos enfrentamientos.
Nuestros deportistas tienen una enorme vergüenza y confianza en sí mismos y saben que representan el deporte sano en esa lid mundial. Pero si no se esfuerzan más no podrán derrotar a los nipones como en Hiroshima y Nagasaki donde el imperialismo yanki se cobró la vida de cientos de miles de mujeres y niños. Definitivamente no queremos hacerlo a ese precio. No permitiremos que el planeta se contamine de radiactividad por mucho que nos duela aceptar una derrota.
Sé que es un momento difícil pero debo expresarlo con honestidad. Por eso no quiero que se mezcle esta derrota con las sanas medidas que se tomaron la semana pasada con ciertos funcionarios corruptos que durante años ocuparon importantes posiciones en contra de mi voluntad. No son dignos representantes de nuestro pueblo y por eso no merecían vestir la franela del equipo nacional. Si deciden dedicarse a pintar ya es un asunto que no me concierne.
No por gusto nuestro país es el más culto del planeta.