Esto empezó siendo un comentario a la propuesta de Guicho de hablar de “indigenismo musical” en lugar de “provincianismo” pero se extendió lo suficiente como para darle rango de post previas ampliaciones al comentario inicial:
Guicho:
Lo que no me funciona del indigenismo es que en Cuba todo el mundo está acabado de llegar, hasta los taínos (aunque concuerdo contigo en que la actitud recuerda a los indigenistas de verdad con la diferencia de que está todavía menos justificada: nuestras raíces como las del mangle están en el aire). Lo más exacto quizás sería hablar de chovinismo pero quería subrayar el localismo actual frente a la avidez de mundo que se nota en la música anterior. Siempre en Cuba hubo quien defendía una idea de lo nacional muy reducida pero el equilibrio entre lo local y lo universal terminaba imponiéndose. Hubo escándalos a partir de la aparición del danzón al que consideraban africanizante o del mambo al que consideraban demasiado americano y Sánchez de Fuentes a principios del siglo XX trataba de fundamentar el origen indígena de la música cubana en detrimento de los elementos africanos.
Por otro lado hay que reconocer que la música popular cubana siempre fue bastante chabacana (si por ello se entiende la agresividad verbal y el doble sentido) pero conservaba una gracia natural que ahora escasea. Siempre va haber algo falso en un músico de conservatorio haciéndose pasar por marginal (de ahí que los reguetoneros hayan hecho zafra: ellos al menos son lo que parecen ser).
Noto una preocupante falta de saber estar que junto a ese chovinismo furioso que en el fondo delata mucha inseguridad. Además ¿De qué vale profesar nacionalismo si siempre tienes que darte explicaciones (o dárselas a los demás sin que te la pidan) de por qué vives en tu país? La musica brasileña y la norteamericana son muy locales a su manera pero por un lado les basta con su mercado interno para subsistir y por otro no le tienen ese miedo a lo otro que uno nota en los músicos cubanos, ese miedo a perder su "esencia" como si del aroma de un perfume barato se tratara.
El aislamiento no es bueno para una música como la cubana y lo más preocupante es que muchos músicos a la larga se sienten protegidos por ese encierro que los convierte en reyes en el país de los ciegos. La presencia de un sólo músico como Oscar D’León bastó para revolucionar el panorama musical de los 80 pero desde entonces no ha vuelto a pasar algo parecido: la que fuera una de la grandes plazas musicales de América ahora recibe de cuando en cuando la visita de un músico conocido como quien acepta una limosna.
No es de extrañar entonces ver a los músicos cubanos totalmente desvalidos cuando se quedan afuera y lo mismo se encierran en sus trece que se transforman hasta quedar irreconocibles para ellos mismos. Yo me crucé con Manolín en un programa de TV en Miami en el que cantaba baladas y daba verguenza ajena. Y ahora veo que regresa al discurso del boniato sobre las raíces como si no acabara de encontrar su centro. Y el castrismo podría ser pero el aislamiento debe acabarse alguna vez y la mentalidad de la mayoría de los músicos no está preparada para ese cambio: o no los entienden fuera de la Tropical, o son experimentales (en el peor sentido de la palabra: el de nunca llegar a nada concreto), o son copias elementales de lo peor que se hace afuera. Y en el fondo lo que siento en esos músicos es miedo, mucho miedo a ser ellos mismos –y no meros oficiantes de una antigua superstición- donde quiera que estén. Esa es la consecuencia lógica de haberse pasado toda una vida en una incubadora: al final no sabes vivir fuera de ella. (Y esto último por supuesto vale para todos nosotros, no sólo los músicos).
Guicho:
Lo que no me funciona del indigenismo es que en Cuba todo el mundo está acabado de llegar, hasta los taínos (aunque concuerdo contigo en que la actitud recuerda a los indigenistas de verdad con la diferencia de que está todavía menos justificada: nuestras raíces como las del mangle están en el aire). Lo más exacto quizás sería hablar de chovinismo pero quería subrayar el localismo actual frente a la avidez de mundo que se nota en la música anterior. Siempre en Cuba hubo quien defendía una idea de lo nacional muy reducida pero el equilibrio entre lo local y lo universal terminaba imponiéndose. Hubo escándalos a partir de la aparición del danzón al que consideraban africanizante o del mambo al que consideraban demasiado americano y Sánchez de Fuentes a principios del siglo XX trataba de fundamentar el origen indígena de la música cubana en detrimento de los elementos africanos.
Por otro lado hay que reconocer que la música popular cubana siempre fue bastante chabacana (si por ello se entiende la agresividad verbal y el doble sentido) pero conservaba una gracia natural que ahora escasea. Siempre va haber algo falso en un músico de conservatorio haciéndose pasar por marginal (de ahí que los reguetoneros hayan hecho zafra: ellos al menos son lo que parecen ser).
Noto una preocupante falta de saber estar que junto a ese chovinismo furioso que en el fondo delata mucha inseguridad. Además ¿De qué vale profesar nacionalismo si siempre tienes que darte explicaciones (o dárselas a los demás sin que te la pidan) de por qué vives en tu país? La musica brasileña y la norteamericana son muy locales a su manera pero por un lado les basta con su mercado interno para subsistir y por otro no le tienen ese miedo a lo otro que uno nota en los músicos cubanos, ese miedo a perder su "esencia" como si del aroma de un perfume barato se tratara.
El aislamiento no es bueno para una música como la cubana y lo más preocupante es que muchos músicos a la larga se sienten protegidos por ese encierro que los convierte en reyes en el país de los ciegos. La presencia de un sólo músico como Oscar D’León bastó para revolucionar el panorama musical de los 80 pero desde entonces no ha vuelto a pasar algo parecido: la que fuera una de la grandes plazas musicales de América ahora recibe de cuando en cuando la visita de un músico conocido como quien acepta una limosna.
No es de extrañar entonces ver a los músicos cubanos totalmente desvalidos cuando se quedan afuera y lo mismo se encierran en sus trece que se transforman hasta quedar irreconocibles para ellos mismos. Yo me crucé con Manolín en un programa de TV en Miami en el que cantaba baladas y daba verguenza ajena. Y ahora veo que regresa al discurso del boniato sobre las raíces como si no acabara de encontrar su centro. Y el castrismo podría ser pero el aislamiento debe acabarse alguna vez y la mentalidad de la mayoría de los músicos no está preparada para ese cambio: o no los entienden fuera de la Tropical, o son experimentales (en el peor sentido de la palabra: el de nunca llegar a nada concreto), o son copias elementales de lo peor que se hace afuera. Y en el fondo lo que siento en esos músicos es miedo, mucho miedo a ser ellos mismos –y no meros oficiantes de una antigua superstición- donde quiera que estén. Esa es la consecuencia lógica de haberse pasado toda una vida en una incubadora: al final no sabes vivir fuera de ella. (Y esto último por supuesto vale para todos nosotros, no sólo los músicos).
9 comentarios:
creo que estas dejando fuera un factor muy importante, que el mercado USA esta marcado por la cosa de la salsa y por modelos de los anos 50 y no les entra por ningun lado la evolucion que la musica cubana ha tenido en los ultimos 40-50anos.
solo quieren salsita y no les entra la mona cubana.
Interesante post. Comparto el hecho de que la música popular cubana, en particular la salsa o como se llame, se ha estancado, aunque no estoy seguro que la causa sea su localismo. En general los músicos cubanos están al tanto de lo que se hace en otras partes. De hecho la timba es una muestra de evolución. Dentro del hip hop y la fusión se hacen cosas interesantes.
Las raices del estancamiento pudieran tener causas sociologicas mas profundas, no ajenas a la crisis general que vive la sociedad cubana.
El caso de Manolin tal vez no sea el ejemplo más feliz, algunos coritos pegajosos le hicieron famoso, pero como músico dejó siempre bastante que desear, no por su provincianismo sino por su falta de calidad. Conocido como el “Médico de la Salsa” no tomó en cuenta que en EU es muy difícil revalidar el título.
Por cierto, es curioso ver cómo los críticos musicales han desaparecido de la isla.
Muy interesante este post. Alla saben que la musica esta en crisis y estan tratando de revivir las orquestas viejas con los dos o tres sobrevivientes originales que quedan y los nuevos musicos. El reggaeton lo domina todo. Bandas como Gente d' Zona son las mas populares ahora. Juan Formell dijo que en el 2009 iba a destronar al reggaeton pero ya oi el ultimo disco y no creo que con esa porqueria le vaya a hacer mucho daño a lo que es hoy por hoy el ritmo mas popular en la isla. Todo alla llega con cierto retraso a pesar de que es ahora una sociedad mas abierta que hace 20 o 30 años. Aqui en Estados Unidos el reggaeton esta muerto y alla esta en la cima.
del mercado hable en la primera parte pero culpar de todo al mercado no resuelve nada, es como culpar al frio en invierno, no puedes ignorarlo porque esta ahi. y con la informacion no basta. uno oye a los mejores grupos de los 70 (el momento de mayor cerrazon) y te das cuenta que tenian informacion y mucha. pero la informacion no es suficiente. a Oscar D'Leon se le conocia antes de que fuera a Cuba pero no era lo mismo oirlo que verlo. el proteccionismo a la musica cubana nunca la favorecio. la timba es un intento de cambio, de actualizacion pero al mismo tiempo el sintoma del aislamiento. y se hicieron cosas interesantes que no tuvieron exito fuera de Cuba (como algunas de las cosas mas interesantes de los 50 tampoco lo tuvieron) pero lo que toda la timba (la buena y la mala) tenia en comun era que parecia venir de otro mundo y paso sin penas ni glorias en casi todos lados e incluso su exito en Cuba fue bastante ilusorio por la falta de competencia. el regueton cubano tampoco va a ninguna parte, nadie lo escucha fuera de Cuba y sin embargo dentro los timberos ya no pueden con el y es logico que un musico de mas de sesenta años no tenga mucho que decirles a los bailadores de 15, no se por que Formell se empeña en destronar al regueton.
del mercado hable en la primera parte pero culpar de todo al mercado no resuelve nada, es como culpar al frio en invierno, no puedes ignorarlo porque esta ahi. y con la informacion no basta. uno oye a los mejores grupos de los 70 (el momento de mayor cerrazon) y te das cuenta que tenian informacion y mucha. pero la informacion no es suficiente. a Oscar D'Leon se le conocia antes de que fuera a Cuba pero no era lo mismo oirlo que verlo. el proteccionismo a la musica cubana nunca la favorecio. la timba es un intento de cambio, de actualizacion pero al mismo tiempo el sintoma del aislamiento. y se hicieron cosas interesantes que no tuvieron exito fuera de Cuba (como algunas de las cosas mas interesantes de los 50 tampoco lo tuvieron) pero lo que toda la timba (la buena y la mala) tenia en comun era que parecia venir de otro mundo y paso sin penas ni glorias en casi todos lados e incluso su exito en Cuba fue bastante ilusorio por la falta de competencia. el regueton cubano tampoco va a ninguna parte, nadie lo escucha fuera de Cuba y sin embargo dentro los timberos ya no pueden con el y es logico que un musico de mas de sesenta años no tenga mucho que decirles a los bailadores de 15, no se por que Formell se empeña en destronar al regueton.
el mercado lo es todo, no una parte. O le vendes lo que quiere o lo educas. es lo mismo que ha sucedido con los intelectuales, la literatura, etc. Era lo que decia Cain, cuando hablaba de una vez en la que Carpentier le comento que nunca dejaria de ser de izquierda porque hacerlo seria el suicidio economico. Y es lo que te pasa a ti, tratando de remar contracorriente en tu propio medio, tu propia universidad, tratando de vender anticastrismo con swing a un mercado que solo quiere castrismo a la silvio. es que estas estancado, eres localista, estas aislado? yo creo que no, creo que es, repito, el mercado. Por otro lado, si coincido contigo en que la musica alli, como todo lo demas en el arte o la ciencia, esta estancado producto del cancer general que se vive, pero la timba fue un momento de descubrimiento, de fusion sabrosa, y el hecho de que haya sido corto no pienso que hable de su calidad sino, de nuevo, de la naturaleza efimera del exito del que Andy W. hablaba, no hay nada que dure mas de 15 minutos hoy en dia, por muy bueno que sea. Ya se, ya se que del busto se cree eterno, pero que le vamos a hacer...
eleco: no intento valorar la calidad de la musica actual sino sus obvias limitaciones dentro del mercado que no todas se pueden achacar al mercado mismo. no hay un solo numero que los musicos hayan podido popularizar realmente en los ultimos veinte años, al musica cubana actual no forma parte de la memoria colectiva actual como lo era la musica anterior para cualquier latinoamericano mayor de cincuenta años. y no se trata de exito efimero o no, es que fuera de Cuba nunca lo tuvo (excepto quizas Orishas) ningun grupo cubano. Pasar temporadas en una discoteca no es el exito al que me refiero. repaso los puntos de los articulos para que te des cuenta de lo que estoy diciendo:
-el maximo auge de la musica cubana se debio a circunstancias muy especiales de exposicion de la musica cubana.
-esas circunstancias han desaparecido.
-el exito de la musica popular cubana contemporanea ha sido un fenomeno muy local con el agravante de que no existe un verdadero mercado local.
-ciertos contratos, cierto exito minusculo en otros mercados (con la consiguiente ganancia en moneda dura) han contribuido al espejismo del exito pero cuando los musicos cubanos tienen que entrar en la competencia real (y de gastos reales) simplemente no funcionan o lo hacen a un nivel muy por debajo de como esperaban.
-ante esa realidad va cobrando fuerza el discurso de las raices y la conexion con ellas lo cual enturbia la naturaleza del fenomeno. "miramos mal el mundo y luego decimos que nos engaña" decia Tagore.
Y por ultimo algo que no se si ha quedado claro en los articulos. no se trata de una critica a la musica en si. los musicos han hecho lo que han podido sino al sistema de medir su exito o falta de este, esa manera tan curiosa de no entender lo que les esta pasando.
ES el síndrome de "lo-mejor-de-América Latina". Otro producto de la Revolución. Todo lo que no es La Habana y Miami, es áreas verdes. Y nos negamos a ver para el sur, consecuentes con el martianismo, el internacionalimo y el indiecito o el negrito o el galleguito (de este último sí sacamos pecho) que anda agazapado en el mestizaje que cargamos.
jejeje lo del internacionalismo era puro teque, oportunismo pandillero. Somos racistas, mal que nos pese aceptarlo. Es una construcción cultural que está tras "lo-mejor-de-América-Latina". Es un orgullo pueril y provinciano que no se sustenta en la marginalidad de muchas zonas de La Habana (física y mental) y en la marginalidad que deambula por Miami en los que, mal que les pese, no han dejado ese desandar por los bordes de su humanidad, porque ser marginal es una actitud de vida.
Publicar un comentario