Hacía rato que no me reunía con Miguel
Correa, uno de los sobrevivientes de esa generación tan golpeada en todo
sentido como fue la de Mariel, (la del éxodo pero sobre todo la de la revista) pero
sobre todo un escritor habilísimo en captar ciertas modulaciones del habla y la
vida cubanas que a veces es más o menos lo mismo que decir del horror cubano.
Un horror al que el autor de “Al norte del infierno” enfrentó –porque no le
dejó otro remedio- a carcajada pura. Porque ante todo Miguel Correa es un tipo
simpatiquísimo e irreductible a la triste condición de víctima, como también lo
fue el propio Arenas a quien ayer domingo invocábamos una y otra vez como si fuese un invitado que no acabara de llegar. Primero
Orlando Luis Pardo Lazo leyendo fragmentos de su “Boring Home” que se remitían
a Guillermo Rosales pero también a Arenas.
Luego fue el propio Correa quien se
explayó contando historias divertidas y terribles que vivió con su compañero de
aventuras literarias y vitales y a diferencia de otros autores esas anécdotas
de su vida cotidiana más que desmitificarlo no hacen más que confirmar esa leyenda en movimiento que fue Arenas.
Les agradezco a ambos autores permitirme
compartir estos videos con ustedes.
4 comentarios:
Gracias
El inefable Sean Penn, que tuvo un papel en "Before Night Falls" con Javier Bardem, acaba de ir a Cuba a rogarle al dictador de turno que suelte al pobre Alan Gross, por supuesto en vano. No dudo que haya elogiado a la "revolución" igual que ha elogiado a su engendro, el chavismo venezolano. Supongo que nadie le haya explicado que "Antes que anochezca" no era una obra de ficción, aunque esa es una explicación sumamente piadosa.
Muy buena la anécdota del maletín con las ediciones de sus libros para demostrar que era um testigo respetable. Lo que no me quedó claro si al final se los mostro al juez o no. ?Te imaginas a ti yendo a declarar en un tribunal de La Habana con "El Comandante ya tiene quien le escriba" debajo del brazo?
Ay hijo, yo tengo una historia parecida. Fui a sacar una visa para España en el consulado español de NY y por obra y gracia del especial sentido de la amabilidad de la encargada del consulado saqué un bateo por el cual me prometieron que nunca obtendria una visa española. Un amigo mio y del consul intervino de manera que me arreglaron una cita con el consul para arreglar el entuerto. Como disculpa debia llevar el libro que era el motivo de mi viaje a España para regalarselo a la susodicha encargada. El consul me recibio como correspondía, ceremonioso y diplomatico y luego de un intercambio de palabras me pide el libro. Fue ahi que se descompuso y gritó: "Manda huevos! Y es asi con lo que viene a disculparse! Con un libro que se llama "Lagrimas de cocodrilo". Así y todo me dieron la visa en 15 minutos.
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