martes, 2 de septiembre de 2008

Cosas que uno se entera

Por ejemplo: que una de las vengadoras del Ché Guevara era la hija predilecta del fotógrafo de Hitler. Abajo hay material para una novela:

"En sus viajes iba acompañado siempre de su hija predilecta, Monika. "Con nosotras [Hans Ertl, el fotógrafo] nunca fue realmente un padre, era muy injusto y nunca escuchaba, sólo la quería a ella. Mi abuela jamás le mostró cariño: mi padre fue el producto de una violación, nos enteramos de esto mucho más tarde y eso le marcó para siempre", continúa Beatriz. Irónicamente, Monika se unió a la guerrilla izquierdista del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en 1969 tras fracasar en su matrimonio. Dos años después, haciéndose pasar por una joven australiana que quería conseguir un visado para un grupo de música folclórico, asesinó a quemarropa a Toto Quintanilla, cónsul boliviano en Hamburgo y uno de los responsables de torturar y cortar la mano del Che en Sierra Madre. En su huida, dejó atrás una peluca, su bolso, su pistola Colt Cobra 38 y un trozo de papel donde se leía "Victoria o muerte. ELN". Así se convirtió en la mujer más buscada de Latinoamérica."

6 comentarios:

Anónimo dijo...

“El triunfo de la voluntad” y “Olimpia”, son materiales imprescindibles para mí. Mirándolos detenidamente y conscientemente, he llegado a entender muchas cosas de las que más nos afectan como cubanos. ¿Quién, o quienes filmaron la entrada triunfal de los barbudos en la Habana? Es increíble la cantidad de recursos parecidos que se usan en este u otros materiales; lo comento desde el desconocimiento, sencillamente desde mi manera de observar más humilde en origen.
He llegado a pensar que los aliados no vencieron en la segunda guerra mundial, el mal muto en lo impensable. El engendro fascista camuflado en lo imprevisible, que de seguro la historia reajustará cuando toque, resurgió como de las cenizas, en la convocatoria a elecciones y en la amnistía de Fulgencio Batista y Zaldívar en 1956 a los asaltantes del cuartel Moncada.
Tengo que confesarlo, intenté leer “Mi lucha” (“Mein Kampf”) en 1991, me costó, pero tengo esa referencia; también había leído antes “La Historia Me Absolverá”. Nunca me pregunté porqué mi padre tenía esos dos libros en su estantería. Curiosamente ayer repasé este último en sus casi setenta cuartillas y todavía hoy me pregunto. ¿Cómo es posible que entonces, ya no el Apóstol que aunque temieran por él en su centenario, estaba muerto ya evidentemente, nadie entendiese la patología de su autor? Es evidente, si se sigue detenidamente el texto, que su ya no transcriptor de memoria, dato curioso, que el orador, el Doctor Fidel Castro Ruz, el abogado en su autodefensa, denota una personalidad digna de definir claramente por un psiquiatra, un psicólogo. Si entonces alguien hubiese tenido la valentía de hacer su trabajo catalogándole como lo que evidentemente es y emana en este histórico texto escrito curiosamente con jugo de limón sobre papel blanco, un loco, de seguro el ex sargento entonces también ilegítimo presidente de la hoy asesinada república, no habría tenido que intervenir “impresionado por el texto del la marcha del M-26.7 mientras visitaba el presidio modelo”.

“Os voy a referir una historia. Había una vez una república. Tenía su Constitución, sus leyes, sus libertades, Presidente, Congreso, tribunales; todo el mundo podría reunirse, asociarse, hablar y escribir con entera libertad. El gobierno no satisfacía al pueblo, pero el pueblo podía cambiarlo y ya sólo faltaban unos días para hacerlo. Existía una opinión pública respetada y acatada y todos los problemas de interés colectivo eran discutidos libremente. Había partidos políticos, horas doctrinales de radio, programas polémicos de televisión, actos públicos, y en el pueblo palpitaba el entusiasmo. Este pueblo había sufrido mucho y si no era feliz, deseaba serlo y tenía derecho a ello. Lo habían engañado muchas veces y miraba el pasado con verdadero terror. Creía ciegamente que éste no podría volver; estaba orgulloso de su amor a la libertad y vivía engreído de que ella sería respetada como cosa sagrada; sentía una noble confianza en la seguridad de que nadie se atrevería a cometer el crimen de atentar contra sus instituciones democráticas. Deseaba un cambio, una mejora, un avance, y lo veía cerca. Toda su esperanza estaba en el futuro. ¡Pobre pueblo! (…)”
Esto no es ficción ni inventiva del más ocurrente, no, son algunas de las letras que se pudieron salvar de aquel jugo de limón sobre el blanco papel, una vez pasado sobre este una plancha doméstica caliente… Si se lee detenidamente, hasta se pueden encontrar, entre otras, estas terribles declaraciones de entonces
“Hasta aquí, señores magistrados, he mencionado ejemplos de la Antigüedad, la Edad Media y de los primeros tiempos de la Edad Moderna: escritores de todas las ideas y todas las creencias. Más, como veréis, este derecho está en la raíz misma de nuestra existencia política, gracias a él vosotros podéis vestir hoy esas togas de magistrados cubanos que ojalá fueran para la justicia…”
A qué derecho se refería, se preguntarán, pues, léanse los textos citados y entenderán además, que aun hoy nadie goza de esa baza como lícita en Cuba pasados aproximadamente cincuenta y cinco años de redactado el texto, publicado y convertido en casi sagrado, en dogma.
Una última historia, hace unos días, localicé una copia original de época de “Respuesta” del también ilegítimo presidente que “abdicó” antes de “huir” aquel fatídico 1959 en el Cuartel Columbia en un “avión privado”. Quería regalárselo a un buen amigo, pero curiosamente, una vez comprado, recibí un mensaje del dueño diciéndome que había sido un error exponerlo en subasta, ya lo había adquirido otra persona antes. Sentí, siento sobre todo no haberle dado esa alegría a mi amigo historiador.
Benditos los ojos que pueden ver.

Enrisco dijo...

Raul, gracias. No sabes aquella pregunta que me hicciste por telefono todo lo que ha desencadenado. he sacado todo lo que me quedaba por leer sobre el personaje y ahora mismo estoy rodeado de los tomos de "Piedras y leyes", "Respuesta" etc. tu intento de comprarme el libro me cconmueve pero dejalo en el intento pues tengo el texto a mano. y me equivoque en decirte que el tipo habia escrito una autobiografia. aunque varios de los libros son autobiograficos la autobiografia propiamente dicha la anunciaba en cada uno de los libros que fue publicando pero al parecer nunca llego a terminarla. vere si localizo donde esta el manuscrito y luego te cuento. gracias de nuevo, el broder.

Heriberto Hernández Medina: dijo...

Amigos, si se pudo doblegar a la dictadura, exijamos nuestro derecho de ayudar nuestros familiares y amigos en democracia.

http://laprimerapalabraque.blogspot.com/2008/09/el-pueblo-cubano-necesita-ayuda.html

No se trata del levantamiento del embargo u otros temas políticos en los que podemos discrepar, se trata del hambre y la desesperación de nuestros familiares y amigos, desamparados por un gobierno irresponsable que no privilegia el bienestar de su pueblo. Unámonos, demostremos una vez mas la fuerza de nuestra opinión.

Anónimo dijo...

"Para mí el cambio sería: elecciones sin la familia Castro y libertad para los presos de conciencia."

Gorki Águila. El País. 31.08.08.

Anónimo dijo...

"Leni" Riefenstahl se explica... Muy interesante.

Alexis Romay dijo...

Especulaciones sobre Mónika, la guerrillera


Dejó atrás una peluca,
su bolso y una pistola
—una Colt— ¿y una victrola
y un disco de Papo Lucca?
Dejó un disparo en la nuca
de un tal Toto Quintanilla.
Huyó a Múnich o a Sevilla...
y en La Paz conoció el plomo.
¿Habrá muerto con aplomo,
soñando con la guerrilla?