martes, 27 de diciembre de 2011

Mis profecías

Desde Cubaencuentro me pidieron que ejerciera el don de la profecía sobre Cuba para el nuevo año, una tarea demasiado fácil a juzgar por lo que viene pasando en los últimos (50) años. Cada año es, con ligeras variantes, una copia bastante lograda del anterior.

¿Cómo auguras que será el año 2012 para Cuba?


Será un poco peor. Recuerden que este año es bisiesto así que habrá 24 horas más de agonía nacional que en el 2011. Al margen de aisladas erupciones de coraje ciudadano, la mayor parte de los cubanos seguirá enfrascada en los dos grandes proyectos patrios del momento: hacer dinero o irse. Todavía esperanzados en sacarle algún partido a las timidísimas reformas del raulismo (como tres lustros atrás lo estuvieron los empresarios extranjeros), los cubanos chocarán una y otra vez con la minuciosa burocracia nacional hasta irse dando cuenta —y esto es lo único positivo que avizoro— que hasta que no cambien radicalmente las reglas de juego la tan anhelada prosperidad será imposible.

Por lo demás veremos más represión discreta y sistemática, nuevas muestras del servilismo astuto del cardenal (el próximo año contará con una nueva visita papal, aunque con mucha menos repercusión que la primera: no olvidar que en cuestiones de carisma este Papa está a la misma distancia de Juan Pablo II que Barbarito Diez de Benny Moré). Mariela Castro (en reñida competencia con Aleida Guevara) continuará divirtiéndonos con sus disparates mientras el Ejército se afianzará como principal propietario del país. Disidentes morirán en “extrañas circunstancias” (que es como en Cuba le llaman a circunstancias bastante claras si se pudiera hacer una investigación mínima) y estallarán pequeños escándalos de intelectuales y sucedáneos abrumados por la censura que entusiasmarán al exilio —un concepto cada vez más anacrónico— para que al final los mismos promotores del escándalo terminen silenciados por temor a que los confundan con el enemigo. O sea, que en general habrá muchos motivos para la vergüenza propia y ajena. Y lo que verdaderamente cuenta: el castrismo contará con trescientos sesenta y seis días más en el poder.

¿Cuáles son tus deseos para la Cuba de 2012?

Equivocarme en todo lo anterior.

4 comentarios:

Miguel Iturralde dijo...

¡Coñó Enrique, qué don para la clarividencia! :-) Le vas a comer los caramelos a Walter Mercado. Saludos.

Anónimo dijo...

Enrisco: comparto sus profecías. Le añadiría algunas más. Por ejemplo, que la gente se preguntará "estará vivo el caballo...?" luego que Castro I permanezca en el anonimato por un buen tiempo, o bien, que una parte de la población se hará especialista en temas inmobiliarios y de transferencia de carros, sin importarle quien es el presidente, su esposa o donde trabaja. Saludos findeañeros.

Armando Tejuca dijo...

Brother, pero eso no son profesias, eso es la descripción de lo que paso este año y los anteriores vistiéndolo de futuro. Yo creo que a veces pensamos (a veces pensamos?) que en cuba no pasa nada, pero si, cuba cambia pero no a la par del mundo, más bien con tres o cuatro decenios de diferencia, en estos años estamos viendo la aceptación del mundo gay por ejemplo y hemos visto al gobierno darse cuenta que las peluquerías son mejores cuando son del peluquero cosa que ya el mundo lo había aceptado y comprobado hace muchos años atrás, entonces el acto de profetizar se vuelve fácil, digamos que en los próximos años si mezclamos la experiencia china con la coreana veremos a uno de los hijos de los castro desplazarse a la parte más visible del espectro, mientras el pueblo puede disfrutar de internet con acceso restringido. Veremos un plan de reactores nucleares o en su defecto de un cohete taino amenazando la estabilidad regional mientras alguna parte del pueblo disfrutara de planes vacacionales en el extranjero.

BARBARITO dijo...

Que bueno sería poder equivocarse en estas predicciones...