Una entrevista muy interesante al artista chino Ai Weiwei. Ahí va una muestra:
O ver esta parte sobre el miedo de las autoridades a que China se contagie con las revoluciones del Medio Oriente que por alguno de esos rebuscamientos de la idiosincrasia china las llaman "el jazmín":
P. Tras su detención, ningún artista famoso chino alzó la voz por usted. ¿Cómo se siente sobre esto?
R. Me siento muy normal. Después de 60 años de supresión de todo tipo de voz, intelectual o no, con gente aplastada, encarcelada, muerta o haciéndole temer por su vida y su familia, no hay posibilidad de que la gente confíe en su propio juicio, de que sea honesta o ayude a otros. Puedo aceptar fácilmente este tipo de condiciones en China, pero no deja de ser algo anormal. He dicho a la gente “Mirad a esos artistas famosos, ganan fortunas, tienen tanto glamour; si se pierde su gato o su perro, llorarían, pero, cuando un colega artista es tratado de esta manera, ni siquiera hacen una pregunta: ¿Dónde está este tipo?”. No tienen que decir si está en lo cierto o está equivocado, sólo preguntar: “¿Dónde está?” No hubo tal voz.
O ver esta parte sobre el miedo de las autoridades a que China se contagie con las revoluciones del Medio Oriente que por alguno de esos rebuscamientos de la idiosincrasia china las llaman "el jazmín":
P. Su esposa ha sido interrogada y la compañía de su abogado, investigada. ¿Están las autoridades presionando a su alrededor para intimidarles?
R. Si, están intentando todo. Me sometieron a unos 50 interrogatorios, y a otros 20 a gente cercana a mí. El mismo día que me detuvieron, cogieron al portero del estudio, que había viajado a su provincia a visitar la tumba de sus antepasados [en una práctica similar al Día de Todos los Santos en España], y le hicieron volver en avión sólo para hacerle una pregunta: ¿Conoces el jazmín [en referencia a las revueltas populares que han barrido el norte de África y Oriente Medio]? El portero -un hombre tremendamente honesto, que ha estado conmigo alrededor de 12 años- pensó despacio y dijo: 'Sí, sé sobre el jazmín'. Todos en la habitación se pusieron muy excitados, comenzaron a teclear y le respondieron: 'Dinos, dinos'. Y él contestó desde el fondo de su corazón: 'El jazmín es una bonita flor'. Se enfadaron mucho y le soltaron. Son ese tipo de gente, la vieja maquinaria, esa es su forma de pensar, la forma en que se comporta todo el sistema.
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