Sobre la relación elusiva de los exiliados con la libertad Joseph Brodsky define con la precisión del inmenso poeta que fue -en un ensayo que debería ser clásico pero apenas se puede encontrar en internet- el sentido último de su condición:
Pero quizás nuestro mayor valor y mayor función [de los exiliados] descansa en ser involuntarias encarnaciones de la descorazonadora idea de que un hombre liberado no es un hombre libre, que la liberación sólo es un medio de obtener libertad y no es sinónimo de esta. Esto subraya la extensión del daño que puede ser hecho a las especies y podemos sentirnos orgullosos de desempeñar este papel. Sin embargo, si queremos jugar un papel mayor, el papel de hombre libre, entonces debemos ser capaces de aceptar –o al menos imitar- la manera en la cual un hombre libre fracasa. Un hombre libre, cuando fracasa, no culpa a nadie.
1 comentario:
Nunca mejor dicho, pero lo cierto es que hoy occidente es un mundo de cautivos, casi todos nacidos libres.
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