Un post de El Imparcial Digital revela por una parte la falta de profesionalidad de los medios informativos de Miami que se desgañitaron preguntándole a Pablito sobre sus relaciones con Fidel Castro y no, por ejemplo, con Mike Porcell. Porcell es un músico que vive en Miami a quien Milanés, entre otros, sometió en 1980 a esa apoteosis de la humillación que en Cuba se conoce como "acto de repudio". (La leyenda urbana cuenta que a esta de la Nueva Trova solo faltaron Amaury Pérez, quien dijo que estaba enfermo y Pedro Luis Ferrer, quien se negó en redondo). Los medios definitivamente no hicieron la tarea que un simple blog (con las limitaciones que conlleva) supo cumplir.
Lo otro es la confusión de conceptos de esa misma prensa. Si se quiere entrar en el terreno de lo político en el caso específico cubano sale sobrando preguntar por las simpatías por aquél o ese personaje, o por la militancia propia. El problema de Cuba no es que un cantante se declare fidelista, socialdemócrata o masón. El dilema político en la isla no es entre comunistas (que al parecer ya no quedan) y anticomunistas, sino entre dictadura y democracia, entre represión y libertad, privilegios y derechos. Y eso es algo que suelen ignorar los periodistas en Miami cuando emplazan a un visitante. Con lo sencillo y útil que es saber si el entrevistado de ocasión favorecería o no un cambio democrático. Si apoya –aunque sea en teoría- la instauración de un estado de derecho donde la gente conviva civilizadamente incluso profesando ideologías contrarias, aun odiándose a conciencia. En medio de una dictadura importa mucho menos el cariño que se le tenga o se le deje de tener al dictador, (o el desprecio hacia un secuaz de cuarta categoría) que la disposición a respetar y defender los derechos de todos. Pero si de lo que se trata es de reconciliaciones –que es el mantra que repite cada uno de los que va a vender tickets para sus funciones- no queda otro remedio que apartar la abstracción de lo político y centrarse en lo personal: con quién y por qué uno debe reconciliarse. A quién se le debe pedir disculpas con la humildad del que no espera que se las acepten.
18 comentarios:
Enrique, ¡¡muy bien expresado!!
Gracias.
Entonces se puede ser fidelista y no apoyar al regimen? Que significa ser fidelista?
Omar
Muy bueno tu texto, pero ya sabes, esa batalla, tambien la tenemos perdida.
Besos a E y los muchachos.
Carlos Cabrera
Hay mucha confusión o malas intenciones, pero seguimos sin concentrarnos en lo básico, lo esencial, y que es lo que has señalado en tu post.
Pongo un arreglo del comentario que hice al respecto en PD:
Yo creo que me estoy poniendo muy radical … ok … pero a mi ese tono de reconciliacion no me pasa por la garganta. Perdonenme (en este caso los que piensen diferente), pero a pesar de que se esta refiriendo a un hecho medianamente viejo en la historia, no puedo olvidarme de la represion en Cuba … porque HOY todavia sucede … entonces ¿de cual reconciliacion estamos hablando? … ¿de cual aceptable disculpa? … preguntenle por la reconciliacion a las personas a las que golpean, encarcelan y acosan a diario en Cuba … ojala ellos pudieran opinar aqui
Omar: me imagino que se podra admirar a fidel castro y no imaginarselo a el o a un pariente eternamente en el poder aunque reconozco que el fidelismo (como cualquier fanatismo) es por esencia antidemocratico y bruto.
Carlos: un abrazo. escribeme al correo. en eso y en casi todo tenemos la batalla perdida pero eso es lo que le da cierta nobleza.
Ruben: el tema de las reconciliaciones es -como ya dije- muy personal. pero tienes un punto esencial: no se puede borrar donde se sigue sacando la misma cuenta vieja.
A propósito del intercambio cultural: por qué Pedro Luis Ferrer no va a tocar a Miami?
Es verdad lo que le dijiste a Carlos: luchar por las buenas causas perdidas da nobleza.
Este post tuyo esta entre mis preferidos.
Omar
Excelente, muy concentrado y muy explicito!!!! un saludo carinhoso a los cuatro.
L. Busquet
Enrique....excelente reflexión....totalmente de acuerdo....saludos...trujillo
Porque a Pedro Luis Ferrer no le gsutan las farsas y las provocaciones, y cree en la coherencia.
Coincido con Enrisco, el problema no es que las personas se declaren comunistas, anarquistas, democratas, de derecha, de izquierda o lo que a cada cual le de la real gana; mucho menos que se declaren Fidelistas, Maoistas, o Bushistas, el meollo a mi modo de ver es que cualquiera que obstente el poder respete y deje expresar por igual a todas esas personas cualesquiera su denominacion y no imponga por medios coercitivos su forma de pensar. Aqui por ejemplo, en USA, esta el intolerable y el comemierda que da al pescuezo, sin embargo lo que salva a este gran pais son las instituciones que se hacen respetar bajo el imperio de la ley(de forma bastante generalizada, nada es perfecto). Pablo Milanes dio su concierto y Savedra saco su cilindro. No hubo ningun huevazo, ninguna pedrada, y al final eso es lo que es la democracia.
Enrisco, gracias por este post. Escribiste lo que yo sentia y no pudia ordenar en un texto.
Reconciliacion? It takes to two tango. Cuando miramos bien, los cubanos del exilio siempre estamos bailando sin pareja.
Entrevistar a Mike me compenso y tu post me aclara que todavia tengo algun destello de cordura.
hay enfoques (para ponerlo elegante) que dan rating o revuelven a los lectores-clientes-navarro-pharmacy.
es así de pedestre.
como dijera joe theisman con la pierna rota: "nada que hacer"
Yo daria algo por saber quien(es) escribieron el comunicado que se leyo ese dia!! No hay dudas de que es un documento de la NT..que lenguaje, que metaforas, que retorica!!
Reconciliación? Eso sólo existe y sucede entre singantes. La única excepción: quien -como Benigno y Felix por algún tiempo- se reconcilia con un enemigo porque se trata de amor platónico.
La aspiración legítima, la única sana y real, es la justicia, que implica de por sí la coexistencia. Pero para ello se necesita democracia, en efecto.
Apuesto a que Milanés habría cantinfleado súbitamente si le preguntan que si quiere una Cuba con libertad de expresión, libertad de reunión y libertad de elección. Ahí se baja con la democracia participativa o se sube en la arrogancia del que ha mamado muy duro.
bien por güichex.
Hemos caido en la trampa. "Las dos orillas", "adversarios respetuosos". No somos dos orillas, no somos una "diaspora", ay esa palabrita le encanta a nuestros notables academicos cubanos que "estudian" Cuba en tercera persona.
Se trata de lo que has dicho Enrique, un tema de derechos basicos y de la busqueda de un pais donde exista un estado de derechos.
Lo has escrito como se debe.
Gracias.
Alina Brouwer.
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