Quien acuse al actual exilio cubano de intransigente llevará razón siempre que tenga en cuenta que llamar intransigente a un exilio es una redundancia. Porque ser exiliado es eso, poner por delante ciertas convicciones que van contra el sentido común del resto de los inmigrantes o a los nativos del país en cuestión. El exilio de ahora si acaso es moderado en comparación con aquél que preparó y condujo al país a su última guerra de independencia. A Gonzalo Castañón –el editor español cuya supuesta profanación de la tumba condujo al fusilamiento de los estudiantes de medicina- le cayeron a tiros no bien puso un pie en Cayo Hueso. O piénsese en los famosos versos sencillos de Martí:
El alma trémula y sola
Padece al anochecer:
Hay baile; vamos a ver
La bailarina española.
Han hecho bien en quitar
El banderón de la acera;
Porque si está la bandera,
No sé, yo no puedo entrar.
Porque el dilema ante el que estaba Martí era entrar o no entrar. Y trazó la línea en un punto: la presencia o no de una bandera española. Cierto es que uno no se imagina a Martí haciendo un piquete contra los Van Van. O montado en una aplanadora aplastando discos. Pero es que Martí además de exiliado era inteligente. Su ego infinito le impedía entretenerse en detalles de tan poca monta. Lo suyo era inflamar multitudes a golpe de labia, preparar guerras. Su orgullo patrio no le impedía babearse con la bailarina, seguir uno a uno sus contoneos (después de todo era un pichón de valenciano y canaria). Aunque claro, siempre que no estuviera acompañada por el grupo “Santiago y Cierra España”. O que no hubiera dicho en una presentación anterior: “Aunque le duela al bigotú de la frente ancha el concierto ya se hizo. Está bueno ya de abuso”. Porque si fuera así no podría entrar. Pero hasta ahí, no entretendría más su cráneo inmenso en el asunto. Porque siempre habría algo más importante que hacer. Pero ya lo dije, Martí era un tipo inteligente.
P.D.: Juan Formell reinterpreta en su curioso estilo verbal el tema de Porno para Ricardo “A mí no me gusta la política”.
El alma trémula y sola
Padece al anochecer:
Hay baile; vamos a ver
La bailarina española.
Han hecho bien en quitar
El banderón de la acera;
Porque si está la bandera,
No sé, yo no puedo entrar.
Porque el dilema ante el que estaba Martí era entrar o no entrar. Y trazó la línea en un punto: la presencia o no de una bandera española. Cierto es que uno no se imagina a Martí haciendo un piquete contra los Van Van. O montado en una aplanadora aplastando discos. Pero es que Martí además de exiliado era inteligente. Su ego infinito le impedía entretenerse en detalles de tan poca monta. Lo suyo era inflamar multitudes a golpe de labia, preparar guerras. Su orgullo patrio no le impedía babearse con la bailarina, seguir uno a uno sus contoneos (después de todo era un pichón de valenciano y canaria). Aunque claro, siempre que no estuviera acompañada por el grupo “Santiago y Cierra España”. O que no hubiera dicho en una presentación anterior: “Aunque le duela al bigotú de la frente ancha el concierto ya se hizo. Está bueno ya de abuso”. Porque si fuera así no podría entrar. Pero hasta ahí, no entretendría más su cráneo inmenso en el asunto. Porque siempre habría algo más importante que hacer. Pero ya lo dije, Martí era un tipo inteligente.
P.D.: Juan Formell reinterpreta en su curioso estilo verbal el tema de Porno para Ricardo “A mí no me gusta la política”.
8 comentarios:
muy bueno, brother...
Genial el símil de la bandera y la actitud martiana de no entrar donde ella bailaba. Te quedó magnífico.
¿Como dicen que es gallega?
¡Pués dicen mal: es divina!
La actitud martiana hubiera sido calificada en parte de este exilio como intransigente y cavernaria.
Es cierto cuando te refieres a la "forma peculiar de hablar" de Juan Formell. Yo no çreo sea tan peculiar, más bien chusmona y mal educada, lo cual no cuadra a una persona que se supone es "la representación de Cuba", como dijo Hugo Cancio. Después de todo, tiene razón.
Saludos
Jacobo
La estupidez funciona como las amebas. Si no se le combate, desborda el sanitario. Así que me temo que si el exilio ignora la presencia de los Van Van en Miami, el concierto se convierte en un acto de revindicación castrista. En vez de salir un chupabulbo en TV proclamando "Van Van es lo máximo", se vería en su lugar a un tragalípido gritando "¡Abajo el bloqueo!"
Y sin embargo, el asunto no deja de ser un desperdicio.
Bah! No me venga ninguno con cuentos... ¿¿¿No se descoyuntan en un " party" de Miami o Union City a los acordes de ' Sandunguera" o de " Azucar" ??? O es que bailan " Ya viene llegando" o la opera prima de Perucho Figueredo???
Guicho: creo que es bueno saber distinguir entre un Paulito FG que llega provocando de la muela boba de Formell "a mi no me interesa la politica". el caso de Formell es complicado. ha cambiado mucho desde que hace casi veinte año se atrevio a decir en un programa "Contacto" que su sueño era tocar en Miami a esa cosa rara que se presenta en calidad de representante "cultural" de aquello y la agresividad que se le mostro en visitas anteriores (con amenaza de bomba incluida) algo tiene que ver con ese cambio. como diria cualquier entrenador de pelota: la mala pa'l quecher.
Inesita: tu todavia bailas con Sandunguera? en serio: cuando llegue aqui os primeros discos que me compre fueron los primeros de Van Van para descubir estaban muy mal grabados. y de los nuevos me gustan una o dos canciones por disco asi que en mi casa no se oye mucho Van Van. prefiero NG la Banda. a la hora de escuchar musica trato de evitar la nostalgia. en general la nostalgia es un lujo que no me permito. pero ese soy yo y de gustos no se discute. por cierto: cuando va a tocar Perucho Figueredo?
Esta muy bien argumentado que si existen emigrados y exiliados.Los emigrados son la morralla que va a ver a los Van Van.Un grupo de cocodrilos cuya estupidez no les deja ver que el concierto es una provocacion tramada por la banda terrorista del MINIT y los organos genitales del CC.
Importa poco si Formell es o no complice de esta coñada.
Anoche, entre alguna que otra cabeceada, mirando “La Noche Temática” de rtve2, y parte de su contenido, el documental “La Historia Secreta del Archipiélago Gulag” (Glavnoye Upravieniye Ispravitelno-Trudovykh Lagerei, Administración Principal para Campos de Trabajo Correccionales. Documental 2008-Francia-50’ Dirección: Jean Crépu y Nicolas Miletitch Producción: P.Prod y CFRT con la colaboración de Public Sénat), pude acercarme a Alexander Solzhenitsyn y su versión de los hechos, la URSS de los años 1918- 1956; es una lástima que no pueda anexar su vínculo al vídeo, no existe aun, y yo no lo grabé, lo siento. Mientras intentaba no dormirme, impresionado por su contenido, no dejaba de pensar en “lo injusto” a ratos, según mi parecer, del cómo “salvamos la historia”. Mi conflicto viene al hacer un paralelo entre, el material que comento y nuestra crisis nacional, “detectando” además preocupantes síntomas ridículos de intentos de monopolizar “el liderazgo de la lucha”. “Hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no te mienten, que no cuentes”.
Meditando siempre sobre estos temas, entiendo que el silencio, a ratos, es lo más aconsejable y sano. No haciendo gala de ello últimamente, algo aturdido y preocupado además por la falta de alternativas evidentes, prefiero, acepto, buceo en la diversidad y su caos, cada vez entendiendo más si discierno. “…Te quieres quemar tú también”.
Un abrazo, hermano.
Enrisco, cuánto de las ganancias de Van Van van a parar al Músico en Jefe?
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