La falsa amenaza de tsunami en Baracoa luego del terremoto en Haití sirvió para que un periodista descubriera que los extranjeros también son seres humanos:
“Lo que nos hace humanos a fin de cuentas es la capacidad de pensar en el bienestar de otros. Esa capacidad no es privativa de las gentes nuestras. Lo sé, porque vi extranjeros, con sus shorts y sandalias embadurnados a más no poder, ayudando a cargar niños cubanos, atendiendo manos [sic, a menos que estuvieran haciendo la manicuri en medio de la emergencia], construyendo puentes solidarios [al parecer sólo metafóricos] para unirse a nosotros por encima de los precipicios de miedo y egoísmo que se abren siempre cuando se teme por la vida.”
Me recuerda al papa Paulo III declarando en 1537 que los indígenas de América tenían alma. Con casi cinco siglos de diferencia Radio Guantánamo acaba de confirmar que los turistas también la tienen.
H/T: Penúltimos Días.
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