Me gusta mucho el título de una especie de sección que tiene Ichikawa en su blog y en la que generalmente pone fotos viejas de sus amigos. El título es “Luchando la memoria”. Remite a ese lado esforzado, casi bélico, del recuerdo. Sobre todo cuando se ejerce con las precariedades (y la insistencia) del náufrago. “Luchar” Emilio creo que lo usa en el sentido cubano de “resolver”, forrajear los recuerdos donde quiera que se pueda antes que llegue el Alzheimer redentor. Digo esto porque hoy en Evidencias cubanas aparece un texto mío sobre los trámites que tuve que hacer para salir de Cuba. Nada especial pero es bueno que cada cual vaya contando su historia.
8 comentarios:
http://www.facebook.com/ext/share.php?sid=86043083778&h=W2Oh2&u=ggNi3
I am sorrito:
http://www.youtube.com/watch?v=bo_gTkTqQfY
Lo leí, Tigre. Aunque el chucho viene a bajo voltaje, el tono cae muy bien: relajado sin relajo y con un matiz confidencial.
Muy buena tu crónica
Después de leer este pasaje y refrescando la memoria, como aconseja Enrique, siento un alivio enorme de no haber pasado por eso. Vine a Estados Unidos en barco.
Mi viaje no fue de horror. He escuchado historias terribles de otros que han venido por esa vía. Lo mío termina siendo crucero si hago comparaciones. Y mis trámites se limitan a meses a búsqueda de brújulas, de mapas de la costa, conspiraciones con ron y dominó, barcos en los que nunca subimos por no llegar a tiempo o porque muchos le “cazaban la pelea”. En fin, al menos no tenía que pedir permisos ni esperar a que me los dieran.
desde la confianza que le da a uno esto de ser lector mas que habitual ... que coño hacias tu trabajando en un cementerio?
Como dijo Abel:
¿como caistes en el Cementerio? y haciendo que?
Tambien, cuando puedas, cuenta las peripecias en España y las de para llegar a New Yorki.
Gracias.
abel: resumiendo, a finales de los ochenta no sabian que hacer con las graduaciones de historiadores asi que mi graduacion fue enviada a hacer el servicio social a los cementerios o a los municipios a hacer inventarios de las tarjas y los monumentos. yo (que rechace un trabajo en el centro de estudios martianos sospechando que no iba a durar alli ni dos semanas) fui a Colon. hubo gente que fue a parar al cementerio del cotorro o al del cano. supuestamente uno debia reconstruir la historia del cementerio y determinar las prioridades de la restauracion pero a la larga era uno de esos globos que tanto abundan en Cuba. a los seis meses me fui de alli pero luego de estar dando tumbos por toda la habana por dos años de y que cambiaran a la directora del equipo de investigacion del cementerio (porque ademas habia historiadores del arte, restauradores, un biologo, dos arquitectos, un arqueologo y hasta un especialista en computacion) me retire alli donde pase mis tres ultimos años de vida laboral en Cuba. y lo confieso, era un buen sitio para escribir.
eon: las de españa van, seguro. y de como sali de alli, tambien. las de NY iran en otro libro del que todavia no imagino la forma que tendra. aqui solo intercalo las experiencias cubanas para que sirvan de contexto a mi llegada a España.
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