"Estando allí detenido, Bruno, que tenía noticias del secuestro, se comunica con él a través del celular; un enmascarado trata de arrebatarle rudamente el teléfono; el embajador cubano, que ya había sido golpeado en casa de Patricia, le grita: "¡No me empujes, cojones!" No recuerdo si la palabra que pronunció fuese alguna vez utilizada por Cervantes, pero sin duda el embajador Juan Carlos Hernández enriqueció nuestro idioma."
Y Sosa que reflexiona sobre los referidos ovoides.
5 comentarios:
Como siempre...buenísimo!!!!!!!
¡¡Muy bueno!! ...y la reflexión de Sosa ¡¡buenísima!!
Así es ¡¡Con dos... !!
En cojonao
¡¡¡GRACIAS POR VOLVER ENRISCO!!!
Que puedo decir? no he parado de reirme... Ahh si, me encanta.
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