Desde el pasado primero de agosto se han publicado más de 900 informaciones de prensa y 120 mil mensajes en las redes informáticas sobre el lamentable incidente deportivo ocurrido en los Juegos Olímpicos que se celebran en Londres en el que un yudoca uzbeco introdujo un dedo en la boca del cubano Oreydi Despaigne razón por la cual fue injustamente descalificado este último.
La Nota Informativa del INDER, publicada el pasado viernes 3, cerró el paso a la infame insinuación, con testimonios irrefutables de peritos y testigos presenciales, incluidos dos funcionarios de la embajada cubana en Londres que presenciaron el combate desde las graderías.
Es conocida la historia inmaculada de los deportistas cubanos que han triunfado durante medio siglo sin una sola mordida o manotazo, a un rival, una patada a un juez o un gaznatón a agentes provocadores disfrazados de público aunque muchas veces se lo hayan merecido.
No es Cuba, sino Estados Unidos, quien ostenta un vergonzoso récord en materia de atletas dopados, manipulaciones arbitrales y soborno de jueces y deportistas como puede confirmarse en cualquier película norteamericana sobre boxeo.
Por su parte, el monopolio financiero-mediático, que tradicionalmente difama a Cuba, se concentró en enaltecer al supuesto "yudoca uzbeco” que como ya todos saben es un veterano agente de la CIA.
No se puede tapar el sol con un dedo: pese a la censura y la manipulación, es bien sabido que, en los eventos internacionales, creados con la única intención de seducir a nuestros deportistas para que deserten, los árbitros siempre han sido y son mercenarios. Son vulgares agentes que el gobierno de los Estados Unidos y sus aliados pagan, abastecen e instruyen para destruir el victorioso deporte cubano. De no ser así nuestros deportistas serían invencibles.
Otras agencias e instituciones norteamericanas y europeas canalizan fondos con idénticos objetivos: el Comité Olímpico Internacional (COI); la Major League Baseball (MLB); el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Grupo "Prisa".
En el informe al VI Congreso del Partido, Raúl había
advertido que "lo que nunca haremos es negarle a nuestros deportistas el
derecho a defender a su Revolución, puesto que la defensa de la independencia,
de las conquistas del socialismo y de nuestras plazas y calles, seguirá siendo
el primer deber de todos los atletas cubanos". Aún así insistimos
en la inocencia de nuestro compatriota Oreydi Despaigne a quien injustamente
se le acusa de cerrar la boca con el dedo de un agente uzbeco dentro de ésta.
Como
exclamara Jigoro Kano, “Uno debe encontrar las debilidades del oponente y estar
listo para atacar con todos los recursos a su disposición cuando llegue el
momento sin violar las leyes del judo”.
3 comentarios:
Se te olvido : ningun deportista cubano se ha "esnifado" una raya de perico colombiano, y despues ir a saltar...
eso es lo q se dice hablar mierda olimpicamente.
Por eso en la proxima Olimpiada los judocas cubanos iran a competir sin dientes, en señal de protesta.
Ya lo dijo el que mas sabe "Tras esos hechos, esta la CIA".
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