viernes, 11 de enero de 2008

Sosa está que corta

Como se han dado cuenta no ando muy productivo en estos días y nada promete que la cosa mejore. Por variar me acuesto temprano, me levanto tarde y mientras tanto leo o vago por otros blogs. En la Finca de Sosa me he encontrado un par de cosas formidables. Una es una colección de titulares de la prensa espirituana región de la isla donde Sosa tuvo la (feliz) ocurrencia de nacer (Antes había colgado estos). Lo otro que les propongo son traducciones al español (políticamente correcto) de poemas de Guillén como su famoso “Negro bembón”. (Y para rematar hoy se sale con estas observaciones sobre el protocolo bloguero.)

AFROCUBANO DE LABIOS GRUESOS

¿Por qué te molestas tanto,
cuando te dicen que eres un afrocubano de labios (gruesos,
si tu boca es portentosa,
afrocubano de labios gruesos?

Pese a que tienes los labios gruesos
son muchas tus posesiones;
Caridad te da sustento, te lo garantiza todo.

Y aún así te lamentas,
afrocubano de labios gruesos,
sin trabajo e insuficientemente alimentado,
afrocubano de labios gruesos,
atuendo de tejido finísimo,
afrocubano de labios gruesos,
calzado de doble tonalidad,
afrocubano de labios gruesos.

Pese a que tienes los labios gruesos
son muchas tus posesiones;
Caridad te da sustento, te lo garantiza todo.


Y abajo el original:
Negro Bembón

¿Po qué te pone tan brabo,
cuando te dicen negro bembón,
si tiene la boca santa,
negro bembóm?

Bembón así como ere
tiene de tó;
Caridá te mantiene, te lo dá tó.

Te queja todabía,
negro bembón;
sin pega y con harina,
negro bembón,
majagua de drí blanco,
negro bembón;
sapato de dó tono,
negro bembón.

Bembón así como ere
tiene de tó;
Caridá te mantiene, te lo dá tó.

1 comentario:

Manuel Sosa dijo...

Gracias, Enrique. Si a ti te causan gracia, pues eso me basta. Te cuento una historia: hace muchos anyos, un periodista espirituano escribio un articulo sobre este servidor, en el cual decia que mi poetica estaba hecha "a partir de un potente batir de alas". Tuve que esconderme por unos dias, hasta que a mis amigos se les olvidara lo de las alas potentes. Y a partir de entonces le hui a los periodistas espirituanos.