¿Y si de pronto dejamos fuera del examen histórico a la moral, esa señora ya mayor, para estudiar sin prejuicios éticos los procesos y personalidades? Así podremos ver a Stalin esencialmente como el modernizador de Rusia, a Franco como el industrializador de España, a Pinochet como el saneador de la economía chilena, a Hitler como alguien preocupado por el sobrepoblamiento europeo o a los aliados como redecoradores de Hamburgo y Dresde. Lo digo a propósito de un libro de Maurice Meisner donde exalta a Mao sobre todo como aquél que estableció “las bases para la moderna revolución industrial china”. La Revolución Cultural la califica como apenas una mancha en un proyecto político válido y lleno de buenas intenciones.
1 comentario:
Con todo respeto pero...por suerte no tendremos que correr mas el riezgo de leer las estupideces que se le ocurrian.
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