jueves, 20 de octubre de 2011

Remember Clifford

[En la foto Francisco García González (derecha) al recibir el premio de manos de Guillermo Rose, organizador del concurso]

El escritor Francisco García González –guionista de la recién estrenada “Boleto al paraíso” y en lo que me concierne mi más antiguo compinche literario- acaba de recibir el premio principal del VIII Concurso de Cuentos Nuestra palabra en Canadá por su cuento “Remember Clifford”*, un capítulo más de la epopeya de los escritores que lo siguen siendo a pesar de todo, incluso de sí mismos. Una lección de cómo se le puede exprimir literatura al fregadero de un restaurante:


“Remember Clifford”

Yo llegué primero a Frankie Pesto´s.
Un infierno allá abajo entre el agua llena de inmundicias, las montañas de sartenes y platos sucios.
Otras veces era raspar el fondo de las inmensas cazuelas usadas para preparar salsa de tomate. O barrer
y limpiar el piso, sacar a la calle las bolsas de basura.
Un infierno por el salario mínimo de la provincia.
Lo peor era la velocidad.
Endemoniada.
Cada noche era tragado por aquel estómago insaciable. Pasadas seis horas, era escupido de vuelta a la
calle. Fregaba decenas de platos y a mi espalda escuchaba las sartenes caer sobre la gran bandeja.
Perder cosas y vivir lejos era jugar al duro.
Increíble que lo estuviera haciendo.
No había manera de escapar. Me dejaba llevar por el ruido y los gritos de los cocineros, hasta que el
cerebro se me embotaba y perdía la noción del tiempo.
Con la espalda y las manos adoloridas, despellejadas… Pero era un hombre fuerte. Podía darme el lujo
de dejar la piel donde fuera.
Las camareras eran lindas y bien entrenadas. Demasiado hermosas para que fueran cercanas o posibles.
Las camareras eran lindas y los cocineros rudos.
Todo el tiempo gastándose bromas y riendo de cosas que no entendía. Ellos, ellas, vivían en un fucking
mundo, de una fucking manera… Ellos, los cocineros, también le miraban el culo, a ellas, las muñecas
que bajaban por los platos. Culos para servir comida italiana. A veces me hacían señas cómplices. Un
lenguaje distante de las palabras.
En el infierno.
En aquel momento había dejado de escribir. No porque fuera un acto criminal. Tantos libros necesitan
de toneladas de pulpa, la necesaria para ahogarnos o vivir en un desierto. De ahí lo absurdo de
reproducir memoria alguna. No era eso, simplemente no tenía nada que decir o sugerir y, en caso de
hacerlo, tampoco serviría para nada. Solo intentaba hurtar cuerpo de la corriente que empujaba hacia el
salto en que me esperaba la fucking vida.
Nadie sabía que era escritor. No me hubiesen contratado. Nunca le des un trabajo miserable a un
escritor por mucho que lo merezca. Te puede hacer quedar mal.
Entonces apareció Clifford Sutherland.
[Seguir]

*El guiño jazzístico es bastante obvio. "I remember Clifford" fue una pieza compuesta por Benny Golson a la memoria del trompetista Clifford Brown, muerto a los 25 años y es al mismo tiempo el título de un disco de Arturo Sandoval (Paquito D'Rivera por su parte ha compuesto "I remember Dizzy", su particular homenaje a Gillespie). Abajo el propio Benny Golson en el saxo tenor junto al trompetista Lee Morgan interpretándola. Disfrútala Franky.

7 comentarios:

BARBARITO dijo...

Felicidades por este premio.

(Me lo llevo a mi muro de 'Facebook'. Gracias).

Anónimo dijo...

Fecilidades a Frankin. Muy bueno el cuento. Creo que todos nos sentimos un poco asi. Saludalo, man!

El Lechu.


Buena cancion, btw.

luisc dijo...

excelente.... ahora le escribo.... abrazo.

Anónimo dijo...

Por fin dónde está el Franc? sigue en Caimito?

Anónimo dijo...

Mira, el cuentico esta real, todos tenemos que cojerla durisima cuando llega aca y si te cuento mis cuentos es del cara eso pero compadre eso de estarle bacilando la mandarria a otro tipo y decir que esta grande a mi me parece que no hay que caer en la mariconeria por miuy frio que sea el lugar digo yo.

sandokan

Garrincha dijo...

aché pal frankie.

Michell Pérez Acosta dijo...

Franki, bien por ti...dale duro ahí. Escribir o morir en el intento, no hay más opción, aunq sea con las manos embarradas de grasa, y ni tiempo quede para ver la Serie Mundial...Un abrazo fuerte.